Al llegar al patio miro a mi alrededor en busca de una bonita pelirroja. No me cuesta mucho encontrarla. Sus cabellos como el fuego al sol y sus movimientos inquietos de ardilla llaman mas la atención que mi tamaño.
Me acerco a ella por detrás, tratando de ser sigiloso y acerco mi rostro a su oído.
El Ñomo esta aquiiiii...
Como esto a veces sale mal, me preparo para esquivar un golpe inconsciente o para recoger algo que se le pueda caer a Alessa.
En cuanto se da cuenta de que estoy allí, le sonrío y pongo cara de culpable. Lo siento, era esto o saludarte con un beso. Ni que decir tiene que lo segundo es lo que mas me apetecía, pero tengo que ir con un poco de cuidado o la asustare.
Cómo demonios me las voy a apañar para no colarme entre los pies de Nina... pff
Su divagación se vio interrumpida y su reacción fue agacharse hasta quedar en cuclillas cubriéndose la cabeza con una mano.
-...- se incorporó con rapidez en cuanto su cerebro asimiló que era Alan quien le había dado el susto y carraspeó- Ehem, sí, ya, no me he asustado, es que en... ehmmm.... ennn.... en el taller de Santa Claus saludábamos así, eh, agachándonos y tal, no me he asustado- concluyó juntando los labios y mirando a Alan a los ojos calculando si su excusa colaba o no.
-¿No necesita de ti nada más el profesor?- preguntó relajando la postura-¿qué estabas tramando?- apoyó la mano en uno de los antebrazos de él mientras hablaba.
Me rio con ganas ante su explicación sobre los saludos en el polo norte. Creo que los elfos que trabajáis alli abusais un poco del azúcar, aunque tal vez ya os hayáis pasado al Red Bull y seáis unos elfos encantadores y al día. No puedo dejar de mirar su rostro delicioso y esos ojazos que tiene y cada vez me parece mas bonita. Por otra parte, tampoco puedo dejar de imaginármela con orejas puntiagudas y eso le da un toque aun mas picante a la mezcla.
Me tenso un segundo cuando me toca el antebrazo hasta que me recuerdo que nos llevamos muy bien y que nos hemos besado la noche anterior. No me va a hacer daño, al menos, no a propósito.
Su comentario sobre el profesor hace que mi sonrisa pierda algo de fuerza.
Tramando?, mua?, si soy mas inocente que un...no se, un elfo de Papa Noel, por poner el primer ejemplo que se me viene a la mente. Me rio entre dientes y le guiño un ojo, conteniendome para no besarla. En realidad también me ponían deberes. Yo ya no tengo una promoción con la que estudiar, así que me parece que por el momento interactuare con vosotros. Me ha puesto una tarea muy difícil, la verdad...
Le acaricio con gesto tímido la mano que apoya en mi antebrazo y miro si tiene algún bulto que pueda llevar yo. Salvo el violín, eso es muy personal y no tengo tanta confianza como para tocarlo sin su permiso.
Querías ir a la piscina?, al menos eso creo. Yo ya he ido esta mañana, pero no me importa acompañarte y nadar un rato contigo... No se si he sonado de forma inocente o parece evidente que me muero por verla en bañador o bikini. Quizás si que se me ha visto un poco el plumero, si.
-¿Deberes?¿De qué?-se interesó sin romper el contacto físico entre su mano y el antebrazo de él cuando pasó la otra mano sobre la que tenía apoyada.
-¿Seguro que no te importa repetir? Pensaba ir antes de que se hiciese de noche, ya sabes, seguro que hay menos gente entrenándose-se encogió de hombros mordiéndose el labio inferior-pero si no te importa pasar el tiempo con una novata estás más que invitado... no, estás oficialmente secuestrado-se puso de puntillas y le besó en la comisura de los labios-vas a tener que asesorar y proteger y lo que sea a tu secuestradora, es decir, servidora.
Es muy agradable estar tan cerca de ella y que no rehuya el contacto. Quizás por una vez me sonría la suerte?. Me ha encargado una tarea mientras vosotros realizáis la vuestra en grupo. Tengo que encontrar o preparar una melodía, un tema para cada uno de vosotros. Lo difícil es que se supone que he de conseguir conmoveros. En la forma positiva, claro. Nada de malos rollos. Me encojo de hombros ante la tarea, sobre todo porque no hay mucho tiempo y no les conozco tanto.
