Antes de salir de la escuela, tú y Hank activasteis vuestros proyectores holográficos. Hank tiene el aspecto de antes de transformarse en su forma más peluda, con un traje sencillo y corbata. Tú puedes elegir sin problemas el aspecto que más prefieras. Pasáis sin problemas los controles del aeropuerto y os despedís de los demás antes de embarcar en vuestro avión.
El vuelo dura un par de horas y durante el trayecto Hank y tú leéis con calma la carpeta que Charles os ha pasado. Hay algo de información sobre la madre de la chica, Gail Collins. Al parecer ella contactó con el profesor para matricular a su hija cuando sus poderes se manifestaron este verano. -Mmmm...según esto, parece que ha habido un incidente con los poderes de Laurie hace un par de días en su instituto...es probable que su madre haya decidido que no vaya a clases para evitarle problemas a su hija...-comenta pensativo Hank. Por suerte estaba la dirección de la casa de Laurie en la carpeta.
Tras aterrizar, Hank te propone de alquilar un coche.
-De acuerdo, sólo espero que no llamemos demasiado la atención cuando lleguemos al instituto-dije a Bestia, pues por una parte era rápido ir en coche, pero por otra los estudiantes al llegar nosotros en coche, quizá despertara su curiosidad y nuestra llegada no pasara idadvertida.
Con aquel proyector holográfico tenia la apariencia de un joven de unos 25 años con una gorra roja de baseball y ropas de color rojo.
Hank se pone a conducir y en unos minutos conduciendo acabáis llegando a un barrio residencial. -La dirección de las Collins al parecer es esta-dice señalando a una de las casa mientras él aparca.
Bajáis del coche y os vais dirigiendo hacia la puerta. Hank pulsa con educación el timbre y esperáis con paciencia. Al poco oís pasos al otro lado pero nadie abre la puerta. -¿Si? ¿Quién es?-pregunta la voz de una mujer algo nerviosa y asustada.
-Buenas tardes, soy el doctor Hank McCoy y este es mi amigo Kurt Wagner. Somos de la escuela de Charles Xavier para Jóvenes Talentos. Usted contactó con el profesor sobre su hija Laurie, ¿cierto?-explica Hank con una encantadora sonrisa en la cara y con calma.
Esperé a que aquella mujer abriese la puerta, mientras Bestia explicaba amablemente lo que estabamos haciendo alli y a que habíamos venido, pues según decía Hank su madre que seguramente sería la mujer que había tras la puerta , contacto con Charles Xaviers sobre Laurie, ahora necesitabamos saber donde estaba su hija.
Podéis oír como al otro lado de la puerta el sonido de muchos cerrojos quitándose y al poco se abre la puerta. En frente vuestra veis a una mujer rubia de mediana edad y con gafas un poco nerviosa. -Gracias a dios que habéis llegado. Pensé que sería la policía buscando a mi hija tras lo que pasó en su colegio. Por favor pasen-os responde aliviada mientras os invita a pasar.
Una vez entráis ella cierra la puerta. -¿Puedo serviros algo de beber? Imagino que estaréis agotados tras un largo viaje-ofrece Gail Collins una pequeña y amable sonrisa en el rostro.
-No se preocupe señora Collins-dije con una sonrisa tomando asiento-diganos exactamente que sucedió ese día cuando despertó el poder de su hija-dije mientras la miraba a los ojos-cualquier detalle puede resultarnos muy útil, ¿ésta su hija aqui ahora mismo?.
Tal vez si hablabamos con su hija ella pudiera contarnos mejor lo que le sucedio, aunque cabía la posibilidad de que su hija no estuviera alli aun.
