Cuando Umbael comunicó que Aran Thur no volvería no lo hubiera imaginado. Tuve que contenerme un instante para concentrarme en lo que teníamos entre manos en ese momento, un Ala-X era perseguido por dos TIE y fuimos en su ayuda. Andra se adelantó y disparó antes de que pudiera fijar ambos objetivos para disparar los misiles, me parecía bien, podríamos necesitarlos para más adelante. Tras abatir a los dos cazas, pusimos rumbo al cuadrante mencionado por el caza rebelde y en ese momento pudimos relajarnos.
Me acerqué a Umbael:-Sé que no empezamos con buen pie nuestra relación y Thur y yo hemos tenido nuestras desaviniencias pero respetaba a tu maestro y te respeto a ti.-dije mientras ponía una mano sobre el hombro del joven padawan:-Le echaremos de menos.-añadí a continuación.
En el momento no dije nada sobre lo de unirme a los rebeldes pero era mejor que la alternativa y contar con refuerzos siempre viene bien. Iba pensando sobre ellos hasta que volví al puente:-Koth tengo una condición para unirme a vosotros, no pienso dejar que Thrawn se quede con mi nave, quiero intentar recuperarla o verla destruida antes que permitir que ese maldito duende de ojos rojos se la quede.-le comenté al bothano
Las manos de Andra seguían en los mandos de la torreta, atenta a lo que pudiera acontecer antes del salto pues imaginaba que no les dejarían irse así como así.
- Vamos, Nobbo. Únete a la fiesta, recuperaremos a tu chica.
Respondió con humor a través del comunicador.
El bothan asintió respetuoso ante la decisión de Umbael de unirse a las fuerzas rebeldes y las palabras de Nobbo hacia su compañero de aventuras.
Una sonrisa ilumino su rostro al escuchar al rudo pirata espacial poner condiciones para unirse a la causa.
-Sabía que no te habías olvidado de tu viejo cacharro, no dudes en que la recuperaremos viejo amigo.- Luego desvió su mirada hacia el comunicador donde escucho a la joven voz de Andra tratando de convencer al pirata. -No dudo que se nos unirá necesitaremos de toda la ayuda posible pues han llegado informes de que en el planeta Scarif hay información ultrasecreta que pudiera ser de gran utilidad para asestar un golpe terrible al corazón del Imperio.-
El bothan esta vez se dirigió serio hacia la capitana de aquel carguero en el puesto de mando, Declann Lynn.
-En mi vida he visto a pocos hacer lo que tu haces con este carguero ¿No te interesaría liderar a un escuadrón de fuerzas rebeldes? precisamente el escuadrón Silver ha sido el más golpeado por el imperio y recientemente se ha quedado acéfalo en su estructura, pienso que se necesitan pilotos expertos como tú para levantar el ánimo entre las alas... si decides unirte a nuestras fuerzas con mucho gusto te promocionaría para reforzar al grupo Silver.-
El carguero White Phantom entra en el salto hiperespacial con un fuerte impulso siguiendo a la flota de la Alianza en su escape de aquella escaramuza rebelde dejando muy atrás al famoso destructor imperial Guardia Negra.
Su cuerpo se tensó ante aquel salto, con la emoción de no saber a dónde les llevaría ahora aquel salto y aún así, sus manos no se separaron de los controles de la torreta, por si les seguían.
Acepté el gesto de Nobbo y posé mi propia mano sobre la suya.
No te disculpes. Has cuidado de nosotros todo este tiempo. le contesté Sin ti, ya no estaríamos aqui para contarlo. Eres un buen amigo, Nobbo.
Tardé un poco en saber a qué "chica" se referían. Aunque me alegré de que estuviese unido a alguien, no me defraudo saber que se trataba de su nave.
Saltamos al hiperespacio. Un salto hacia lo desconocido. Y a una nueva vida.
El White Phantom sale del salto en un cuadrante seguro, y enseguida Koth´Skar proporciona las coordenadas para regresar al planeta Takodana
Las naves rebeldes imitan el movimiento hasta que después de varios minutos de viaje el planeta azul se abre imponente al final del camino.
Una a una las naves de combate incluyendo el carguero corelliano regresan al hangar de donde aquel grupo de aventureros partieron en una lanzadera imperial hacia el destructor Guardia Negra.
Maz Kanata sale a su recibimiento.
