El vampiro deslizo sus manos por su espalda mientras lamia despacio tu cuello y mordisqueaba de forma juguetona con tu hombro.
- No tienes ni que pedirlo, el dia que quieras comprovar lo que es el verdadero beso del vampiro... solo con pensarlo lo sabre... - Te dice con un sonrisa picara que lo hace aun mas sexy, esa sonrisa de medio lado que muestra sutilmente sus colmillos. - Claudia... si fuera por mi no saldria de tu cuerpo, paro por ti... por no asustarte... por darte descanso... - A cada palabra un nuevo beso caia en tu piel.
En aquel momento me vino el olor de la comida y sentí como mi estómago hacía ruido, cosa que estaba segura de que él había podido notar.
- ¿ Y si primero me das la cena y luego el postre? Creo que no he comido nada desde esta mañana en el desayuno... porque cuando he vuelto al mundo de los vivos era de noche ya... y luego si quieres puedes cenar tú...
No me importaba que me mordiera para saciar su sed y no era por el placer que eso pudiera proporcionarme sino porque sabía que cierta parte de él, por mucho que se contuviera, estaría sediento de mi sangre teniéndome tan cerca.
- No sé si tienes algo que hacer esta noche... si quieres puedo esperar aquí a que regreses... supongo que tienes asuntos que atender y sólo puedes hacerlo a estas horas...
Me seguía sintiendo un poco culpable por trastocar todos sus hábitos, pero era él quien quería que me quedara.
Te dejo que comenzaras a comer mientras te observaba como si fueras una diosa en su cocina...
- No te preocupes, llevo mis negocios con socios que los tratan por el dia, y los de la noche no son diarios, si sucede algo lo sabre, asi que no te preocupes por eso princesa - En sus ojos podias ver un deseo desmedido por ti pero aun ahora la preocupacion estaba ahi, y su mente no paraba, sabias que intentaba encontrar algo que te hiciera feliz...
Vamos un poco mas lentas para no adelantarnos demasiado al resto :D
Asentí cuando me dijo esas palabras y en cuanto terminé de masticar y tragué lo que tenía en la boca sonreí, pues entre el baño y la comida me sentía bastante mejor e incluso esa parte de mí que se sentía un poco culpable por sentirme tan atraída por él bajó el volumen de su vocecilla.
- Ummm está delicioso! Gracias...! - La verdad es que comer aquello me estaba sentando divinamente y mis ánimos mejoraron considerablemente. - Tienes buena mano con la pasta...!
Seguramente sabría cocinar bastantes más cosas aunque no las comiera, no sé, me daba la sensación de que vivir tantos años debía de hacer que fuera bueno en prácticamente todo lo que hacía. ¿ Nos vería a los demás como torpes? No pensaba en si a mí me vería un poco torpe, sino a las personas normales en general.
- Si en algún momento te estorbo me lo dices ¿ vale? No quiero ser una carga. Ya haces de más teniendo que cuidar de mí como si fuera una niña.
Era consciente de como me estaba mirando, pero no hice ningún comentario al respecto.
La cena estaba deliciosa y todo iba perfecto, pero como siempre tenia que pasar algo que cambiara aquella paz...
Tu mente comenzo a oscurcerse y cuando quisiste darte cuenta una nueva vision te perseguia.
Aquella bella mujer que viste en la fiesta cogiendo a Marcel del emnton que estaba de rodillas ante ella, pero parecia mas bien humillado y dañado mas que haciendole una reverencia.
- Si no me obedeces no solo te dañare a ti, ire a por esa rubia por la que suspiras y despues a por tu hermana ¿Entendido? - Le pregunto sin dejar de sonreir.
La mirada de Marcel era de puro miedo y simplemente asintio.
Estaba muy agusto cenando, comiendo en compañía de Dorian y aquella mirada que, tampoco iba a mentir, le hubiera gustado a toda mujer de cualquier parte del mundo, hasta que algo hizo que me agarrara la cabeza y cerrara los ojos con fuerza. Apenas habían pasado ni dos horas desde que Dorian había tenido que venir a recogerme al bosque por lo de David y ya estaba teniendo otra de aquellas horribles visiones y lo peor, era que a cada rato, me iba sintiendo culpable de más cosas, como si aún no hubiera conseguido hacer nada bien en la vida.
