Partida Rol por web

Un aviso llega a vuestros pads cuando la guardia esta siendo de lo mas monótona. Esperar sin hacer nada en una sala al lado del centro de control parece mas una perdida de recursos que algo útil. Hasta que ocurre algo claro.

Como siempre sois 5 en la sala pero solo a tres os llega el mensaje, al ingeniero y al otro cadete de combate parece que les toca seguir esperando. Lo único que podéis sacar de eso es que no es un problema técnico y que la gravedad no puede ser muy alta.

Una Operación de Refuerzo implica unirse a otro grupo ya formado y ponerse bajo las ordenes de quien se encuentre al mando para ayudarles con su operación el tiempo necesario para completar la misión o hasta recibir nuevas ordenes.

Los trajes y armas están con vosotros en la habitación de espera por lo que la velocidad de reacción debe ser inmediata.

Estas guardias son lo peor, no paro de bostezar, no se hace nada.....

Justo cuando estoy pensando, que puedo echar una cabezada.... 

Mierda, ahora que pasa??, miro al resto de los que estamos en la guardia y a varios tambien les ha pitado el pad. Joder!!!! que ocurre?. Me dirijo lo más rápido que puedo hacia mi traje y trato de colocármelo lo antes posible. Mierda, que lento soy. Observo que me estoy quedando un poco rezagado, seguro que piensan que soy un crio y que no deberia de estar aqui....

Hago un repaso, para intentar comprobar que lleve todo y salgo corriendo hacia el hangar 4

Había vagado por diversos destinos desde que se graduó como cadete, siempre en busca del lugar en el que creía podía brindar más a la comunidad, así era como él veía aquellas bases, de hombres y mujeres que trabajaban y se desenvolvían con mayor o menor desinterés.  Cuando supo de Abstrah no lo dudó y se encomendó a aquel destino a la espera de poder hacer la diferencia.

Se había perdido en sus pensamientos, Iovka y la idea de tener un hijo con ella consumían mucho de su tiempo libre, o al menos el tiempo libre que tenía su mente.  La alarma lo sacó súbitamente de aquel recóndito lugar interior en el que se había refugiado y lo transportó nuevamente a la realidad.

Hangar 4, operación de refuerzo en el exterior.

No había tiempo que perder, ser refuerzo implicaba una gran responsabilidad, pues no se los pedía porque si, sino porque la situación que se estaba enfrentando era, en algún punto, crítica.  Ellos eran quienes debían unirse y colaborar para lograr el éxito.  Se puso de pie y se dirigió donde estaba el equipo que necesitaría, se pertrechó, revisó armas y cargadores y una vez se aseguró de que todo el equipo estaba en su lugar y funcionando se dirigió al hangar número 4.

-No te preocupes- le dijo a Lumber -me contaron que un antiguo general de la tierra solía decir "Vísteme despacio que estoy apurado".  Parece una contradicción, pero las cosas hechas con premura suelen demorar, a la larga, más tiempo que aquellas que se hacen a conciencia-