Partida Rol por web

Marcus había llegado después de que pudiera salir de aquél barco. Cuando llegó a la "guarida" se encontró con Arthur, uno de sus compañeros de batalla. Ya se conocían de hace algún tiempo, y Arthur estaba plácidamente durmiendo mientras el mundo iba a ser destruído en breves. 

Marcus le contó a Arthur que se había tirado a la jefa del barco en el que estaba de fiesta, además del percance con el alien ese, el merodeador, que se hacía pasar por un humano para obtener información. También se había curado completamente tras dormir un buen rato y vendarse las heridas de balas. Ahora, debían de hacerse cargo de todo aquello, seguramente estarían cerca de la tierra ya aquellos aliens. 

La guarida era una cueva en la que los miembros del grupo (él, Arthur y Ulv) dormían y se armaban. Era como su casa. En ella había todo tipo de armas, robadas al ejército. Desde armas experimentales hasta de las más normalitas. También había una zona de relax con aguas termales, era una especie de agua natural dentro de la cueva, casi al final. Ahora estaban en la sala común, fumando y bebiendo algunas cervezas. Pero el tiempo apremiaba.

Cuando estaban plácidamente hablando apareció por la puerta Ulv, el tercero que faltaba. Ya estaban todos, ahora tenían que armarse y salir pitando a por esos platillos volantes.

Estaba de lo más relajado sentado en uno de aquellos cómodos sillones, tomando su cerveza helada Duff, envidiando levemente que Marcus la haya pasado tan bien, pero un día de descanso luego de tanto exceso era lo que necesitaba en la mañana, ahora ya no, ahora tocaba patear culos verdes y escamosos de seres de otro planeta.

Al ver a su compañero llegar, alza una mano para saludar -Ulv- dice escuetamente, mientras mueve levemente la cabeza. Para luego darle un último sorbo a su cerveza y acabarla, la estrella contra su frente y la arroja directamente al tacho - WAHHH- se pone de pie y estira los músculos. -Bien, carajo, tenemos que tomar las cosas para irnos- extraño que lo dijera él, ya que combatir sin armas era su especialidad; por lo que comienza a caminar hacia la Armería, asumiendo que sus compañeros lo seguirían.

Una vez ahí, luego de abrir la puerta de rejas, alzándola con un rápido movimiento, va a buscar su rifle atuomático, cartuchos, chaleco antibalas con sus bosillos de balas, unas cuantas granadas (2 de fragmentación 1 de luz y una incendiaria), pistola en el cinto, pistola en la bota, una espada corta en el cinto (en la espalda baja) y otro cuchillo en la bota; por último unas nudilleras para maximizar el daño que pudiera hacer con su entrenamiento desarmado.

Arthur llega a la armería y comienza a buscar un equipo más tradicional, de hace unos cincuenta años. Se vé que es un nostálgico.

Ni siquiera había ido al barco para evitarse el trago de estar con demasiada mierda andante. Pasó de aquello yendo directamente a la guarida donde tenían todo tipo de armas para prepararse pues ya podía escuchar tambores de guerra sonar y no iba a tardar demasiado en responderlos. Se colocó los cascos en las orejas y se vistió rápidamente con su pintoresca ropa que tanto le gustaba.

Cuando se giró lo saludó Arthur a quien respondió más con un gruñido que con palabras. También pudo ver a Marcus a quien le hizo un gesto para que se levantase y cogiera algún arma pues la batalla se avecinaba y esto comenzaba a estar algo candente así que Ulv estaba entusiasmado sintiendo cómo la adrenalina y la cocaína que antes se había metido estaba haciendo efecto.

Se fue a la armería y escogió de los mejores surtidos que alguien podría llevar: Una cadena con un gancho de carnicería especialmente diseñado para él, un mandoble hecho con el mejor metal del actual mundo, una pistola de plasma, dos de proyectiles físicos, un rifle de proyectiles sólidos, 2 granadas de plasma, 2 granadas cegadoras, 1 granada de humo y una metralleta de proyectiles físicos. No se puso nada de armadura exceptuando un Kevlar ligero mal abrochado. La mayor parte del equipo lo llevaba distribuído en su cuerpo estando en la espalda el rifle y la metralleta, las granadas a mayores de la munición en el cinto y en otros transversales, la pistola de plasma en su pie izquierdo y las dos de físicos en los muslos.

Se giró hacia Arthur - Creo que con esto montaremos una buena fiesta - Acto seguido sonrió sádicamente mientras se metía otra ralla de cocaína.

Ya estáis todos armados, ahora había que decidir hacia dónde os dirigíais a "inspeccionar"

De pronto notaba que había abierto las vitrinas de demostración de armas histoóricas y estaba equipándose con armas algo arcaicas; niega con su cabeza y se tira el cabello para atrás, como sabiendo que estaba tan distraido que ni se fijó. VUelve a guardar el rifle y una que otra arma, para tomar las versiones actualizadas.

Ante el comentario de Ulv sonríe y asiente -sí, carajo, por fin volvemos a la acción.- amartilla su arma y revisa sus cartuchos -bien, ¿cómo haremos? nos separamos para ir a distintos lugares y cubrir más terreno o vamos juntos?-

Los putos aliens habían estado tocando los cojones más de la cuenta porque sí, echaba de menos patear sus culos, y sí, una visita suya animaba mucho, ¡pero nadie me toca mis chicas! Por si no había quedado suficientemente claro lo mucho que me había jodido el asunto del barco, no iba a tardar nada en escribírselo a plomo en cada uno de esos bastardos.

"Yo no sé vosotros pero yo solo me he cruzado con un escuálido que se quedó sin pilas y me chafó la fiesta", le comento equipándome. "Y encima el muy cabrón ni tenía un arma alien sino usaba una miniuzi".

Ni qué decir tiene que, por cómo me habían tocado los cojones en el barco, no me iba a andar con chiquitas, por lo que empecé a poner armas bien grandes sobre la mesa, con su buena cantidad de munición.

"Optó por que cada uno se busque la fiesta. Por ahora no son más que mierdecillas y ninguno tiene los cojones mejor puestos que nosotros. Si no hay problema con eso, me apunto la visita al campamento militar", añado. "No odio otra cosa que me toquen a las chicas de uniforme. Je, je...".

Es hora de partir, elegid el lugar al que vais (Mirad varios post atras)

-Bien entonces yo iré por la manzana, Ulv toma algún bar y hazlo pedazos; luego nos encontramos en el Palace*- dice mientras comienza a caminar hacia la salida; pero antes se detiene -¿está bien con todos?- pregunta, ya que no se le daba de líder y querer mandar a ésta manada de perros salvajes en la que el se incluía, sería una total locura.

El comentario sobre las chicas de uniforme de Fénix le hizo bastante gracia haciendo que Ulv se riera mientras le daba un par de palmadas en la espalda - Yo más bien diría toda femina sin exceptuar el cómo están vestidas aunque mejor desnudas y en mi cama - Respondió mientras ajustaba una pistola a su bota para hablar luego con Arthur - Claro, sin duda, mejor reunirse en un local de tías buenas que en el retrete del bar de turno - Gruñó mientras salía de la guarida en busca del primer bar que pareciera interesante y que, por descontado, iba a desmantelar como quisiera.

Cada uno se dirige hacia un sitio diferente para finalmente quedar en el palace. Let's rock!