Partida Rol por web

Me quedé un poco sorprendida con aquello de que pudiera haber gente con mutaciones, pues entendía que aquello quería decir que podían hacer cosas...

- El sicópata... - Dije en alto.

Aquello hizo que viera una pequeña y parpadeante luz al final del túnel.

- ¿Y podemos saber quienes son esas personas? Creo que una de ellas tiene el poder de controlar a la gente y está obsesionado conmigo. Me da mucho miedo.

Yo no tenía del todo claro aquello de que el tiempo pusiera todo en su lugar. Estaba confundida y sola, sobretodo esto último y era difícil llevar un peso así sin poder contarle nada a nadie.

Aquello del ahorro de energía y que me dijera que me podía quedar me resultó un poco frío, pero a fin de cuentas, estaba hablando con una máquina ¿no?

- Vale. Además, tengo que ir a trabajar antes de que a alguien se le reviente una vena o algo así...

- ¿Perdón?. Preguntó sin entender bien aquella palabra que no era otra que la afirmación que el psicópata era uno de esos mutantes.

- Se puede realizar una búsqueda detallada, y se podría saber quienes son esas tres personas que poseen habilidades desarrolladas a partir de la radiación de nuestro mundo. La persona que te esta molestando podría ser una de ellas, si.

Mientras hablaba los monitores fueron cargando datos y mapeando por satélite las calles y barrios de la ciudad. Antes de esfumarse por aquello del ahorro de energía añadió.

- Te enviaré a tu cellular datos de esas tres personas en cuanto el análisis finalice. Que tengas un buen dia Jude. Esbozó una tierna sonrisa antes de que el holograma se esfumara.

- ¡Tia, llegas a tiempo pero toca correr!. Ten, mirate el dossier que exponer en treinta minutos en la sala de actos. Los japos estan llegando, en la planta baja, en cafetería. Yo te echaré una mano con el proyector y los planos. ¡Ahora nos vemos!. Arthur era una loca nerviosa, un saco de nervios que se fue corriendo con su carpesano A3 entre sus brazos.

Ya cuando terminabas de memorizar sonó tu teléfono. Era un mensaje con carga de datos.

Proceso finalizado de búsqueda, Jude, tres sujetos:

Henry Guillian, 26 años, tiene antecedentes penales por robos menores. Actualmente trabaja en un gimnasio y vive en piso sobre el mismo.

Allison Mcdowell.

Estudiante, 16 años. Vive con sus padres en una casita de Lord Avenue. Tiene una nota policial en la que se la arrestó por escapar de su casa con quince años. 

Jason Dafou.

29 años, trabaja en el negocio familiar de sus padres, un matadero a las afueras que provee a muchas de las carnicerias de la ciudad. Vive en una casa  de Guixot, una exclusiva urbanización.

Mi compañero estaba estresado de la vida cuando llegué a la oficina y yo, con uno de los peores días de mi vida a cuestas.

- Sólo quiero una bañera llena de agua caliente y meterme dentro hasta que se enfríe. - Incluso en la mierda de piso en la que vivía aquello me parecía apetecible hoy. De todas maneras, estaba claro que aquel día aún no se había quedado y seguro que se me hacía muy muy largo.

Negué con la cabeza mirando todos aquellos papeles.

- No tengo muy claro si me pagan lo suficiente para estas cosas - dije muy en serio - porque deduzco que si sale mal a la que van a colgar es a mí ¿no? - Resoplé llegando a mi mesa y sentándome para poder leer aquello.

Eché un pequeño vistazo a lo que me llegaba al móvil, pero en aquel momento no podía atender a todo. Si alguien de mi planeta había tenido ese poder en algún momento, yo no lo había heredado.

- Necesito unas vacaciones. - Y eso que acababa de empezar como quien decía en aquel trabajo.

Pensándolo bien, al final iba a tener que coger una baja por depresión.

Tratando de dejar mi mente en blanco, o todo lo que podía a estas alturas, traté de revisar la documentación, para poder darles la "chapa" que querían escuchar.

A pesar del mal día, de los agobios y con todo cuanto pasaba por su cabeza, aquella tarde Jude brilló con luz propia en su exposición y los clientes quedaron entusiasmados. Su jefe prácticamente babeaba como un pelota viendo como esa firma estaba ya asegurada, lo que supondría una buena suma para la empresa. Con unos golpecitos en el hombro, unas risas y agradecimiento la felicitó en el privado de su despacho. - Sabía que podía confiar en ti, buen trabajo. A fin de mes hablaremos de las comisiones por objetivos, seguro que llegaremos que te gustará.

Ya era por la tarde, habiendo salido del trabajo que Arthur se había ofrecido a acercarte en su pequeño escarabajo rojo, cuando detenidos en uno de los semáforos Jude se fijó en un detalle.

El gimnasio al otro lado de la avenida era una de las direcciones que le había facilitado Madre. La dirección de uno de los individuos "especiales" que podrían ser sospechosos de estar detrás de los mensajes psicópatas que la estaban agobiando.

Revisando su móvil apareció de nuevo la información:

Henry Guillian, 26 años, tiene antecedentes penales por robos menores. Actualmente trabaja en un gimnasio y vive en piso sobre el mismo.