Partida Rol por web

Después de conducir un par de kilómetros bajo la tormenta, el GPS dejó de funcionar, la tormenta no daba acceso a la señal satelital, por ende, les tocaba confiar en la intuición de Norton al volante, el sabía que debían ir hacia San Francisco, así que debían confiar en su intuición y esperar lo mejor.

En eso, en medio de la tormenta, un joven aparece de la nada agitando los brazos pidiendo un aventón, y de no ser porque Carl ordena a Norton que se detenga para recogerlo, Norton sigue de largo sin inmutarse, sigue órdenes a rajatabla.

El joven está todo mojado por la tormenta, y tiene una herida notable en la cabeza, Norton solo observa por el retrovisor, y Stefano que va de copiloto lo observa sospechosamente. Mientras todos atrás se acomodan para hacerle un poco de espacio.

Lo cierto es que tras las miradasde los de delante casi que preferiría seguir andando bajo la lluvia pero... ya que han parado, no haré el feo al hombre amable.

-Gra...gracias. Yo... ¿Habéis visto una bicicleta? Creo que me he caído con la tormenta. No lo sé. Ehm... Soy Eli. Gracias por llevarme.

Estoy empapado. Espero poder cambiarme, o por lo menos secarme, en breve. O pillaré una pulmonía como poco.

Linda había dejado que Daniela se sentara en medio de ella y Carl. No quería invadir el espacio de la niña. Su maletín descansaba sobre sus rodillas, cubriendo así la piel que había desde el final de su falda hasta las rodillas. Había tanteado a la pequeña, intentando darle conversación para que no pensara en la tormenta ni en el hecho de que parecía que estaban perdidos, cosa que comenzaba a ponerla nerviosa.

Parar a recoger a aquel desconocido fue un incentivo más para que deslizara con disimulo una de sus pastillas en la boca.

- Linda - dijo algo seca. Fue entonces cuando vió la herida que lucia en la cabeza - Creo que necesita asistencia médica. Deberíamos dejarlo en algún centro sanitario que encontremos al paso, ¿no cariño? - desvió su mirada hacia Carl

Como si no tuviéramos ya bastantes problemas, Carl ordenó al conductor recoger a un chiquillo que prácticamente se lanzó sobre el coche.

-Marquez- respondió con desgana a la presentación del chico (aunque seguía evaluándolo por el retrovisor sin el menor disimulo) -¿Qué ocurre, chico, te has perdido?-

La pasta... esa es mi única motivación...
Eso, y tal vez empotrar a la maciza que viene con nosotros, poca cosa más.

El tema es que aquel grupo de inconscientes se habían quedado atrapados en el aeropuerto, más colgados que un hijodeputa en el día del Padre.
Ni Dios quería sacarlos de allí y parecían resignados, abandonados a su suerte hasta que tropezaron conmigo.
Para una furcia como yo, ser la única ramera dispuesta a abrirse de patas ante un grupo de clientes obviamente cachondos representaba mi día de suerte, la manera de sacarme unos buenos billetes extra con los que pagarme algunos excesos...
Así que el trato fue rápido: Yo dejo que me la metas, en otras palabras os llevo al jodido San Francisco a pesar de no tener mucha idea de por donde se llega, y vosotros me dais una guita buena con la que correrme una buena juerga... a ser posible en la misma estación de destino: Caras nuevas, aire fresco, rincones desconocidos en los que reventar.

Cargo eficientemente el equipaje en el amplio maletero sin poder evitar la necesidad de olisquear lascivamente la ropa interior que sin ninguna duda contiene la maleta de la maciza... me contengo, de alguna manera parece ser la fulana del que paga, el padre del crío, así que no tengo ni la más remota posibilidad; solo lamer su cuerpo con mi mirada y husmear cada uno de los suspiros que deja tras de si.

Conecto el GPS: "3h27' si uno va por la 80ª Interestatal hasta Sacramento y una vez allí baja hasta San Francisco pasando por un lugar llamado Vacaville", pan comido! Reflexiono. A pesar de la hora de mierda en la que salimos y del puto tiempo de los cojones esto va a ser un trabajito rápido y fino, sin problema!

Y tal vez sea el tiempo que me hace estar en mayor tensión de la habitual; quizás sea que trato de cruzar mi mirada con la de la maciza por el retrovisor, o ver la carne que su exigua falda y el maletín que acarrea no logran ocultar... mucho tiene que ver que el jodido GPS llega un momento en que se jode y deja de emitir señal mecagoensuputamadre, pero lo cierto es que tomo un desvío equivocado que nos interna en una sinuosa carretera de montaña de la que no soy capaz de salir para regresar a la vía principal.

