Los Organizadores somos 5 Umbrianos quienes estamos a cargo de la logística, validación y coordinación de la Umbrionada año tras año, usando los escasos tiempos libres que tengamos. Los organizadores venimos de diferentes partes del mundo, raramente estamos uno al alcance del otro, y todos hemos participado en antiguas ediciones. No obstante, todos tenemos un objetivo en común: Tratar de hacer que la Umbrionada sea una competencia agradable, graciosa y divertida, en la que todos la pasemos muy bien; y lo más increíble, sin recibir absolutamente nada a cambio (si no contamos los ocasionales jamones que nos llegan para favorecer a determinados equipos).
Puede que penséis en nosotros como un selecto grupo elitista en una oculta fortaleza en el corazón de las montañas malditas, pero en realidad funcionamos más como un grupo de bomberos apagando incendio y recordándonos continuamente que estamos retrasados con los tiempos. Vamos, como todo en la vida. Así que, para que nos conozcáis mejor, hemos preparado un perfil de cada uno de los organizadores de la edición de este año, en la escala de bondad.
EbaN es el veterano de la organización, y el alma más sensible y bondadosa que vais a encontrar entre los organizadores. Y sí, él antes molaba. Proveniente de la ficticia tierra de Benidorm, es quien conserva todavía la inocencia e ingenuidad que tanto irrita a los otros organizadores. Entre sus funciones se encuentran recordarnos que seguimos siendo humanos (aunque las apariencias lo digan todo lo contrario) y daros a los participantes el beneficio de la duda.
Lo que hace en sus tiempos libres es un misterio, pero todos estamos seguros de que el trono en una de las fotos de su paso por la Umbrionada es el lugar en donde también delibera y vota por muchas de las pruebas.
La nueva incorporación de este año, ha llegado atada a una silla y amordazada a los cuarteles secretos de la organización (que oficialmente no son reales, ya lo sabéis). Desde entonces no hemos podido deshacernos de ella y la hemos adoptado como la nueva organizadora. Es difícil saber como puntuará en el espectro de maldad, pero la mayoría de los novatos en la organización son blanditos y esponjosos hasta que un año de logística los convierte en cínicos veteranos.
No obstante, le deseamos muchos éxitos a Sandri en su primer año como organizadora, e intentaremos que no os estrangule cuando empecéis a quejaros porque hemos decidido invalidaros alguna prueba como un acto de demostración de nuestro poder absoluto.
Desde las frías pampas argentinas (o cálidas, si es invierno en Europa), nos acompaña Potty, quien hace años ya perdió la cabeza. Potty es está en el punto intermedio, en el equilibrio, el zen, y suele jugar para ambos extremos de la escala de bondad según le convenga. Entre sus hobbies se encuentra aparecer en los primeros resultados de la búsqueda de imágenes de Google para “consolador gigante”, gracias a su paso por la Umbrionada. No es de extrañar que quiera destruir a la organización desde adentro y lleve varios años intentándolo sin lograrlo, resignándose a ayudarnos con las tareas.
Potty además representa la cuota latina de la organización, dado que mucha gente de Sudamérica nos ha confesado que sí, que aparentemente ellos también hablan en español y están en Umbría. Tratad de estar en su lado amable, que cuando no lo estáis, recibimos aluviones de reclamos.
Nadie sabe el color verdadero de Kal, sólo que es la infiltrada de Chemo en la organización, y ya le hemos dicho varias veces a Chemo que no cuela, que pase a recogerla, pero no nos hace caso. Mientras tanto, tenemos a Kal para recordarnos que tenemos que ser más duros, dar más látigo a los participantes, y en general, gozarnos más la umbrionada y bañarnos en vuestras lágrimas. También es la mar de simpática los primeros viernes de Julio de los años bisiestos que además son números primos.
En realidad, hemos tenido que restringirla un poco, ya que sospechamos que si la dejamos por allí suelta, empezarían a desaparecer participantes y todos sabemos que los participantes son más o menos importantes para este evento.
En lo más bajo de la escala de bondad está Daraexus, una tortuga que ha tardado varios años en llegar a pie desde Colombia a nuestra fortaleza de la maldad. El más odiado de los organizadores, hemos logrado descubrir que se mantiene vivo debido a su pura maldad, y que se sostiene asaltando barcos de turistas que se acercan demasiado a los lugares por los que pulula. Francamente tratamos de no hablarle demasiado, porque es demasiado cortante, y nos ha lastimado uno que otro sentimiento.
En sus tiempos libres está a cargo de la fundación “Haciendo sarcasmos por un sueño” que busca concientizar a los umbrianos de no tomarse las cosas literalmente, y sabemos que tiene planes de enviar un ejemplar del diccionario de “sarcasmo-español” a los ganadores de esta edición. Si nosotros fuésemos vosotros, no tocaríamos dicho libro ni por accidente, que seguro está lleno de veneno.