Partida Rol por web

Despues entregar nuestra encomienda y descansar un rato en el bar estaba claro de que nuestro proximo destino seria el Silo misterioso, pero necesatariamos estar preparadas. Eve y yo habiamos discutido como gastar el dinero y al final era mejor usarlo en municiones y stims que nos salvaran el pellejo. Como aun teniamos algo de ambos era mejor conseguir quien le diera mantenimiento a nuestras armas. 

Deje encargada a Eve para preparar la carreta. Iriamos al Silo y lo saqueariamos. Necesitabamos a los animales y todo nuestro equipo. Mientras ella se ocupaba fui con Luz a encontrar a un herrero o reparador para que limpiara engrasara y en general revisara nuestras armas. 

Podriamos haber hablado con Randy pero con lo loco que estaba crei que podriamos encontrar a alguien mejor. 

La preparación del viaje incluye reparar las armas, con el fin de ahorrar chapas pagáis al armero con algunas de las pistolas de 10mm que se empiezan a acumular en vuestro carro.
Al día siguiente, ya con las armas en buen estado y cargados de comida para varios días, abandonáis los alrededores de Topeka para atravesar el yermo en dirección este/sureste durante casi dos días.

Lo bueno de viajar por mitad de ninguna parte es que no hay enemigos acechando más allá de algunos animales, lo malo es lo aburrido que resulta ver una y otra vez el vacío yermo durante kilómetros.

Finalmente os acercáis a la zona marcada en el mapa, durante el trayecto habéis llegado a la conclusión de que el dibujo triangula, nunca mejor dicho, la posición de lo que sea que hay escondido allí. Un vértice es una gasolinera, otro un silo, seguramente de grano, y el tercer vértice puede ser el propio asentamiento de Smallville, aunque es preferible no llegar hasta allí para comprobarlo.

Durante horas dais vueltas hasta que por fin veis una pequeña casa en mitad de la nada.
Ni siquiera queda una carretera que seguir pese a que aún permanecen en píe los surtidores en mucho mejor estado que la cabaña.
La casa está quemada, presenta agujeros de bala por fuera y la puerta ha sido arrancada. Fue hace mucho tiempo, pero tuvo que ser una lucha breve y salvaje.

Pese a ser de día el interior está tan sumamente oscuro que no veis nada, a simple vista no parece que haya nadie viviendo allí aunque peores moradas habéis visto.

Despues de dos dias de cantos alegres y juegos de camino aunque mas que todo para verle la cara amarrada a Eve quien parecia de pocos amigos, fue todo una alegria cuando encontramos la casa central.

La inspeccion inicial no parecia prometedora pero ya sabiamo que nada es lo que parece. 

- Vamos Luz! Revisemos la casa, chicas cubranos afuera por si acaso.

Y era la misma estrategia anterior. Eve cubriria el perimetro con Red y ahora confiaba un poco mas en Luz, aunque aun se alejaba de ser una bella amistad compartir con el en el viaje habia sido ameno y alegre. Mas que Eve al menos.

Saque la escopeta y espere por el para entrar juntos, no me preocupe mucho por el sigilo, si no mas bien por si habian trampas. 

- Ten cuidado Luz. Crees que haya un sotano?

La verdad es que técnicamente no había pagado mi deuda. Es mas no nos habíamos cepillado a los negreros que me capturaron por que nos faltaba potencia de fuego.

Pero bien podía irme ya. Dejar a las chicas y seguir a mi rollo vagabundeando por el Yermo.

No era una idea desagradable. Lo que estaba claro es que no valia para vivir en un mismo sitio.

Con mis habilidades podría encontrar fácilmente trabajo como musculo de protección pero sinceramente no iba conmigo.

Pero el ir con estas chicas era mas entretenido que ir solo. Por eso los dos días de preparativos estuve un poco mas callado y taciturno pensando en si me quedaba o me marchaba.

Aunque por ahora seguiría con ellas.

Nos pusimos en camino con armas y provisiones.

Entremos. Le respondi a la morena mientras preparaba el arma.

Vuestros ojos tardan unos segundos en adaptarse a la oscuridad, cuando lo hacen observáis que el interior de la pequeña casa no dista mucho de su deterioro exterior. También hay signos de lucha dentro, parece que hace mucho hubo un tiroteo a juzgar por los agujeros en las paredes y el techo.
No hay muebles, sobreviven algunos cuadros y carteles pero el suelo está despejado a propósito.

