La colonización del Nuevo Mundo comenzada cuatro años atrás por el Almirante Teodoro de Aldana sigue su curso, mientras nuevos héroes llegan a Santa Lucrecia en busca de oportunidades.
Cuatro años atrás, la flota de la Armada Real Castellana comandada por el Almirante Teodoro de Aldana consiguió establecerse en la costa de Aztlan por primera vez. Aztlan, por muchos Theanos conocida como el Nuevo Mundo, es una tierra habitada por los restos de un antiguo gran Imperio que ahora se divide en tres reinos. Una inmensa tierra rica en recursos apenas explotados por sus habitantes. Pero también es un lugar peligroso, no por nada los Theanos ya fueron expulsados décadas atrás por los celosos Aztlanos, que protegerán sus tierras con su vida si es necesario. Aztlan puede ser el inicio de una Época Dorada de la corona castellana. O puede ser su ruina y sumirla en una era de miseria. Todo dependerá del éxito de la colonización del Almirante y las tropas que van llegando desde Theah. Tanto soldados del ejército castellano como mercenarios que el Rey Feliciano ha decidido contratar para apoyar a sus tropas en la conquista. Por el momento, el Almirante ha conseguido crear el puerto de Santa Lucrecia (o Lucrecia a secas para la mayoría), el primer asentamiento en el Nuevo Mundo desde donde coordinar su campaña militar. El puerto en estos cuatro años ha crecido de forma espectacular, atrayendo a muchos marineros de dudosa reputación desde el mar Atabean. Así, es posible encontrar casi de todo en la ya ciudad, cuyo crecimiento parece escapar a las previsiones de sus creadores, con poco tiempo para combatir el creciente crimen organizado de la ciudad. Una flota de barcos repletos de soldados y mercenarios está a punto de atracar en el puerto de Santa Lucrecia, con vosotros a bordo.
Bienvenidos a Santa Lucrecia, el único lugar civilizado que encontraréis en el Nuevo Mundo.
Información útil para la partida.