Partida Rol por web

Después de darte un buen atracón en la comida, te dispones a salir de nuevo de casa, la tuya está un poco más alejada del resto pero necesitas espacio suficiente para el enorme quitanieves que manejas, no es cómo ésas baratijas que usan en las ciudades, a veces te ves obligado a quitar placas de hielo con una especie de taladro incorporado en la zona delantera...

Hoy tienes que acabar de despejar varias zonas ya que es el último día de luz que vais a tener durante 30 días y el Sheriff Eban suele ser algo tiquis miquis con la preparación...

Abres la puerta y el pequeño Kodo sale disparado del interior, subiendo ágilmente hasta el quitanieves y manteniéndose quieto en un rincón en el que no molesta aunque tú tomes asiento.

Tras acabar de comer abundantemente (nada mejor para combatir el frio que tener el estomago lleno), Peter abre el pequeño armario de su casa en el que guarda la ropa del trabajo y los utensilios que suele utilizar: La linterna, la ganzua y junto a su teléfono móvil, con la batería recién cargada, los guarda en el bolsillo interior del grueso abrigo rojo. Aquel día el trabajo seria duro, pues debía despejar varios lugares ante la llegada de la larga noche polar, en la que durante 30 días no verán la luz del sol.

Kodo corretea impaciente deseando salir. Cuando Peter abre finalmente la puerta, el pequeño cachorro sale a toda velocidad hacia la maquina quitanieves aparcada en el exterior de la casa. Aquel Husky era su única compañía en las largas y dificiles horas de trabajo pero a pesar de todo a Peter le gustaba aquella vida tranquila en comparacion con el ajetreo de Atlanta.

Tras recoger la pala, que utilizaba para sacar la nieve a mano en los lugares a los que el enorme vehículo quitanieves no llegaba, Peter se acomoda en el asiento del conductor y mientras acaricia cariñosamente la cabeza de Kodo comienza a recordar mentalmente las zonas que le han informado que están obstruidas por la nieve

-Bueno Kodo, vamos allá afirma finalmente mientras arranca la maquina

Kodo deja que le acaricies mansamente, pues es poco ruidoso, quizá el ambiente calmado le ayude a éso o simplemente es callado por naturaleza... Mueve la cola animadamente y tras ésto arrancas la enorme mole que es tu quitanieves y avanzas con parsimoniosa lentitud, abriendo algo de camino mientras te aproximas al pueblo.

Cuando llegas ya puedes apreciar el claro descenso de habitantes, es perceptible por la cantidad de comercios y casas entabladas, la falta de coches y de gente por las nevadas calles.
Un "pequeño cuerpo" te hace gestos para que te detengas, tras lo cuál se acerca.

-¡Buenas tardes Peter!- te saluda animadamente Claire mientras se acerca al quitanieves.
La conoces poco, sólo has intercambiado escasas palabras con ella pero suele ser bastante más extrovertida que la gente del pueblo.

-Mi hermano me ha dicho que te dé esto, que él está muy liado comprobando las reservas y los generadores pero te buscará en cuanto pueda para ver cómo va- rebusca en uno de los bolsillos de su abrigo y te tiende un papel con el nombre de varios edificios y rutas que debes despejar.
-Yo me marcho ya...¡no quiero perder el avión!- exclama mientras se cuelga una enorme mochila a la espalda, te sonríe amigablemente y se empieza a alejar a menos que quieras preguntarle o decirle algo.

El trayecto por el pequeño camino que separa su casa del centro del pueblo transcurre sin incidencias para Peter y Kodo. Al llegar observan como los habitantes del pueblo ya han comenzado los preparativos para pasar los largos de noche cerrada que les esperan.

-Espero que acabemos rápido el trabajo..... Aun no he preparado nada dice en voz alta siendo escuchado tan solo por el pequeño cachorro que le acompaña.

Después de avanzar un poco mas hacia el interior del pueblo, Peter observa una figura haciéndole señales, deteniendo el vehículo quitanieves al distinguirla. Se trataba de Claire, la hermana del Sherif Slade a la que saluda efusivamente desde la ventana. Al fin y al cabo, a pesar de no haber cruzado demasiadas palabras con ella le parecía una chica bastante simpática. Cuando esta le entrega el papel con las zonas a despejar, Peter lo observa con curiosidad

-Bueno no parecen lugares muy complicados. Tan pronto acabe lo llamare al móvil para avisarlo. Así que por lo que te veo ya te vas del pueblo ¿no? Cada vez somos menos los locos que nos quedamos aquí cuando tocan los meses de noche ¿Quieres que te lleve hasta el aeropuerto? La maquina quitanieves no es muy rápida pero supongo que es mas veloz que ir andando y seguramente alguno de los lugares en los que tengo que quitar nieve me queda de camino a la vuelta

-Ah... sí, no sé cómo sois capaces de quedaros aquí cuando es siempre de noche, a mí ya me cuesta adaptarme cuando sólo hay sol y más sol...- ríe despreocupadamente y tras dudar unos segundos mirando la carretera finalmente decide subirse al quitanieves, acariciando y jugueteando con Kodo animadamente mientras tú arrancas.

