-En eso estaba...- fuerza el acercarse a ti para morderte el labio imferior como "distracción" para que sus manos encuentren el borde de tu camiseta y te la saquen de encima.
-mm eso no cuenta como super velocidad no?-
Se incorpora levemente para bajar desde tu cuello a tus pechos con una lengua juguetona. Mañana tendrás chupetones si te pones escote.
Pero sigue bajando hasta llegar a tu ombligo...y se detiene.
Se queda de rodillas, desnudo ya, y coge una de tus piernas, la levanta para quitarte el zapato...el calcetin(o media) y besar y mordisquear el pie desnudo. Repite lo mismo con el otro.
Su desnudez muestra un pene, ya duro casi por completo, que no es tan impresionante como sus musculos, al menos en longitud. Es quizá algo por debajo de la media en ese aspecto. Pero su grosor...probablemente sea mayor que una vez y media tu muñeca.
Solo te queda el pantaón y lo que lleves debajo*
*braga, tanga, nada...candado...lo que elijas.
Amy se deja mimar, y su respiración se va agitando. Solo consigue acariciarle la cabeza y jugar con su pelo a medida que baja.
Una vez él se detiene, la chica lo mira de arriba a bajo y sonriendo traviesa, le atrae hacia ella para besarle y morderle el labio y girar así los turnos y acabar ella encima. Empieza en su oído, jadeándole suavemente, luego lamiéndole el lóbulo. Mientras, sus caderas juegan a restregarse con su miembro. Luego baja por el cuello y pecho, besandolos como si caminase sobre ellos hasta que llega a su entre pierna. Lo masajea y lame a ritmos diferentes, pudiendo sentir cómo él se excitaba, y cuando siente que él no puede más, se detiene, volviendo a subir y poniendo las manos del chico sobre su propia cabeza, contra la cama, "impidiendo" que sus manos la tocasen y vuelve al juego de caderas. Pero esta vez, le añade el pequeño problema de provocarle también con su boca, no dejando que la bese...
Candado, dice... xDDDDDDDDD Eres muy... descriptivo xDDDDD
Pero la foto no la cambias ¬¬
Se deja hacer, disfrutando, aunque empiezas a ver en su mirada que te va a durar poco el "poder" como le sigas provocando así...quiere más. Pero de momento te deja hacer, tratando de atrapar tu boca con la suya.
pobrecito...que un vaquero rasca XD
¿que pasa con la foto? quite la del disfraz por que ya no lleva disfraz :S
Amy sigue con el juego, provocándole, lamiéndole los labios alguna vez, o incluso mordiéndoselos, pero no dejando que él tome el control. Era consciente que podía tumbarla cuando le diese la gana, pero le gustaba saberse deseada.
Ahora, que de momento tiene ella el control, se decide a mantener una conversación vital.
Quiero que quede algo claro... le dice entre jadeos al oído, luego se separa para mirarle a los ojos. Esto es simple y puramente sexo... nada más... Dice como un trato, antes de continuar.
ostras.. no me acordaba del vaquero... ¡pos que se lo hubiese quitao! xDD
Y sí, pero.. ¿más pequeña la foto no podía ser? xDD Y con lo guapo que sale en las que yo te he puesto... en sea parece una tía... anda porfiiis..
(Y sí, soy una quejica xD)
-Si, solo sexo. Pero te va a gustar tanto que vas a querer que me case contigo nena. lo siento, pero soy joven para casarme.- bromea.
-¿Te tengo que quitar el pantalón también?-
a lo dices por eso XD pensaba que era por quitarle el disfraz.
Solo es que ya tenia esa reducida en el pc, ahora la cambio.
Amy le mira alzando una ceja. Almenos se había asegurado el no tener a un niñato besando el suelo por donde ella pisaba.
¿Casarme? Lo llevas claro... Dice con la misma chulería.
A lo del pantalon, se encoge levemente de hombros, debido a la postura.
Tú verás.. yo puedo estar jugando contigo toda la noche... Le susurra esto último con picardía y al oído, sin dejar de immobilizarle las manos contra la cama y dándole un juguetón mordisco en el cuello.
Bieeeen.
Sonríe, sin cambiar de postura, solo apoyando sus pies en el suelo, se levanta, contigo encima, alardeando de unos abdominales de hierro.
Te sujeta para que no caigas, hasta que tienes los pies en el suelo. Entonces lo desabrocha y mete las manos por la parte de atrás, te aprieta el culo con ganas, tu notas su miembro en tu vientre.
