Partida Rol por web

¡Vamonos de aventuras! (O a matar bichos, que es lo mismo)

Masenia y alrededores

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12/12/2009, 03:49

 

El pueblo de Masenia fue fundado hace poco más de 300 años cerca de la costa del mar del norte. Sus primeros habitantes eran cazadores, exploradores, fugitivos de la ley, forajidos y gente de la frontera, que deseaban iniciar una nueva vida lejos de sus problemas.
 
Poco a poco, lo que al principio era un simple fuerte acabo por convertirse en un poblado. Los primeros colonos se asentaron, tuvieron familias y prosperaron. La zona no estaba libre de peligros, ya que abundaban las fieras salvajes y de vez en cuando aparecía algún monstruo o un gigante proveniente de las montañas.
 
Pese a todo, Masenia se fue expandiendo y las burdas chozas y cabañas de los primeros tiempos fueron convirtiéndose en solidas construcciones de madera y piedra. Con el tiempo, hubo quienes tuvieron deseos o necesidad de comerciar con el resto de las ciudades situadas más al sur, y eventualmente el poblado quedo unido por el camino real.
 
 
Sin embargo, últimamente las cosas andan mal. Una creciente oscuridad se ha ido apoderando de las montañas y de las tierras situadas bajo estas. Los monstruos se vuelven cada vez más audaces y ya no es raro oír sobre gente que desaparece para no volver a ser vista.
 
 
 
Sitios de interés en el pueblo:
 
 
Casa del jefe: Es el nombre que recibe tradicionalmente la morada del responsable de mantener la paz y el orden, dirimir conflictos, impartir justicia a los criminales y recaudar los impuestos para el rey. El cargo se elige por votación entre los habitantes y quien actualmente ocupa el puesto es Morsed Freko.
 
Fortín de la milicia: Parte del fuerte original sirve para albergar a los guardias locales y como prisión para los revoltosos. El jefe es Tobias Boerd.
 
 
Posada: Un edificio amplio, con suficientes habitaciones para los ocasionales viajeros que llegan al lugar. Es atendida por Yelena Aberion, la mujer más hermosa del pueblo.
 
 
Taberna del gigante tuerto: Sitio de reunión habitual para los cazadores, tramperos y otras gentes del pueblo al concluir el día. Su dueño es Alfrig Meriv.
 
 
Herrería: El único lugar en el poblado donde se pueden reparar y forjar nuevas armas y armaduras. El herrero es un enano apodado Puño de Hierro, quien alguna vez fuera un duro guerrero y un avezado aventurero.
 
 
Templo de la luz: Un pequeño santuario donde los lugareños se reúnen los días de culto para orar. Lo preside el sacerdote Elfrang Vertes. Aquí se pueden comprar hierbas y pociones curativas.
 
 
Tienda: El sitio para comprar y vender todo lo que quieran. Lo maneja Gazcon Ornf, un sujeto taimado y que gusta de los negocios riesgosos.
 
 
Sitios de interés fuera del pueblo:
 
 
Llanuras abiertas: Amplios espacios llenos de pastos verdes y donde siempre sopla el viento. Aquí se pueden encontrar algunos viajeros ocasionales, monstruos, animales y de vez en cuando, algún grupo de los elfos nómadas.
 
Lago Gundstrand: Un lago cristalino y de aguas heladas. La pesca es buena y hay todo tipo de rumores sobre damas que viven en lo más profundo, además de historias sobre monstruos acuáticos y tesoros. 
 
Montañas Grimerspark: Una cordillera montañosa que separa Masenia de lo que sea que existe al otro lado de las cumbres. Nadie las ha explorado en profundidad ya que son hogar de lobos, osos, gigantes  y cosas aun más peligrosas. Recientemente, parece que una misteriosa oscuridad se está adueñando de ellas.
 
 
Mar del norte: Un océano cubierto de neblina y casi siempre azotado por tormentas. Solo los muy temerarios o desesperados viajan por él.
 
