Partida Rol por web

La chica os toma nota de manera diligente, sin decir mucho, y aun con una leve sonrisa en la cara. Veis que está un poco sorprendida por la petición que le realizáis, pero solo son unos segundos. Ella no está para discutir con los clientes, y aunque lo que le pidan no es lo habitual, tampoco hay mucha gente y no es algo que sea imposible hacer. Antes de irse con la comanda, mira por ultima vez al chico y no puede ocultar una sonrisa un poco pícara:

-De acuerdo... esperen unos minutos y mi padre en persona les traerá lo que han pedido y podrán preguntarle lo que deseen. Espero que la comida sea de su gusto.

Os hace una muy leve reverencia y se va ágilmente, mientras grita con su voz cantarina el pedido de comida y bebida que habéis hecho. Entra en la cocina y al poco sale de ella, mira si hay algo más que atender entre la poca gente que hay, y al ver que no, se va con su hermana gemela a la barra, y están charlando, mientras hacen algunas cosas en la barra... poner algunas jarras en su sitio, etc...

Tenéis un par de minutos para hablar entre vosotros...

Pocos minutos después, el tabernero fortachón, junto con una de sus hijas, os traen toda la comida de una tirada. Unas gachas con miel, bastante sabrosas como podréis comprobar y un te para Yui, un te verde, bastante normalito pero es el único que tienen.

-Bien, estimados clientes, decidme en que os puedo ayudar...¿tienen alguna queja del servicio o de las habitaciones?

Mientras habláis con Perrin, las gemelas siguen atendiendo a los parroquianos, mejor dijo, hacen trabajo rutinario de taberna, porque hay pocos clientes... El gesto del tabernero es serio, y por lo que habéis visto otras veces, por las noches suele ser bastante alegre, y a veces, bebe con algún parroquiano del pueblo, pero no con aventureros.

Es como si le extrañase que le llamasen, pues la taberna funciona bien, está bien y limpia, la comida es más que decente y las habitaciones tienen camas mullidas y limpias.

 Perryn enarca un poco una ceja y veis que se relaka un poco. Quizás pensaba que teníais una queja de sus hijas o de la taberna pero al no ser así, parece que la tensión se rebaja. Aún asi, sigue de brazos cruzados, pues Yui le ha expuesto uno de los principales problemas 

-Lo siento, señor, pero no me suena su cara, tendría que ser más claro y detallado... ya le he dicho que por aquí pasa mucha gente... y tampoco la recuerdo a usted, señorita... 

Después de responder a Katsu, mira a la extraña chica que va encapuchada, no le importa pero le gusta mirar a la gente a la cara cuando habla con ellos:

-Bueno, eso es cierto, pero a nosotros no nos han causado problemas, sino al pueblo, una vez intentaron tomar a mis hijas y aun se están acordado de la paliza que les di... pero en el pueblo aun no tenemos ni un alguacil ni guardia... son una panda de matones, unos hermanos y primos, la familia Brackson... una panda de agitadores y borrachos... llegaron aquí hace algo más de un año...

No sabe si con esta explicación es bastante, pero aun no se levanta ni nada por el estilo, por si queréis seguir preguntandole cosas. No tiene mucha prisa, hay poca gente, y le viene bien que sus hijas trabajen un poco... 

Perrin escucha atento a Katsu, porque Yui permanece en silencio, desayunando y bebiendo el te que le han preparado. El relato del chico es corto, pues Perrin, aunque disfruta de las buenas historias (y el sabe unas cuantas de sus tiempos mozos), no había caído quienes eráis. Hace cinco años estuvisteis aquí, pero no solo eso, no fue un sitio de paso sino que en aquella ocasión ya les ayudasteis. Uno de los balors mas poderosos de los demonios, se negaba a rendirse aun pese a la derrota de los demonios y con parte de sus fuerzas, decidió cobrarse su precio sobre Farais. Aunque no pudisteis evitar los primeros embites de las fuerzas del balor, si que pudisteis interceptarlo y enviarlo de vuelta al infierno... siempre sospechasteis de ese balor, pero nunca supisteis su nombre... solo recordais que su dominio sobre el fuego era superior y antes de desvanecerse, os miro a los dos y casi pareció carcajearse, como si supiera lo que os esperaba después de aquella guerra...

