Partida Rol por web

-Veamos qué oscuro secreto esconde esa catedral - dijo Khazj- Agudizad vuestros sentidos, amigos míos, pues algo tenebroso acecha tras esos muros de piedra y sangre.

Un escalofrío recorrió su espalda. Se arrebujó en la túnica y, con paso pesado, siguió al grupo.

- ¿Y acabar igual que esos cuerpos quemados? - El mercenario escucha la propuesta incrédulo. - Está bien. No tengo otra opción... Pero no sé qué te hace pensar que tienes una sola oportunidad contra El Loco. - El bandido recoge su arma y la enfunda de vuelta. - Nos aniquilará a todos nada más vernos, sobre todo después de vuestro atrevimiento... - Concluye, sumergiéndose en un silencio meditabundo.

Es ya medianoche. Un manto tenebroso oculta los astros; nubes de niebla húmeda empapan la atmósfera. Las nubes crujen sonoras y su agua cae como un lloro que acompaña las lágrimas de Tristram. La lluvia sofoca el fuego moribundo: los tres cadáveres yacen inertes e irreconocibles, y algunos hombres ya preparan las palas que dispondrán la sepultura. Los aventureros, unos guiados por su compromiso y otros deseando evitar las miradas acusatorias, se alejan de el pueblo en dirección a la Catedral.

Ahora la visibilidad es casi nula: hasta el más avezado explorador tendría problemas para orientarse. El príncipe guerrero de Viz-jun avanza solitario y temerario, y el lejano sonido de su galope les sirve de guía cuando se discierne entre los truenos de la tormenta. Pronto dejan de ser necesarios: la silueta gótica y elegante del pórtico de la Catedral por fin se adivina tras una espesa negrura, casi como si fuera parte de ella...

¿Podría ser la propia catedral el origen de esta oscuridad antinatural...?

Los portones están abiertos de par en par: la entrada bien podría parecer una bienvenida, pero uno de los esbirros de Zhar se interpone. Ha sido dejado atrás como sacrificio, no tiene ninguna oportunidad contra ellos y su mano temblorosa lo atestigua a penas pudiendo sostener la cimitarra. Aidan ha desmontado y desenvainado su espada, el tiempo y la paciencia se le agotan y aún así el mercenario intenta suplicarle...

- ¡Comprended, mi señor, que estoy obligado a enfrentarme a vos! - Masculla sollozando. - ¡Juraron matarme si no lo hacía! ¡También juraron asesinar a mi familia si no me unía a ellos! - La emoción casi no le permite hablar. - ¡Comprended que no tengo opción!

Jowen  escucho atento a su nuevo aliado, al parecer ese tal Zhar era de temer, sin embargo, eso no fue lo que demostró al salir huyendo del lugar de batalla hace unos instantes, por lo que Jowen estaba algo confundido, sin embargo, a pesar de que daba atención a cada comentario del mercenario, no lo demostraba, compañero, has elegido sabiamente, en este momento tu pasado quedo atrás, dijiste hace unos momentos que tu nombre no era importante y es cierto, pues ya no eres la misma persona, tras tomar un poco de aire y pensar un segundo dijo, te daré un nuevo nombre, uno de honor, te llamarás Alwar de hoy en adelante.

Que mejor que aprovechar una segunda oportunidad con un nuevo nombre pensó para si Jowen, y si, tienes razón es muy posible que nos mate apenas nos vea peroooooo, eso es si logra vernos, ya gracias a nuestra maga le será más dificil pues con un solo ojo es 50% más complicado, no debes tener miedo, aún no empieza la noche y no todos hemos mostrado nuestras habilidades.

Jowen se sentía muy seguro, un paladin, un bárbaro y una guerrero eran excelentes aliados para un mago y aun no todos demostraban su autentico poder, por ello las cosas se podía decir que estaban parejas. Después de ello la caminata hasta la oscura Catedral no espero, a lo lejos entre los rayos el galopar de Aidan nos permitía seguirle el rastro hasta encontrarnos con la entrada, en donde aguardaba uno de los bandidos abandonado por el Loco.

Ante un temeroso bandido y un paladin que estaba cegado por la ira y muy poca paciencia Jowen intercede nuevamente, pobre diablo, dice al momento que señala al sujeto, baja tu arma, no tienes que ser un genio para saber que si nos enfrentas de seguro morirás, yo me aseguraré que así sea, con mis propias manos, tu vida en este momento no vale nada, ni para el Loco ni para nosotros pues si no es por él morirás al enfrentarnos., pero no tiene que ser así... Yo en este momento te puedo brindar una opción.