  
Caminos reales: Rutas construidas hace tiempo y que se mantienen en buenas condiciones gracias al dinero que el rey dedica para conservarlas. Están hechos de piedra y son ligeramente curvos, para que el agua de lluvia se deslice hacia los costados. Por aquí se puede viajar a cualquier punto del reino.
 
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16/12/2009, 06:37

 

Amanece de nuevo en Masenia y como siempre la gente del lugar comienza sus actividades rutinarias muy temprano, aunque sea para mantener un cierto aire de control y seguridad, aunque lo cierto es que la paz de antaño ya es difícil de encontrar.
 
En la taberna y por las calles se comenta en voz baja sobre los ataques en el camino y sobre las criaturas que cada vez con mayor frecuencia se ven rondando por los alrededores. Además, el ensombrecimiento de las montañas ya no puede pasar inadvertido para nadie.  
 
Algo ocurre. Tal pareciera que algún mal no tardara en descender sobre Masenia. Y ustedes ya están hartos de las actividades cotidianas. Sus manos solo quieren blandir una espada y abatir enemigos. Ya que la guardia local no puede con todo, quizá sea una buena idea salir del pueblo y plantarle cara a las amenazas.
 
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16/12/2009, 22:20
Jerá Kvan
Sólo para el director

La mañana trae un frío viento desde el mar, cargado de sal y humedad, que corta los rostros de los paisanos. Camino cabizbajo, protegiéndome con la capucha de una capa de piel que me ha obligado a comprar este tiempo extremo. Por culpa de estas tierras ya no me queda dinero... Me quejo, pensando en las 3 tristes comidas que podría comprar en la taberna con mis 10 monedas. Necesito salir de esta...

Camino en dirección al templo, a entrevistarme con el erudito que lo lleva. De toda la gente que hay en esta ciudad seguro que es el que mejor me puede orientar en mi búsqueda, necesito algo de información sobre Fer-Aeltir... Mientras ando por las calles arropado y pegado a las paredes huyendo del gélido viento, voy escuchando fragmentos de las conversaciones de los paisanos.

...llevan una semana sin saber de él...

...otro grupo fue atacado...

...dicen que no volvió...

...la oscuridad está volviendo a las montañas...

...alguien tiene que hacer algo...

Historias de campesinos que viven en la ignorancia y el miedo, pero que quizás me sean de utilidad. Necesito dinero... y ellos un bienhechor. Le preguntaré al erudito sobre esto también. Sonrío por primera vez en la mañana, quizás hoy logre más de lo esperado.

Cuando llego a la puerta del templo de la luz, golpeo la maciza puerta de madera con los nudillos y espero una respuesta. Por favor... que habran rápido... no estoy acostumbrado a este frío...

Notas de juego

master, ¿mensaje para todos o solo para ti? de momento lo dejo para tí solo.

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16/12/2009, 23:35

Notas de juego

Asi esta bien. Marcas a los demas cuando hay mas gente implicada.

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17/12/2009, 03:24

 

Cuando llamas a la puerta descubres que no se encuentra cerrada, asi que empujas ambas hojas y entras al templo.
 
El interior del santuario es muy sencillo. Solamente hay dos filas de bancos de madera, separados por un pasillo central por donde pasan los fieles y un altar al frente, con una gran esfera de piedra luminosa en  la parte superior.
 
Al percatarse de tu presencia, un hombre joven y de fuerte constitución se acerca a ti. Lleva barba y sus largos cabellos son de tonos dorados. Su expresión es serena y calmada.
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17/12/2009, 03:29
Elfrang Vertes

- Buen día hermano. ¿Qué puedo hacer por ti?

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17/12/2009, 17:56
Jerá Kvan

Buenos días. Saludo mientras me froto las manos, haciéndolas entrar en calor. Vengo buscando al sacerdote o erudito que gobierne el templo, ¿me podría ayudar?

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17/12/2009, 20:21
Elfrang Vertes

- Ese soy yo hermano. Mi nombre es Elfrang Vertes. Pero pasa y cerrare la puerta. Parece que el aire frio no te sienta bien.  

