Partida Rol por web

Daula lanzó un terrible golpe contra su enemigo que hizo trastabillar a su rival, haciendole caer al suelo, confuso. Daula sonrió.

Dumuzi aprovechó que el enemigo estaba en el suelo y se lanzó a por el, con un furioso golpe que lo dejó inconsciente.
Parecía que ambos hermanos estaban completamente coordinados, pues el enemigo no supo bien bien que estaba pasando cuando todo se quedó oscuro.

Mutensin ignoró el riesgo de lo que parecía una pelea y rápidamente se unió a su hermana para ayudarla.

Perplejo por la situación, el otro enemigo salio huyendo, asustado, nervioso. No sabía que estaba pasando, ¿como podía ser que alguien se enfrentara a ellos?

De golpe, algo cruzo por delante vuestro, parecia un objeto, un objeto que iba muy rápido y de una forma muy precisa, golpeaba en el enemigo que huia, dejandolo en el suelo, inmovil.

Binnu en ese instante encontró una piedra, una piedra de un grosor adecuado para su mano. Una piedra que no dudo en lanzar contra el único enemigo que quedaba, y corria. Perplejo, vio como la piedra golpeaba la nuca de aquel bulto en la lejanía y caia. Y no se movia.

Un enemigo muerto. Otro inconsciente en el suelo. Cyla herida de gravedad tirada en el suelo, aunque viva y consciente. Utna fallecido. No era un mal recuento de bajas. Pero debían actuar rápido, Cyla no aguantaría mucho así. Algunos de los hermanos se preguntaban donde estaba el resto del grupo que vino a amenazarles, ¿volverían? ¿O esto había acabado?

Ch..ch..chicos - Dice llevándose una mano al pecho y sacando una bolsita.

Esss..sss..sstas sss-sson las buenas

Esssstoy muy cansss..ssada

Dumuzi contempló la sangrienta tarea que habían cumplido. Los dioses habían sonreido a sus piadosas aunque violentas obras. Se volvió para ayudar a los dos de sus hermanos que habían salido de la casa y cuando su hermana tendió las semillas las agarró.

No sufrais hermanos, Daula y yo hemos acabado con los atacantes. Y no solo eso si no que además hemos acabado con los miserables que les esperaban en su casa. Ese linaje de blasfemos ha sido arrasado. La voluntad de nuestro padre y los dioses se hará realidad.

Mutensin suspira aliviado: Cyla está viva, por poco, pero viva. ''Gracias, Enki'' Ahora, también sabe que ella tiene las verdaderas semillas. 

Lentamente, se levanta y se acerca a luz de las llamas. Trata de atraer la atención de los atacantes, mostrando su manos desarmadas.

- Alto!!! Alto!!! Váyanse de aquí! Basta de muertes!!! Llévense lo que nos han quitado.

Sin embargo, de pronto su rostro y su pose se transforman; y, señalando con el índice de su mano izquierda, la mano de la maldición, hacia la oscuridad donde parecen estar los atacantes, gritó:

 - Pero recuerden estas palabras, con Utu como testigo: 

¡Por lo que han hecho, por la sangre que derramaron, por el sacrilegio que esta noche cometieron, caerá el fuego sobre vuestras cabezas!

No tendrán alma, ni mente, ni cuerpo, ni sombra ni magia ni huesos, ni pelo ni lengua ni palabras.

No tendrán un refugio, ni casa ni choza ni tumba.

No tendrán un jardín, ni un árbol ni una planta.

No tendrán agua, ni comida ni luz ni fuego.

No tendrán hijos, ni familia ni herederos ni tribu.

No tendrán ni cabeza, ni brazos ni piernas ni pies ni semilla.

No tendrán un lugar en ninguna tierra.

A vuestras almas no se les permitirá salir de las profundidades, estarán para siempre encadenados a la más ínfima abominación, y vuestras almas no entrarán jamás en la gloriosa luz al servicio de los dioses.

