Los instantes siguientes son muy confusos para todos. Habéis sido alimentados, hidratados, os han proporcionado ropa nueva y cómoda, así como asistencia sanitaria. Ahora, Lorena Silva os mira desde la otra punta de la mesa. Han montado una tienda de campaña (de hecho, varias, para todo el equipo desplegado, pero os encontráis en la central) y la han amueblado como una improvisada sala de reuniones.
- Encantado de tenerlos de nuevo a bordo, Sr. Ohrin y Dra. Sharada. - Dice con una amplia sonrisa y agarrando las tazas de chocolate caliente que alguien sirve sobre la mesa. - Tomen chocolate, es etíope.
Tras un trago, continúa hablando.
- Sres. Romijnsen y Nox, su labor también ha sido encomiable. Gracias. Gracias a los cuatro por haber manejado esta situación de una gran manera. Los datos que va a recopilar Alma Máter de aquí son... increíbles. Debo comunicarles que lo tenemos todo listo para trasladarlos de nuevo a la sede donde serán recibidos cordialmente. Sus pagos ya están transferidos y que por lo que respecta a esta noche, tienen preparadas unas tiendas que hemos acomodado lo más posible a unas suites de lujo. ¿Tienen alguna pregunta?
Como suponéis, esto es el final de la aventura. Todavía tenéis esta escena para los que queráis interactuar un poco con Lorena Silva. Después, habrá un importante epílogo.
Apenas podía creerlo. Justo cuando todo parecía indicar que nuestro final era cercano, Alma Máter había aparecido para rescatarnos y acabar con aquellos cultistas.
Acepté el chocolate caliente que me ofrecía Lorena Silva mientras aún trataba de asimilar todo lo sucedido. En cuestión de apenas un día, habíamos vivido una experiencia irrepetible. Nunca me creerían si la contaba a alguien. No sólo habíamos descubierto unas ruinas de una civilización humanoide supuestamente extinta y anterior a todo lo conocido por el Homo sapines, sino que además habíamos visto ángeles con nuestros propios ojos. ¡Ángeles! Cualquiera me tomaría por un loco si le contase que había ayudado a liberar a una de aquellas criaturas bíblicas. Y para colmo, habíamos sido capturado por los miembros de aquel culto y violados por unas mujeres que pretendían que las ayudásemos a perpetuar su especie. Había sido una suerte que Alma Máter hubiera llegado a tiempo para salvarnos, pues estaba seguro de que las dos mujeres no tendrían piedad con nosotros una vez que Threkor y yo hubiéramos cumplido nuestro cometido.
-¿Cómo... cómo nos han encontrado? -pregunté a Lorena, intrigado de que hubieran conseguido llegar a tiempo.
- Seguro que su compañdero y amigo, el Sr. Romijnsen estará encantado de contarle la historia, pero resumiendo, vuestros walkies los fabricamos nosotros, y llevan un posicionador en su interior. Nunca dejamos perdidos a nuestra gente. Acudimos aquí con el equipo necesario y encontramos el lugar exacto usando imágenes térmicas de la zona. Ahí localizamos a su amigo, de rodillas y con el filo de una navaja en el cuello, Sr. Nox. - Responde divertida Lorena Silva.
-¡Mil gracias! -exclamé, suspirando aliviado-. De no ser por ustedes, puede que ahora estuviéramos muertos, al menos el señor Romijnsen, o por lo menos forzados a producir descendencia para los integrantes de ese culto...
Sentí un escalofrío al recordar cómo aquella mujer había procedido a desvestirme y a violarme, en lo que ya había considerado que podían ser mis últimas horas de vida. La experiencia había resultado inquietante para mí y suponía que también para Threkor Ohrin, aunque sin duda la violación tenía que haber sido aún más devastadora para la doctora Sharada. Nunca olvidaríamos lo ocurrido y, en su caso, quizá los recuerdos de aquella fructífera expedición quedarían empañados por el amargo recuerdo del dolor que le habían infligido esos hombres.
Abrí los ojos y miré a mi alrededor, confundido. No sabía donde estaba ni qué hacía allí. ¿Había muerto? No parecía el caso, a menos que el más allá se pareciera a una tienda de campaña, lo cual encontraría terriblemente decepcionante. Me incorporé de lo que me di cuenta que era una camilla y al instante se acercó una joven con una bata blanca a mi posición. Asentí a todo lo que decía, sin prestar demasiada atención a las palabras que salían de su boca. ¿Qué me había pasado? Notaba que había pasado por una situación muy... particular, por llamarla de alguna manera. La voz de la doctora, la cual me estaba haciendo diversas pruebas sencillas para comprobar mi estado, volvió a sonar:
-Nos hemos ocupado de su tobillo, pero por lo demás parece que está en buenas condiciones.
