Partida Rol por web

Mientras Marcos hablaba, Abril volvió a mordisquearse los labios y aguantó las lágrimas que pugnaban por salir desbordadas por el desasosiego. Papá y mamá no estaban para guiarlos, estaban lejos y tardarían en regresar, eso era cierto. Pero harían lo imposible por regresar pronto, y eso era mucho más cierto. Abril se consoló pensando eso. Pero lo que le provocaba un profundo temor era la idea de salir a las calles con todo ese polvo y esos… ¿monstruos? No, los monstruos no existían…

¿Y Nathan?, pensó.

—Pe-pero… ¿Cómo…? —balbuceó, en un vano intento de protesta. ¿Cómo iban a encontrarlos si abandonaban el colegio? Nathan iría a buscarlos allí, tenía que buscarlos allí. O en la casa. Finalmente indagó: —¿Cómo nos encontrará Nath si nos vamos? —Tras una brevísima pausa, frunció el ceño y se cruzó de brazos: —Lo que digas —accedió de mala gana, y exigió: —¡Pero le dejaremos una nota en la puerta para que sepa donde encontrarnos! ¡Papá le dijo que nos recoja aquí! A todo esto —agregó:—, ¿a dónde se fueron todos? ¿Ya revisaron los salones? —, y volteó la mirada hacia Sarah.

La pequeña pensó que si habían abandonado el edificio, tenían que llamar a los padres o, como mínimo, dejar una nota en la cartelera para que supieran dónde buscar a los niños, ¿o no?

Como primera medida, siguió las instrucciones de su hermano y se puso a rebuscar en los armarios en busca de comida y cualquier otra cosa que llamara su atención. Una linterna, le gustaban las linternas. Y los silbatos. ¿Golosinas? Claro, eso era lo primero. ¡Y tortitas! Quizá, por fin, tendría su día de tortitas…

Sarah se quedó un tanto anonadada cuando Abril mencionó todo lo de las fotos. - B-bueno... no creo que sea ese tipo de personas... Pero bueno, dejando a un lado el tema del monstruo, si teneis a alguien que iba a venir a buscaros, si que es mejor que dejemos una nota. Además en la cocina ya podeis arrasar vosotros chicos. Abril, vamos a dejar la nota en la puerta y a ver si podemos coger algo util, no solo comida. - Entonces alzó la mano hacia Abril para que fuera con ella.

-Entonces tu y yo nos encargamos de la comida... Aunque solo hay puding. - Mencionó William mientras hacía hueco para que te acercaras. - Resulta raro solo esto en la nevera. Ug... Que te apuestas a que había verduras para comer hoy. - Mencionó Will con un poco cara de asco. Mientras Abril y Sarah salían de la habitación

-Tu hermana... - Mencionó William una vez estuvisteis separados de ellas. - Menuda es... Aunque como vea uno de esos monstruos seguro que se asusta. Por cierto, ese de quien habla tu hermana... Dejame adivinar. Tu niñero - y como era normal en el, derepente se calló, sin decir más. Afirmó antes de saber si era verdad lo que decía... aunque parecía haber dado en el clavo

Todo lo que encontrabas en la cocina era puding, hasta que viste una caja a un lado, efectivamente, había un montón calabacines y lentejas dentro. Por suerte los cubiertos también estaban en un cajón, así como los utensilios de cocina

Una vez separado de ambos hermanos, la pequeña te llevó consigo hasta la entrada y una vez allí sacó una hoja - No sé por qué no pensé en ello antes. Una nota puede ser muy útil, si alguien está desorientado puede saber donde ir, y si alguien que nos conoce nos busca aquí y no estamos, puede buscarnos a donde vayamos. ¿Quieres escribir tu la nota? Y por cierto ¿Quién es Nath? - Preguntó con cierta curiosidad la niña. Aunque estaba claro que de pasar tiempo juntas iba a hablar mucho, al menos más que su hermano.

Por el camino encontrabais material escolar por todos lados, con suerte encontrasteis una linterna a las muy malas. Se la dejaría el conserje por ahí. Sarah fue quien cogió el fiso para poder pegar la nota, solo faltaba escribirla

Con algo de habilidad por parte de Fae, y siguiendo las ordenes ambos dos, conseguisteis poco a poco y con algo de esfuerzo, ayudar al niño con su pierna. Gracias a los materiales que había por allí, improvisasteis una tablilla para dejar la pierna fija. Aunque tras todo esto el niño cayó dormido, lo más probable es que fuera por el dolor, pero con descanso se le pasaría.