Cuando Katsu acaba, su historia, con una energía renovada, se levanta de súbito de la silla, y se acerca al chico, para darle unos palmotazos amistosos en la espalda:

-Por la gran Iomedae... ¡eres tu chico!¿como no te he podido reconocer? Pero si no eres aquel alfeñique de hace cinco años!! Los dioses son generosos con nosotros....¿que os trae de vuelta a Zaxxon o estáis solo de paso?

Luego mira a Yui pero no dice nada, vuelve a mirar a Katsu y se sigue burlando un poco de él:

-Veo que sigues rodeandote de preciosidades jejejej siempre tuvistes buen gusto, sigues con Lady Yui... que afortunado...

La alcaldesa se os queda mirando un poco confundida pero apenas bastan unos gestos de Gia para convencerla de que sois amistosos. No hay palabras, solo un par de gestos de complicidad. Inmediatamente, la chica centauro se pone al lado de Marie y le coge la mano, como sino hubiera pasado nada

-Gracias, hacia tiempo que la familia Blackson nos atemorizaba pero nadie les había podido parar, dicen que son unos bandidos terroríficos y muy peligrosos... lo encerraremos en el almacen de la alcaldía y lo juzgaremos en breve. Donde estan mis modales, soy lady Marie, y gobierno esta aldea...por favor, acompañadme y podremos hablar con más tranquilidad

La alcaldesa hace una levísima reverencia para vosotros dos y os invita con un gesto cortes a entrar en el edificio de dos pisos, para seguir hablando con más tranquilidad y ya alguien se encargara de Marcus. El rostro de Gia, se relaja y casi se vuelve más infantil, y cuando nadie cree que la ve, enseña la lengua a Katsu. Estaba harta de que la llamara cenutria...

El edificio por dentro, aunque austero, pero decorado con exquisitez, una alfombra de lana aquí, algún mueble allá. Al fondo del edificio, hay una especie de despacho, con algunos libros y una simple y sencilla mesa de madera con algunas sillas. Marie se sienta y os dice:

-Me gustaría ofreceros una recompensa de 100 monedas de oro... sé que es poco pero hace poco pagamos los tributos a la corona y no andamos en la abundacia precisamente... y si puedo ayudaros en cualquier otro asunto, decidmelo y haré cuanto pueda y esté en mi mano.

Mientras vais bajando, y cogéis una mesa, no podeis evitar ver que Perryn y sus hijas os miran con curiosidad. La parejita ya llamaba la atención pero ahora con un trio con la elfa, aun más.  Sabéis que cuando Elenaide quiere ser sigilosa y que no la vean, lo es. Una vez que habeis pedido, Elenaide pide una frasca del mejor vino que tengan, ella va a beber y si queréis, lo compartira. Para ser una elfa le gusta mas el vino que no la hidromiel, cosas rara en los elfos:

-Discícpulo, ya sabes lo poco que aguanto, en un lugar y lo mucho que me gusta viajar... asi que he estado viajando. El mundo no se va ha reconstruir solo  y siempre hay quien necesita una mano amiga...y tambien hay nobles que necesitan de ayuda con ciertos... asuntos... asi que el trabajo de mercenario esta bien pagado...

La comida es sencilla, pero está caliente que es mucho más que las raciones de viaje que coméis a veces. La comida el primero es un guiso de patatas y demás tuberculos, como zanahorias y otras cosas, algo de pan y el segundo, es jamon cocido. En la linea de Perrin. Mientras coméis, Elenaide os deja caer noticias nuevas:

-Por cierto, mañana por la mañana me iré a la capital pues se requieren mis servicios allí...

Elenaide no estaría en la aventura de las mazmorras.