- Esa vampira es una zorra! - Balbuceé mientras apretaba los dientes.
Cuando abrí de nuevo los ojos miré a Dorian, pero extrañamente no había lágrimas en mis ojos como siempre que tenía una visión de aquellas, sino una determinación que seguramente no iba a gustar al vampiro, porque eso debía significar que había tomado una decisión y no pensaba compartirla con nadie.
- Ayuda a Marcel, Dorian. Ella le amenaza con que haga lo que quiera y que si no lo hace vendrá a por mí y luego a por su hermana.
Podía haberse referido a cualquier rubia, pero en esta ocasión sabía que era por mí.
- Me puse en pie y llevé el plato, ya sin hambre hasta la fregadera. Me voy a ir a mi casa ¿ vale? Necesito estar sola un rato. Por favor.
Te mira confuso sin saber my bien que decir o hacer, supone que has tenido una vision pero no quiere entrar en temas que puedan molestarte.
- Esta bien.. te llevare yo, si fueras andando desde aqui tardarias demasiado - Te ayudo a prepararte y te di algo de abrigo para salir. Ya fuera volvio a cogerte en brazos y a moverse a esa gran velocidad que causaba algo de vertigo. En escasos minutos estabais ante la puerta de tu casa y el te dejaba en el suelo.
- ¿Estas segura que estas bien? - Vuelve a preguntar cogiendo tus manos.
Viajar de aquella forma era algo espectacular, pero tampoco estaba como para muchas ceremonias en aquel momento así que en cuanto llegamos a mi puerta y me preguntó si estaba bien asentí.
- Sólo un poco cansada.. - Mi cansancio más que físico era mental, pero suponía que no hacía falta que se lo dijera, pues aunque me había hecho olvidarlo durante unos instantes, aquella visión había conseguido desmantelar su intento de levantarme el ánimo, si no a estas alturas seguro que ya estaba metida en su cama. - Gracias por ser tan bueno conmigo y cuidar de mí.
Me acerqué a él y le di un pequeño beso en los labios.
- Gracias.
Con este último gracias pasé la mano por su rostro y luego me di la vuelta para abrir la puerta y meterme en casa. Me parecía que hacía una eternidad que no estaba en ella.
- Buenas noches Dorian.
Acaricio tu mejilla tambein y se quedo alli hasta que encendiste la luz de la entrada, momento que hizo que se quedara tranquilo y se fuera. La casa estaba en completo silencio y todo apagado, parece que Natalie y su hermano ya se habian ido.
Ahora mismo sentias como si aquella casa fuera demasiado grande.
Suspiré al quedarme sola en casa y me quedé unos instantes parada en mitad del salón, mirando a todas partes y sintiendo como mis ojos volvían a humedecerse de nuevo, pero me negaba a llorar más por cosas que no podía controlar. A fin de cuentas, ya me daba todo un poco igual, pues había hecho mi elección y esta vez lo haría sin esperar a nada ni nadie.
No me paré a sentarme, ni siquier a mirar si me había llegado alguna carta o alguna cosa así, sino que subí a mi habitación y abrí la puerta del armario para sacar aquella mochila con la que había llegado hacía cuatro años a aquel lugar. Tan sólo metí lo justo, para poder viajar y las cosas del neceser y demás las metería en las alforjas de la moto.
- Esto es lo mejor para todos... incluyendo lo mejor para mí.
Me cambié de ropa, poniéndome la misma que traje, esa de cuero que cualquier persona con una moto se compra para los viajes largos y sin esperar a nada más bajé las escaleras con la mochila al hombro.
Tan sólo me detuve un segundo en el salón y fue para dejar una nota sobre la mesa.
Cita:
Y con esas palabras salí para coger la moto y ponerme rumbo carretera hacia delante, hasta donde me cansase de conducir.
Pasaste el resto de noche en la carretera pero al llegar el dia el cansancio te pudo y decidiste parar en el primer motel que aparecio ante ti. Te dieron una de las habitaciones y toallas, al llegar caiste en la cama agotada realmente dandole vueltas a todo, perdida, pues alli parecias tener problemas pero... ¿No irian a por ti?
Estabas segura de que Dorian no dejaria que te fueras tan facilmente y seguro podria encontrarte alla donde estuvieras. Y Marcel... a el desde que lo echaste no volviste a saber nada...