El interior de la casa es muy sencilla y cálido, se nota que hay amor entre esas cuatro paredes. Hay muchas fotos de madre e hija juntas, no parece haber ningún rastro del padre de la joven en ellas. -Bueno...el profesor les explicó cuales son los poderes de mi hija, ella es capaz de manipular las emociones de los demás mediante las feromonas... aunque sólo es capaz de transmitir como se siente. Ese día hacía mucho viento, lo cual hace que sus feromonas sean dirigidas con más rapidez y acabó asustándose lo cual hizo que todos en el instituto entrasen en pánico instantáneo y huyesen despavoridos del centro...-explica Gail mientras os cuenta sobre el incidente en el instituto.
-Espero que puedan ayudar a mi hija...ella es una buena chica y me gustaría que pudiese aprender a controlar sus poderes para que no tenga que depender de ellos a la hora de interactuar con otros. Que ella no sienta que está manipulando a la gente con sus poderes...ese es su mayor miedo desde que estos se manifestaron el verano pasado-explica la mujer con sinceridad.
-Su hija tiene en verdad un poder muy interesante...¿cómo supo exactamente cual es la naturaleza de su don, señora Collins?-pregunta Hank.
Gail se pone un poco incómoda con la pregunta y finalmente suspira. -No es algo de lo que me guste hablar...pero es justo que lo sepan. Laurie...heredó los mismo poderes que su padre...él usó sus poderes para hacer que me enamorase de él y forzarme en una relación amorosa...cuando me quedé embarazada desarrollé inmunidad a las feromonas y le abandoné sin que supiese nada del bebé...-os cuenta Gail, una expresión de dolor en su rostro.
A Hank se le llena el rostro de culpabilidad por preguntar. -Dios mío...lamento mucho lo que le ha pasado y por preguntar...-se disculpa tu amigo.
-No tranquilo, usted no tiene la culpa-le asegura la mujer. -Si, Laurie está aquí, desde lo que pasó en su instituto no ha querido salir de casa-dice mientras os guía al patio trasero de la casa.
Sentada en un banco veis a una joven de unos 15 años sentada en un banco de la terraza con mucha tristeza en el rostro. Parece que ha estado llorando antes. -Laurie, cielo. Me gustaría presentarte al señor Wagner y al señor McCoy. Vienen de esa escuela en Nueva York de la que te hablé-dice Gail con una sonrisa maternal.
-Hola Laurie-dije amablamente con una sonrisa, -hemos estado hablando con tu madre sobre ti-me acerqué a ella-no debes tener miedo de tus poderes, aunque sea normal que al principio te sientas aterrada porque no sabes que te sucede, tu don es extraordinario y nos gustaría llevarte con nuestros mentor Charles Xaviers-miré a Bestia fugazmente-no podemos obligarte si tu no quieres venir, pero debes asumir que no eres una persona normal posees un talento extraordinario muy lejos de cualquier persona corriente,¿querras venir con nosotros?.
-Hola...-dice la chica con timidez. La joven te escucha hablar y aparta la mirada. -Yo...no sé si esto es un don...cuando me altero...les pasan cosas malas a los demás...-responde con mucho dolor y tristeza en su voz.
-Laurie, sé que ahora estás asustada, pero podemos ayudarte-dice Hank con una afable sonrisa. -Y queremos hacerlo, no queremos que estés sola. Además en la escuela habrá otros jóvenes como tú y estoy completamente de que harás muchos amigos allí. ¿No te gustaría eso?-
-Claro que me gustaría-responde dolida Laurie. -Pero no sería real...mis feromonas les forzarían a que yo les cayese bien y cuando se diesen cuenta se enfadarían, yo me asustaría y entonces mis poderes haría que se asustasen y todo empeoraría-empieza a contar la joven casi al borde de las lagrimas.
En ese momento puedes notar un olor y una inmensa tristeza te invade. Hank ha empezado a llorar, parece que esos son los poderes de Laurie que estaban manifestando sus emociones actuales.
Tira 2d6 dificultad 8 para resistir las ganas de llorar.