Jowen estaba descubriendo  dentro de sí mismo unas agradables habilidades de negociación y persuasión, sin hacerse esperar continuó hablando, tienes 3 opciones, dijo al momento que marcaba el número con sus dedos: puedes luchar contra nosotros y morir pues somos 7 contra 1, puedes bajar tu arma e irte corriendo hacia tu familia y disfrutar unos minutos más con ellos o puedes luchar a nuestro favor, vivir y volver con tu esposa e hijos para contadles acerca de como su padre dio justicia a Zhar el Loco por haber amenazado a su familia, la decisión es tuya! mira que Aidan dice mientras señala al guerrero con su espada esta impaciente por afincar el filo de su espada en los malos? Serás tu el malo que muera esta noche? O serás el padre heroe que todo hijo y esposa desea tener? La decisión es tuya, yo no voy a detener a Aidan, pero tu si puedes bajando tu arma y jurandome lealtad.

Si el mercenario era lo suficientemente inteligente aceptaría, y eso podría la balanza a nuestro favor teóricamente hablando, eran 10 con el Loco, uno murió como carne en vara, quedan 9, otro se unió a nosotros quedan 8, y si este se nos unía serían 7 de parte de ellos contra 8 de nuestro lado, sería interesante una batalla en esos términos.

La presencia de Darna siempre le agradaba, al fin y al cabo era la compañera con la que tenía más confianza y le podía decir las grandes verdades a Ethiel sin alterarle, algo bueno que portaba la amistad, contra ella no solía tomarla.

- Oh vamos, ha sido un pequeño desliz... - uno de casi 50 cm de diámetro de fuego. Luego bajó la voz -... No te preocupes, mis energías solo dan para hacer una bola al día y ya sabes que ese recurso no lo tengo..., aunque puedo conjurar saetas de hielo... Por cierto, si en algún momento escuchas en mi cántico convocador algo de campo o así, corre..., no te quedes cerca de mi... - le advirtió de buena fe, y es que la joven guerrera le caía bien -...Si salvo al heredero quizás no sean duros conmigo y si muere antes tampoco... - dijo con pleno análisis posterior de la situación -... aunque para ser sincera, me hubiera gustado controlar mi carácter antes, no disfruto con la muerte de quien no lo merece... y esos campesinos no debían pagar, ha sido un error, creí que no les daría de pleno, era consciente que podrían haber más heridos pero no llegar a este calibre... La culpa es mía, ya lo decía mi mentor, ver el efecto de un hechizo en prácticas no es lo mismo que ejecutarlo en la realidad, y ya me he dado cuenta de que es así...

Mientras las féminas del grupo iban hablando se acercaban cada vez más a la catedral, momento que aprovechó Jowen para hacerse con un aliado que bien podría aportar sus armas al grupo, mientras Kazhaj observaba el edificio de culto y lanzaba una advertencia a sus compañeros, palabras que a Ethiel le evocaron un escalofrío, el lugar que debía ser cercano y atrayente para aclamar las bondades de los dioses refulgía en tono rojizo, y las nubes altas, hacían escasos minutos, provocaron una dispersión con su humedad que impidió la visibilidad circundante.

La oscuridad se cernía sobre ellos mientras Ethiel avanzaba hasta la catedral, tomando la mano de Roland en su desplazamiento, no sabiendo si era el nerviosismo por el contacto masculino lo que le hacía sentir así o el claro presentimiento de que algo particularmente malo estaba por llegar.

- Una puerta abierta siempre es mal augurio, no nos temen, y eso implica que tienen preparadas las trampas suficientes como para darnos caza... - comentó la mujer en voz alta mientras apartaba sus cabellos caoba hacia un lado, observando al guardián de la puerta, el hombre temblaba y no era ya por la muerte que el príncipe podía darle, que también, si no porque además su familia estaba bajo amenaza de muerte, lo que hizo sentir pena a la hechicera.

Jowen comenzó las negociaciones con el tipo de la puerta y debía reconocer la mujer de que era completamente convincente el elementarista, tanto que hasta ella se habría dejado convencer si hubiera estado en la posición del mercenario Era un hombre inteligente y jugaba bien sus recursos, le recordaba en parte a su mentor, un hombre con paciencia y saber estar, algo que a ella no le vendría mal desarrollar, al menos la primera de esas cualidades. Vio duda en el mercenario de la puerta y la joven de ojos verdes determinó que no estaba de más ayudar a su compañero para convencer al tipo.

