Partida Rol por web

Aún estás consciente cuando entras en la sala de operaciones.

Los médicos y la enfermeras giran a tu alrededor y tu muriéndote de dolor. Una enfermera algo vieja te tapona la herida con tus propias ropas y un trozo de la falda de (o era camisa?) de Chihiro. Apenas un medico se acercó, destapó la herida y la sangre volvió a salir junto con el dolor punzante de "algo" dentro de ti que se movía cada vez mas y mas.

-Vamos 100 ml de ....

-Preparad las tijeras...-

-Esa Luz! Necesito mas luz..-

Las voces se sucedían a tu alrededor en un coro incesante de idas y venidas. Apenas podías mantener los ojos abiertos pero viste un borrosa sombra que se acercó a ti, tomo tu cara con las manos y te puso la mascara de oxigeno mientras a la vez tomaba tus signos vitales.

-Tranquilo, muchacho. Te sacaremos la bala y detendremos la hemorragia. Ahora solo....

-Duerme.... jajajajajjajaj-

Estaba con Chihiro en una playa paradisíaca, mojitos, porros de maria y nuestra presencia, los dos, semi desnudos, amándonos, riendo y charlando de forma animada... Todo es perfecto, todo es mágico y todo es amor... con la música reggae de fondo y la alegría envolviéndonos...

Pasamos de estar en la hamaca haciéndonos carantoñas a estar en la playa al anochecer abrazados y dándonos besos y arrumacos cargados de emoción y lascividad...

- ¿No podéis quedaros quietos?- Te sorprende Amanda con una medio sonrisa.- Bonito atardecer. ¿Todo es tan... guay en tu vida?

Dice Amanda sentándose en la arena.

Justo cuando vuelves la vista a Tu Chihiro, ya no está. Estáis ambos en la playa, con la tumbona y un agradable calor de atardecer. Estáis en el paraíso!

-Casi me gustaría quedarme aquí. Nunca he tenido sueños tan... apacibles, ¿sabes?

Todo cambia en un momento y aparece Amanda con una pregunta bastante suya. -Tú si? que lastima...- Contesto en primera instancia, luego alaba el atardecer y me pregunta si siempre soy tan guay. -Bueno, y si no? que te queda? amargarte por la puta mierda de vida y sociedad que te ha tocado vivir? Solo tenemos una vida y por qué estar jodido si puedes exprimirla... Creo con sinceridad que todos los malos rollos están en la cabeza. Yo si quisiera podría regodearme en mis mierdas, pero viviría una puta falsedad por no tener cojones a afrontar lo que se viene encima, con lo cual que me compensa? desfasar y vivir bien el tiempo que tengo o estar jodido hasta morir? No se, yo lo veo claro Amanda.- 

Amanda se sincera una vez Chihiro ha desaparecido, y sonrío calidamente. -Tu caso es diferente, tu vives una pesadilla constante, y es un mal rollito, no te puedes permitir el lujo de soñar... pero estoy seguro que esto acabará pronto, de una forma u otra, pero nunca, nunca, te reprimas en disfrutar de la vida, aunque sea todo gris o carmesí sangre, que les jodan! se libre, vive y muere como quieras...- Añado, yo pienso así, puede que no sea la mejor opción, pero es la que yo he decidido.

Asiente frente a las palabras de Cliff.

- La vida que yo conozco es una mierda, Cliff de hecho... no recuerdo mas que los últimos años en el psiquiátrico de Pescadero.- Amanda suspira intentando recordar lo que allí pasó.

- Freddy le dijo a Tristan en el sueño que yo era la culpable de todo y puede que tenga razón. Desde que tengo memoria no he hecho mas que...sobrevivir,  ¿sabes? Allí no solo yo tenia esas pesadillas. Cuando empezaron el tratamiento con Hypnocil , bueno, la cosa mejoró. Pero el hypnocil es escaso y está en fase experimental.

Amanda se levanta y tira una piedra al agua haciéndola rebotar infinitamente, cosa que le hace gracia.

- Tenia tanto miedo que les robe el hypnocil al resto. Y murieron todos, Cliff. Todos. Soy una jodida ladrona y Freddy no va aprar hasta que me tenga. Hasta que me haga pagar por ello.

Cuando Amanda se lo contó a Tristan, él la entendió.

- Soy un monstruo...

No.. no... anestesia general no... gimoteo mentalmente. Pero nadie me hace caso. Lo último que veo es su rostro. Su feliz y quemado rostro.