Llegué a aquel motel bastante cansada, pero lo único que quería era huir de todo aquello, escaparme quizás de mí misma, de aquellas visiones, de lo que me hacían sentir aquellos dos hombres, pues uno me hacía sentir bien pero deseaba al que me hacía sentir mal y había ahuyentado de mi lado a posta para que no me hiciera más daño. Sin duda, necesitaba alejarme, quizás volver a empezar en otra parte como ya lo había hecho antes, o quizás simplemente terminar donde fuera, pues por el momento no tenía demasiadas ganas más que de alejarme todo lo posible de allí.
Según llegué comí algo, me di un baño y me metí en la cama y tras empapar un poco la almohada de lágrimas me quedé dormida, esperando que me dejaran en paz, que no vinieran a por mí.
Cuando despertaste ya era de noche, estabas bastante desanimada pero al abrir del todo los ojos diste un respingo, pues en los pies de tu cama habia una mujer que ya conocias, que ya habias visto, estaba leyendo un pequeño libro y sonreia divertida.
Al moverte se giro y te miro de forma profunda - Buenas noches Claudia.
Me desperté siendo ya de noche aunque apenas me incorporé y di la luz me llevé un tremendo susto al ver allí a alguien, aunque muy a mi pesar, tampoco me extrañaba que fuera ella. Debía de haber sentido miedo, pero no fue así, quizás porque estaba sin ánimos ni para asustarme.
- Sé que no me va a gustar la respuesta, pero ¿ qué haces aquí?
Quedaba claro que no me podía ir a ninguna parte sin que me siguiera alguien y eso me cabreaba un poco, porque jamás me había sentido tan encerrada sin cadenas como me estaba sintiendo últimamente.
- Vengo hacer un trato contigo - Te dice sin andarse con muchos rodeos - Marcel te quiere, Dorian te quiere, y eso me hace pensar que o eres una musa o tienes que tener algo que te haga especialmente especial, y mas cuando mi chico favorito daria su vida por la tuya - Su mirada no se separaba de la tuya y notabas como la profundidad de sus ojos era inmensa, una oscuridad sin fin.
- Asi que dime Claudia ¿Que es eso que todos desean de ti? - Pregunto finalmente.
- Pues como no sea que canto bien, soy simpática y me lo monto bien en la cama... - Me encogí de hombros. - Lo único que tengo es una moto y muy mala suerte con los hombres, que me voy a fijar en el único que tiene collar y encima atado demasiado corto.
En realidad me daba un poco igual que pudiera ofenderse y no pensaba hacer ningún trato con aquella maldita zorra.
- No me voy a meter en vuestras cosas si es lo que te preocupa. Si estoy aquí es porque me largo de ese sitio para no volver nunca.
Esperaba que aquello le bastase como respuesta e incluso se podía descubrir por mi tono de voz que esto último lo decía bien en serio.
- ¿Sabes que pasa? Que si tu te vas yo pierdo a los hermanos porque se que Marcel te seguira, asi que tienes dos opciones, o vuelves por las buenas y somos tan amigas o me mento en tu cabeza y te obligo a volver - Realmente estaba claro que ella tampoco se andaba con rodeos, y que las amenazas se le daban bastante bien.
- Estoy siendo muy amable Claudia, podria convertirte en mi nueva mascota y te ofrezco recuperar tu vida - El problema era ¿Tu querias recuperarla?
No sabía qué tenía toda la gente con que me iba a perseguir todo el mundo.
- Sin llegar a empezar una relación decidió que cuidar de su familia era más importante que cualquier otra cosa, lo que me incluía a mí, así que no entiendo a qué viene esto. Tú tienes a sus hermanos, él no se va a marchar a ninguna parte y yo, le dije que no volviera a acercarse a mí, por lo que por voluntad propia me he quitado de tu camino, del suyo y del de todo el mundo.
No entendía qué pretendían que hiciera.
- ¿ Qué vida? - Mi sonrisa fue totalmente irónica. - Estoy huyendo sin despedirme absolutamente de nadie. ¿ Qué vida te crees que tengo cuando a la única que le importa es una vampira que colecciona humanos como si fueran cromos? No quiero recuperar la vida que tenía hasta ahora y no quiero ni de broma ser tu mascota, sólo quiero marcharme, desaparecer de aquí.