El trayecto resulta más o menos entretenido aunque sea lento, puesto que Claire podría hablar sola si se lo propusiera y te explica qué fotos ha hecho éstos últimos días y que te traerá algún regalo de Ottawa cuando vuelva a venir...

La dejas junto al aeropuerto y te dispones a hacer el viaje de vuelta, ya ha oscurecido bastante y tienes que encender los faros, momento en el cuál ves a algo en medio del camino pero se aparta con tanta rapidez que no sabrías decir lo que ha sido.
Kodo se incorpora repentinamente con las orejas muy tiesas.

-Bueno al fin y al cabo es nuestro hogar. Son los treinta días mas aburridos del año y la temperatura es difícil de soportar cuando el sol se va pero todo es cuestión de acostumbrarse afirma convencido ante el comentario de Claire, obviando ,desde luego, que realmente aunque quisiese irse a otro lugar durante el largo mes de oscuridad no tendría a donde. Al irse de Atlanta había perdido todo lo relacionado con su "vieja" vida.... su antiguo empleo, sus amistades, su familia e incluso la chica con la que salia. Incapaces todos de comprender el súbito cambio de actitud de Peter.

En momentos de debilidad el sentirse tan "solo", a pesar de las numerosas amistades forjadas en el pequeño pueblo, se convertía en un motivo de profunda amargura que solo lograba aliviar recordando los cambios positivos que su vida había experimentado. Allí en Barrow se sentía libre viviendo de forma sencilla y tranquila

De todos modos no pretendía amargar ni estropear la conversacion con Claire por culpa de sus problemas, así que rápidamente dejo de lado sus pensamientos y se dedico a disfrutar de la agradable conversacion que la chica le daba pues, a pesar de haberse cruzado en pocas ocasiones con ella, se sentía extrañamente a gusto hablando con ella. Tanto era así, que no le hubiera importado pasarse el largo mes entero que se avecinaba metido dentro de la maquina quitanieves hablando con ella.

Finalmente llegan al aeropuerto donde se despide de ella con una sonrisa

-Pasalo bien en Canada... espero verte pronto. Ahh! y si me vas a traer algún regalo que sea algo bonito ¿eh? le dice guiñando un ojo complicemente

Tras despedirse arranca de nuevo el vehículo. La noche se acercaba y aun tenia mucho trabajo por hacer por lo que, tras encender los focos delanteros de la enorme maquina, se dispone a acercarse al lugar mas cercano de los señalados en el papel cuando para su sorpresa ve algo parado en medio del camino que se aparta velozmente cuando el vehículo se acerca Que extraño, quizás haya sido algún animal pensó mirando a Kodo el cual se hallaba en actitud defensiva con las orejas en punta

-Tu también lo has visto ¿verdad chiquitin? le dice mientras le da una suave caricia en la cabeza tratando de tranquilizarlo mientras detiene el vehículo, sin apagar el motor, y alumbra con su linterna el exterior de la ventanilla en la dirección en que aquello se movió, con la esperanza de discernir algo

Claire se despide de ti con una sonrisa amplia mientras mueve la mano enérgicamente y desaparece en el interior del pequeño aeropuerto, al cuál se marcha corriendo a toda prisa.

Tras ésto sigues tu trayecto hasta que te detienes para averiguar qué ha sido "eso".
Kodo se remueve inquieto y se incorpora ladrando un par de veces empezando a gruñir por lo bajo mientras sigue en actitud de alerta, algo muy extraño en él.

Buscas tu potente linterna y alumbras la carretera en cuestión, distingues un charco oscuro entre la blanca nieve y después oyes un grito que más bien parece una especie de rugido, realmente extraño no habías oída nunca nada semejante pero te eriza todo el bello y hace que un escalofrío te recorra todo el cuerpo.
Si es una bestia tal vez sea mejor no averiguar cuál es...

-¿Que demonios es eso? se pregunto Peter al ver el charco en contraste con el blanco de la nieve. Quizás se tratase de algún animal herido pensó dispuesto a bajar mientras Kodo continuaba ladrando intranquilo. Repentinamente, cuando ya tenia la mano apoyada para abrir la puerta, una especie de rugido inhumano lo sobresalta haciéndole dar un brinco del asiento del conductor y haciendo que de forma casi instintiva se vea obligado a apartar su mano de la puerta. Desde luego aquella situación era cuando menos extraña ya que aquel "grito", por llamarlo de alguna manera, no se asemejaba en absoluto a nada de lo que el conocía. No sabia de ningún animal capaz de producir aquel horrible sonido

-Sera mejor que nos vayamos. No tengo ni idea de que cojones es eso y no creo que sea muy oportuno bajar a verlo susurra a Kodo mientras nerviosamente trata de arrancar la maquina quitanieves dispuesto a marcharse cuanto antes de aquel lugar. Ya informaría al Sheriff cuando tuviera ocasión