Supongo que con los bailarines tendré una oportunidad, pero con los cantantes y compositores...y sobre todo contigo, que eres una muchacha del renacimiento elfico del polo norte, lo veo mas difícil. En realidad, para Alessa ya estaba pensando en algo, aunque estaba por ver que le gustase, y mucho menos que la conmoviera. Igual os pongo vídeos de gatitos a todos con melodías divertidas...lo digo como broma, aunque si llego a estar muy desesperado, quien sabe lo que haré.
Ayudo en lo que puedo a su beso, que para mi decepción relativa abarca solo la comisura del labio. Aun así, me arranca una de mis sonrisas de tontorrón extasiado a las que temo que tendrá que acostumbrarse...si continua siendo mi secuestradora mucho tiempo.
Para compensar, le doy uno propio de manera fugaz mientras se retira.
Casi todos los que usan las instalaciones son bailarines, coreografos y gente parecida. También hay algún otro preocupado por su aspecto, pero son los menos. Seguro que no te molestara nadie y menos estando conmigo. Uso las instalaciones todos los días y me tienen mas que visto. Me rio entre dientes al pensar en ella como mi secuestradora. Secuestrado dices?. Vaya, vaya con los elfos de Papa Noel, quien lo hubiera dicho...
Bueno, mi linda secuestradora, comemos algo antes de ir a clase y así repones las energías que has gastado en la clase, o tienes otros planes en mente?. No lo digo con doble intención, aunque después de hablar me doy cuenta de que podría entenderse así.
Parpadeó.
Abrió la boca para decir algo.
En vez de decirlo dijo algo como "ah", "eh", "hmmm".
Volvió a parpadear.
Agachó la cabeza para que no se le viesen las mejillas coloradas.
Todas esas fases eran parte del proceso de "malpensar" de Alessa. Pocas veces recurría a ese proceso pero la cercanía de Alan parecía adormecer parte de la absurda inocencia de la bailarina para cederle terreno a otro aspecto de ella que no estaba a la vista de todos los públicos.
-N-no, venga, vamos a comer-balbuceó llevándose ambas manos al pelo, alborotándoselo de puro nerviosismo.
Va a pensar que soy idiota.
Se paró un momento a mirarle a decirle algún detalle tonto sobre la comida, pero se quedó bloqueada en cuanto se enfrentó a sus ojos.
Reacciona Alessa. ¡Reacciona! Por dios, que te va a dejar ahí plantada.
-ibas a.... a... ¿sacar un tema para conmoverme? ¿a mí?- no, claro, a ti solo no. Al resto también. Aunque esa parte se la saltó deliberadamente para poder preguntarse una vez más qué tipo de suerte le había llevado a un chico como él, que con chasquear los dedos debería tener a cinco o seis chicas (y chicos, seguramente) dispuestas a llevarle los trastos a cada clase.
-... vámonos a comer, cuanto menos hable mejor para los dos- concluyó avergonzada.
Los siguientes veinte segundos son como una exposición interactiva de deliciosa inocencia e ideas pecaminosas que cruzan la mente de alguien a tal velocidad que casi dejan un rastro llameante en el suelo. Si lo sabre bien yo, que me pasa siempre que estoy cerca de una chica que me gusta. Por suerte, esta vez Alessa me resulta mucho menos atemorizante, tal vez porque tenemos muchas cosas en común y porque cada uno de sus gestos y expresiones logra que mi corazón se salte un latido. Sobre todo cuando me mira a los ojos como ahora, con aire desvalido y de no saber que hacer.
Contengo las ganas de darle un abrazo allí mismo ye enterrar la cara en el hueco de su cuello. En lugar de ello, sonrío al ver como maltrata a sus rojos cabellos en un gesto de puro nerviosismo. Señor, me recuerda a una encantadora ardilla. Aunque para mi es un pensamiento muy tierno, me lo guardo dentro, no sea que lo encuentre ofensivo.
Dado que a apartado el brazo del mio, y tengo una cierta necesidad de tocarla, de sentirla a mi lado, paso mi mano por su espalda, me gustaría que fuera por su cintura, pero la cosa es complicada y la atraigo hacia mi.Camino junto a ella en dirección a el comedor.
Estoy seguro de que ya he dicho lo guapa que te ves cuando te ruborizas. A algunas personas no le sientan bien, pero a ti si. Claro que pensar en ello me hace pensar en otro tipo de rubor que puede tener por mi culpa y se me escapa un carraspeo nervioso. Espero encontrar la forma de conmoverte. Lo de los demás son deberes, pero lo tuyo...es algo mas personal. Espero que me mire y entonces le guiño un ojo.