Partida Rol por web

Asalto 11:

Sir Flain desde la perspectiva elevada que le da  su posición, en clara oposición a la postura desde el suelo que tiene sir Tuddwich, asesta un golpe, que a pesar de ser frenado en gran parte por el escudo córnico, impacta lo suficiente como para hacer sangrar al caballero de Cornualles.

No pude el de Cornualles con otra herida más, y pierde la consciencia.

19-10-6= 3 de daño. Inconsciente.

No le da tiempo a sir Flain, plantearse en dar o no, otro espadazo a su destruido rival, puesto que el padrino del de Cornualles, le intercepta evitando siquiera la tentación de hacerlo.

Se da por victorioso a sir Flain, y la tropas de Logres rugen de nuevo.

Turno 11

Ataque: Éxito (12) Daño: 19 Destreza: Éxito (2)

Motivo: espada 11

Tirada: 1d20

Dificultad: 17-

Resultado: 11 (Exito) [11

• 7 victorias x 10 = 70 de gloria.
• Derrotar  a sir Tuddwich=  35 + 5d10 a gloria
• Participar en un juicio de Dios, y preparar el lio que habeis preparado = +1d20

Desde la grada, Cadwallon gritó de alegría al ver vencedor a su amigo y compañero de armas. El combate había sido duro, y el caballero de Salisbury había sufrido y sangrado para lograr la victoria. Pero victoria era, al fin, y bien merecida. A pesar de la derrota de Sir Jaradam, parecía que el juicio de Dios había determinado lo que ya era un hecho: que ni Flaín ni él mismo habían mentido al decir que Portius les engañó para asaltar la aldea.

Un trastabillante Sir Flain, al que estorba y pesa el escudo y la espada, se dirige cansado, hacia el lado de la gente de Logres. Es recibido con vitores y aplausos.

No escapa su empapado rostro en sangre y sudor, a un bautizo menos cristiano que el tradicional, siendo este ejecutado a base de cerveza. Su rostro empapado en cerveza, recibe ademas, las cachetadas complices, del grupo de caballeros de Logres. La soldadesca  de Logres, tambien le hace llegar su sincera alegria por la victoria.

Atras, un sanitario confirma que aun hay vida en sir Tuddwich, y desde el mismo suelo desde el que yace recibe algunas curas. Tras las cuales, es arrastrado fuera del lugar del duelo.

A tus espaldas, el conde y su séquito, en el que no se encuentran caballeros " amigos"  de nuestros protagonistas, se dirigen hacia el grupo de los de Cornualles. 

Los condes conversan entre ellos, de algun tema que no parece ser especialmente arisco, pues mantienen una calma ajena de tensión.

Parece que lo que se ha hablado se  ha resuelto favorablemente, y con ello se recogen hasta vuestra posición.

El conde da orden de levantar el campamento y organizar la recogida, y asi lo hace la soldadesca.

Vosotros os recluis exhaustos en vuestra tienda, dejando a los demas hacer la labor de recogida y demontaje del campamento.

- ¡Sir Flaín! ¡Por mi fe que luchasteis bien, y contra un enemigo duro y hábil! - dijo Cadwallon, acercándose a su amigo. - ¿Se han ocupado de vuestras heridas? ¡Daffyd! ¡Daffyd! ¡Ve a buscar a un galeno, el mejor que haya por aquí, para que cure a Sir Flaín! - Cuando el escudero de Cadwallon salió corriendo de la tienda en busca de un quirurgo, el de Catterick se acercó a Flaín. - Nuestro honor queda lavado, mi buen amigo. Hemos vencido en buena lid y ya nadie en Cornualles o Logres se atreverá a dudar de nuestra palabra. ¡Ah, qué placer siento al haber destripado a esa rata traidora! - dijo Cadwallon, mostrando una mueca feroz. - Y no presentó mucha batalla, el malnacido. Creo que se confió en demasía, y eso fue su perdición.

Tras terminar el combate, una vez el caballero de Cornualles está en el suelo y mi ímpetu se ve interrumpido por el padrino, bajo la espada y me acerco a este último.

Decidle a vuestro protegido que ha luchado bien, pero luchaba no solo contra mí sino contra la verdad. Aún así, decidle que se ha ganado mi respeto por el buen combate que ha realizado.

Tras esas palabras regreso a nuestra parte del campo de duelos más cansado de lo que quiero reconocer, solo para recibir los vítores y aplausos del resto de caballeros y soldadesca allí reunidos. Recibo un nuevo baño en cerveza igual que Cadwallon, lo que me arranca una sonrisa, y voy agradeciendo las distintas felicitaciones mientras me dirijo hacia mi tienda, seguido de Derric.

Una vez liberado del ajetreo, lo primero que hago es pedir a mi escudero que me ayude a quitarme el armadura. Mientras me la estoy quitando, ahogando diversos sonidos de dolor de las partes heridas, Cadwallon entra y le sonrío, cansado pero le sonrío.

No me vendrá mal alguna tisana para aliviar las heridas, que no va a ser un regreso fácil al menos para mí. Me alegro del resultado de nuestros respectivos combates, Portius muerto como la rata que era y Tuddwich derrotado por quien intento inculpar de una mentira. Solo lamento lo de Sir Jaradan, espero de todo corazón que se recupere aunque lo veo difícil.

Sir Cadwallon negó con la cabeza. - El golpe que recibió Sir Jaradam fue casi mortal. Me extrañaría que sobreviviera, pero quizá salga adelante, no sabría decirlo. Creo que ahora está en manos de Dios. - El caballero había estado andando hacia la puerta de la tienda, y miró fuera, comprobando que no había oídos indiscretos escuchando. Después, volvió junto a Sir Flaín. Siguió hablando con él, pero en voz queda. - ¿Qué creéis que habrá que hacer en el futuro con respecto a la misión que nos trajo aquí? Me parece que Sir Jaradam era el contacto que vendría a preguntarnos por nuestras pesquisas, pero no sé si ahora podrá informar, o si se considerará que nuestra misión ha terminado...

Yo también bajo la voz buscando que no me escuchen oídos indiscretos. Es cierto que Sir Jaradam, cómo campeón de Logres, era quién los capitaneaba, pero os recuerdo que fueron tres los caballeros que llegaron, y por tanto los otros dos, Sir Harchet y sir Borlock, podrán informar de nuestras novedades.

Respecto a si seguiremos o no en la misión, me temo que eso solo le corresponde decidirlo a poderes que no están bajo nuestro control. Mientras Su Alteza Pendragon no nos ordene otra cosa, no tiene sentido plantearnos qué sucederá a continuación. Los dos hemos ganado nuestros enfrentamientos, ahora mismo creo que somos bien valorados en estas tierras y eso nos conviene. Si sabeis a qué me refiero.

Cadwallon asintió ante las palabras juiciosas de su compañero. - Tenéis razón, alguno de los otro caballeros podría encargarse de este asunto. Aunque puede que, al formar parte de la escolta de Sir Jaradam, se queden aquí esperando su recuperación, o su deceso. - El caballero se encogió de hombros. - Tanto da. Como bien decís, cuando se nos conmine a volver, volveremos. Y mientras tanto, parece que por fin hemos logrado ser aceptados en este lugar, al menos en lo que concierne al castellano, al que tengo por buen caballero. Por el momento, para mí eso es suficiente.

Duelo sir Flain VS sir Tuddwich :

 gloria 141

 marca en espada.