Te empieza a levantar de modo que el pantalón cae solo, por su peso. Y te da la vuelta, de forma que tu espalda está contra su pecho, pero busca tu lengua, mientras su mano derecha se introduce en la parte delantera de tu ropa interior, acariciandote hábilmente un poco, antes de penetrarte con sus dedos.
Se toma su tiempo haciendo eso, hasta notarte caliente de verdad, momento en el que te "tira" a la cama y te quita tu ultima prenda. Mientras el sube a la cama, su lengua pasa por tu ya muy húmedo sexo, subiendo hasta tu boca, pero solo es un momento, hasta que se coloca bien de rodillas entre tus piernas abiertas.
Apoya sus manos en tus muslos, forzandote levemente las piernas de forma algo molesta, para actoseguido clavartela de un solo golpe.
Es...doloroso. Al principio.
Es muy, muy gruesa, sientes como si te hubieran partido, pero eso dura muy poco, ya que no se queda quieto. Al ser tan gruesa tiene la ventaja de que lo notas TODO, y se mueve al ritmo perfecto, aumentando y bajando velocidad y fuerza de la mejor forma posible.
Amy se deja levantar. Le encantaba la sensación de sentirse frágil entre sus fuertes músculos.
Cuando le da la vuelta y le empieza a acariciar y penetrar el sexo, la chica lo acompaña con su propia mano, jadeando y empezando a gemir. Gemidos que quedan silenciados por besos apasionados con lengua, que por la difícil posición, ella facilita con la mano libre en su nuca.
Sonríe, cual gatita traviesa cuando acaba en la cama de forma "brusca" y le observa con esa mirada felina cuando él se acerca. Se prepara para lo que se le viene encima, pero eso no quitaba que no le doliese. Se le escapa un pequeño quejido de dolor, que acaba silenciando mordiéndose el labio. Arquea la espalda, y se intenta relajar para disfrutar del chico.
Ferpecto! *¬*
No para...cada vez más rápido y brusco...y más delicioso. Hasta que cambiais de postura.
Sonríe mordiendote el cuello mientras él se tumba debajo, y pone sus manos en tu cintura, para que le cabalgues. Tan solo te hace bajar hasta que entra entera, lo que duele bastante, tienes la sensación de que no vas a poder volver a andar con las piernas juntas, pero una vez lo ha hecho, te deja marcar el ritmo que quieras, cerrando los ojos y mirando un poco hacia atrás, disfrutando de la presión que siente.
Sientes como sus manos tantean tu ano, para comenzar a dilatarlo., de vez en cuando lleva los dedos a tu sexo, lo que añade presión al mismo, para humedecerlos antes de volver atrás.
Lo escuchas gemir y jadear, pero aún no hay signos de que el orgasmo esté cerca. Está claro que te quiere disfrutar al máximo.
A Amy ni siquiera le daba tiempo a pensar en que si le dolía por la vagina, por detrás iba a ser un infierno. Y la verdad es que lo estaba disfrutando. Jamás lo admitiría, y mucho menos delante de él, pero lo hacía condenada mente bien.
Cuando cambia de postura, no deja que se refleje en su cara ni un ápice de dolor, es más, su cara ahora era de superioridad, porque ahora tomaba ella el control. Apoya sus manos en el pecho de Tom, y empieza a cabalgar lentamente disfrutando de cada roce. A medida que va subiendo la intensidad, sus uñas se clavan en la piel del chico y tanto su respiración como sus gemidos aumentan. No iba a dejarse vencer. De vez en cuando, se echa el pelo al lado, no quería perderse ni un segundo de expresión placentera de su compañero. Sube y baja a un ritmo frenético, hasta que decide variarlo y va pasando de rápido a lento, de fuera a dentro. Poco a poco, ella se olvida del dolor, sintiendo los primeros signos de un orgasmo próximo.
Pese a que está algo alterado, y jadeante, sabes que no será un orgasmo simultáneo, vas a correrte mucho antes que él si seguis así. Y algo te dice que no te dejará descansar, por fuerte que sea tu orgasmo, y tiene pinta de serlo.
Sus manos abandonan tu ano para colocarse en tus caderas, forzandolas a que bajen más, a la par que las suyas suben más.
Te deja llevar el ritmo pero, la nueva profundidad y fuerza que imprime cada vez que bajas, lo lleva todo a un nivel más.
Amy empieza a dejarse llevar, cerrando los ojos, arqueando la espalda y sin cortarse ni un pelo a la hora de gemir, incluso mordiéndose el labio inferior.
Iba aumentando el ritmo, no iba a dejar pasar la oportunidad de un gran orgasmo. Empieza a notarse en ella el sudor en la piel a causa del esfuerzo, sudor que desprende un olor avainillado y que hace que le brille la piel.