- Venir conmigo, os llevaré a la sala de espera - os dice uno de los militares, y sin mediar palabra, entrais en el pueblo, parece un sitio sencillo pero no tenéis mucho tiempo de admirarlo pues la sala de espera se encuentra en una de las primeras casas del pueblo, bastante cerca del puesto de guardia de la entrada.
En la sala hay varias sillas vacías y otras tres personas que no habiais visto nunca:
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