Hubo una vez un planeta azul bullente de vida, Athas se ha convertido en un erial yermo debido a la corrupción del uso de la magia llamada "Profanadora", y a la decadencia de su sol.
Es un mundo quemado por el sol y olvidado por los dioses, el agua y la esperanza. Los recursos naturales han sido agotados y la falta de madera ha hecho que el uso del metal, la obsidiana y el hueso sean comunes en la fabricación de armas y herramientas.
En este duro e implacable lugar, incluso la más mundana de las criaturas ha desarrollado poderes psionicos en una constante lucha por la supervivencia del más fuerte.
En un mundo como Athas, la muerte natural por envejecimiento es considerada un gran logro y un acontecimiento digno de celebración por la mayor parte de las razas.
La ambientación política del mundo de Athas es similar (haciendo un rápido paralelismo) a la de medio oriente, norte de África y mesopotamia. Con grandes ciudades estado regidas por figuras de poder llamadas Reyes Hechiceros. El salvajismo, la poca importancia de la vida y la supervivencia por encima de todo son el pan nuestro de cada día en Athas.
Los Reyes Hechiceros de Athas son quizás los más grandes magos profanadores, como ejemplo cabe decir que son capaces de conceder conjuros de clérigo a sus hombres de confianza llamados Almas Predilectas. Son tan viles como paranoicos y rigen con puño de hierro los destinos de sus ciudades. Cuando no están combatiendo entre si, se dedican a oscuros designios que suelen poner en peligro su ciudad, sus ciudadanos y a veces a todo el planeta. Su procedencia esta oculta en la historia del propio mundo.
Debido a las durísimas condiciones del planeta, toda la flora y fauna se ha vuelto extremadamente fuerte y poderosa comparada con sus contrapartidas de otros mundos de D&D. Muchas, si no todas las razas de Athas tienen algún tipo de mecanismo de defensa que consiste en una habilidad psionica; fuerza aumentada, agilidad superior, capacidades visuales o armas físicas de diverso tipo, por solo citar unos ejemplos