Partida Rol por web

Después de aterrizar en el aeropuerto central de Juneau, la capital y el único que te permitía traer de forma costosa tu vehículo, has estado conduciendo todo el día por carreteras densamente nevadas y desiertas.
Lo cierto es que ha llegado a ser interesante, nunca habías tenido que estar tan atento al volante, cualquier despiste supone un posible desvío a pesar de las cadenas y la tracción...

A media tarde por fin te encuentras en el pueblucho de Barrow, compuesto por edificios pequeños que cómo mucho tienen dos plantas, ya sean casas o tiendas con zona habitable en el piso superior.

Los muy escasos ciudadanos que aún están por la calle, llegan a detenerse para contemplar tu coche sin disimular su asombro.
Si ya ibas a llamar la atención pro ti mismo, el vehículo ha acabado de "completar el trabajo".
La casa de tu padre se encuentra al fondo del pueblo, ya que no hay callejuelas ni recovecos, está todo dispuesta de forma cuadrada con calles rectas, no tiene perdida...

Por el trayecto ves la oficina del sheriff, el ayuntamiento, una cafetería y alguna que otra tienda aunque la mitad de ellas están cerradas.

Aparco el coche con cuidado y miro unos momentos por la ventana de este, me quito los guantes y me soplo las manos para encenderme un cigarrillo al momento.

miro otra vez el desolador paisaje, sin nadie en las calles y digo en susurros, esto es demasiado tranquilo para mi gusto.

Después salgo de coche haciendo sonar la cerradura con la llave mientras miro a las casitas blancas cubiertas de nieve y una sonrisa de medio lado se dibuja en mi rostro al pensar en las pueblerinas con ganas de dar amor a cambio de que se las saque de este antro de pueblo.

Me giro en una media vuelta y miro ahora la casa de mi padre, parece que no hay nadie, pienso mientras veo que si que se ve una luz al fondo, o puede que si... terminemos ya con esto, cuanto antes mejor.

Cojo del maletero mis dos maletas, una con ropas y enseres, mientras que en la otra llevo un par de regalos y documentos que aprovecharé estas mini vacaciones para ojearlos pues es trabajo atrasado.

Subo todo a la puerta y bajo de nuevo por el portatil y vuelvo a mirar de solayo la solitaria calle antes de cerrar el coche de nuevo y subir para con mano firme llamar a la puerta.

La puerta se abre después de que insistas varias veces y distingues el sonido de los pestillos metálicos de la misma, cómo si en un pueblucho así fuera necesario...
Cuando tu padre te ve, te mira inquisitivamente de arriba a abajo con el ceño fruncido. No es que tenga demasiado buen aspecto con la barba y el pelo desaliñados y la ropa arrugada, pero podrías apostar a que sale poco de casa.

-¿Qué haces aquí?- te espeta fríamente, tras lo cuál mira tus maletas de reojo y negando con la cabeza vuelve al interior de la pequeña casa dejando que, si quieres, pases adentro.
La verdad es que sólo con ver el recibidor el estado de polvo y orden ya deja bastante que desear...

Hola padre yo también me alegro de verte, digo en tono irónico a su bien venida mientras apago el cigarrillo en la planta de la bota y lo tiro fuera.

Entro no sin antes mirar por ultima vez hacia afuera sintiendo la desolación del ambiente invernal, cuando cierro cargo con las maletas asta llegar lo que creo es un salón o salita con la inconfundible mano de papá, o sea, todo desordenado y con tres dedos de polvo, me quito los guantes y toco con el dedo índice un mueble bar notando la suciedad en este, abro la puerta que esconde las bebidas y saco una botella de vodka mientras digo, como no, solo vodka, cojo un baso al cual soplo para quitar un poco del polvo acumulado mientras digo también irónicamente, mmmmh vodka con polvo mi combinación favorita en vacaciones.

Cuando me he echado un buen trago agudizo el oído esperando escuchar a mi padre en alguna parte de la casa y solo oigo silencio lo que me lleva a pensar, seguro que está metido en sus historias de ciencias, me armo de paciencia no sin resoplar antes y ando por la casa buscando lo que se que terminaré encontrando, su laboratorio el cual seguramente si que esté pulcramente limpio y ordenado, con su sillón de pensar blanco e impecable y el sentado en el con la mirada puesta en el vacío y ojos vidriosos.