-Bienvenidos nuevamente y gracias a la fuerza han logrado sobrevivir aún con enormes pérdidas...- un leve gesto de pesar se vislumbra levemente en el rostro de Maz Kanata mientras sus enormes anteojos ajustan el nivel de vista ante los recién llegados.
-Definitivamente han ayudado mucho a la causa y el hecho de que se haya imposibilitado al Imperio en sus planes de destrucción masiva es un enorme logro.- La sonrisa vuelve a su rostro.
-Pasen a renovar fuerzas, pueden descansar el tiempo que ustedes quieran.-
Una a una las naves aterrizan y una legión de ingenieros y mecánicos así como astrodroides los reciben para revisar y reparar a las naves, incluyendo al White Phantom.
Varios mayordomos de la anfitriona Maz acompañan a los aventureros a sus habitaciones para luego recordarles que hay una cena de bienvenida (o partida) para sus invitados.
Declann había evitado responder directamente a la propuesta de Koth interponiendo una sonrisa. Lo cierto es que pilotar un caza debía de ser estimulante ¡no había nada más rápido en la galaxia! Pero tenía demasiado aprecio por su recién ganada libertad y le costaría renunciar ella, tenía que pensárselo.
Cuando llegaron a Takodana, todo aquel exuberante verdor volvió a actuar sobre ella como un bálsamo. Realmente aquel podría ser un buen hogar. Tras aterrizar suavemente saludó a Maz con la sobriedad que el momento exigía, ella también lamentaba la pérdida de Aran. Era consciente de que todos estaban en deuda con él, estuviera donde estuviese. Asintió agradecida a la invitación para descansar y recordó de pronto que hacía horas que no probaba bocado o se daba una ducha.
Observó como los solícitos y expertos técnicos rebeldes se ocupaban de la Phantom y les dedicó un gesto de agradecimiento. Llevaba la cabeza de BO5 bajo el brazo y aprovechó para comentar la posibilidad de recuperar su matriz y unirla a un nuevo cuerpo.
Cuando vislumbró aquel hermoso planeta azul su cuerpo logró al fin relajarse, soltando los mandos de la torreta y estirándose para así poder destensar sus músculos. Caminó hacia el resto de sus compañeros y ahora, pudiendo estar junto a Umbael le puso una mano en el hombro mientras esbozaba una cálida sonrisa.
- Siento mucho lo de tu maestro. Tenemos una nueva oportunidad, ¿vienes?
Le preguntó ofreciéndole su mano antes de bajar del Phantom, aunque antes de salir de la nave la soltaría, permitiéndole así que fuera hacia el lugar que gustase.
- Gracias por todo Maz Kanata, nunca podré agradecérselo lo suficiente.
Esbozó una nueva sonrisa mientras solicitaba, si podía ser, ropa limpia y la posibilidad de darse un baño antes de ponerse otra ropa antes de bajar a la cena.
Aunque, antes de ir a cualquier sitio abrazó a Declann.
- Gracias por tu valentía, amiga.
Tras saltar al Hiperespacio, fui a la bodega de carga para recuperar mi equipo, sabía que Koth no iba a dejar tiradas nuestras cosas y me fui quitando pieza a pieza la armadura de trooper para colocarme mis ropajes de pirata. La camisa beige de mi padre, encima el chaleco acolchado que siempre utilizaba, los pantalones reforzados que conseguí de aquél cargamento Ubeth hace años, mis guanteletes y mis botas de mi tiempo de servicio. Después me coloqué el cinturón y las dos cartucheras con mis pistolas y por último el abrigo con placas de ceramita que me confeccioné para tener la misma resistencia que las armaduras imperiales, por último cogí la espada y la desenvainé para sentir su peso en mi mano. Realicé un par de filigranas y la guardé con suma delicadeza para dejarla apoyada junto a mi.
Terminé de cambiarme para cuando llegamos a la zona segura y después saltamos a Takodana, donde nos estaría esperando Maz para darnos la enhorabuena y poder descansar un poco:-Avisadme cuando aterricemos, estaré durmiendo un poco.-dije a través del comunicador de la pared y me recosté sobre unas cajas que había en la bodega y caí rendido. No llegaron a despertarme por que lo hizo la deceleración de la salida del hiperespacio. Ya habíamos vuelto a Takodana. Me preparé para salir y esperé a que la rampa se desplegara cuando llegáramos al hangar.