Comienzo a llorar pues siento su terrible tristeza, su poder de feromonas comienza a afectarme-no te preocpes-digo entre sollozos-sabemos como te sientes pero eso es porque aun no controlas tu poder-dije intentando contener las lágrimas en vano-no vas a estar sola y cuando controles mejor tu poder éste no tendría porque activarse de forma descontrolada, no dejes que tu poder te controle Lauri tu puedes controlarlo, por eso queremos que vengas con nosotros, para aprender ese tipo de control.
Motivo: Resistir poder
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 4 (Fracaso) [1, 3]
Tú y Hank os ponéis a llorar un buen rato, afectados por el poder de Laurie. A Hank prácticamente le cuesta hablar entre lágrimas.
Su madre parece no estar afectada, ya que como os contó antes, ella desarrolló inmunidad durante el embarazo. -Laurie, sé que tienes miedo, pero ellos tienen razón, no puedes vivir con miedo de que tus poderes controlen tu vida, eres una gran chica y esta es tu oportunidad de poder vivir feliz y sin miedo. Por favor-le pide su madre con ternura mientras se acerca a su hija.
-Yo...yo...-dice la joven algo insegura todavía. -E-está bien... lo intentaré...-responde la joven. Podéis ver como ella intenta calmarse y al poco notáis como el aroma que tan tristes os puso empieza a desvanecerse y la tristeza os abandona. -Yo...lo siento mucho...-se disculpa Laurie mientras os ofrece pañuelos. -Como he dicho antes...cuando me altero les pasan cosas malas a los demás...-
Hank algo más calmado acepta el pañuelo y le ofrece una pequeña sonrisa. -No te preocupes Laurie, sabemos que ha sido sin mala intención, pero por eso estaremos aquí para ayudarte-le responde el científico tras secarse las lágrimas y sonarse un poco la nariz.-¿Verdad Kurt?-
-Asi es, te ayudaremos Lauri-digo ofreciendo mi mano a la joven y sonriendo una vez me he enjugado las lágrimas.-ahora ven con nosotros y muy pronto sabrás como poder controlar tu poder, ya verás. -dije amablemente.
Podéis ver la duda en el rostro de Laurie, todavía siente algo de temor por sus poderes. Mira a su madre buscando algo de apoyo y ella le sonríe y asiente. Laurie finalmente respira hondo y coge tu mano. -Si...lo intentaré...-responde la chica. Aunque retira la mano rápidamente algo sorprendida al notar el tacto de tu mano peluda. El proyector holográfico podía engañar al sentido de la vista...pero no el del tacto.
Hank se da cuenta y se ríe un poco. -Tranquila Laurie, este no es nuestro aspecto original, ya que usamos unos proyectores para ocultar nuestro verdadero aspecto. Así podemos pasar algo más desapercibidos. Ya que vas a estudiar en nuestra escuela, creo que es hora de que veas como somos en realidad-explica el científico mientras desactiva su proyector holográfico, mostrando su auténtico y peludo aspecto.
Madre e hija se sorprenden al verlo, pero no parecen asustadas.
-Creo que es justo-digo mientras desactivo mi holoproyector dejando ver mi aspecto auténtico.
Laurie observa vuestras verdaderas formas durante un par de segundos en silencio. -Es...es realmente increíble...-dice la chica completamente asombrada.
Hank sonríe y se ríe un poco. -Me alegra oírlo. No mucha gente reacciona tan bien como tú cuando nos ven por primera vez...pero eso indica que vas a encajar de maravilla en la escuela-responde el científico con sinceridad.
-Me alegra oír eso-dice Gail con sinceridad. Ella parece seguir algo sorprendida pero no ha reaccionado de mala manera ante vuestra verdadera forma.
-Mmmm...-empieza diciendo Laurie con algo de timidez. -¿Os molesta si...?-pregunta con timidez.
Hank se da cuenta de lo que quiere preguntar y se ríe negando con la cabeza. -Para nada-responde mientras extiende su brazo en dirección a la chica para que pueda tocar la mano de Hank.