Greg murmura algo por lo bajo malhumorado mientras le saludas, dando a entender que ni te esperaba ni le importa demasiado que hayas venido pero desde luego tampoco se alegra.
Desaparece mientras te sirves la copa, dejando rastro por los muebles que tocas o utilizas a causa del polvo acumulado.

Acabas por encontrar a tu padre en el sótano, bien iluminado con luces de neón y cómo ya imaginabas perfectamente limpio y ordenado.
Está sentado en su sillón pensativo, con la cara apoyada en su mano, el ceño fruncido, la frente arrugada y la mirada perdida por el suelo.

-¿Y bien...?- acaba por preguntarte al cabo de un rato de silencio, moviendo sus dedos en el reposabrazos con cierta impaciencia.

Lo miro con rostro serio para cambiar la expresión jovial, me paseo por su habitación cuando escucho la pregunta a lo que respondo dándole la espalda, ¿no puede un hijo venir a ver a su padre porque sí? Sigo andando con tranquilidad mirando probetas y cachivaches que no se para que sirven.

Observo un microscopio y me acerco intrigado por el y ver que es lo que tiene el liquido verduzco que seguro estaba mirando mientras yo venia hacia este pueblucho.

Me aparto al no ver que es y sigo andando viendo la sala mientras comento, el otro dia pasé por la tumba de mamá, lo miro de reojo para comprobar si me ha escuchado mientras me acerco al ordenador de sobre mesa que hay para seguir diciendo, unos gamberros habían hecho pintadas en la lapida, callo unos segundos para ver su rostro mientras le sonrío irónicamente y sigo diciendo, ¿Cuanto hace que no vas a visitar su tumba? Estaba todo hecho un desastre, callo otra vez unos segundos, asta para ti.

Por ultimo cojo un taburete y me siento en frente suya mientras digo, solo he venido para que firmes unos papeles, me hecho mano al paquete de tabaco pero me percato que aún con ganas de enfadarlo fumando en este santuario suyo, me he dejado el tabaco en el abrigo arriba con lo que sigo diciendo, mañana a estas horas estaré de camino a la casa de Washington, quiero venderla.

Con la primera pregunta Gregory murmura algo por lo bajo mientras te sigue con la mirada, claramente molesto por el hecho de que estés merodeando por su querido laboratorio.
-Bueno, ¿y porque no vas tú más a menudo? Deberías predicar con el ejemplo en vez de ir echando en cara cosas que no tienes derecho...- se queda con la boca entreabierta cómo si quisiera continuar añadiendo algo pero acaba por negar con la cabeza callándose, devolviéndote una mirada fría e incluso amenazante cuando te sientas frente a él.

-Bien, ¿y entonces te largarás? Trae ésos malditos papeles- afirma dando un pequeño manotazo en el reposabrazos, impaciente por volver a su rutina tranquila y solitaria.

No es tan fácil, digo tranquilamente, como la casa estaba a nombre de los dos tienes que darme una copia de la herencia certificada por el ayuntamiento y no creo que ahora esté abierto, digo esto ultimo mirando en reloj, pero mañana a primera hora vamos y lo hacemos.

Después me levanto esperando que me diga algo antes de irme del cuarto no sin antes decir, ¿y has dicho que mi habitación estaba?

Gruñe por lo bajo y suspira impacientemente.
-De acuerdo pues deja de dar la lata hasta mañana y vete a la habitación de invitados...- te hace gestos con la mano para que salgas de su estimado laboratorio, tras lo cuál cierra la puerta y distingues un chasquido metálico. Ha hechado el pestillo.

Así pues, te sale más a cuenta buscar tú mismo la habitación en cuestión lo cuál no es muy difícil pues huele a cerrado y también acumula polvo, con la típica colcha que debe llevar años colocada en la cama...
Te dispones a ir a coger tus maletas, las cuáles dejaste en el pequeño recibidor de la casa, y entonces las luces tintinean un par de veces hasta que repentinamente se apagan.
Desde ahí puedes apreciar que afuera ha quedado todo el pueblo en semi-oscuridad excepto algunas luces de "emergencia" apostadas en las paredes de algunos de los edificios.

