Partida Rol por web

- Yo no digo nada. Mejor no dar muchas ideas que luego nos malinterpretan. - contesto. - Si me hubiesen escuchado mi ultima idea no estaríamos aquí. Pero bueno, mejor no decir nada... - sentencio finalmente y continuo hablando. - Sabemos que en el caserón están los responsables, y por otra parte, Brasa parece ahora una madera de pino. No se, tal vez podríamos dejarle bajo un árbol y taparlo con una manta... - luego, adivinando los pensamientos de los demás añado: - Que? solo seria un momento hasta que encontremos un campamento. Habría que buscar un lugar ya que tampoco podemos cargar con este tronco. ¿Cuanto pesará? Ya sabéis que yo no puedo cargar pesos. Asi que lo mejor seria dejarlo aquí hasta que encontremos un campamento apartado. Otra idea seria quedarnos aquí y esperar a que nos embosquen por la noche. Asi que lo mejor creo que es esconder a Brasa por aquí, taparlo con una manta, de todas formas no se va a mover, y nosotros buscar un campamento para ocultarnos durante la noche. 

Nada más acabar de hablar Grimlow a Brasa empieza a salirle una baba verdosa por boca y nariz, comienza a hincharse y se le rompe la ropa dejando al descubierto el pecho y las piernas, un pelo rojizo espeso y duro le brota lentamente por el pecho y se extiende primero por la cara y luego ya a las piernas y al resto del cuerpo, los ojos se le inyectan en sangre y la mandíbula y boca se extienden hacia delante, dándole un aspecto animalesco.

De repente empieza a convulsionar violentamente abandonando la rigidez que tenía, aún con forma a mitad de camino entre oso y humano empieza a vomitar profusamente expulsando un amasijo de pelos y baba verdosa amarillenta, se levanta de improviso sobre sus patas traseras ahora ya con garras y parece no reconocer a nadie, un gruñido profundo surge de su garganta y se prepara para atacar al que tenga más cerca, y cuando parece que está apunto de saltarle encima da un grito sobrehumano y se desploma de nuevo rodando por el suelo encogiéndose de tamaño y perdiendo el pelo, las garras, los colmillos y todo aquello que le daba forma animal, al final de todo el proceso vemos a Brasa de Pino de rodillas jadeando y escupiendo los restos del maldito veneno.

-¡Maldito veneno orco, les arrancaré la cabeza! Dice ya con su forma habitual y levantándose con dificultad y trastabillando un poco, de repente se detiene y se queda otra vez completamente quieto.

-Supongo que ya habéis buscado trampas por el resto del sitio, ¿verdad?

-A partir de ahora no pienso dar un paso sin que un rastreador haya limpiado el terreno y sin que un explorador haya buscado pistas, no es lo mío, ya lo sabéis.

-Por cierto, estaba paralizado pero seguía oyendo todo, ¿sabes, pequeñín?

De repente clava sus extrañas pupilas en Grimlow para luego suspirar, gruñir y sentarse en el suelo.

Cuando haya que seguir me avisáis, necesito descansar unos minutos.

Vaya susto nos ha dado este hombre, ummm me pregunto su pellejo ¿ Cuanto valdría y si  llegaría a pagarlo algun entendido?.         Menudo susto nos ha dado, eso que le ha ocurrido le ha salvado la vida.¿ Suele ocurrirle muy a menudo?.         Habíamos perdido un tiempo precioso preocupados por el destino de Brasa y como continuar sin él, ahora tendríamos que intentar recuperar el tiempo.

Sabía que los Hobbits eran desconfiados, su forma de vida es huraña y alejada del resto de las razas, simples y bonachones, por eso Grimlow me desconcertaba, ere aire burlón de niñato engreído a veces me crispaba, si se puede decir que un elfo Noldor se pudiese crispar, en el fondo mi juventud, pese a ser mas viejo que todos los del resto del grupo, también me pasaba factura.

No me gustaba la idea de dejar a Brasas allí tapado con una manta debajo de un arbol. A los orcos los había matado un rayo no mágico y ahora mismo estaba lloviendo, quien sabe si podría correr el mismo peligro que los orcos. Creo que llevarlo a un lugar seguro sería mejor, pero me gustaría escuchar la opinión de Oranor, el sacapieles también pensaba de igual modo.

Me encontraba con estos pensamientos cuando Brasas comenzó a convulsionar y convertirse en oso. Lo había visto en varias ocasiones antes, pero siempre había habido un peligro enfrente, ahora mismo solo nos encontrábamos nosotros y sentí el peligro, por suerte había preparado el sortilegio de dormir y en último caso lo emplearía para evitar daños a cualquiera de nosotros, pero... por suerte despues de vomitar babas verdes y pelo vuelve a su estado natural.

- Bueno, tan solo perderemos lo justo y necesario para que Brasas se recupere. Dije con alivio. - Brasas, me alegro que el veneno no pudiese contigo. Bienvenido de nuevo. Y bien, hacia donde iremos cuando se recupere?