- Veamos cómo se lo explico señor mío..., o se aparta de la puerta o le hago otra bola de fuego aquí mismo..., ya ha comprobado que se me da bien... y que tengo cierta tendencia a destruirlo todo a mi paso...- dijo la bonita mujer sonriendo dulcemente y poniendo todo su encanto -... o puede ponerse de nuestra parte y prometo solemnemente no achicharrarle con fuego..., la sugerencia de mi compañero es bastante razonable y si yo estuviera en su lugar no dudaría sobre cómo proceder... - y de todos ellos Darna podría saber que desde luego ella no volvería a atacar con fuego pues no tenía la energía suficiente como para volverlo hacer, por unas horitas al menos, y si la conocía bien también sabría algo, no era una carnicera, no mataría vilmente al de la puerta y menos después de indicar que tenía familia. Ya por aquella noche muchos llorarían a los suyos, que fueran menos de los necesarios.

Cuando se menciona a su familia, el mercenario cierra los ojos. - Mis hijos mueren de hambre. Todo nos lo han quitado. Incluso nuestro honor... - El arrepentimiento en su voz es real. - Mis crímenes son muchos. Para mí ya no hay redención. No puedo volver a ellos con las manos vacías... - Entonces reconoce a uno de sus compañeros siguiendo al elementalista, y la esperanza se alumbra en él.

La oferta y la elocuencia de Jowen son demasiado tentadoras como para resistirlas. Por otro lado, la prueba de fuerza de Ethiel es incontestable: El recuerdo de la llamarada le acompañará mientras viva y desde luego, no quiere acabar como los demás...

- Si nuestro señor me otorga su real perdón, juro protegeros con mi vida... - Pronuncia con solemnidad.

Dobla las rodillas, agacha la cabeza y ofrece su cimitarra con ambas manos en señal de paz.

Después del juramento de Eithen Roland de manera refleja le depositó un beso en su mejilla, al momento se ruborizó pues le había salido del corazón, pero no sabía si la hechicera se lo podía tomar como un atrevimiento. Avanzaron con agilidad y porte, pues Roland media más que la media entre los más altos. Roland sería el promedio pero lo acrecentaba con una musculatura que había conseguido de entrenar casi a diario. Ahora su mente divagaba entre flores y palabras que decirle a su amada. De esa manera se vieron en la puerta de la catedral ante otro bandido que dejaba allí que lo degollaran o redimiesen. 

- No temas por tu familia, ni tampoco por el líder de tu grupo, estamos aquí para hacer justicia y para que no escapen ninguno de la catedral. No habrá venganza ni represalias por parte de ellos porque se extinguirán antes de que acabe el día, ya has visto como han huído con el rabo entre las piernas, es hora de aliarte a nosotros o perecer.

Dicho esto Roland miró al grupo: - Yo iré delante y detrás mía irá Ethiel y Darna, estaría bien que Garrohk fuera en medio con los mercenarios, y detrás de Garrohk los conjuradores. Si tenéis otra forma más eficaz podéis proponerla antes de entrar. Comentó Roland mientras escudaba en su brazo el escudo y desenvainaba su espada larga en el otro.

Garrohk se acercó a la puerta. El esbirro que quedaba estaba visiblemente asustado. El bárbaro agarró sus hachas, miró al esbirro con la cara más intimidante que le fue posible mostrar, y le soltó un ligero gruñido. Créeme, lo que más te conviene es dejarnos pasar.

Luego se acercó al paladín. Aunque éste era alto, el bárbaro aún le sacaba casi una cabeza, y bastante más anchura de espaldas.

Aquí Ricitos de Oro se las está dando de líder... A mí nadie me da órdenes si no hay un pago de por medio-pensó.

Parece que no tienes mucha idea, paladín- espetó Garrohk con cierto deje de desprecio en la voz-. La fuerza bruta tiene que ir en primera fila, y tú no eres suficiente por mucho que creas. Lo más adecuado es que hagamos dos filas: tú y yo estemos al frente. Los mercenarios a ambos flancos y todos los conjuradores, incluida la antorcha humana-dijo mirando a Ethiel- detrás.