Mientras todavía te encuentras observando ése fallo de electricidad, que en realidad no te resulta muy raro tratándose de un pueblo tan cochambroso... Escuchas el sonido estrepitoso de unos cristales estallando detrás de ti seguido de un grito sonoro, ronco y horrorizado del sótano.
¿Tu padre? Es extraño no gritaría sin motivo...

Me giro en redondo echando mano a la espalda buscando la pistola y mi cara se vuelve una mueca enfadada al recordar que la pistola está en la maleta debajo de la ropa interior, mierda, se escapa de mis labios en un susurro mientras miro a mi alrededor y busco algo que pueda usar como arma.

Sin pensármelo dos veces cojo una lámpara de noche y le quito la copa y pego un tirón de ella para soltarla del enchufe sin mirar si me he quedado con el cable yo, o me ha ganado la partida el enchufe. Mientras, ando lo mas rápido posible en dirección a donde estaba mi padre.

(*)Cuando llego veo la puerta cerrada e intento girar el pomo que permanece atascado como el lo dejó, ando un par de pasos hacia atrás y cogiendo un poco de carrerilla doy una patada a la puerta para intentar abrirla.

Golpeas la puerta con violencia y ésta casi se descuelga de sus goznes demostrando su escasa calidad...
Cuando entras al laboratorio el aspecto es muy diferente que el de hace apenas un minuto.
El viento helado entra por una de las pequeñas ventanas superiores que se encuentra rota en varios pedazos al igual que la mayoría de probetas, frascos y demás utensilios que cubrían las distintas mesas y muebles.

El sillón dónde hace un momento se encontraba sentado tu padre está volcado y unas grandes manchas de sangre han salpicado el suelo y las paredes, al parecer con un golpe o corte muy violento... El rastro de sangre sube por la pared y sale por la susodicha ventana pero eres demasiado corpulento para caber a través de ella...

Cuando veo eso corro otra vez a la habitación, abro la maleta todo lo deprisa que puedo soltando la lampara en el suelo saco mi ropa interior rápidamente y cojo la caja con la pistola, compruebo que está cargada y mirando el cargador y la recamara, quito el seguro y me la pongo a la espalda miro si tengo cajas con balas y cojo todas las que entren en los bolsillos de mi abrigo mientras digo para mi mierda...mierda...mierda... que coño ha pasado abajo.

Después miro el reloj otra vez y compruebo que tengo el móvil y la batería que tiene, para poco después salir echando leches a la planta de abajo, cuando llego cargo la pistola y observo por la ventana un rato.

Cojo mis llaves con una mano mientras mantengo el arma preparada para un tiro instintivo y no dejo de mirar a todos lados en busca de algo o alguien que pueda ser un objetivo hostil, pulso el botón que abrirá las puertas de mi coche y corro hacia el antes de entrar vuelvo a mirar la casa y las de los alrededores mientras compruebo que no hay nadie cerca.

Entro en el coche y cierro con el seguro, enciendo el motor y lo saco de donde está a toda ostia yendo a las oficinas del Sheriff, mientras conduzco intento llamar a emergencias desde mi móvil pero mis dedos están agarrotados por el frio así que no atino a dar bien con los números, la pistola la dejo puesta en el salpicadero por si la necesitara rápidamente.

La adrenalina recorre mi cuerpo mientras pienso en lo que ha pasado en el laboratorio de mi padre, joder...joder...joder ¿Qué coño ha pasado? Digo rápidamente mas para tranquilizarme que por decir algo en si.

(*)Cuando llego a la oficina del Sheriff cojo la pistola mientras cuelgo la llamada del móvil y me guardo la pistola en la parte de atrás mientras entro en la oficina toda ostia, si no hay luz cojo una linterna y si está la puerta cerrada llamo mientras miro a todos lados con la espalda a la pared.

Cuando llegas hasta la oficina del Sheriff (viendo más de un cadáver desmembrado por el camino), aprecias otro coche ahí aparcado además de un quitanieves.
En el interior se haya un muchacho que al parecer acaba de llegar con su cachorro de husky, una chica sentada en una de las sillas y el supuesto sheriff en cuestión... Aunque ésto sólo es deducible por su chaqueta ya que no tiene mucho aspecto autoritario.