Al ver a la pequeña mujer de piel naranja tenue me alegré bastante, siempre era un soplo de aire fresco:-Me alegro de verte vieja amiga. Y aunque hemos perdido a dos hermanos, hemos completado la misión.-en cualquier otra ocasión hubiera dicho que la misión había sido un éxito pero el apego por Thur y BO5 me impedían decir esas palabras tan duras. Apoyé una mano en el hombro de Maz antes de rechazar educadamente la invitación a la habitación para ir directo al bar:-Prefiero esperar donde mejor estaré tras una misión así. Todavía tienes whisky de Tattoine? Chicos os espero en el bar. Os enseñaré como nos despedimos de los difuntos los piratas.-les dije al resto mientras me encaminaba hacia el bar.
Master me he tomado un poco de libertad para volver a llevar mis cosas y quitarme la armadura de trooper que ya no necesito.
La paz y el verdor de Takodana nos recibieron como sólo un nuevo hogar sabe hacerlo. Quizá aquel fuera el punto de partida de una nueva vida. Una nueva vida en que lucharía contra el Imperio y su opresión en vez de huir de él. Bajamos de las naves y nuestra amfitriona nos dió la bienvenida. Después, Andra me hizo una propuesta que no podía rechazar.
Claro, te sigo encanto. con un gesto le indique a mi mayordomo que seguiría a Andra y a su compañero.
Ya encontraría más tarde mi habitación, si es que la necesitaba.
Cuando Nobbo nos dijo que nos esperaba en el bar, le sonreí y le hice un gesto con la mano para que supiera que lo había oído. Sin embargo, no tenía mucho interés en la celebración pirata, seguramente se parecería bastante al tipo de vida que me esforzaba en dejar atrás.
Después de haber pasado un par de horas tiempo suficiente para que el grupo de aventureros se duchara y cambiara de ropas limpias así como descansara, Maz Kanata les tiene reservada una mesa en un apartado y tranquilo rincón, donde viandas calientes de diversos alimentos son servidos así como bebidas de todo tipo.
Uno a uno van llegando para tomar asiento y definir que camino tomarán una vez concluida la misión por la que se reunieron en Tatooine.
Fui el primero en llegar y le pedí a uno de los camareros que preparara seis vasos para ese whisky que había comentado antes de dirigirme allí. Además le pedí a Maz que me dejara entrar un instante a las cámaras de dentro del bar para buscar nuestra reunión previa a la incursión al Guardia Negra para capturar y sacar dos imágenes e introducirlas en dos pequeños transmisores holográficos.
Una vez hecho todo eso sólo tocaba esperar al resto.
He hecho este miniturno a modo de preparación, espero que no te importe.
Uno a uno fueron llegando y se fueron sentando. Repartí los vasos, uno a uno y los fui llenando hasta el borde. Acto seguido puse dos receptores holográficos, uno al lado del otro, con sus respectivos vasos al frente. Cuando estuvieron cómodos, apoyé los hombros encima de la mesa:-Parece que haya pasado toda una vida desde que nos encontramos en Tattoine y nos metieron en esta misión...-empecé diciendo, luego miré a Umbael:-Tengo que reconocer que al principio quise dispararte un par de veces, demonios casi lo hago, pero he de reconocer que esta misión te ha hecho cambiar.-añadí a continuación. Luego miré a Declann:-No supe qué pensar de ti en cuanto te vi, una pequeña mecánica y su droide metidos en este embrollo, la verdad no creí que te desenvolverías como lo has hecho.-y luego miré a Andra:-A ti nada más verte pensé en llevarte a la cama pero un trandoshano se metió en medio y no pude evitar devolvérsela.-dije esbozando una sonrisa en la cara.
Miré el vaso que tenía en frente, luego miré los dos receptores y los encendí, mostrando imágenes de Aran Thur y BO5:-En otras circunstancias habría organizado una fiesta por todo lo alto para despedirnos de ellos dos pero creo que a Thur no le hubiera gustado eso.-dije alzando la copa:-Este es otro de los métodos que tenemos en mi tripulación de despedirnos de nuestros caídos.-comenté a continuación y dejé una pequeña pausa dramática:- Aran Thur, BO5. Ha sido un placer conoceros, habéis sido unos buenos camaradas y amigos. Thur, no siempre estuvimos de acuerdo en todo pero respetaba los ideales de los jedi y te respetaba a ti. BO5, tu manías homicidas eran divertidas y fácilmente explotables, habrías sido un buen añadido a mi tripulación si te hubiera conocido antes.-y entocnes era el momento de dar el trago.