Con su rostro, rojo de ira, concluyó:

- Así sea, Erishkigal mediante!!!!

- Sangre al Dios de la Sangre, Muerte al Dios de la Muerte. Masculló Daula, entre dientes, cuando remataba al enemigo inconsciente, estacando su lanza en el centro del pecho y tocando la punta de esta el suelo, al traspasar el pecho perforado. Hacía oídos sordos, no porque no quisiera escuchar, sino porque estaba tan tenso por las peleas, que en estos momentos, si se le llamase, aunque fuera a gritos y gritos, ni aún así se enteraría.

Recogió su arma y comprobó si ambos enemigos vivían. Y para asegurarse, perforó el cuello de ambos con lanza. - Así ya no respirarán más.

 Al ver que los demás tenían la situación controlada, me acerqué corriendo a Cyla, para ver como estaba:

 - ¿Hermana?. ¿Estás bien?. - Le pregunté muy preocupado.

Binnu salió de un lado de la casa, todavía aturdido, a medias por el humo y a medias por la puntería que había tenido su pedrada. Se acercó a Cyla y Revan, preocupado. Las heridas parecían graves. Miro alrededor, buscando al resto de sus hermanos. Utna...

Se sintió muy cansado. La casa ardía,* lo habían perdido todo. Miró aquellas semillas con cierto rencor. Pero la tentación de deshacerse de ellas se esfumó enseguida. Tenían la responsabilidad de utilizarlas como su padre había querido.

- Vayámonos de aquí -propuso, de forma impulsiva. -Esos hombres no nos dejarán tranquilos. empecemos una nueva vida lejos de aquí, con las semillas. Dicen que hacia el oeste, muy lejos, hay un gran mar...

Todos estaban muertos. Los 2 asaltantes de la casa acababan de morir. ¿Y los otros 3? Algunos no lo sabiais pero 2 de vuestros hermanos ya se habían encargado de ellos. Muertos.

Todos los asaltantes muertos, todos vuestros enemigos muertos. Entre los vuestros, 2 bajas (Utna) y vuestra madre. Y una herida, que parece que se va a recuperar (Cyla).

¿Y las semillas? Cyla fue inteligente y le entregó las semillas falsas a los asaltantes, con lo cual en ningún momento se alejaron de su cuerpo. Están en perfecto estado.

¿Y ahora? Se volvió a votar y volvió a salir el mismo resultado, se compartirían los conocimientos de vuestro padre. Todo el mundo podrá extraer los frutos de la tierra, podréis estableceros y crecer, sin moveros. Construyendo de una forma más estable y duradera.

La historia continúa su curso, tal y como la conocemos...por ahora...

Los hermanos decidieron cumplir el deseo de su padre, y pasaron de ser cazadores-recolectores a agrícola-ganaderos.

¿Y qué pasó entonces? Pasar de la noche a la mañana a trabajar el triple de tiempo trae consecuencias, pero los frutos resultaron ser tan satisfactorios para ellos como tentadores para sus vecinos, que les dio por trabajar la tierra y los animales "igual que el difunto". Pronto se les unieron otras tribus cercanas, ya que la información sobre una ciudad (la primera ciudad como tal) que tenía más comida que nadie atrae a cualquiera. 

Pero no es tan sencillo: a partir de ahora, todo el mundo conocido será agrícola-ganadero. Trabajará mucho más de las 15 horas semanales a las que estáis acostumbrados, por lo que las religiones estarán orientadas al trabajo duro en lugar de a la felicidad personal. Los grupos por encima de los individuos. Además, una población agrícola-ganadera, al producir excedentes, es capaz de soportar mucha más población, por lo que las ciudades crecerán rápido. Y por supuesto más gente significa más ideas, por lo que el progreso científico llegará antes... si no hay nada que lo entorpezca. 

Despedíos también de comer cierto tipo de animales salvajes y la mayoría de plantas del bosque... a cambio, por supuesto, de alimentos como el pan, los lácteos o muchas hortalizas.