Los limpiaparabrisas van a tope, a su máxima potencia tratando de evacuar el torrente de agua que se precipita encima del cristal.
Entre eso y la oscuridad imperante conduzco a baja velocidad, ya más preocupado por volver encontrar la ruta que en mirarle las piernas a la chavala... sin ninguna duda es mi marcha anormalmente aminorada la que salva la vida al gilipollas que aparece frente a nosotros en la carretera...

Tal vez este inútil sepa volver a la I80... cavilo en el preciso instante que el otro, ese que paga y que en el contrato asegura llamarse Carl, ordena que nos paremos a asistirle.

Gra...gracias. Yo... ¿Habéis visto una bicicleta? Creo que me he caído con la tormenta. No lo sé. Ehm... Soy Eli. Gracias por llevarme.

Llevarlo??? Llevarlo a donde??? Contemplo horrorizado como los ocupantes de los asientos posteriores, buenorra incluida, hacen hueco para acomodar al pringado que chorrea como si lo hubieran sacado de un estanque, sin duda alguna echando a perder la tapicería del carro. Tendré que cargarles un suplemento por eso. Concluyo contundente.

Linda. Creo que necesita asistencia médica. Deberíamos dejarlo en algún centro sanitario que encontremos al paso, ¿no cariño?

Por fin la fulana ha abierto la boca y tomo nota de varios detalles que rezuman su escasa conversación: Linda, bonito nombre que susurrar mientras uno se revolca encima suyo; "cariño", efectivamente el pagano resulta tratarse del que se la cepilla; "algún centro sanitario que encontremos al paso", escruto la oscuridad imperante en el exterior: No tiene pinta que tenga que haber ningún hospital próximo pero si, estoy de acuerdo con la maciza, a la que tengamos ocasión le damos puerta al chalado de la bici.

Marquez ¿Qué ocurre, chico, te has perdido?

Ah si, por cierto, olvidaba la incógnita de la ecuación: El segurata que nos acompaña y que o mucho me equivoco o tiene tantas ganas de zumbarse a la tal Linda como yo... si no es que ya se la ha beneficiado alguna vez...

"te has perdido?", pregunta el guardaespaldas. No te jode, como nosotros!

Parece que tienen todos la necesidad de presentarse ante el zumbado de la bici pero yo no, yo solo soy el conductor que va a cobrarles cien pavos más por haber cargado a ese gilipollas, el que quiere follarse a la viajera a pesar de no tener ninguna oportunidad de hacerlo.

No había parado el coche así que tan buen punto constato que el chalado ocupa su espacio retomo la marcha, por donde coño se sale de aquí, mierda!!!

Supera los nervios, vamos...

-¿Perdido? No... la verdad, no sé que hago aquí por el porrazo ¿En serio no habéis visto mi bicicleta? Debe estar por ahí, tengo la bomba en la mochila, para las ruedas. Thirteen Pines está ahí delante. La tormenta debe haberme pillado de improviso. A veces son muy repentinas por aquí.

¿No?

-Creo. Ehm... ¿Y qué hacéis por aquí?

Thirteen Pines, dice el chalado... En serio??? Es ese el nombre que le han dado a un pueblo??? Absurdo.

Me devano inútilmente los sesos, tratando de rescatar de mi atormentada mente alguna referencia a ese nombre, a ese pueblo, alguien que me hablara al respecto, algún comentario que me permita situarme... Todo en vano.

Thirteen Pines. Bueno, siendo así lo que es seguro es que se tratará de un núcleo habitado en el que alguien, quien sea que parezca más lúcido que el colgado que hemos recogido, nos sabrá indicar como volver a la vía principal que nos conduzca a San Francisco. Puta mierda de noche!!! Doy algo de gas, animado ante la perspectiva que ofrece la civilización.