Casi todo el suelo está cubierto con una enorme tela, al principio no distinguís el dibujo, se trata de una enorme E rodeada de doce estrellas. No tardáis en descubrir que no se trata de una alfombra, es una bandera y se ha puesto después de la batalla.
Antes de que podáis tener la idea de levantar la bandera para comprobar si oculta algo el suelo se mueve, en un rápido y violento giro el piso se inclina y caéis rodando a un nivel inferior.

Sienna aterriza sobre Luz, Luz aterriza sobre el suelo. Un ruido mecánico suena mientras la trampa vuelve a colocarse en su posición original, cerrándose sobre vosotros y formando el techo a unos tres metros de altura.
Hay un foco poco potente que ilumina vuestra nueva ubicación, se trata de un sótano excavado en el suelo. Las paredes están cubiertas con tablones pero se ve la tierra entre ellos, no parece ser tan antiguo como para pertenecer al viejo mundo.

Bajo el foco hay un túnel con un leve descenso y un giro al final, el cable que alimenta el foco avanza por el túnel colgando del techo cada pocos metros.
Ni rastro de habitantes por el momento en esta improvisada cueva bajo una gasolinera en mitad de la nada.

La caída había sido una verdadera sorpresa y por eso no pude evitar dar un grito mientras descendía en el aire.

Al llegar al suelo me había sorprendido por lo suave que había sido y hasta me dio algo de gracias. Habia caído sobre Luz.

- Lo siento, lo siento, dije levantándome.

Era una trampa. Una maldita trampa.

Con determinación saque la escopeta esperando cualquier cosa aunque nada paso salvo Luz quejándose del golpe.

- Vamos, que no soy tan pesada. Creo que mejor seguimos ese cable, tenemos que encontrar una salida.

Con cuidado segui el cable de la luz esperan que Luz me siguiera y rezando para no encontrar un Yag Guai o algo peor.

El cable continúa por una estrecha gruta en ligera pendiente, cuanto más avanzáis más os alejáis de la superficie.
Tras varios metros la galería gira noventa grados a la derecha, os asomáis con cautela para encontrar una sala circular también excavada en la tierra y gobernada por una torreta automática justo en el centro.
Después del susto inicial y tras un par de vistazos más deducís que la torreta no está operativa. Pese a estar también conectado mediante un cable su cañón, y su visor, están mirando hacia el suelo en clara señal de apagado.

Detrás de la torreta hay una puerta metálica bastante gruesa, al igual que ocurre con el centinela la puerta no está cumpliendo su función de seguridad y está entreabierta. El panel de desbloqueo que sirve de cerradura está apagado en otro síntoma de mal funcionamiento.

Sin otra salida que encontrar optáis por entrar en la puerta, pese a que la situación parece favorable corréis por si la torreta se activa o la puerta se cierra  y todo es otra trampa.
Para vuestra sorpresa nada de eso ocurre, cruzáis la puerta sin contratiempos para entrar en una nueva zona. Las paredes están cubiertas de madera simulando una casa, el suelo está enmoquetado y os llega un peculiar olor a comida recién cocinada.

Avanzáis unos metros para encontrar una pared entera repleta de pantallas. Aunque algunas solo muestran interferencias en la mayoría se pueden ver imágenes de distintos lugares del yermo.
Sitios importantes, campamentos, ciudades, puentes o monumentos son algunas de los objetivos de las cámaras que han grabado, o están emitiendo en directo, dichas imágenes.

Frente a las pantallas hay un escritorio con una desgastada silla de cuero y varias carpetas hinchadas de páginas.

Al fondo hay tres puertas, una está abierta mostrando un aseo bastante bien cuidado y limpio para el lugar en el que se encuentra. Otra puerta está cerrada y la de la izquierda permanece ligeramente abierta. De ésta última sale luz y algo de humo, pero lo que más llama vuestra atención es el ruido de alguien silbando mezclado con el crepitar de algo friendose.
Os asomáis sin acercaros para confirmar que se trata de un hombre, de espaldas a vosotras, luchando para que no se pegue en una sartén lo que sea que está cocinando.
Aunque no véis la cocina entera no parece lo suficientemente grande como para que haya más gente allí.

Agradecia para mis adentros estar con Luz en estos recovequos que se me hacian mas siniestros cada vez. Asi que juntos avanzamos por los pasillo cubriendonos en cada esquina sin problemas. Asi hasta llegar al cuarto de vigilancia. Con asombro vi las imagenes sin reconecer realmente lugar alguno pero ambos estabamos claros de una cosa. 