Ahora con el niño recuperado y siendo tres, podriais iros moviendo a otros sitios, pues el hospital parecía abandonado. O... quizás no. De pronto por uno de los pasillos se escuchó algo caer, y seguidamente después unas pisadas pesadas y lentas. ¿Acaso quedaba alguien que no habiais visto?

-Servicios de emergencia ¿Eh? Seguro que con esas criaturas rondando, los servicios de emergencia están ignorando cualquier petición de socorro... - soltó una risa ironica tras responder a lo que habáis dicho - Pero gracias por tratar de animarme. En cuanto... a lo sucedido... No tengo ni idea. Cuando desperté estaba aturdido y sin quererlo me di de bruces contra algo. No supe lo que era hasta que estuve en el suelo. Esa cosa empezó a morderme la pierna... Parecía un humano, pero... su cabeza era horrenda, abultada... Dios era una aberración de la naturaleza. Conseguí zafarme de el, pero con una buena mordida que quema como el diablo. - terminó de responder otra vez quejandose de su pierna.

Mientras tanto tu intentabas buscar algo con lo que ayudar al pobre hombre, pero lo único que encontrabas es lo que veias a simple vista, salvo por una nimiedad, en un ricón casi escondido había un alcohol para las heridas y unas vendas. No era mucho, pero te ayudaría a salvarle de una infección.

Por mucho que trataras de buscar, el arma no aparecía. Todas las que hubiera habido en ese momento se las llevaron.

Así pues tras el vano intento de buscar una escopeta, saliste escopetado hacia la casa de tus padres. Por el camino viste que las calles estaban solitarias. Tu eras el único que parecía caminar por ahí con un rumbo fijo sin nadie más alrededor. Los coches estaban varados aleatoriamente en mitad de la calle. Llegaste a ver algunos negocios rotos y probablemente saqueados y otros practicamente blindados.

Al fin, llegaste a la casa de tus padres, pero al contrario de lo que pensabas, allí no había nadie, es más, la puerta no estaba cerrada y por mucho que preguntaras en voz alta, nadie respondía. La casa, al igual que todo lo que has visto, estaba revuelta pareciendo que se habían llevado lo importante o casi todo lo importante.

-Muchas gracias - dijo Claire sonriente al mencionarle eso, parece que se sentía muy bien a  pesar de la situación. - Eh espera. - aunque la sorpresa de echar a correr fue mayor, por suerte en poco tiempo entendió de que se trataba.

Cuando llegasteis a esa esquina y te negaste a separaros, Claire se rió un poco - ¿En serio? Bueno, no me importa no separarnos. Así no te perderé de vista. - Su tono era de continuar tu mentira con una broma, por lo cual se había dado cuenta de que no colaba, pero tampoco hizo ningún amago de saber por qué lo decias. Avanzó entonces sin poder responderte a tu pregunta, iba a escasos pasos por detrás asegurandose de que por todos lados no había nadie, hasta que empezasteis a acceder al motel.

Justo al cruzar el umbral de la entrada, viste como un bate de beisbol se dirigía hacia tu cabeza y se detuvo a excasos centimetros de tu nariza - Uaaaaaaaaah, perdon perdon perdon. - dijo un chico de apenas unos años mayor que vosotros, mientras retiraba el bate y salía del quicio de la puerta - No quería machacaros la cabeza a posta. Quiero decir, iba a hacerlo, pero no sabia que erais normales. Osea, normales sois pero... bueno depende de si hayais despertado ahora o como yo lleveis un tiempo lo entenderiais lo de normales. Quiero decir, que perdón no quería asustaros. ¿Estais bien? - El chico no paraba de atropellarse así mismo, pero por lo menos, y pese al intento de golpearte en la cabeza, era buena gente. Parecía un poco atletico para como se comportaba, al menos no era un egocentrico del deporte.

No había golosinas. Ni tortitas.

- Solo puding -refunfuñó Abril.

Pero Sarah se ofreció por lo de la nota, y eso alegró enormemente a la pequeña Abril, que salió de la cocina a los saltitos y canturreando:

- Nath, Nath, ven a buscaaaaarnos; Nath, Nath, te estamos esperaaaaando...

Ya iba a desaparecer de la vista de Marcos cuando se frenó de golpe y, apretando sus manos como si orara y con su más tierna mirada, le preguntó a su hermano:

- ¿Puedo ir? ¡Porfis, porfis, porfis, porfis...! Prometo ser muy cuidadosa y regresar en un plisplás...
-rogó, con una sonrisa angelical jugueteándole en los labios.

La seguridad y claridad con la que hablaba la hizo dudar. Para ser un delirio estaba resultando ser tremendamente lúcido, pero las reacciones de shock podrían conllevar disociación de la realidad. era mejor no llevarle la contraria para que no se alterase. 