De nuevo de viaje con mi padre....y esta vez encima con ésta tal "Linda" como si no tuviera ya bastante con tener que seguir el ritmo a todos ahora también tengo que preocuparme por esta tipa...que no se que intenciones tiene con mi padre...
Cuando pensaba que seria un viaje más..."vuelo cancelado"...algo mas podia salir mal? Odio preguntarme eso...la respuesta siempre suele ser "si"...mierda mi mp3 esta fallando....no puede ser....las pilas no!!...eso significa tener que oir a los que me rodean...vaya fastidio.
Ok Daniela tranquila... habrá que intentar sacar provecho de la situación... aprovechar para.. ummm no se, analizar un poco a la tal " Linda" y compartir algo de tiempo con mi padre...que esta bastante alterado por el imprevisto del vuelo...pobre..
Parece que tomaremos un coche para llegar al destino y no perder mas tiempo... interesante..encerrada en un habitáculo reducido con un chofer que parece más interesado en comerse con la mirada a la tal "Linda" que en saber donde debe llevarnos y que camino tomar, aunque con la ropa que lleva puesta...no es como que pueda culparle..no deja demasiado a la imaginación, Stefano al que al menos tolero, Linda (que me dejó un espacio entre ella y mi padre como la que me hacia un favor...y me intentó dar algo de conversación para relajarme cuando la que obviamente esta nerviosa es ella que hasta pastillas necesita tomar, que siga pensando que esas cosas funcionan conmigo.. por ahora me vale que sea así) y al menos tengo al lado a mi padre a ver si puedo calmarle un poco (me apoyo un poco en su hombro y tomo su manita...me miró)
- Todo va a ir bien (le sonrío para calmarle...eso siempre funciona, al menos me siento algo útil)
Esto de no tener música es estresante...sea como sea debo conseguir pilas...temo que me puedan hablar más y tener que estar actuando todo el rato...
Eh...que pasa? Parece que hay un chico en la carretera..papa ordenó frenar para recogerlo..
(Escalofrío) Esa herida en la cabeza no pinta nada bien, menos mal mi padre dijo de ayudarle (como no sentirme orgullosa de el?)
Linda " Creo que necesita asistencia médica. Deberíamos dejarlo en algún centro sanitario que encontremos al paso, ¿no cariño? "(Por el contrario...como no empezar a sentirme incomoda con ella si lo primero que piensa al ver a alguien asi es en soltarle en algun centro médico a su suerte como el que suelta a un perro en la perrera? Y encima intenta cubrirlo de falsa preocupación y buenas intenciones...) No Daniela, intenta ser menos crítica y espera a conocerla un poco más...
El chico está totalmente desorientado..(miro al chico a la cara) su gesto me paraliza por un segundo.
Márquez "-¿Qué ocurre, chico, te has perdido?-"
Eli "-¿Perdido? No... la verdad, no sé que hago aquí por el porrazo ¿En serio no habéis visto mi bicicleta? Debe estar por ahí, tengo la bomba en la mochila, para las ruedas. Thirteen Pines está ahí delante. La tormenta debe haberme pillado de improviso. A veces son muy repentinas por aquí.
¿No? Creo. Ehm... ¿Y qué hacéis por aquí?"
(Silencio..nadie dice nada...)
- Pues nos dirigimos a San Francisco, pero la tormenta creo que desorientó un poco al conductor. (Uso un tono sarcástico sin querer, miro al chofer por el espejo cruzando miradas por un segundo..parece que al fin se da cuenta que alguien más va en el coche..no ha parado de analizar a todos)
- Papa deberíamos ir a ese Thirteen Pines, no crees? Ahí podriamos conseguir ayuda para él o contactar con alguien que le conozca para que le ayude y alguna indicación para que el conductor se oriente de nuevo.( Y sobre todo porque seguramente habrá alguna tienda donde comprar pilas al fin y poder desconectar del mundo con mi amada música o con alguna nueva lección de mis audiolibros)

Carl estaba, como era usual en él, vestido de forma impoluta. Y es que era raro en él no mostrarse así. El vuelo cancelado le había tocado un poco los cojones, pero por suerte pudo conseguir un chofer lo necesariamente temerario como para llevarlo a destino, aunque a la media hora de viaje ya comenzaba a arrepentirse. Podía percibir como el chofer en ocaciones miraba a Linda, aunque no emitió comentario al respecto. En estos momentos lo único que le importaba es llegar a tiempo a tomar aquél vuelo y no discutir con algún fulano por mirar a su... lo que sea que sea Linda. A Carl no le gustaban los rótulos ni etiquetas, así que no sabía cómo definir a Linda, si era su socia, su compañera, su pareja o simplemente la mujer que se tiraba con frecuencia. Y en eso, entre tanto pensamiento, una silueta en la sombra, un niño de la edad de Daniela. En esos momentos no habló como Carl el hombre de negocios, sino como Carl el padre, siempre había querido tener un niño, darle un hermano a Daniela.

- Para - le dijo al chofer, en un tono tal que pareció una órden.

Hicieron espacio y dejaron a entrar al muchacho, quien chorreaba agua a borbotones. Le dieron un poco de charla al chico, hasta que comentó que había un pueblo cercano.

- Norton, ¿podrías llevarnos allá?

Linda desvió el rostro hacia la ventanilla al ver que una vez más, él volvía a ignorarla. No se veía nada a través del cristal, pero así le daba tiempo a recomponer su sonrisa.

Buscó en su maletín el móvil e intentó ver si podía coger algo de cobertura. Quizás la señal volvía al estar acercándose a una localización urbanizada.