¿Mi tobillo? ¿Qué me había pasado en el tobillo?
-Debe usar esta silla de ruedas mientras se recupera y guardar todo el reposo posible. Tiene suerte, a su edad este tipo de lesiones suelen acabar siendo permanentes. Si no lo fuerza más, en unas semanas debería poder andar con normalidad.
Recordaba una caída, un... acantilado.
-¿Me está escuchando, Sr. Romijnsen? ¿Me promete que no forzará el tobillo bajo ningún concepto durante las siguientes 4 semanas?
La doctora me estaba mirando fijamente, aparentemente un poco malhumorada por mi actitud.
-Sí, si, usaré la silla de ruedas -susurré casi por inercia-.
Recordaba una cueva y... alguien. Alguien había bajado conmigo.
-Bien, pues si se sienta, yo misma puedo llevarle junto con sus compañeros. Creo que la Dra. Sharada, y los Sres. Nox y Ohrin ya están en la tienda principal.
Y en ese momento, los recuerdos me inundaron con la violencia de un tsunami. La misión, mis compañeros, el templo, la cueva, los cultistas. ¡Los cultistas! Nos habían capturado y me habían intentado usar como moneda de cambio. Parecía que finalmente fingir el infarto había funcionado, y mi caída le había dado el tiempo suficiente a las tropas de Alma Máter para acabar con mi captor. Alarmado, recordé también en la situación en la que habían acabado mis compañeros.
-¿El resto está bien? ¿Están todos a salvo? -Le pregunté apresuradamente-.
La doctora, sorprendida por mi repentino cambio de actitud y la fuerza de la pregunta, no pudo evitar dar un respingo, asintiendo con la cabeza.
-Vayamos, pues.
Miré la silla de ruedas con desgana y luego a la doctora. Parecía que no iba a dejarme otra opción. Bien, le seguiría el juego por el momento, pero en cuanto pudiera me haría con una muleta. Sentándome en la silla de ruedas la joven doctora me llevó con el resto de mis compañeros, los cuales ya estaban en la tienda principal con Lorena Silva. Asentí a sus palabras y me sumé al agradecimiento del Sr. Nox. La verdad era que habían llegado justo a tiempo.
-Nadie puede negar que hemos vivido una aventura de lo más trepidante. Nada me hace más feliz que haber sido partícipe del descubrimiento de estas ruinas y de todos los misterios que estas enterraban. Sin duda, desentrañar los conocimientos que esta gente esconde puede llegar a cambiar el mundo y me gustaría saber cómo planea Alma Máter manejar esta información.
Suspiré, la verdad era que me pesaba todo el cuerpo. Necesitaba una ducha caliente y varias horas de sueño lo antes posible.
- Aunque esa discusión quizás pueda esperar a que todos estemos totalmente descansados.
No tenía mucho más que añadir. Lo único que quería hacer antes de descansar era hablar en privado con mis compañeros. Aunque físicamente estuvieran bien, el último recuerdo que tenía de ellos no era agradable y quería preguntarles cómo estaban. Si bien entre los cuatro se habían formado lazos bastante estrechos tras esta aventura, no me parecía correcto hablar del tema delante de la Sra. Silva.
Desperté de la orgía en la que habíamos estado inmersos bastante desorientado y con la sensación de que todo había sido un sueño.
¿Qué ha sucedido? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Al escuchar las palabras de Lorena, no dudé en absoluto de su veracidad. Me extrañaba que Alma Mater no estuviera al tanto de la expedición en todo momento.
Arcam. Parece que tiene algo que explicarnos. No se creería lo que nos ha sucedido a los demás.
Obvié de momento las referencias a la bacanal que había ocurrido en aquella cueva mirando de reojo tanto al señor Nox como a la doctora que aún no había despertado. Estaba intrigado por saber como se encontraba de salud y si había recibido algún regalo en forma de hijo de aquellos seres de la túnica roja.
Gracias por la taza. Necesito rehacerme.
Sorbí poco a poco el chocolate caliente.
