Victus por fin toma aire limpio....se mantiene al margen sin decir nada...
Yuri continúa el ascenso tranquilamente hasta la salida.-Por fin camaradas....-dice cuando los primeros rayos de luz le alumbran la cara, se quita la mascara del rostro sacudiendo su pelo y mostrando un rostro cubierto de hollín y suciedad remarcado por sus dos ojos amarillentos.-Bien...misión cumplida.-palmea a Tarkov y a Arcturus al pasar junto a estos y se para en seco ante la autoridad del comisariado¨Puf...salimos y cabrón en las inmediaciones...¨piensa ante la charla.
Bueno,necesito alcohol,una mujer y papel para escribir mi informe.-comenta totalmente ausente e emociones el asesino.
Disculpe, disculpe comisario. Le paro un segundo antes de que se fuera volando con el Jeep. ¿Algún lugar discreto donde poder descansar, asearnos y elaborar el informe? Le pregunto humildemente antes de que se pirase. Era importante sobre todo el punto de la "discreción".
- El sargento les proporcionará una tienda privada, responde conforme se aleja.
Con calma fui hasta la tienda, echando ojeadas siempre para comprobar que íbamos todos juntos. ¿Qué será de aquel individuo? Espero que no esté corrompido... Sería una lástima. El futuro de aquel individuo era tan incierto como el de aquel planeta, todo dependería de lo que redactáramos en nuestro informe. Una vez dentro de la tienda, escogí un camastro y dejé mi equipo. Bueno, ¿Donde estarán las duchas? Maldito lugar... necesito relajarme... Esperaba que los compañeros se pusieran cómodos y luego ya hablaríamos del informe y todo eso.
El arbites solo necesitó media botella de amasec después de la cena para caer rendido en el catre que le habían preparado en la tienda de campaña. Salir de aquel infierno había supuesto una leve mejoría para Octus y el licor generaba un efecto ansiolítico y relajante para él.
Sin embargo no fueron sueños tranquilos, las horribles criaturas con las que se habían enfrentado le acosaban en la oscuridad de su mente y en plena noche se despertó, sudando como un animal y gritando:
¡No Victus, otra vez nooooo!
Sin decir mucho mas, después de cenar, busqué una capilla, para poder rezar, y hacer una confesión de mis pecados.
Pagando un bajo precios, todos mis pecados fueron perdonados...
Yuri siguió los pasos de Tarkov que era la mente pensante y parlante del grupo a falta de palabras por su parte y cordura por las de algunos de los demás,su cara cubierta de suciedad y hollín le daban un aspecto de depredador mas malsano y cruel del que ya tenía,suerte para muchos de aquellos chavales verdes que acababan de tener su primera guerra que aquel hombre de ojos felinos no sonrió en el trayecto.
El dia de celebración llegó como todos los demás para Yuri con un gran festejo por su parte.-Esta por un buen trabajo.-se decía a si mismo con un tono bastante cómico esbozando una sonrisa que si no fuera por sus afilados dientes hubiese quedado hasta cómica antes de beber de su fiel botella de matarratas,repasaba su equipo,rellenaba con sinteplástico los agujeros de metralla antes de recibir la reparación pertinente en la nave de vuelta a su nueva asignación,repasaba en su camastro la munición disponible, tipos, estados, munición gastada, la que necesitaría,afilar su cuchillo monofilo con un acero...y la evidente destrucción del mismo metal,repasar sus botas,comprobar el estado de la máscara...la rutina de siempre pero con una sonrisa...eso siempre era una fiesta para Yuri,sobre todo ahora que misteriosamente unía un nuevo mechón de pelo desconocido a su coleta.
La noche pasó con la vigilia de Yuri,el sonido de las balas entrando en los cargadores,una vieja canción de cuna a modo de banda sonora country para los dormidos y como recordatorio para otros de que allí permanecía para protegerlos de lo que intentara arrebatarlos de su sueño reparador...aunque lo más siniestro era el cuchillo a la diestra y la mirada de Yuri clavada en el psíquico mientras este dormía...¿se descontrolaría otra vez?que le dirían sus superiores de aquello?.
Zachariah no sabía muy bien qué pensar.
Era evidente que no había sido de gran utilidad en la misión. Además, su propia máquina había sufrido un daño masivo que solo había sido capaz de reparar gracias a la habilidad psiónica de su compañero...
Le quedaba mucho por aprender y este era tan buen sitio como cualquier otro...
A la mañana siguiente estáis descansando en vuestra tienda después de haber presentado el informe al comisario. Ha sido algo más detallado de lo que queríais pero mucho menos de lo que él esperaba; tras un par de frases amenazantes por ambas partes se ha acordado que Rata quedará bajo la custodia de la guardia imperial hasta que la Inquisición lo traslade, si llega a hacerlo. El soldado Jurtz llega a la carrera y de manera precipitada entra para informaros que la lanzadera ha llegado. Cogéis vuestras pertenencias y salís hacia la plataforma de aterrizaje donde parece que un grupo de soldados charlan casi en susurros.
Cuando llegáis el sargento Raynard grita: ¡Atención!, todos los soldados forman y guardan silencio. ¡Presenten armas!, al unísono y con un golpe seco los rifles láser de la guardia de honor se muestran limpios y relucientes. El propio Sargento os saluda marcialmente con la mano estirada apoyada levemente en la frente.
Asombrados pasáis entre los soldados de la guardia imperial y entráis en vuestro transporte camino de otro destino; a su manera agradecen vuestro trabajo.