Entro en la piscina sobre las siete y cuarto. Media hora de largos es un buen tiempo para relajarme y terminar de quemar las toxinas acumuladas durante las ultimas 24 horas. A algunos conocidos les extraña que haga tanto ejercicio, pero la verdad es que es lo mejor para pensar. Los ejercicios repetitivos liberan endorfinas y dejan la mente libre para trabajar con ella.
Cuando termino, me doy una buena ducha y paso por mi cuarto para cambiarme y tomar las cosas que necesitare para las clases de baile.