El lugar no estaba solo o vacio. 

Siguien el olor de la comida y divisando al hombre le hice señas a Luz que se escondiera y me cubriera sin que le vieran para poder abordar al hombre.

Una vez en posicion entre de frente hacia el apuntandole. 

- Deberias usar grasa de Brahmin, hace que la comida no se pegue....

Mi escopeta le apuntaba esperando cualquier movimiento brusco.

- Eh, eh eh.. sin movientos rapidos, cuentame estas solo aqui? Hay alguien mas? Y no me mientas?

Solo faltaba ver si iba a colaborar o tendriamos que someterle. Lentamente me fui acercando para poder interrogarle con calma sin dejar de apuntarle.

Efectivamente la cocina es pequeña, al igual que el resto de la casa subterránea todo parece estar diseñado para una sola persona y el lugar más grande, o menos pequeño, es la sala de monitores que parece tratarse del área de trabajo.

Al oír la voz de Sienna el hombre suelta la espátula y ésta acaba en el suelo. En el sobresalto se gira e inmediatamente levanta las manos, su mirada asustada alterna entre el cañón del arma que le apunta y las salchichas friéndose que amenazan con quemarse.

- ¿En serio? ¿En serio? ¿Dejo cinco minutos desconectados los sistemas de seguridad y entra alguien? ¿De verdad?

Da un paso atrás para evitar ser salpicado por el aceite caliente aunque la cocina no es tan grande como para escapar de su alcance.

- No, no hay nadie más aquí. Estoy solo. Y no hay nada que robar, aunque si bajas el arma todavía estamos a tiempo de comer. Después, si quieres, te enseñaré todo para que veas que no miento.

Más que asustado parece enfadado con la situación, tras el susto inicial su preocupación se centra más en la comida que está a punto de echarse a perder que en la mujer que lo puede matar de un disparo.

- Vale, creo que puedes comer y despues me lo enseñas pero ten cuidado que no estoy para juegos, estoy en una mision muy importante y necesito ver el lugar asi que si lo conoces bien me puedes servir de guia!

Mientras hablaba y le dejaba comer le hice señas a Luz para que revisara lo que parecia el baño y alrededor para estar seguro de que estabamos solos, y yo me quedaria con el para asegurarme que no tomara un arma o activara algun robot y otra cosa extraña.

- Se puede saber mientras comes que haces aqui? Vives aqui?

Luz revisa las habitaciones sin explorar para descubrir que no hay nadie más en el pequeño búnker, parece que el hombre dice la verdad.

Ajeno a la presencia de Luz vuestro forzado anfitrión divide su comida en dos platos y sirve uno a Sienna. Las salchichas emiten un olor al que es difícil resistirse, su sabor es mucho mejor que cualquier cosa que se pueda encontrar en el yermo aunque está claro que su origen no debe distar mucho.

- Esto es un puesto de observación y control. Ya no hay satélites ni aviones de reconocimiento, así que no se sabe lo que ocurre en la mayor parte del mundo. Algunos de estos lugares sobrevivieron a la guerra y todavía están operativos, así que dejan aquí a una persona vigilando cualquier movimiento extraño en el yermo y cada semana entrega un informe. ¿Estoy a salvo aquí abajo? Pese a lo que parezca ahora, sí. ¿Es el trabajo más aburrido del mundo? También.

El tour para mostrar el búnker se realiza sin moverse de la sala principal, apenas señala cada habitación. El aseo, la cocina y un dormitorio. Todo muy básico, hecho efectivamente para una sola persona, sin decoraciones ni lujos.

- Creí haber desactivado la trampa, pero estas cosas fallan mucho, tienen doscientos años. Como ves no hay nada de valor, al menos has comido gratis.

Un poco desanimada por nuestro interlocutor no podia pensar que me estuviese mintiendo pero haber llegado hasta aqui por nada era frustrante.

- Oye y habra algun pasaje o tunel, no es la primera vez que he visto instalaciones asi conectadas con otras bajo tierra, tal vez no hallas explorado todo lo que habia. Podriamos revisar mi amigo y yo?

No quedama mucho mas por hacer ya que hasta lo que podia ver en las pantallas, no habia mucho mas que explorar. Y faltaba por supuesto la manera de salir de alli que no fuese por una caida como la que me habia dado.

- Gracias por la comida. Tendra un mapa de los alrededores para saber si hay algo mas cercano?

De momento solo quedaba esperar las indicaciones del curioso hombrecillo. No parecia ser una amenaza para ninguno de nosotros.