...la tormenta creo que desorientó un poco al conductor. (Uso un tono sarcástico sin querer, miro al chofer por el espejo cruzando miradas por un segundo..parece que al fin se da cuenta que alguien más va en el coche..no ha parado de analizar a todos)

Fulmino a la mocosa... casi me olvido de ella habida cuenta su impertinente insignificancia: La típica niña de papá, una pija de cojones hastiada por las más absurdas nimiedades que acontecen a su alrededor. El puto centro del universo... ja!

Norton, ¿podrías llevarnos allá?

Precisamente. A dónde coño te crees que iba a ir perdidos, como estamos, en medio de esta tormenta soplapollas...

Hum - asiento como única respuesta, guardando para mi mis destructivos pensamientos y dando algo de gas, tampoco demasiado teniendo en cuenta las condiciones, para enfatizar el acato de... la sugerencia del que paga, el que se zumba a la buenorra que mira estúpidamente el teléfono móvil que ha sacado de algún lugar, el padre de la niña asquerosa y aborrecible que más convendría no tener que cargar en este viaje...

Putamierda!

 Entonces el vehículo toma una curva cerrada que hace que aparentemente se tranquen las ruedas y deslicen un poco, notan como los brazos de Norton se tensan al apretar el volante para mantener el vehículo en carril, pero aun así el movimiento los logra zarandear lo suficiente como para darse cuenta que algo no andaba bien.

Todo parece funcionar mal en ese coche... y el único responsable de esa mierda soy yo!

El volante se bloquea y, a continuación, los frenos hacen lo propio de manera que el vehículo se desliza inexorablemente hacia fuera de la vía, en un gracioso aquaplaning que, en el mejor de los casos, acabará con el morro del coche destrozado contra uno de los pinos que da nombre a la población y, en el peor, seguiremos ladera abajo, dando vueltas de campana, hasta alojarnos en alguna superficie que pare la inevitable caída.

El sudor frío me invade, la adrenalina pone en tensión todos y cada uno de mis músculos; con un par de rápidos movimientos logro desbloquear el volante y, tras sacar el pie del freno y volver a pisarlo vigorosamente, logro domar al coloso, sorteando la curva sobre la que nos abalanzábamos y encarando la siguiente ya con el coche bajo mis riendas...

Suspiro aliviado, sorteado el tramo de curvas creo que podremos alcanzar la población. Una vez allí se impondrá una revisión de la dirección y frenos del turismo, esto no es normal, mierda!

El repentino zarandeo saca de mi mente cualquier otra cuestión, como pensar si la mujer es guapa o si la niña está muy apegada a su padre o no. Sentirme tan indefenso, no tengo control alguno sobre lo que pueda pasarle al coche o no, no me gusta nada... pero por fortuna el conductor evita el accidente. Es un alivio.

Y aún así, me tranquiliza poco.

-E-esto... creo que, bueno, mejor si me bajo aquí y eso. Ya llegaré andando.

Sonrío algo nervioso, lo que no deja nada claro si lo digo en serio o no.

El zarandeo fue totalmente inesperado. Pero más aún fue el hecho de que el primer instinto de Linda fue rodear a la pequeña con sus brazos mientras el maletín caía a sus pies debido al brusco movimiento. Cuando el chofer recuperó el control se apartó rápidamente temiendo una reacción negativa por parte de Daniella. Recogió el maletín intentando disimular el miedo que había pasado en cuestión de milesimas de segundos.

Miró extrañada a Eli cuando habló. Realmente no le hacía gracia su presencia en el vehículo, pero ¿que persona en su sano juicio prefería estar a la intemperie, herido y con aquella tormenta ?

- No creo que sea lo más apropiado. El señor...- se calló un segundo pues se le había olvidado completamente el nombre - Blomer? - su ceño se arrugó pues no estaba segura de que ese fuera su apellido, tampoco es que le importara mucho. Continuó hablando como si hubiese acertado - Bueno, se ve que tiene unas excelentes dotes de control sobre el coche. Estará más seguro con nosotros hasta que podamos llevarle a un lugar donde le atiendan correctamente -

Todos se logran afirmar, y Norton conduce colina abajo por las curvas peligrosas como todo un maestro al volante. Unos echan chistes, y otros ni se inmutan, ya iban por buen camino; justo a terminar las curvas, veían como más adelante se divisaban unas luces entre la tormenta, ya habían llegado!

Todos estaban calmados al ver que al menos veían un rastro de civilización. Todo parecía extremadamente calmado después del gran susto que se dieron en las curvas, por un lado riesgo de volcarse con una elevación, por otro lado podrían haberse volcado con una canal, o bien haberse estrellado contra un árbol... Norton había sorteado una posible tragedia en plena carretera; pero la palabra clave de todo esto era: "parecía"...