.-Que la Fuerza os acompañe en vuestro nuevo camino.-dije al final y me bebí de un trago el vaso entero y lo dejé encima de la mesa boca abajo. A continuación miré al resto y esperé a ver qué tenían qué decir.
Al final Andra me convenció para asistir y no fue la ceremonia pirata que me imaginaba para nada. Nobbo había demostrado tener buen gusto por una vez. Sonreí y asentí a sus palabras una vez sentado a su lado.
Yo también he visto lo mucho que has cambiado, Nobbo. Pero yo siempre creí que podrías hacerlo. me encogí de hombros quitándole importáncia O quizá, simplemente, nos hemos conocido mejor. Hemos visto que en el fondo de nuestra esencia, no somos tan distintos.
Después alcé mi copa y cogí la mano de Andra para decir, ante el holograma de BO5
Creo que hablo en nombre de los dos cuando digo que nuestro deseo es unirnos a la rebelión y luchar por la libertad en la galaxia. me tomé la copa, apurándola y dejándo el vaso boca abajo como había hecho Nobbo ¿Contamos también con vosotros, compañeros?
La pregunta iba dirigida a Nobbo pero sobretodo a Declann pues parecía la más indecisa en aquel tema.
Entonces clavé mi mirada en el holograma que representaba al maestro Thur.
Antes de... desvanecerse los verdaderos Jedi nunca mueren El maestro Thur me dijo que si deseaba seguir mi entrenamiento y convertirme en un verdadero caballero Jedi, debía buscar a Ashoka Tano. ¿Alguno lo conoce o ha oído hablar de él?
No fue mi primera intención realmente buscarlo. Quería centrarme en el ahora, en la rebelión... y no en completar mi entrenamiento. Sin embargo, pensé que quizá alguno de ellos hubiese oído ese nombre antes y me salió sólo, sin pensar.
Andra se había pegado un baño, así como quitado la armadura para colocarse unas ropas más acordes a lo que ella acostumbraba a vestir. Había conseguido convencer a Umbael que se uniera a ellos, como una manera de despedir a sus compañeros y al mismo tiempo, una forma de crear lazos o despedirse de quienes decidieran partir.
Cuando finalmente bajó se acomodó en una de las sillas, no creyéndose que estaba en un lugar como aquel con gente como aquella y tras sobrevivir a una misión que parecía condenada a una muerte segura.
Olió el contenido del vaso esbozando una sonrisa mientras escuchaba a Nobbo pronunciar aquellas palabras, manteniendo aquella dulce sonrisa e incluso llegando a reír ante algunas de sus palabras, aunque cuando habló de ella sus mejillas se sonrojaron.
- Ahora nos quedaremos sin saber qué hubiera ocurrido... Habrá que darle su merecido a ese Trandosano
Dijo con tono divertido para al poco sentir como Umbael la tomaba de la mano y hablaba de nuevo mientras ella asentía.
- Hace tiempo perdí a mi familia y a lo que llamaba hogar, me perdí en la sed de venganza y en mi afán por convertirme en una cazarecompensas, aunque creo que ahora mi camino es otro... - Se quedó unos instantes callada y pensativa - Mierda, creo que me dejé a mi presa atada en la nave con la que llegué a Tattoine... - Miró al resto y se encogió de hombros - Bueno, ya daré con ella en otra ocasión...
Si Umbael no soltaba su mano ella tampoco hizo nada por soltarse, escuchando de nuevo sus palabras y asintiendo.
- A mi también me gustaría contar contigo y con tu droide... Para mi no solamente eres una buena amiga, sino también una líder y alguien de quien quisiera aprender. Para mi sería un honor continuar luchando a vuestro lado junto a la Alianza Rebelde y, si Umbael me lo permite le ayudaré también en su búsqueda pues yo no he escuchado nada sobre nadie llamado así...
Alzó su vaso cuando Nobbo así lo hizo - Que la fuerza os acompañe - Para después beber el contenido de éste de un solo trago también.
