Partida Rol por web

Demasiado ocupado pensando en evitar volatilizar a disparos de bolter, Skold trato de esquivar la avalancha de cuchillas con forma de genestealer que se le venia encima...las garras perforaron su armadura y su cuerpo haciendole ayudar de ira....

Tras golpear a mi enemigo este arremete contra mi con gran ferocidad, gracias a mi entrenamiento no me es demasiado costoso esquivar su garra con relativa facilidad, a la par que esquivo su ataque voy preparando mi brazo arqueándolo para asestarle un golpe, con el cual hundo la espada en su carne y la desgarro.
¡¡Aplastad sus insignificantes vidas con la ira del Emperador, la cual vosotros portáis hermanos!!-Digo animando a combatir a mis hermanos de batalla.

Una sonrisa torcida apareció en mi rostro al ver a uno de los Xenos explotar en mil pedazos al impactarle de lleno los proyectiles bolter, pero antes de que pudiera seleccionar otro objetivo y disparar una de aquellas criaturas salidas de los confines de la disformidad se abalanzo contra mi. Por desgracia ese segundo de regodeo no me hizo ver a tiempo el golpe y me fue imposible esquivarlo.

Desenvainando la gran espada Sacrys me lancé en persecución de los infames robagenes que perseguían al Lord Gobernador, pues no podía arriesgarme a disparar en su dirección por temor a herirlo.

Skold cambio de armas, dando un salto hacia atras con las heridas del xenos aun escociendole el cuerpo; la maldita bestia le habia causado mas daño de lo que le gustaria admitir; asi que era hora de un cambio de estrategia, combatiendo con la pistola bolter y su fiel machete, que tan bien le habia servido en tantas campañas....

La garra del Xenos se clavo profundamente en mi armadura haciéndome lanzar un grito de dolor. El olor a sangre y los ruidos de batalla eran cada vez más fuertes a mí alrededor. Pese al fuerte golpe dentro de mi casco no pude evitar sonreír de forma macabra. Porque pese a ser un marine devastador, no dejaba de ser un Ángel Sangriento. Y los Ángeles Sangrientos se sienten en mitad de un combate aun más cómodos que en sus propias casa.

Así que solté el bolter pesado, pues era de nula utilidad en estos momentos, desenvaine el cuchillo de combate y riendo como un demente le lance una puñalada al Xenos con el que me había tocado bailar esta vez.

Viendo que ya Elyas se disponía a defender al Lord Gobernador continue disparando en automático hacia los horribles alienígenas. No obstante a pesar de los sistemas de puntería integrados en el casco y su entrenamiento, la ráfaga desfiguró grotescamente una de las recargadas estatuas de la sala.

El último perseguidor del Lord-Gobernador es prácticamente erradicado por Elyas con un golpe tan poderoso que atravesó su cuerpo al completo desde el craneo hasta la cadera, dejándo únicamente pequeños trozos humeantes de carne alienigena.

El resto de los xenos continuaban su asalto despiadado contra el resto de los Astartes encontrando sendos huecos en las defensas de Gregor y Skold. Sin embargo dos de los xenos, moviendose con cautela, abandonan el combate cuerpo a cuerpo mientras sisean de forma ominosa.

Tras la embestida Elyas sacudio su puño de combate victorioso mientras trozos de aquel infame xeno caian al suelo sanguinolentos, haciendo un vistazo rapido vio como el lord gobernador huia sin perseguidores a lugar seguro y dos de los xenos intentaban huir del justo castigo del emperador.

Cuando se dispuso a darles caza la adrenalina de su cuerpo bajo y entonces un dolor agudo proveniente del adomen sacudio por un momento al marine espacial, no era una herida suficiente para dejarle fuera de combate, pero era seria. Cuando Elyas fue a pedir ayuda al apotecario vio a sus compañeros todavia enzarzados en combate contra los Xenos, algunos heridos de igual o peor forma que el mismo. Apretando los dientes Elyas volvio a usar su furia y cargo contra otro de los xenos que aun luchaban. Ya perseguirian juntos a los rezagados.

- ¡Por el Emperador!

 Esta vez, quiza por sus heridas, Elyas no consiguio estabilizar los reactores de su mochila y fallo la embestida de su puño contra el xeno, pero ya estaba agrupado con sus compañeros al menos, lo que fuera a pasar lo afrontarian juntos. ¿Donde esta la maldita guardia? Sepregunto Elyas tras finalizar el aterrizaje cerca de sus hermanos de armas.

Skold se enfrento con los dientes apretados a la marabunta de garras que le llovian; los genestealers eran una pesadilla de garras como cuchillas que solo golpeaban una y otra vez contra su armadura alcanzado su cuerpo bajo la ceramita....

Tras ver como ese maldito xenos me esquivaba, creyendo que lo alcanzaba volví a cargar con él con toda mi furia, y la furia del Dios emperador. Pero en el momento en el que iba a lanzar el ataque, vi a Skold siendo atacado por la mala bestia esa y me desconcentré, por lo que erré el golpe. Grité a voz en alto, y sonó como un estruendo en medio del campo de batalla-Gregor, cubre a Skold, Elyas ayúdame con este maldito xenos-Busqué con la vista a Sepheran y vi como él estaba desenvolviéndose bien, por lo tanto no me preocupé mas por él.

Pateando al sucio alien, Skold logro apartarlo de su lado; arrancandose de paso un pedazo de carne que su fisonimia astartes protesto por ver volar por los aires clavado en la punta de la garra del xenos; apoyando una rodilla en tierra, Skold disparo con su pistoila bolter a quemarropa al alien..

A ver si esquivas esto, excremento de Kraken...gruño Skold con la sangre chorreandole por las junturas de la armadura...

La criatura y yo nos retorcíamos en un mortal abrazo intentando arrancarnos la cabeza el uno al otro. El alienígena volvió a arremeter con sus garras, pero esta vez su ataque no fue tan preciso y paso a pocos centímetros de mi coraza pectoral.

¡Maldita escoria Xenos, sufre la ira de un siervo del Emperado! ¡Vuelve al inmundo agujero del que jamás debiste salir! grito lleno de furia mientras vuelvo a descargar el largo cuchillo de combate contra el extraterrestre.