Dicho esto, Garrohk esperó a ver qué hacían sus acompañantes.

Garrosh verás, no me fio de mercenarios sobre todo mercenarios de otros bandos, tienen que demostrar primero su valía y deben de estar acompañados por alguien de poder en el cuerpo a cuerpo, por si quieren huir o cambian de bando entonces poder acabar con ellos. Por eso he dicho esta estrategia pero no dejaré a los mercenarios solos hasta que no prueben lo que valen, en ese caso que vayan ellos dos delante y nosotros detrás de ellos pero aún así los enemigos pueden estar ocultos y atacar por la retaguardia por eso te puse en esa disposición. Comentó Roland sabiendo que los bárbaros por su orgullo se sentían atacados pues no comprendían los entremanejes de la estrategia.

Jowen más que Elementalista pensaba en cambiarse el nombre a coleccionista, el ir coleccionando miembros del bando enemigo era una labor que se le estaba dando de lo lindo, y tras escuchar la sinceridad en la búsqueda del perdón del Mercenario a puerta, a lo cual responde, la redención siempre es posible si el arrepentimiento es sincero, tus acciones el día de ayer ya son pasado, que tus acciones de esta noche en adelante sean la cara con la que te presentes a tus hijos, aquellos que te separaron de tu familia deben ser los primeros en probar tu espada.

Tras las palabras de Roland, Jowen se acerca al mercenario y ofrece su mano para que este se levante, y continua, lucha con nosotros, vive esta noche y regresa con los tuyos con una historia digna de contar, no habrá mejor regalo para tu familia que saber que regreso un héroe, por otra parte, y como ya dije anteriormente a tu compañero, si tus acciones se tornan contra nosotros yo mismo te mataré, pues la palabra y el juramento para mi tienen valor, la palabra de un hombre lo es todo.

Luego de ello presto atención al plan de acción, el de Roland, evidentemente el de un hombre enamorado que desea proteger a su amada y tenerla cerca, sin pensar que la expone directamente al enemigo, el de Garrohk un poco más amigable que notaba su orgullo de pensar que tiene los huevos más grandes que un avestruz, amigo cuando mueres las historia se acaba y eso es todo pensó.

Alwar y tu, dijo señalando al nuevo aliado, futuro héroe de familia vengan conmigo, con sus palabras Jowen trataba de insuflar valor al nuevo miembros pues lo que se venía era bueno, luego mirando a nuestro paladin dijo, veamos algo acá Roland, de todos nosotros a quien crees que va a atacar El Loco primero? dice mientras se cruza de brazos, te daré una pista, le quemo la mitad del cuerpo y le horneo el ojo! nuestra amiga maga, si tu idea de protegerla es colocarla en riesgo, su romance puede ser muy corto porque o cae ella o caes tu, es importante que seamos objetivos y estratégicos acá, dice para continuar hablando.

Los que más resisten deben ir al frente en este caso nuestro amigo bárbaro y tu persona, luego de ello el refuerzo de ustedes 2 que pueden ser nuestros 2 nuevos amigos que también quieren demostrar su valor y expiar sus actos como apoyo de primera línea, da un sondeo completo al grupo y continua, en tercera línea nuestra amiga Darna se ve que puede pegar duro y rápido con las flechas ella puede ir detrás de los mercenarios y a su lado Kazhaj de quien no conozco sus habilidades pero algo me dice que no dudará en rematar a quien sea necesario y por último Ethiel y yo, que somos los que atacamos mejor a la distancia, o por lo menos así lo veo yo.

Tras esto agarró aire y dijo mirando al Bárbaro, si Garrohk, es lo mismo que dijiste tu, solo que yo lo explique un poco mejor, la idea de colocar a Darna y Kazhaj en tercera línea era para aparte de reforzar el cuerpo a cuerpo hacerles saber indirectamente a los Mercenarios que no debían equivocarse, Alwar y tu dijo Jowen mientras daba una palmada en la espalda en señal de camaradería a ambos nuevos, tienen una gran oportunidad de empezar a hacer las cosas bien hoy no la desperdicien, da unos pasos y colocándose al frente y girando para no dar la espalda a nadie dice, de esta manera pienso que cada columna estará bien reforzada y mejorará nuestras posibilidades de éxito aunque pueden no estar de acuerdo y claro servirnos en bandeja de plata.