- El uso que hará Alma Máter... - Lorena Silva hace una pausa y os mira con una mueca de sonrisa en los labios, levanta las palmas de las manos, como si sostuviese una pila de libros en cada una de ellas y añade: - Es materia reservada de la organización.
La Srta. Silva da un nuevo trago de chocolate caliente.
- Todos ustedes estaban exhaustos y un poco desorientados cuando los encontramos. Ya están a salvo. Como les decía, nosotros nos encargamos ahora de todo. Su trabajo ya ha terminado, así que relájense y disfruten de la última noche en Etiopía antes de volver. Antes de marcharse, cojan estos sobres.
Entonces, una soldado uniformada pero sin arma entra en la tienda de campaña y entrega a Lorena Silva una carpeta con varios documentos y cuatro sobres con vuestros nombres, que pasa a entregaros.
- Echen un vistazo a estas últimas instrucciones y, si todavía les pide el cuerpo más rock'n'roll, estamos preparando una misión en una cumbre del Himalaya, pero de ello ya hablaremos más adelante...
Lorena Silva apura su taza de chocolate y se marcha, dejándoos a solas con vuestras misivas, que os disponéis a abrir.
Con este mensaje damos por finalizada la aventura. Como veis, hay una especie de cliffhanger donde de "invita" a los exploradores a la próxima misión (siempre, con las limitaciones que indiquen cada una de vuestras cartas y si os apetece enbarcaros en ella, que será para enero). Esto me lo podéis comentar por privado o en el hilo Off-topic, que voy a dejar abierto hasta que oficialmente empiece la siguiente aventura, por si queréis comentar entre vosotros o preguntar algo.
Muchas gracias a todos vosotros por interpretar de forma tan magnífica, hacerme la tarea de dirigir muy fácil y muy satisfactoria, y por llegar hasta el final, como buenos exploradores que sois.
A continuación, tenéis las cartas y un spoiler con cosas de la trama que habéis descubierto y otras que habéis pasado por alto. Podéis leerlo o no hacerlo, como queráis. Me parece más realista la exploración ceñirse a lo que sí habéis descubierto y no leerlo, pero también es posible que queráis comprobar si algunas teorías vuestras son ciertas. En ese caso, hacedlo. También hay cosas que he omitido (por ejemplo, hay revelaciones que no habéis averiguado). Todo esto permanecerá oculto para siempre. O no.
FIN
Estimado Sr. Nox,
en primer lugar, agradecerle su trabajo realizado. Ahora forma parte de la historia de la arqueología.
Dados los hechos ocurridos, deberá pasar 48 horas en observación cuando vuelva a nuestras instalaciones. Allí nos aseguraremos que no sea portador de ninguna ETS, dado los abulos sexuales sufridos.
Me complace anunciarle que una cantidad de siete cifras ha sido añadida a su cuenta corriente y es usted un valor intangible para nuestra organización. Con todo ello, le ofrezco formalmente tomar parte en nuestra nueva expedición hacia una montaña del Himalaya donde hemos detectado unos extraños fenómenos. Si le interesa, entraremos en detalle más adelante. Piénselo.
Afectuosamente,
A. M.
Estimado Sr. Ohrin,
en primer lugar, agradecerle su trabajo realizado. Ahora forma parte de la historia de la arqueología.
Dados los hechos ocurridos, deberá pasar 48 horas en observación cuando vuelva a nuestras instalaciones. Allí nos aseguraremos que no sea portador de ninguna ETS, dado los abulos sexuales sufridos.
Me complace anunciarle que una cantidad de siete cifras ha sido añadida a su cuenta corriente y es usted un valor intangible para nuestra organización. Con todo ello, le ofrezco formalmente tomar parte en nuestra nueva expedición hacia una montaña del Himalaya donde hemos detectado unos extraños fenómenos. Si le interesa, entraremos en detalle más adelante. Piénselo.
Afectuosamente,
A. M.
Estimada Dra. Srinivasan,
en primer lugar, agradecerle su trabajo realizado. Ahora forma parte de la historia de la arqueología.
Dados los hechos ocurridos, deberá pasar 48 horas en observación cuando vuelva a nuestras instalaciones. Allí nos aseguraremos que no sea portador de ninguna ETS, dado los abulos sexuales sufridos, así como comprobar su estado en caso de que se haya producido fecundación.
