Partida Rol por web

¿Quien diablos es usted? - Espeto Lord Celtigar, ayudando a uno de sus hombres de armas a levantarse.

Lucien esbozó una sonrisa nerviosa.

-Ah, por supuesto, disculpe la brusca introducción. Soy Ser Lucien Manwoody, sobrino de Lord Dagos. No quisiera incordiarlo, pero creí oportuno presentar mis saludos e informarle que Lord Connington y el rey me han incluido en el grupo diplomático que viajará a King's Landing, dado que usted también estará ahí. -Su semblante se tornó más serio, respetuoso.- Es bueno saber que no sólo Dorne recuerda a quién le pertenece el Trono de Hierro.

Lord Celtigar lanzo un gruñido, que podria considerarse como reconocimiento, y señalo con su hacha de practica las estanterias de armas y armaduras -Si va a ser parte de mi grupo, dijo -quiero ver que tan util es. Armese. Meridon!  Le grito a uno de los soldados -Prepara a Ser Manwoody para combate.

-Será un placer -dijo Lucien con seguridad-. Se encaminó hacia las armaduras para colocarse una de cuero endurecido. -Imagino que no tendrá problema con las armas de mi tierra, ¿verdad? -Increpó a Lord Celtigar. Y dirigiéndose al soldado dijo -Dame una lanza.

Tras unos momentos de contemplarse, Lord Celtigar arremetió con su hacha roma de entrenamiento. Ser Lucien se apartó, el hacha pasó muy cerca... luego evadió otro ataque más que le golpeó el brazo derecho. El dolor fue aplacado por el cuero, la lanza tembló un momento, pero el caballero se recompuso y tomó la iniciativa.

Movió la lanza con habilidad, tanto así que Aerion ni pudo bloquearla con el escudo. Sin embargo, tras varios aciertos ambos se dieron cuenta que la armadura era demasiado gruesa como para que una lanza roma pudiera causar algún efecto. El hacha cortó el aire nuevamente y sacudió al dorniense, que nuevamente contraatacó y acertó en las costillas. La armadura crujió, pero apenas fue un golpe menor.

Con carácter, Lord Aerion se lanzó contra su rival y casi lo arrolló con el escudo, lanzó un hachazo y apartó la lanza a un lado, el otro dio en el brazo izquierdo. El dolor fue terrible... Ser Lucien movió su mano derecha con habilidad, en un intento desesperado, y dio en el medio del pecho. El golpe impulsó a Lord Celtigar un paso hacia atrás, pero nuevamente avanzó amenazante, y el caballero dejó caer la lanza.

-Suficiente, dijo Lord Celtigar, bajando su hacha, y haciendo un gesto a su escudero para que lo ayudara a quitarse su armadura, -Lucha bien, Ser Manwoody, pero todavia tiene que mejorar. Pasemos a mi tienda, donde podremos conversar mas tranquilamente.

-Ha sido un buen combate, Lord Celtigar. Espero que nos encontremos nuevamente en el campo de entrenamiento -agregó al tiempo que el soldado lo ayudaba con su armadura-. Después de usted -dijo, mientras seguía a Lord Celtigar a su tienda.