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17/12/2009, 20:27
Jerá Kvan
Sólo para el director

Me hago a un lado y dejo que cierre la puerta, a la vez que me quito la capucha. No me sienta nada bien. Gracias por dejarme pasar. Me sacudo por un escalofrío y me soplo las manos, frotándolas. Aquí dentro se está bastante mejor.

Me ha dicho que su nombre era Elfang, ¿verdad? Disculpe mi pronunciación, pero el acento de estas tierras me cuesta. Mi nombre es Jerá, Jerá Kvan. Y le buscaba a usted porque necesito orientación en mi viaje.

Estoy buscando una reliquia de los Dioses, un objeto bendecido cuya esencia es similar a Fer-Aeltir. Me paro un momento, debo escoger las palabras con cuidado. Quiero que el hombre se entere bien, debo aclarar cualquier matiz que pueda no gustarle. Discuple otra vez, Fer-Aeltir es como mi pueblo llama a la Última Luz del Oeste, a la última estrella de la noche.

Por eso estoy en estas tierras occidentales, pensé que era un buen lugar para comenzar. Si usted dispone de cualquier información al respecto o conoce de alguien que sí la tenga... le estaría muy agradecido. Le sonrío, mostrándome amigable. Espero que el tipo no recele de nada, parecía buena persona cuando me abrió la puerta. Cuando me callo, vuelvo a frotarme las manos de un modo instintivo para calentarlas.

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17/12/2009, 20:49
Elfrang Vertes

- No hermano, es Elfrang, pero no tiene mayor importancia – replica el hombre con otra sonrisa sincera mientras se sienta a tu lado para escucharte.

 
- Fer-Aeltir, la Última Luz del Oeste o la última estrella de la noche… Una reliquia de los Dioses, o un objeto bendecido… No estoy seguro de poder ayudarte con eso hermano. Escuche algo al respecto de mis maestros en el Sagrado Monasterio de la Luz, pero me temo que fui un alumno poco aplicado y no recuerdo la lección, aunque quizá te refieras a las armas divinas que portaban los guerreros celestiales durante su lucha contra las hordas demoniacas.
 
 
- Eso ocurrió hace muchísimo tiempo. Ya apenas hay unos pocos guerreros celestiales entre nosotros. Y los demonios fueron destruidos o desterrados a su propio mundo. Aunque con lo que está ocurriendo… uno no puede dejar de pensar… en fin…Quiera la Luz que mis temores sean infundados.
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17/12/2009, 21:38
Jerá Kvan

Me siento junto al hombre, escuchando sus palabras.

La verdad es que yo tampoco sé nada sobre Fer-Aeltir... aparte de su nombre y de que es mi destino entregársela a mi pueblo. Y alcanzar la gloria del héroe, pienso para mis adentros. No sé si es un arma, un artefacto o un simple grano de arena. Supongo que los Dioses iluminarán mi camino. Pero gracias de todos modos.

Por cierto, he oído entre susurros de los campesinos que una "sombra" se cierne sobre Mesania, que la gente desaparece y las caravanas no llegan... ¿qué hay de cierto en eso? Me quedo mirando curioso al hermano, él tiene pinta de poder hablar con más fundamento que cualquier temeroso analfabeto de la taberna o la posada.  Voy a enterarme de lo que ocurre... quizás pueda hacer algo para ayudarlos... y dar compañía a mis diez tristes monedas.

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17/12/2009, 22:03
Elfrang Vertes

- Me temo que es cierto hermano. Desde hace algún tiempo ocurren todo tipo de desgracias. Gente que desaparece o es asesinada por bandidos o monstruos. Bestias que bajan de las montañas. Y el oscurecimiento de las mismas cumbres. Sin duda algo malo se cierne sobre nosotros.