Me complace anunciarle que una cantidad de siete cifras ha sido añadida a su cuenta corriente y es usted un valor intangible para nuestra organización. Con todo ello, le ofrezco formalmente tomar parte en nuestra nueva expedición hacia una montaña del Himalaya donde hemos detectado unos extraños fenómenos. Si le interesa, entraremos en detalle más adelante. Piénselo.
Afectuosamente,
A. M.
En caso de aceptar el ofrecimiento de la próxima misión, podrás decidir haber quedado embarazada y haber tenido un hijo o una hija. Esto no tiene porqué tener relevancia alguna en la aventura, pero da profundidad al personaje.
Estimado Sr. Romijnsen,
en primer lugar, agradecerle su trabajo realizado. Ahora forma parte de la historia de la arqueología.
Dados los hechos ocurridos, deberá pasar 48 horas en observación cuando vuelva a nuestras instalaciones. Allí nos aseguraremos que no sea portador de ninguna ETS, dado los abulos sexuales sufridos.
Me complace anunciarle que una cantidad de siete cifras ha sido añadida a su cuenta corriente y es usted un valor intangible para nuestra organización. Con todo ello, lamento oponerme a su continuidad al frente del trabajo de campo de nuestras expediciones. Su edad, junto con la lesión en su pierna, es un riesgo para usted y los compañeros. No obstante, le ofrezco un despacho propio, el sueldo que usted desee y un equipo a su cargo en nuestras instalaciones, y de esa manera le ofrezco formalmente ser parte de nuestro servicio de inteligencia en Alma Máter. Piénselo.
Afectuosamente,
A. M.
Alma Máter ha decidido retirar al Sr. Romijnsen de futuras misiones. En caso de aceptar el ofrecimiento de la próxima misión, deberá ser con un personaje diferente.
SPOILER
En base a lo que habéis descubierto en Etiopía (hay más Revelaciones, pero no las habéis descubierto, y quedarán en las sombras), os hago un resumen:
En el lugar donde os encontráis, hace millones de años, los ángeles aparecieron y decidieron infundir consciencia a una rama de los primates, creando la cuna donde aparecieron los primeros homínidos. Rápidamente, se creó una religión basada en la ascensión espiritual para convertirse en ángeles a través de un minucioso y largo procedimiento que les fue inculcado, entregando su cuerpo físico como pago por lograr la eternidad. Los siglos dividieron a la comunidad, donde surgieron diversas ramas e interpretaciones diferentes del mundo. Una de ellas entró en guerra y acabó con el resto de habitantes en una época especialmente sangrienta, tras la que el culto a los ángeles se perdió. El paso del tiempo y la llegada de eras menos violentas les hizo darse cuenta de la atrocidad cometida y se suicidaron en masa, no sin dejar huella del fuego y las cenizas, pues las cenizas es un símbolo de arrepentimiento (¿recordáis el mosaico en el suelo con imágenes de lugares calcinados y los cuerpos atravesados por ellos mismos, suicidados?).
Recientemente (durante el último siglo), tribus han descubierto las ruinas subterráneas y parte de los conocimientos almacenados bajo tierra. Han retomado el culto, siguiendo los pasos para convertirse en ángeles y reaccionando violentamente contra todo aquel que pretenda alterar su mayor tesoro, que es su método de alcanzar la eternidad. Para lograr todo esto han trabajado a través de décadas mediante ensayo y error siguiendo los textos manuscritos y grabados en las paredes, hasta lograr la conversión de uno de sus miembros. El ángel nacido fue encadenado con piedra de meteorito como recordatorio al resto de ángeles que tras la conversión no debían utilizar su inagotable poder contra ellos, pues tenían una manera de doblegarlos. Todo esto estaba escrito en los tomos encontrados en la habitación superior que sirve como lugar de rezo.
La captura del ángel convulsionó el mundo de los ángeles, que se vieron atraídos a manifestrase cuando eran invocados en el mundo terrenal mediante el ritual, y una vez allí, traicionados por los que consideran sus "hijos". La prioridad ya no era la inmortalidad, sino someter a los ángeles para usar su inagotable poder en su favor. Este hecho desató grandes energías producidas por la ira de los ángeles, las cuales provocaron el terremoto que dejó a la vista las ruinas y túneles subterráneos.
La irrupción de los exploradores alteró todavía más las fuerzas que mantenían a raya a los ángeles, rompiendo la membrana vegetal (la superficie de madera pirograbada) que les servía de puerta de entrada y desencadenando la energía necesaria para irse y no volver jamás.