Luego la oscuridad se cernió sobre mi. No tenía miedo, lo cierto es que esa sensación como tal no la sentí nunca. Sabía lo que era. Entendía el significado y el uso, pero hasta la fecha jamás he tenido miedo. Le ví venir volando hacia mi. Se detuvo justo frente a mi y me miró a los ojos, sin decir nada.

Creo que buscaba el miedo en mi mirada. Pero no lo encontró. Entecerró sus ojos antes de hablar. Fue escueto y directo.

"Veamos si puedes seguirme." Dicho esto, saltó por la cornisa del edificio. Corrí hacia él y pude ver como desplegaba esas alas y las usaba para planear por la ciudad. Miré hacia abajo, eran unos cincuenta pisos de altura. Volví a mirarle y le vi alejarse.

No tenía miedo. Pero no era un insensato.. ni un loco.... Una caída desde ahí arriba, supondría mi muerte... pero... ¿Qué coño? No es más que un jodido sueño! Nada más ser consciente del lugar, corrí a coger impulso y salté... y mi cuerpo comenzó a descender hacia el asfalto, con mi cabeza por delante. Me vi en el suelo, hecho trizas, pero no fue así. Noté un calor intenso en mí y lo dejé salir.

Fue increible. Estaba volando. Mi cuerpo ardía en llamas, pero no me quemaba y.. volaba... Ahora podía darle a Batman una buena lección.

Ardías como una tea sin consumirte.

Te sentías indomable, incansable y poderoso. Pero cuanto mas te acercabas a Batman, mas se te escapaba de las manos. A cada giro que daba en una esquina el giraba de nuevo en la siguiente, haciéndote girar en circulo. Incluso una vez casi creíste ver como chamuscabas la punta de su capa.

Eso te frustraba y redoblabas los esfuerzos en cogerle de nuevo.

Pero Batman es... bueno, Batman. Quizá deformado por tu propia mente has conseguido dotar a Batman de algo mas de lo que ya era antes. ¿Porque si no temerlo? ¿Por que si no hacerte a ti mismo mas poderoso?

- Vamos , niño... Cógeme si puedes!- Te gritó el en una de las veces que te dio esquinazo.

Casi parecía que estaba disfrutando de que le dieras caza. Parecía que era eso mismo lo que quería la oscuridad.

Hasta que Batman llega a la azotea de un edificio y te espera en ella. Cuando te acercas te das cuenta que no es otro lugar que la azotea del hospital. Y el está allí, esperando a que bajes a por él.

Lo reconocía. Era jodidamente bueno. Por eso era mi heroe. Temido y respetado por todos, el dueño de la oscuridad y las sombras. Se balanceaba por la ciudad como si simplemente fuese un juego. Se divertía a mi costa, debía demostrarle que no solo no le temía, sino que podía alcanzarle.

Despues de varias vueltas se detuvo. ¿Por qué? ¿Por qué sobre el hospital? Pensé mientras me acercaba al edificio. No dudé, descendí velozmente.

Las llamas se apagaron según pise el suelo de aquel tejado. Di un par de pasos hacia delante. Las sombras le cubrian en su totalidad, pero sabía que estaba ahí. ¿Por qué paraste? Pregunté. ¿Te cansaste de huir?

Miraba hacia la figura, manteniendo una distancia prudencial. Era Batman, era mi heroe, pero no sabía que era yo para él. Me has visto. No tengo miedo... No desisto... Enséñame.. se mi maestro. Casí sonó a súplica. Batman, al igual que Lobezno, era alguien lo suficientemente oscuro como para atraerme.. como para empezar a formarme bajo su estela. Y ahí estaba.

Sus ojos brillaban en la noche. Estaba claro que usaba visión nocturna. Su silencio me hacía mantenerme alerta.

La risa de ese Batman sonó casi monstruosa.

Aun sumido en las sombras podías ver su silueta como si fuera  algo grandioso. Incluso sin moverse podías ver sus músculos sus brazos y esos ojos resplandecientes que contrastaban con la oscuridad impenetrable de su rostro.

-Sería como enseñar a la hormiga a ser como el León, Ed.- Dice mientras alza una mano y te señala como si tu fueras el resultado de algún fallo. Como si fueras algo insignificante y despreciable. -Pero puedes empezar por ser menos tu...

Súbitamente el escenario cambia y estás dentro del hospital. La gente se mueve despacio y paseas, aun con tu traje llameante, entre ellos y las habitaciones.

Al fondo la silueta de un Batman monstruoso se dibuja en contraste con el blanco nuclear del pasillo de la planta del hospital. Pero no es eso lo que mas llama tu atención. Lo que lo hace es un ruido. Algo golpeando intermitentemente contra el cristal.