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17/12/2009, 22:06
Jerá Kvan

¿Es grave entonces...? Me quedo reflexivo por unos instantes. Mis votos de protección al necesitado claman en mi interior, haciéndome olvidar la cuestión monetaria y trayéndome a la mente imágenes de niños desvalidos, mujeres tristes y hombres asustados. Debería de hacer algo por la gente de este lugar... esta estepa de frío es ya de por sí muy dura y pobre.

Yo podría ayudar, Elfrang. Pronuncio el nombre despacio para hacerlo correctamente. Me enseñaron a proteger al desvalido y al necesitado, soy un... ¿paladín? Creo que es la palabra que usáis en Masenia. Si pudieses poner en contacto con alguien que reclute vigilantes podría hacer algo por tu pueblo.

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17/12/2009, 22:20
Elfrang Vertes

- Hay algo… pero es muy peligroso. Un terrible oso de las montañas ha descendido de su hogar y está causando destrozos. Ya ha atacado varias veces. Quizá podrías hacer algo al respecto, hermano.

- Pero no debes ir solo. Esa bestia es temible, hasta para un paladín. Puede ser que encuentres a otras almas valientes en el poblado. Me temo que la guardia esta demasiado ocupada para hacer algo al respecto.

 
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17/12/2009, 22:52
Jerá Kvan

Un oso de las montañas... No me suena mucho la palabra, pero debe de ser peligroso para que hagan falta más de dos hombres para cazar a ese animal. Un oso... ¿cómo era?... Recuerdo dibujos e historias sobre él... una bestia peluda de gran tamaño. Me encojo de hombros, ya me acordaré. Los osos son como perros peludos sin rabo del tamaño de dos caballos juntos, ¿verdad?

Bueno, da igual. Si dices que un sólo hombre no puede con él, será mejor que alguien me acompañe. ¿Donde puedo encontrar a ese oso, hermano? Un acompañante es más fácil de encontrar, en la posada seguro que hay algún cazador.

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18/12/2009, 14:30

Una vez más, Finin se había dormido durante la vigilancia. La verdad es que los pórticos de algunos negocios eran bastane cómodos, y hacerse pasar por un indigente, encapuchado, no le servía demasiado para avistar algún transeúnte despistado o borracho a quien meterle mano. Se despertó temprano por suerte, esta vez evitó a los dueños furiosos echándolo a patadas de la puerta. Revisó sus bolsillos y comprobó que contaba con algo de dinero, aunque dudaba que le durara mucho, con sus gustos...

Se levantó y se encaminó hacia la taberna, en busca de un buen desayuno con cerveza y algo de queso en un estado pasable. Tal vez comería algo de fruta... si le ponían un cuchillo en la garganta.

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18/12/2009, 21:15
Elfrang Vertes

- Algo parecido, aunque es mucho más pesado y fuerte que cualquier caballo o perro. Sus colmillos desgarran carne, cuero e incluso hueso con facilidad y las garras son como cuchillos. Debes tener mucho cuidado e insisto en que no vayas solo.

- La bestia merodea alrededor del pueblo. Simplemente búscala en las cercanías y seguramente darás con ella, hermano.

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18/12/2009, 21:22

 

Al entrar en la taberna del gigante tuerto puedes ver que hay muy poca gente en el lugar. Solo un grupo de leñadores, que están discutiendo algo en una mesa cada vez más exaltados y el dueño del lugar, que al verte se aproxima.  
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18/12/2009, 21:27
Alfrig Meriv

- Buen día. ¿Qué se le ofrece?

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18/12/2009, 23:07
Jerá Kvan

Entiendo. Asiento ante la explicación del erudito, más o menos me sirve para hacerme a la idea. Seguro que luego no es tan temible como lo pintan.

Me pongo en pié, y me ajusto la capucha, listo para marcharme. Muchas gracias Elfrang. Espero ayudar así a tu pueblo. Le tiendo la mano para despedirme, pero antes de estrechar su mano otro pensamiento viene a mi cabeza. Perdona hermano, se me olvidaba preguntarte... ¿cómo contrataré los servicios de otro cazador? No creo que nadie venga conmigo de una manera altruista.