.-Tano, Tano.....Espera creo recordar que mi padre me habló de ella. Dejame pensar....-y fruncí el ceño estrujandome los sesos para recordar a quién pertenecía ese nombre:-La aprendiz de Skywalker! Según palabras de mi padre, era una mocosilla muy intensa.-y solté una pequeña carcajada:-Lo último que se supo de ella fue que dejó la orden Jedi por que la acusaron de asesinato creo recordar. Puede que algún alto rango de los rebeldes sepa algo.-dije al final.
.-Yo me uniré pero por otro tipo de motivos. Respeto vuestras convicciones de querer luchar por la libertad pero yo lo haré por mi propia supervivencia. Os apoyaré en toda misión que nos asignen pero Thrawn sabrá que estuve en el Guardia Negra y me dará caza con más ganas y necesitaré un ejército para combatir a lo que venga. Y si ese cabrón azul de ojos rojos se pone a tiro estaré encantado de apretar el gatillo.-expliqué mis verdaderos motivos por los que iba a unirme a ellos, no sabía si les gustaría pero creo que confían en mi cuando les digo que estaré allí para lo que necesiten.
Lo último que se supo de ella fue que dejó la orden Jedi por que la acusaron de asesinato creo recordar.
Esto se ocurrió en los últimos capítulos de la 5ª temporada de Clone Wars donde el juicio contra Ashoka era público. No hago mención a la 7ª temporada por que todo aquello fue secreto, ni ha la serie de Rebels, que aunque aparece Hondo Honaka, en ese tiempo era cuando Nobbo estaba dentro del Imperio y no podía contactar con su padre.
Declann bajó a la cantina aun con el pelo húmedo y peinado hacía atrás. Era increíble lo bien que sentaba una ducha y algo de reposo. Con la piel limpia y la frente despejada parecía mucho más guapa. Llevaba un atuendo sencillo y ligero de lino blanco y beige, a todas luces prestado por Maz. Sonrió a sus compañeros brevemente y se sentó a la mesa aceptando uno de los vasos. Unos blips amistosos delataron a R5 que rodó hasta su lado.
Guardó silencio durante el brindis de Nobbo en honor a sus compañeros caídos y bebió solemnemente. Incluso R5 parecía consternado.
Tras las preguntas dirigidas a ella, simplemente agradeció los cumplidos y se encogió de hombros.
—Lo cierto es que pilotar un caza suena tentador. Me muero de ganas por subir a uno, algún día. Sin embargo, no estoy segura de encajar en otra cadena de mando. Creo que R5 y yo probaremos a ser nuestros propios jefes, si os parece bien que nos quedemos con la Phanton. Veremos donde nos lleva el polvo de estrellas —asintió y miró alrededor—. Estáis en buenas manos. En cualquier caso siempre podréis contar conmigo y con R5 —sonrió levantando la copa de nuevo correspondiendo al brindis de sus amigos—. ¡Por la libertad!
Maz Kanata se acerca a la mesa para escuchar el brindis ante la muestra de respeto que el pirata Nobbo presenta junto con aquel grupo por los amigo que no regresaron, luego asiente ante y todas y cada una de las propuestas para el futuro de cada aventurero y también levanta su copa para mostrar sus respetos, sus lentes se mueven ajustando la mira con una amplia sonrisa en el rostro, de pronto es interrumpida discretamente por un mayordomo.
-Mi señora Maz, llegó el emisario con la información de Scarif.- le comenta en voz baja.
La anfitriona se incorpora y con una amable disculpa se retira de la mesa.
-Pueden quedarse el tiempo que deseen, y aún si nuestros caminos se separan sepan que mi castillo permanecerá siempre con las puertas abiertas para cualquiera de ustedes.-
El ambiente en aquella estancia continúa apacible y tranquilo recordando más a una posada que a una fortaleza. Maz Kanata se reúne con un hombre el cuál va acompañado por un androide imperial K2SO de oscura pintura mate, después de una breve intercambio de palabras, se levantan de la mesa y desaparecen por uno de los accesos a aquella estancia.
Aquel brillante día en el planeta Takodana un grupo de mercenarios habrían encontrado algo más valioso que 100 mil créditos galácticos, habrían encontrado la verdadera amistad forjada ante lo peor que el imperio pudiera ofrecer, y para algunos tal vez habrían encontrado algo más.
-FIN DE LA PARTIDA-