Al volver la vista ves, tras una ventana de cristal, el quirófano donde te han metido y la gente, médicos, enfermeras en SlowMotion. Dentro del quirófano está esa cara horrenda de Freddy Krueger, llamándote con esas garras como cuchillas mientras golpetea con ellas el cristal. En ese mismo lado, estás tu tendido en una camilla y Michelle, en la de al lado.

- Hey, Ed!!- Te llama Freddy. -Aqui, chico!!-  dice llamándote la atención.- Creo que estos medico van muy lentos. Que te parece si les hecho... una mano, ¿Ed? Jajjajajaj

No soy tan débil. Fue lo primero que pensé ante las palabras de mi heroe... O quizás, ¿me estaba alejando de su senda? Sólo los malos temen a Batman y.. hacía rato que yo había comenzado a verle y oirle como un monstruo. Sus siguientes palabras me desconcetaron, pero más aún el hecho de no poder recibir el mensaje completo.

NOOO! Exclame al ver que se fundía con la oscuridad y su voz se apagaba con él. Termina esa frase!

Pero ya no estaba, ahora pertenecía a un poster en la pared de lo que parecía ser... no, era el hospital donde me habían llevado. Pero todos se movían despacio... El golpeteo de algo sobre un cristal llamó mi atención y lo seguí hasta la zona de quirófanos. Allí le vi, con su rostro irreconocible por aquellas profundas y horribles quemaduras. Sus uñas de metal golpeaban el cristal del quirófano donde se había metido, llamando así mi atención.

Su voz, sus palabras... no me gustaban, pero la situación en la que me encontraba menos. Tras de si, un par de camillas, en una estaba Michelle, en la otra yo mismo. Sabía lo que me ocurriría a mi si me agarraba, pero no si mi otro yo, el que estaba en la camilla tumbado, indefenso, afectaría a mi salud en caso de que muriese.

Los médicos van bien así. Le respondí. Lentos pero seguros. Iba dando leves pasos hacia atrás, con cuidado. No tener miedo no significaba no ser precavido y sabía que Fred estaba aquí para algo más que hablar. Debo intentarlo...

Se porqué estás aquí. Te conozco... no somos tan distintos. Dime Freddy, ¿a que edad mataste por primera vez a una persona? Yo a los 7 años... Aquella vieja puta nos trataba como perros... o peor incluso. Se lo mereció. Mis ojos brillaron en ese instante, se llenaron de vida. Sonreí a Freddy, era la primera vez que lo contaba y me hizo sentir bien poder decirlo en voz alta a alguien.  Te propongo algo... mis ojos continuaban pendiente de él, de mi entorno. ... quiero saber lo que es quitarle la vida a alguien, ya me cansé de los animales, quiero algo más... humano.

Sin darle tiempo a responder a aquello, pero dejando claro cual era mi intención real en la vida, inicié la proposición. Tu mundo es este, el sueño, las pesadillas... ahora nos tienes en esas camillas a Michelle y a mi por la medicación y la anestesia suministrada por los médicos. Pero luego, ¿qué? Ya sabemos todos que estás aquí, tratamos de no dormir... ¿cuanto tiempo estuviste vagando sólo por aquí mientras Amanda consumía aquellas pastillas que no la permitían ni dormir ni soñar? Le dejé unos instantes para que se lo pensara, mientras buscaba como cargar aún mis argumentos y hacerle ver que era mas útil vivo que muerto.

Ahora todos sabemos que medicación es... podrás matarnos a Michelle o a mi, pero aquí se acaba tu juego, Freddy. Ellos consumiran esas pastillas y volverás a la oscuridad y el olvido. Y cuando mueran de forma natural o no, pero en el mundo real, se llevaran sus pesadillas con ellos y cuando el último caiga, tu moriras con ellos. Le miré a los ojos. Realmente estaba desfigurado y su cara parecía una pizza derretida por completo.

Yo puedo ser tus ojos en ese lado. Y no sólo eso, sino que además tus manos. No tienen motivos para desconfiar de mi, puedo ser quien les haga dormir para ti... quien consiga traerte nuevos adolescentes a tus sueños... incluso guiarlos en ellos hacia ti... ¿Qué me dices Fred? Todo eso a cambio de mi vida.

Además, tengo en mente a una china éstupida y al imbecil de su novio como primer plato... salvo que quieras empezar con ella... dije señalando a Michelle con la cabeza.

Freddy se vuelve y se te acerca de nuevo a la cristalera con aire de cabreado.

