Partida Rol por web

La realidad me golpea más fuerte que un bate de críquet, Karina ha muerto y por lo que parece no es la única ya que el resto de policías y soldados que acudieron a la pirámide ante la llamada de auxilio de Hakim también deben haber muerto. Este se da la vuelta y dispara contra el techo de pasillo mientras yo me retiro del pedal que inmoviliza las trampas, no creo que estas sean muy efectivas contra una masa sintiente de escorpiones pero es la hora de salir de aquí, espero que la gente del campamento esté a salvo de los escorpiones.

Me doy la vuelta y me dirijo hacia los tótems, andando torpemente al principio pero acelerando el paso poco a poco para acabar corriendo en dirección al tótem que me espera.

- ¡Vamos, rápido! - Grito a través del pañuelo que tapa mi boca y mi nariz. - ¡Hay que salir de aquí! - Después mi voz se convierte en un susurro - Ya lloraremos a los muertos más adelante...

Hakim intenta ganar un poco más de tiempo y dispara para ver si ceden nuevas partes  del tobogán, además el ruido del disparo retumba en el lugar y retiene tres segundos la invasión de estos insectos.

Pero el avance es por los dos frentes tanto por el pasillo en el que Samuel suelta el pedal, como por la parte de arriba que al no tener partes del tobogán se lanzan hacía al vacio, haciendo una especie de lluvia artificial de insectos.

Una sombra emulando a una mancha oscura dentro de la oscuridad intenta agarrar a los psj mientras estos intentar llegar a las esferas y activarlas.

(Se necesita más de un dos para llegar antes que los insectos y entrar en estas esferas

si se saca un dos justo quiere decir que en la lluvia de insectos alguno os ha caído encima.

Si se saca 1 o menos os pican y comen, podeís narrar según el resultado lo que pasa con el pj, recordar los PD pueden invocar aspectos que os ayuden)

Los insectos ya están aquí y la situación es cada vez más comprometida. Me lanzo sin pensar mucho sobre la esfera del tótem número tres para poder salir de aquí sin dejar de lamentarme por toda la información que no voy a poder estudiar, triste por los maravillosos cuadros que se van a perder si la pirámide se derrumba...

ok, llegas con algún picotazo que te hace marcar la segunda casilla de estrés.

(recordar que también se puede gastar un PD para repetir la tirada si esta sale muy mala.)

Mientras corro hacia la esfera del tótem número 3 tropiezo con una de las rocas que se han caído por culpa de la explosión y que siembran el suelo de la cámara, haciendo que trastabille y que algunos de los extraños escorpiones me alcancen. 

Afortunadamente son pocos y están dispersos gracias a las rocas que les han impedido entrar como una masa coherente.

Cuando llego a la esfera, sacudiéndome los escorpiones de encima, me subo a ella y agarrando la llave-amuleto que ya está metida en la cerradura me preparo para girarla mientras miro una vez más a mi alrededor lamentando toda la información que no voy a poder documentar. Finalmente miro a Hakim y asiento con la cabeza antes de girar la llave.

Samuel Entra en la tercera esfera se quita los insectos de encima y antes de cerrar mira todo aquello. Hay tanto por estudiar y apuntar, cierra la puerta y se da cuenta que es muy pequeño el lugar, espacio circular lleno de adornos que te hacen tomar una postura extraña.

¿Hakim llegara a tiempo a la otra esfera?

¿los escarabajos vitales para poder marchar, saldrán de su escondite?

¿que pasaría si por culpa de los escorpiones, no salieran los escarabajos ?

¿ y si se activara tú esfera, tal vez Hakim no logré entrar a tiempo a la suya y se vea afectado por la radiación verde ?

Hay tantas preguntas sin respuestas.

Si decides continuar, solo tienes que darle al amuleto llave de (bajar). Y esperar que sucede.

Desde dentro no escuchas nada del avance de los insectos escorpiones.

El interior de la esfera huele a seco incienso y un paisaje exterior.

Sin perder un segundo, me lanzo a la carrera en dirección a los ascensores. Recuerdo como, horas antes, el resto del grupo de rescate lograron activar aquellos trastos para descender y, teniendo en cuenta la situación, comprendo que es nuestra única oportunidad para sobrevivir.

Aunque corra como jamás antes lo hubiera hecho, no pierdo de vista el entorno cubierto de cascotes desprendidos por la explosión y los bichos que cada vez están más y más cerca. Salto, bordeo, esquivo... Pierdo valiosas décimas de segundo por querer no tropezar con ninguno de los innumerables montones de escombros que hay en la estancia y evitar ser pasto de esos repulsivos insectos. No obstante, tanta maniobra de evasión casi consigue precisamente eso: que acabe siendo alcanzando por la muerte que me pisa los talones.

Al fin, alcanzo la esfera y me meto dentro junto a la llave-amuleto que Samuel ya había colocado en su sitio, cuando varios de esos insectos se estampan contra la puerta de la esfera y, con el empuje, consiguen cerrarla herméticamente. El corazón me va a mil, sin poder llegar a creerme que quizás al fin ya estoy a salvo.

Miro a mi alrededor y consigo distinguir en el interior de otra de las esferas los gestos de Samuel. Una masa casi opaca de aguijones, pinzas y alas correosas cubre por completo la superficie de la compuerta, pero soy capaz de distinguir como la cabeza del inglés asiente. Sí, aunque parezca mentira, lo hemos conseguido. Seguimos vivos.

Ambos accionamos nuestras llaves y nos preparamos para escapar de este infierno, sin saber qué nos espera más abajo.

Se escucha un zumbido al girar la llave.

Los segundos parecen minutos y los minutos horas.

El Zumbido continua un rato más, no se puede ver lo que sucede afuera, solo intentar adivinarlo.

Cientos de patitas y aguijones pican contra el metal de la aislada esfera, pero no os pueden detectar ya que la esfera es totalmente hermética, pasan los minutos y cada vez se escucha menos actividad fuera.

Cuando parece que falta el Oxigeno y os cuesta respirar por el tiempo colocados en esa posición, el interior de la esfera se ilumina, se escucha cientos y cientos de insectos chocando contra la esfera como si lloviese contra un tejado fuertemente; la luz es más y más fuerte en el exterior no así en el interior que se mantiene,( es lo mismo que sucedió la primera vez que se vio funcionar una de estas esferas).

Todo lo que esta en el exterior quedará aturdido, y cientos de escarabajos morirán, el interior es tranquilo y la iluminación de las distintas formas y jeroglíficos entretenida.

Se nota una sacudida, las esferas se sueltan y se baja a gran velocidad los 20 metros de caída son intensos, vuestro estomago acusa el vértigo y una sensación de adrenalina y miedo os inunda, se pierde la conciencia y la esfera en los últimos tres metros se frena, todo ha pasado.

Y así se va cobrando poco a poco la conciencia, justo para ver apagarse las luces de la esfera en el recinto donde estáis y volver poco a poco a la oscuridad dentro de esta, es un lugar muy estrecho para permanecer más tiempo en él y el oxigeno es ranció y escaso.

¿que haceís?

(Se va recuperando poco a poco la salud (Se Recupera un nivel de estrés), Y un PD por el marrón en el que habéis salido ).