- Yo no digo nada, pero tal vez podríamos ir al caserón. Los que nos han tendido la trampa deben de ocultarse allí.  - Digo acercándome a lo que queda del muñeco para echar un vistazo a las ropas del niño. ​​​​​​​- Brasas, nos dado un buen susto, aunque hay que reconocer que eres único desactivando trampas, por mi no te preocupes, y no me lo tengas en cuenta. Yo solo quiero lo mejor para el grupo. No puedo conseguir los tesoros yo solo.  

Mientras los demás se recuperan Inspecciono con cuidado la zona de la trampa y las ropas del niño. No tengo esperanza de encontrar nada, pero por si acaso. 

Ves en uno de los bolsillos un caballito de madera.

Tiene unas letras pequeñas muy bonitas parece elfo, pero en verdad luego crees que no.

Y tira percepción si sacas más de 111.

Encuentras algo más 

El hobbit se acerca con cuidado y registra la zona y al muñeco.

 Oronar se preocupa por el compañero pero el Beornida parece que se ha recuperado ya. La elfa el ultimo rastro que encontró era hacia el caseron maldito.

Cuidadosamente examino las ropas del niño, agradeciendo que Brasa hubiese sido capaz de desactivar la trampa y absorber el impacto sin que finalmente le ocurriera nada. Es más, este hecho desencadenó la aparición de una nueva pista, y era que los cuervos espías volasen en dirección a informar a su amo, delatando asi la más que probable posición de este en el caserón. 
había que reconocer que el método había sido poco ortodoxo, pero al fin y al cabo efectivo. Ya que no se le permitió interrogar a la vieja, hubo que adaptarse y procurar nuevas pruebas que les indicaran el siguiente paso a seguir. 
 

Con manos habilidosas examino las ropas del niño y descubro algo en el interior de un bolsillo. Lo extraigo y lo expongo a la luz del día. Se trata de un pequeño juguete. Un caballo de madera con unas extrañas runas que no alcanzo a descifrar. Parecía elfico, o tal vez no… pensativo retrocedo hasta donde la Elfa y le tiendo la miniatura. - Puedes ver algo? - pregunto entregándole la preciada figura. 
 

Después me acerco a Brasa y dándole una palmada de agradecimiento por haber desactivado la trampa digo; - Bueno, trabajo en equipo no? 

Porfin el pequeño Saquehobbit dejaba a un lado su furstración y comenzaba a colaborar en la búsqueda, quizás las palabras del beórnida le hicieron recapacitar aunque solo fuese por miedo a la bestia. Se acercó a explorar la zona y en la ropa del niño encontró algo parecido a un juguete que tenía alguna inscripción según él escrita en élfico. Me la acercó para que la leyese.

El juguete parecía un caballo con una runa y una inscripción. Con cuidado traté de saber que tipo de runa era sin llegar a activarla, fijándome en cualquier detalle o inscripción que pudiese dar ese tipo de detalles.

Una vez terminada la inspección y despues de que Brasas se hubiese recuperado comenté.

- Buscamos algun refugio mientras nos dirigimos hacia el caserío o buscamos por la zona?

El tiempo empeoraría y no había mucho tiempo que perder.

Los pequeños grabados que con tu buena vista logras ver  tan  magestuosos que parecían elficos, por instinto o reflejos en un instante te hace apartar la mano del caballo, esa lengua apenas la dominas y te cuesta pero lo mas basico logras traducirlo. Pues lo que el juguete del niño  tiene grabado es en lengua negra. 

... ÝÞ¦q... ŒÆl...þ§ŵ...¤¥î.*

-Ya hemos perdido mucho tiempo, por mi mejor seguir sin dilación, la mansión está muy cerca y podremos refugiarnos allí si llueve...y el propietario nos deja.

Una extraña sonrisa le tuerce la boca en una expresión que nadie recordaba haber visto antes, enseguida desparece para dejar su gesto habitual.

Isilya recibió el caballo de Grimlow y comenzó a examinarlo. Las runas y la inscripción y lo que parecía ser élfico se tornó en un descubrimiento nefasto, no era su lengua madre sino la lengua negra lo que hizo que apartase por unos instantes la mirada del objeto. Su conocimiento de la lengua negra no era alto pero aun así logró entender las palabras mas comunes.

Tomé el caballo y lo lancé con todas mis fuerzas al charco en el que yacían calcinados los orcos, lo observé hundirse y una vez segura comenté:

- Este caballo es un objeto mágico, pero no un objeto cualquiera sino uno creado por un nigromante, con un sortilegio de escucha unido al niño para escuchar todo lo que el diga y lo que digan los que junto a él se encontrasen. He podido entender algunas palabras talladas en lengua negra. Hice un alto en la alocución y traducir aquellas palabras de esa maldita lengua. - Para que ... No me olvide ... Futuro ... Tutor...  y estaba firmado con una ( S ) y un ojø.

Isilya trató de observar la reacción de sus compañeros a este nuevo descubrimiento, sobre todo de Grimlow, del que esperaba un "veis, os lo dije"

- Creo que ya todos sabéis a lo que nos enfrentamos por lo que debemos andarnos con mucho ojo a partir de ahora y que cada uno haga su trabajo de la mejor manera posible.

Miré hacia el cielo y dije: - Movámonos, a saber cuanto tiempo aguantará.