- ¿Eso es lo que crees, eh, Revok?! Jah!! Llevo jugando a este juego mucho mas tiempo del que te crees. Puede que haya pasado mucho tiempo pero... mírame!! Mírame jodido niñato psicópata!! Aquí estoy...

Se aleja de ti nuevamente para pasear entre los médicos y dando vueltas alrededor de vuestros cuerpos en las camillas.

- ¿Cuanto tiempo crees que podéis aguantar sin dormir, Ed? Yo tengo todo el tiempo del mundo pero.. ¿y vosotros? No... no volveré a caer en el olvido. Volveré a correr por Springwood como si fuera una gripe. Saltaré de cama en cama hasta que no quedéis ninguno. Esta vez no podréis pararme! Nunca nadie volverá a olvidar mi nombre!!

Se acerca a Michelle y empieza a juguetear con sus cabellos hasta que empieza a reirse de forma descontrolada. Una risa que aunque estás tras el cristal, se te mete en los oídos, en el cerebro. Freddy, se rasca un ojo y, con la mano de las cuchillas se pincha un ojo hasta sacárselo y te lo enseña.

-Jajajjajajajja... Santo cielo, Ed! Casi me has hecho llorar!! Deja que me limpie el ojo. - Dicho esto limpia el ojo cercenado con su jersey y se lo vuelve a meter en la cuenca vacía de su ojo.

- Dudo que seas capaz de hacerte esto. No tienes valor Ed. Me pregunto...-Dice mientras empieza a rasgar la carne del abdomen de Michelle como si escribiera sobre ella con un lápiz afilado rojo.- ...me pregunto si entre todos sumaréis un par de agallas...

Freddy se incorpora nuevamente y se dirige a tu cuerpo.

-Aunque ... puede ser interesante tener un heraldo...- Sopesa la idea que le has propuesto- ¿Quieres realmente darme tu vida?

Rie mientras pasa la mano por tu cuerpo, el de la camilla.

Si, tu juegas en la liga profesional. No, perdón. Esa la superaste el día que lograste matar en los sueños de los jóvenes. Juegas en modo Dios. Aquí eres imparable y sabes que caeremos como moscas. Mi liga es aún la amateur, pero quiero llegar a profesional. Le repliqué, demostrándole que sabía de lo que hablaba.

Observé como se movía hacia Michelle. Di un paso adelante para acercarme más al cristal mientras reía como un loco. Puse mis manos sobre los oídos, tratando de placar aquella risa que me taladraba la cabeza.

No se cuanto aguantaríamos sin dormir, deberíamos preguntarle a Amanda. Más que una réplica, fue una especie de recordatorio para mi. Haciendo gala de su poder, se saca un ojo para hacer un chiste bastante macabro. Esbozo una sonrisa frente a su comentario mientras veo como limpia y coloca nuevamente el ojo en su sitio.

Siguió hablando, mientras descubría el abdomen de Michelle y posaba una de sus cuchillas sobre él. Fui algo innato. Me pegué al cristal poniéndome de puntillas. Quería verlo. Ver como aquella cuchilla rasgaba la piel y la hacía sangrar. Ver como poco a poco iba más allá.... Pero se detuvo y fue a por mi cuerpo.

Ya te lo he dicho Fred. Permíteme vivir y seré quien te ayude desde este y el otro lado. Permanecía casi impasible, carente de emociones podría decirse, aunque podía notar cierto temor a lo que pudiese hacer Fred a ese mi otro cuerpo y el no saber hasta que punto me podría perjudicar. Sonreí con malicia. Será divertido ser tu heraldo. Afirmé sin borrar la sonrisa del rostro.

Fred asiente a tu comentario.

- Ya lo creo que será divertido.... chico. Ya lo creo.- Dice sin mirarte tras la cristalera, pero si mirando a tu cuerpo, como buscando algo en él. - ¿Te gustan los juegos, eEd?

Esa media risa esconde algo mas macabro aún si cabe. ¿Que coño pasa por la mente de Freddy?

-Pero como mi padre decía...- Te mira solo para que te des cuenta de que has hecho algo de lo que posiblemente te arrepientas.-... si quieres algo, hazlo tu mismo.

Su risa se vuelve ensordecedora y sus manos abren la boca del Ed de la camilla. Como si fuera de goma, poco a poco se va introduciendo dentro de tu cuerpo por la boca, hasta que al final, desaparece y solo ves a Michelle y tu propio cuerpo e la camilla.

Sin embargo, algo extraño sientes dentro de ti...

Al principio es algo leve, pero te empieza a doler es estómago, como si algo te desgarrase por dentro. El dolor es tan insoportable que al fina, despiertas en la camilla del quirófano, entre gritos.