Tomando la seriedad en el asunto Jowen daba el tono correspondiente al caso presente, estabamos por poner en juego nuestras vidas y la labor de equipo era indispensable, si las cosas no se hacian de la manera correcta la vida misma podía estar más comprometida de lo necesario y no era la idea.

El segundo mercenario es adherido al grupo cuando surge un nuevo problema antes de continuar el avance a través de la puerta, quien iría delante y quién detrás. La joven de cabellos caoba escuchó la primera sugerencia que partía de Roland, donde él deseaba encauzar la marcha, dejando en segunda posición a ella misma y a Darna, luego a Garrohk y finalmente los conjuradores.

La mujer permaneció pensativa unos instantes, cuando las palabras de Garrohk se hicieron escuchar, indicando que él debía ir antes, marcando sus palabras con desprecio, algo que a la fémina no le agradó, así como tampoco la manera de referirse a su persona.

- La antorcha humana no puede quedar desprotegida detrás, porque de lo contrario si sufrimos un ataque por la espalda, como bien comenta Roland, estarías exponiendo mi vida, y aunque imagino que eso no te quita el sueño, tú, con toda tu fuerza bruta puedes ser la víctima ideal en una catedral donde haya magia por todas partes... Sin embargo, si un guerrero cubre mi espalda, tendremos mayores probabilidades de éxito... - expuso ella sonriendo levemente al paladín, le gustaba mucho de él su autocontrol, cualquier otro habría actuado de manera más temeraria, ella misma si no fuera porque estaba controlándose por no saltar a la yugular del bárbaro -... Y coincido en que los mercenarios no son de fiar hasta que no demuestren su valía, de hecho yo los pondría en la cabeza de la lucha, si resultan ser traidores es más fácil encararles que recibir su ataque por la espalda...

Jowen tomó la palabra y dijo algo obvio, si Zhar el Loco le tenía ganas a alguien era a ella misma, de hecho hasta era probable si tuviera algún deje de maldad que incluso la deseara viva para que la tortura fuera intensa y no tuviera fin.

- Yo difiero con vos, Jowen..., estoy convencida de que en primera línea deben ir quienes deseen espiar sus pecados, estos mercenarios es mejor que afrenten a su señor como prueba del cambio, vos aceptáis su lealtad, yo he visto a muchos arrodillarse y jurar para mentir posteriormente, si ellos van en mirad de la columna o segunda fila estáis exponiendo la vida de nuestros dos mejores hombres que vayan en primera, una locura de estrategia, a los que estuvieran en tercera no podrían ajusticiarles a tiempo si atacan por sorpresa... Luego dejaría a Garrohk en segunda fila para poder desquitarse, a su lado debiera ir Darna o Roland uno de los dos, luego quienes portamos los conjuros y en la retaguardia siempre un guerrero, o Darna o Roland, quien no desee ir en segunda fila... Si nos atacan por la espalda entonces los primeros en ser atacados seríamos los magos y hechiceros, no nos daría tiempo a recitar, a no ser de que nos cubra alguien ducho con armas.... - dijo ella su opinión observando a cada uno de ellos con sus increíbles ojos verdes, como si evaluara las posibilidades de todos los presentes, y marcando con seriedad sus palabras, era consciente de que allí dentro, se lo jugaban todo.

Para Jowen no paso desapercibida la sonrisa de Ethiel a nuestro compañero Roland, ese miramiento unida a la historia de amor que se estaba viviendo en medio de una batalla por la vida y la muerte y el futuro de un pueblo, simplemente no cuadraban, Ethiel con todo respeto, ya por el hecho de estar aquí todos estamos exponiendo la vida, quizás ustedes 2 dijo mirando a la maga y el paladin, en lugar de luchar desean vivir una historia de romance y amor perpetuo, este creo que no es el momento o el lugar.

La verdad no es de mi interés lo que entre ustedes pase pero me parece que el querer a un guerrero solo para ti es egoísta y puede poner en riesgo a todos en este momento, por otro lado creo que Darna es hábil con el arco y podrá cubrir rápidamente  la espalda de nuestros guerreros todos o atacar a los que intenten traicionar, que no creo, en fin, era solo mi opinión pero... dice tras tomar algo de aire, yo si voy de último y nos atacan por la retaguardia creeme que a mi si me dará tiempo de abrir la boca, por otro lado no pondré en riesgo mi vida más de lo necesario porque ustedes desean amarse mientras los demás peleamos.

