Partida Rol por web

-Holy shit...-

Murmura al vera a la enorme criatura que se les viene encima; va alzando su rifle de plasma para apuntar y tirar del gatillo hasta quedarse sin cargas.

-¡MIERDAAAAAAAAAHHHHH!!!-

Normalmente no dejaría a una muñeca liderar, salvo si eso logra un efecto similar como la pollita del barco, claro, pero no estaba la cosa para andarse con remilgos por lo que si Huong parecía saber el camino correcto, me valía… por ahora o, mejor dicho, hasta que aparecieran los problemas.

Había visto toda clase de aliens y reventado la cabeza a otros tantos, acabando hasta los cojones de jabalíes y cíclopes espaciales, pero esa mole hacía que echase de menos los tiempos mozos en los que me limitaba a rescatar stripers de las garras de aliens salidos.

Abriendo el hueco de la puerta lo suficiente como para que los cañonazos pasasen… así como las descargas histéricas de Arthur, empecé a disparar a ese puto alien de mierda.

“DIE FUCKING SON OF A BITCH!!!”

Arthur comienza a disparar, y como el bicho está casi a bocajarro es capaz de hacerle una fea herida en el hombro.- AAAAAAAAAAAAAAAAAH.- un grito inhumano suena de la criatura, lo que hace que se enfuerza y corra hacia el lugar, intentando propinar una hostia a Arthur, que es el primero que encuentra delante.

Marcus habría disparado, de no ser por que su arma se había quedado sin munición, y al intentar recargarla se dio cuenta de que los cargadores no estaban donde debían de estar... por lo que ahora ese arma era inútil.

El monstruo golpea con la mano abierta a Arthur, y éste cae encima de una mesa llena de botones, haciendo que la nave haga un ruido sordo y rompiendo algunos mecanismos, aunque los daños parecen leves. Arthur pierde la conciencia en el suelo, mientras el monstruo se dirige hacia Marcus, girando su enorme cabeza.

Desde debajo de la mesa me giro y miro al monstruo.- Mierda... ¿Os podéis encargar de él?.- dije volviendo al trabajo lo más rápido posible.- No tardaré... y no quiero ser comida de orangután del espacio.

“Me cago en la puta…”, mascullo molesto, soltando el cañón a un lado, tras ver que me había quedado sin munición. Ya me parecía a mí que el arma estaba más caliente que una zorra celo pero menudo jodido momento para vaciarse.

Arthur sale volando tras el golpe del engendro y tras lo cual me encara, compitiendo conmigo a ver quién está más cabreado de los dos.

“Vamos hijoputa…”, le espeto, sacando el hacha. “¡Te voy a dejar la cara que ni la puta que te parió te reconocerá!”.

El humano es muy torpe con el arma cuerpo a cuerpo, así que hasta el orangután del espacio es capaz de resistir el golpe sin moverse. Entonces Marcus se percata de la piel tan dura que tiene... 

La chica sigue metida en sus labores, pero mira a Marcus y le señala su rifle.- No seas panoli y coge el puto rifle... no vayas de héroe que nos matan a todos aquí.

Entonces el macaco reacciona y lanza una profunda galleta a Marcus, pero acaba golpeando otra mesa de navegación y es electrocutado, quedando un poco aturdido.

El intercambio de golpes no salió como esperaba pero el grandullón acabó peor que yo, poco menos que ‘pegado’ a un par de cables, momento que aproveché para, con un gesto, cambiar el tomahawk de manos… y recurrir a mi pistola de plasma y llenarlo de… plasma.

Yeah, no tiene tanta gracia que el plomo… pero joder, no veas lo bien que revienta cabezas de aliens.

Marcus agarra su pistola con un acto reflejo y deja a un lado el Tomahawk, disparando varias balas dispersas que logran impactar de refilón al objetivo, haciendo que grite aún más... pero aún no ha acabado la fiesta y el enorme espécimen sale de su aturdimiento y dirige uno de sus puños hacia Marcus, que está próximo a la chica. El puño se hunde en su cuerpo y las costillas de Marcus parecen crujir, haciendo que caiga finalmente inconsciente al suelo. Había ocurrido lo increíble, pues ahora tan solo estaba la joven... entonces parece ser que Arthur volvió en sí y abrió los ojos, viendo cómo su amigo caía en batalla muy grave. No podía permitir perder a otro de sus amigos.

La joven salió de su lugar, cogió la ametralladora del suelo y comenzó a disparar al monstruo.- Esto ya está, tenemos que salir de aquí, por esa cápsula.- Decía, mientras una balada de balas intentaba impactar al monstruo. Había una cápsula al lado, tan solo había que meterse y activar la palanca cuando todos estuvieran allí.- Vámonos. No hay tiempo de recoger a Marcus sin que muramos todos aquí...

Por fin despertaba, lo hizo tosiendo y apenas sosteniéndose el pecho.

-¿Qué?-

Balbucea su pregunta mientras se repone, levantándose entre los cables y materiales de aquel panel que rompió con su cuerpo (¡ha! seguro que los aliens ya no tendrían agua caliente en su nave)

-¡Ni hablar!-

Rechaza la idea de irse sin su compañero; así que recoge su arma y llama la bestia.

-¡POR AQUÍ BASTARDO!-

Con suerte su compañera asiática podría arrastrar el cuerpo de Marcus. Mientras Arthur comenzaba a abrir fuego una vez más.

El bicho iba a golpear a la joven justo cuando cogió a Marcus para salvarle la vida, pero Arthur desde su espalda aunque algo aturdido agarró su rifle y enchufó al animal, que se tambaleó para acto seguido girarse y rugir de odio. Parece que se empezaba a debilitar, aunque un golpe más sería el final de Arthur. 

La oriental no tenía fuerza suficiente para arrastrar a Marcus y su pesada armadura.-No puedo con él.- dijo sin dejar de empujar hacia la cápsula.

Podría quedarse disparando pero así tampoco lograría sacar a Marcus de ahí a tiempo, la asiática estaba buena para hacer explotar toda una nave alienigena y quizá follarla hasta hacerle explotar el cerebro tanto que olvide su nombre o como hackear una computadora alienigena; pero para cargar al pesado de Marcus no....

Tenía que llegar a ella así que haciendo uso de las pocas fuerzas que le quedaban Arthur comeinza una carrera hacia el mosntro, comenzando a dispararle a la cabeza para distraerlo pero al final barriéndose para pasar entre las piernas de la criatura, llegar donde sus compañeros y ayudar a levantar a Marcus para entrar los tres a la capsula de escape.

Marcus parece despertarse muy malherido y comienza a arrastrarse ayudado por Huong a la cápsula de escape. Arthur corre como puede cerca del monstruo para poder llegar a la misma cápsula en la que está la oriental y Marcus, que ahora acaban de entrar sin problema. El monstruo, debilitado y enfurecido lanza sus garras contra él y lo agarra por unos instantes, pero Arthur saca fuerza de donde no la hay y de un giro con su cuerpo se escurre entre sus garras y llega a la cápsula.

El monstruo chilla, dejando entrever su viscosa sangre entre sus manos y su abdomen, y da un fuerte golpe a la cabina, pero ya no hay marcha atrás. Salís disparados junto con la cápsula hacia el cielo, y finalmente acabáis cayendo lentamente dentro de ella cuando se abre el paracaídas. El peligro ya había pasado.

A lo lejos, la nave comienza a coger altitud, y finalmente acaba con un bonito estallido cuando está alcanzando el límite del planeta. Huong os mira y se encoje de hombros.- Les he dejado un regalito especial.- 

La humanidad volvía a estar a salvo, gracias a vosotros.