Partida Rol por web

Brisa tomó la bolsa con las cosas que seleccionó en su momento y la cargó sobre una de las yeguas junto con su equipo normal. El resto de las bolsas las repartió según recordaba que lo hizo en su momento.

- Así las repartí, pero podéis cambiar lo que queráis.

Sin mas se subió al caballo esperando la orden de salida

El equipo parece adecuado y tenemos un poco de todo, con lo que creo que cualquier reparto medianamente equitativo cumplirá con su propósito. Por supuesto, muestro un interés nulo en el equipo de combate, y las antorchas para mí no son una necesidad, pero las provisiones serán esenciales, así como seguramente objetos como las cuerdas, aceites y herramientas variadas. Aceptando el reparto propuesto por Brisa, subo también a mi montura preparado para partir.

"Vamos, noble corcel, tenemos un bonito camino por delante", comento con una sonrisa. "Creo que te llamaré Vizconde, está claro que vienes de buena familia..."

Veo como todos se preparan y decido esperar a ver que hacian, ordenando y repartiendo las mercancias ... observaba si veia algo extraño en las bolsas o en mis nuevos compañeros, pero nada raro ni preocupante ... de momento ...

- Bueno, si todos estan preparados podemos iniciar el viaje ..., vamos ... - sin apenas hacer ningún movimiento mi montura comenzo a caminar de forma gracil y tranquila, en direccion a la salida del campamento ...

Acepté con una sonrisa amable la mochila que distribuyó Brisa. Con un rápido vistazo comprobé que había exactamente lo que habíamos repartido el día anterior. Lo coloqué en mi caballo, al que acaricié la cabeza y dejé que se familiarizara con mi olor. Una gata montando un caballo; cosas más raras se habían visto.

Me subí a él. Dejé que la sensación de paz que siempre me acompañaba me inundara y se extendiera a mi alrededor. Respiré profundamente. Exhalé despacio. Avancé delante con mi caballo; Brisa y yo seríamos la avanzadilla. El viaje comenzaba.

Brisa dejo que G1nz0 abriera la marcha. Sería bueno para el campamento ver que capitaneaba la expedición y a él mismo le haría sentirse superior.

Tras perder de vista el campamento, se puso en cabeza para marcar la dirección y seguir los caminos que había memorizado. No se adelantaba apenas, al menos el primer tramo era sencillo, pero según avanzaran tendría que ir más en vanguardia para prevenir ataques.

- Más adelante tendré que adelantarme un poco más, pero de momento vamos bien así.

De todas formas, Brisa iba pendiente del entorno, vigilando las lindes del camino.

- Mi señora, póngase a la cabeza de la expedición ... - digo de forma servicial en el momento que parece que me comenta algo al respecto ... - solo he iniciado la marcha para poder iniciar el viaje lo antes posible ... e imagino ... que hy ojos curiosos que quieren saber mas dela cuenta y prefería llamar yo la atención que a las fuerzas esenciales del grupo ... - la miro de forma fria, con una luz tenue pero intensa bajo mi casco - sin embargo le agradeceria que no se alejara demasiado ... es de gran importancia que nos guíe y si le pasara algo sería un gran inconveniente ... -

Brisa asintió.

- Me mantendré siempre a la vista y si ven que hago algo extraño o me oculto es que hay problemas.

En el fondo Vanielle se sentía un poco mal por haber hablado así a Nayle, pero no lo pensaba admitir, al menos de momento. Aún sentía los efectos de la mala noche y eso le ponía bastante gruñona. Así que, sin decir nada más que un "buenos días" a los compañeros a los que aún no les había dicho nada, la clériga aceptó el reparto que Brisa había propuesto. Cogió la bolsa que le correspondía llevar y fue hacia su caballo, lista para partir.

El viaje inició sin problemas, con el samurái a la cabeza abriendo la marcha. Sin embargo, no pasó mucho rato hasta que Brisa decidió adelantarse para ir guiando al grupo.