La joven con algo de timidez extiende su mano y empieza a acariciar la mano de tu amigo con algo de curiosidad. -Vaya, es muy suave...-oyes decir a la chica sorprendida.
Hank se ríe con suavidad. -Gracias por el cumplido Laurie-
-Si quieres saber mi poder podemos probarlo, aunque la primera vez podrías marearte Lauri, verás yo puedo teleportarme, y podemos llegar con rapidez a la Escuela ese es mi don, ¿querrías probarlo?, no voy a obligarte a hacer nada que no quieras si mi poder te resulta aterrador no lo usaré-dije amablemente,-solo pensé que sería justo que descubrieras mi don ya que nosotros sabemos el tuyo-dije cogiendo sus manos y mirándola a los ojos.
-Bueno será mejor que si eso volvamos con un avión. Aunque puedas teleportarte a grandes distancias, estamos bastante lejos de Nueva York y llevando a varios pasajeros te sería realmente agotador-aconseja Hank.
-No, tu poder no parece nada aterrador la verdad-te dice la joven con sinceridad y una tímida sonrisa.
-Bueno Laurie, ¿que tal si vamos a preparar tus maletas?-sugiere su madre poniendo una mano sobre el hombro de su hija. Laurie asiente y se levanta de su asiento. -Bajaré enseguida, si queréis algo de beber os lo traigo-ofrece la señora Collins.
-Yo agradecería una taza de té si no es mucha molestia-dice Hank con un leve asentimiento con la cabeza. Gail asiente y madre e hija vuelven dentro de la casa.
Una vez os quedáis los dos solos Hank suelta un pequeño suspiro. -Barras y estrellas, nunca pensé que Laurie tendría un poder tan poderoso. No había llorado así en años-comenta Hank sorprendido.
-Tomemos pues el avión compañero-digo con una sonrisa, -y aunque el poder de Laurie sea poderoso, seguro que Xaviers sabe manejarlo, y nosotros siempre estaremos ahi por si necesita ella necesita apoyo,-expliqué para restarle importancia a aquel incidente que nos pasó con Laurie a Hank y a mi.
-Si, tienes razón amigo mío-asiente Hank. -Espero que podamos ayudarla a superar el miedo a sus poderes...pero sospecho que la historia de su padre puede ser una de las razones de que Laurie tema aprender a controlar sus poderes-comenta algo preocupado.
Tras un rato Laurie y su madre bajan las escaleras, con un par de maletas preparadas. -Escríbeme cuando llegues, ¿de acuerdo?-le pide su madre a su hija dándole un abrazo afectuoso.
-Si mamá, lo haré-promete la joven.
-Bien, si ya está todo listo, entonces podemos partir a Nueva York-dice Hank con una sonrisa mientras se acerca a madre e hija. Con una reverencia algo teatral coge una de las maletas. -Señoritas-
Gail quita las cerraduras de la puerta y la abre. -Sé que todo te irá bien hija, iré a verte tan pronto como sea posible-dice a modo de despedida.
Laurie respira hondo, por unos segundos parece que duda de si salir por la puerta, pero finalmente coge coraje y sale con vosotros por la puerta principal cargando con la otra maleta. La acompañáis al coche y partís al aeropuerto.
Un post más tuyo y ya te paso de vuelta a Nueva York ^^
De camino al aeropuerto, traté de mostrarme amable con Laurie-seguro que te gustará conocer al Profesor Xavier, es muy inteligente y siempre ha ayudado mucho a los mutantes, quizá aun tengas algunas dudas sobre que es lo que puedes encontrar alli, y como podrás adaptarte, pero no debes preocuparte por eso, al profesor no le importó mi siniestro aspecto-dije con una sonrisa -y veo que tampoco tu has mostrado temor al conocernos a mi compañero Hank y a mi, asi que tienes tus primeros amigos aqui mismo,-dije sonriendo sinceramente- mientras el coche continuaba su camino al aeropuerto.