Cogisteis el primer vuelo directo a Egipto, tardasteis unas doce horas en llegar, el vuelo se hace larguísimo y en un avión hay pocas cosas que hacer.
Al llegar estiráis un poco las piernas aunque ya lo habíais hecho en la escala que hacía antes de llegar a El Cairo.
Ahora sólo teníais que encontrar la daga.
El hombre se estira perezosamente para despertar los musculos de su cuerpo tras el viaje.
-Bien pues... ¿Alguna idea de por donde empezar a movernos? -Comento con naturalidad.- Espero que tambien nos de tiempo a hacer un poco de turismo, no estaria mal una visita a algun que otro lugar de El Cairo.