Partida Rol por web

Vale, esto ya no era una maldita broma. Esa puta ameba me había dado pero bien, estaba jodido y encima usaba como cobertura los cuerpos de la peña a la que ya se había cargado. Ese mierda empezaba a cabrearme.

Justo me estoy planteando si volatilizarlo desde aquí o no, camarera de antes, la que se hizo la dura, sacaba una escopeta. Ey, no le había dado pero las chicas con armas me ponían especialmente.

Aprovechando la distracción, salí de entre los cuerpos para saltar tras la barra, llevándome a la chica conmigo, para ponernos a cubierto antes de otra puta ráfaga.

Llegas sin problemas detrás de la barra. El bicho ahora dispara a la camarera, que se agacha para no recibir los disparos, pero es demasiado tarde, pues una de las balas le ha dado en la cabeza, por lo que su cuerpo inerte cae al lado tuya y comienza a manchar la zona de detrás de la barra de sangre.

Llegar hasta la barra fue lo más fácil del mundo pero lamentablemente la chica no fue lo suficientemente hábil, ni inteligente, como para quedarse a cubierto desde un principio. Su sangre manchó la zona tras la barra mientras su cuerpo de desplomaba cual peso muerto.

"¡Date por muerto cabrón!".

Usando la barra como cobertura, me asomé lo suficiente como para disparar a ese hijo de puta, no sin antes engancharme la escopeta de la chica muerta.

El alien es derribado del disparo, que le da en todo el pecho. Al ser plasma le hace algo más de daño de lo que le haría las armas normales. Desde el suelo dispara, pero Marcus se esconde y no recibe más disparos. Justo al lado de la barra en la que está, detrás suya hay una pequeña barandilla que pone fin al barco, por si Marcus quisiera escapar.

Un tipo y ¡BAM!, a ese alien de mierda le quedó bien claro que conmigo no se jugaba, mucho menos con MIS chicas. Y por si todavía tenía dudas, iba a recibir otra tanda igualita que la anterior.

Finalmente el bicho queda inmóvil en el suelo, y va desapareciendo poco a poco. Puedes ver en el fondo unos platillos volando, pero son pequeños, como si fueran pequeñas motas o cometas que se acercan a la tierra. La poca gente que queda viva en el barco se tranquiliza un poco al ver que la amenaza ha acabado... por ahora. Algunos miran con pavor lo que se acerca. La "jefa" sale del camarote y observa, atónita la situación. 

Es hora de volver a la madriguera a por refuerzos.

Pronto querrán hacer amigos el grupillo ese de WeAreFriends, esos que intentan comunicarse con estos animales para acabar con la guerra de forma pacífica... que asco de gente.