Trata de escuchar y ver  para percibir a Aidan, la verdad yo no tengo problema en ir adelante con Aidan y los 2 mercenarios, seríamos 4 y eso también vale, en fin pienso que esto esta perdiendo su virtud y es mejor para mi seguir adelante, por lo menos Aidan sabe a lo que va y ese es su norte! Alwar y tu, no se tu nombre por cierto quizás sea Fandral, apresuremonos quizás podamos unirnos a Aidan. Jowen quería permanecer en el nuevo grupo pero esa relación de la maga y el paladin en estos momentos no beneficiaba al equipo, para finalizar, voltea y dice, si alguien más desea unirse puede venir. Tras esto inicia su marcha poco a poco alejandose del grupo detrás de los 2 mercenarios.

Para sorpresa de nadie, hechicera, te parece bien lo que dice el paladín...- dijo Garrohk con desprecio-. En fin, allá vosotros con lo vuestro, yo voy a ver si corto algunas cabezas- sentenció y marchó detrás de Jowen y los dos mercenarios mientras preparaba sus hachas para la batalla.

- Disculpad Jowen, me da la sensación de que confundís términos y estáis sacando las cosas de contexto, indicáis que estamos pensando en el romance cuando claramente he expuesto la estrategia que ciertamente creo debemos seguir, aunque difiera de vuestra idea original, ¿es acaso vivir el romance decir abiertamente que los dos mercenarios deberían ir delante?... ¿o es que quizás queráis que ellos vivan porque os cubren a vos y así estáis doblemente protegido y a la par desprotegiendo a los demás?... - a la joven no le estaba agradando por donde el varón atacaba, y es que cierto era que Roland le gustaba, él no tenía la culpa de ser tan jodidamente atractivo, pero ella no buscaba otro interés que cubrir al grupo, había indicado que podría ir delante o detrás, sin fijar claramente su psición.

La joven se quedó con la boca abierta al escuchar al elementalista, no podía creerse la acusación.

- Reiteraré mis palabras, Roland podía ir en segunda o última posición, y Darna igual, lo que quiere decir que tener un guerrero en retaguardia es un seguro de vida para un mago, y no tenerlo dejarnos expuestos... Si me dan un golpe y pierdo la concentración no hago magia y en caso de tendernos una emboscada no va a atacarnos el enemigo de frente... ¿Preferís que os haga un esquema para que lo entendáis o ya habéis comprendido que no busco un guerrero para mi si no para los que conjuramos?.... y eso te incluye a ti... - su disgusto era evidente, la acusación le resultaba fuera de lugar, grosera y para qué negarlo, estúpida, al igual que el comentario. -...Podéis opinar distinto a mi, considero que un guerrero debe ir en retaguardia, pero decir que lo hago por egoísmo o para vivir el romance es caer bajo y determina lo amargado que debéis ser vos...,  aunque os dará igual mis palabras, las personas que prejuzgan y no escuchan les da igual lo que los demás opinen.... Disponed el grupo como gustéis, pero tengo claro que si vos queréis ser el último sedlo, yo no estaré en esa posición, quedad a mi retaguardia y suerte de que no os ataquen o les diré a vuestras cenizas cuando caigáis un claro "os lo dije"

La hechicera al ver a Jowen decidir por todos los demás y avanzar se siente molesta y no se mueve del sitio. Ese tipo no escuchaba imperaba su propia ley y parecía que los demás eran presa de su servidumbre. Ethiel no iba a seguirle, si hubiera tenido la mitad de carisma que con los mercenarios sin duda se la habría ganado.

Garrohk demostrando la inteligencia característica de los bárbaros va detrás de Jowen, mientras la mujer mira cómo los demás se marchan, sintiendo que con personas así no se podía luchar y para qué decirlo, no confiaba en las intenciones de Jowen, los mercenarios debieran ser carne de cañón, y parecía quererlos como mascotas. No, algo no era nítido allí

-No me adiestraron en lo militar. No soy hábil con las armas, ni tengo fuerza física, propias de un paladín o bárbaro. Pero no os quepa duda, seré útil en combate -con su índice señaló su frente- ​​​​​​Una mente afilada puede dañar tanto como una espada. 

Buscó bajo su túnica y extrajo un medallón, sujetando la cadena en alto para que lo vieran todos. 

-Poseo el don de la maldición, debilitar cuerpos y mentes a voluntad. Y otros truquillos que, cuando sea preciso, os mostraré.

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