 -Guinzo tiene razón, ten cuidado. Recuerda que si podemos verte, también podremos oírte, así que no dudes en gritar si necesitas algo.

Que seguramente ella se sabría ya esos consejos, pero Vanielle se sentía mejor dándolos que permaneciendo con la boca cerrada. Podría estar gruñona por la malña noche, pero eso no implicaba que fuera a ser descuidada con sus compañeros.

Ginzo comenzo a mirar la compañia ... sabia que todos eran habiles, pero tampoco deseaba correr riesgos ...

- Brisa, te tendremos vigilada y no te pierdas ni te metas por ningún sitio sin avisarnos, por favor, Gaidar, si no te importa cerrar la comitiva ... eres el mas grande ... y llamas mucho la atencion, asi que prefiero que protejas la retaguardia, lugar donde temo que intentaran atacarnos ... y al verte desistirán o seran todo tuyo ... yo ire a la cabeza del grupo y entre medio Vanielle, Hamakok y Nayle, distribuiros como considereis entre los dos tanques ..., aunque creo que seria bueno que Nayle fuera junto a mi por si detecta alguna trampa o algo raro ... y puede avisar al grupo con tiempo ... si lo considerais adecuado claro - dijo el samurai de forma cortes, pensando en lo más adecuado para la estrategia , una retaguardia fuerte, y las fuerzas, menos fisicas pero de importancia entre medio de la protección del grupo.

"Desde luego no es una mala formación, Guinzo", admito ante la astucia estratega del extraño samurai. "Aunque quizá vendría bien contar con alguien con buena vista y oído en la retaguardia junto a Gaidar, por si nos siguieran. Imagino que Brisa es lo bastante hábil como para detectar cualquier trampa o emboscada y avisarnos si el peligro nos viene de frente, pero cubrir nuestras espaldas también es vital."

Dicho esto, espoleo suavemente a Vizconde y ocupo mi posición en el corazón del grupo, pensando en qué sorpresas nos deparará el camino.

Miro tranquilmente a Guinzo y con un sonrisa y calma le contesto.
- Ire junto a Brisa. Cuatro orejas oyen mejor dos.- digo con un guiño.
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Avanzo hasta ir con ella con tranquilidad.

No se esperaba ese trato por parte del grupo, normalmente como mercenaria hacía su trabajo y al grupo no el importaba realmente si le pudiera pasar algo. Demostraban interés real por su seguridad. Mientras iba al frente se permitió una ligera sonrisa, le gustaba este grupo.

Aunque habían recorrido un distancia corta desde el campamento, Brisa oteaba el camino constantemente. No quería ninguna sorpresa aunque sería inevitable en cuanto llegasen al bosque, a la zona de los bandidos.

Al cabo de un instante se le unió Nayle. Sin dejar de vigilar comentó:

- Al final tenías razón con ir por el camino, sería imposible avanzar por en medio del bosque con Gaidar y mucho menos intentar ocultarlo. Lo malo es que el encuentro con los bandidos será inevitable, tenemos que intentar encontrarlos antes de que ellos nos encuentren a nosotros. Eso nos daría alguna ventaja adicional.

Asiento amablemente a las palabras de Brisa apreciando sencillamente que reconozca que tenía razón. No hace falta que añada nada más.

- Tú conoces mejor el camino, pero puedo ayudar. Tengo la vista aguda y los pies ligeros. Dime cómo crees que es mejor que nos repartamos las dos para ir más seguros y así lo haremos – le reconocí amable.

Yo era gata de ciudad. Solitaria. Moverme en la sombras. Normalmente mi preocupación era que mi presa no me viera, no evitar ser la presa, pero la vista aguda y el oído fino me valdrían igualmente para prevenir una emboscada. Igualmente, me mantenía tranquila, segura de la paz interior que irradiaba.