Miró sus manos. Estaban completamente cubiertas del mismo polvo que lo cubría todo, pero al menos las vendas parecían limpias, gracias a dios. Uf... maldita expresión. Con tanto tiempo en Proyecto Hombre acabo por contagiarme.

Pero divagaba, y tenía trabajo por hacer.

Nuevamente se acomodó a su lado con la expresión de calma ensayada que tenía con sus pacientes. La actitud hacía mucho, y que éstos creyesen que todo estaba más controlado de lo que realmente lo tenías podía ser la diferencia entre un paciente colaborador y otro que se dejase llevar por el pánico.

- He encontrado alcohol. Lo siento, me temo que va a doler, pero es lo único que tenemos para evitar que se infecte. 

Ahora, respire hondo... tranquilo. Estoy contigo, Jason. - Coloca la linterna de manera que la herida esté iluminada. Se pone manos a la obra, con su atención totalmente centrada en lo que está haciendo.

Puede que al final, entre los tres, sumáramos algo de cabeza para poder atender al crio.

Torpemente entablillamos al chaval que quedó rendido de cansancio, puede que de dolor también. Parecía mas bien un algodón de azúcar blanco, muchas vueltas alrededor de su pierna recta. Pero era útil, al menos. Sonrei satisfecho cuando terminamos.

- Bueno, parece que ver tanto House al final ha merecido la pena. Solo falta que curemos a alguien de Lupus.- Bromeé

Pero mi risa quedo un tanto apagada cuando oímos un ruido, como de algo al caer. Miré a mis dos compañeros, interrogantemente, aunque sabía que ellos conocían de ello lo mismo que yo.

- Quedaos aquí.- Susurré mientras me acercaba a donde venía el ruido. Quizá alguien mas se nos uniera o puede que necesitase ayuda

-¿Hola?- Pregunté en voz alta escudriñando la zona de donde se oían los ruidos.- Hey! ¿Hay alguien? ¿Necesitas ayuda? Esto es de locura, ¿no creé? - Miré levemente a mi espalda para ver al resto- No tenga miedo, no le haremos daño. ¿Hola?

¿Monstruos? No existían, eso le había dicho su mamá. ("Y mamá nunca miente.") Pero... tal vez los monstruos no existían cuando su mamá le dijo eso, y ahora sí. ("¿Los monstruos nacían de huevos monstruosos?" Cómo saberlo...")

Abril le hizo un seña a Sarah —silencio— y avanzó muy sigilosa hacia la puerta de entrada del colegio observando hacia uno y otro lado, siempre atenta a lo que acaecía en torno a ella. ("Una capa de invisibilidad, eso es lo que necesito. ¿Por qué papá nunca me regaló una? —pensó. —¡Con lo bien que me vendría una ahora!")

En el camino encontró una linterna y comprobó que funcionara antes de meterla en su mochila. Luego, justo antes de enfrentarse a las vidriadas puertas de la entrada del colegio, susurró al oído de Sarah, en respuesta a su pregunta:

—Nathan es un chico alto —dijo, acompañando sus palabras con los brazos alzados todo lo alto que podía de puntillas de pie. —Tiene el cabello castaño muy claro y ojos castaños también. Juega al baloncesto y ¡me está enseñando a encestar mejor que Marcos! Es muy amistoso y siempre tiene algo agradable que decir. ¡Le encantan mis dibujos! Dice que, si me lo propongo, voy a ser una gran artista. —Sonrió, feliz. —Cuando yo sea más grande será mi novio. Aunque no sé cuándo será eso porque... ¿A qué edad se tiene novio? —inquirió con un mohín de preocupación. —¿Tienes novio ya? —Sarah era mayor que ella, quizá supiera del tema...

Finalmente, apoyándose contra una pared, se dispuso a escribir la nota con la típica e infantil grafía de una niña de su edad: 

*¡HOLA NATH!* ¿COMO ESTAS?

CON MARCOS Y UNOS AMIGOS ESTAMOS BIEN. HUBO UNA EXPLOSION Y MUCHO HUMO. ME DI UN GOLPE EN LA CABEZA, PERO MARCOS ME CUIDO Y AHORA ESTOY BIEN. WILLIAM Y SARAH (NUESTROS NUEVOS AMIGOS) DICEN QUE HAY MONSTRUOS. YO ESTOY CONFUNDIDA PORQUE MAMA SIEMPRE ME DICE QUE NO EXISTEN. >_< 

¿QUE PIENSAS TU? *_*

ACA ESTA TODO VACIO Y SILENCIOSO. ¿A DONDE SE HABRAN IDO TODOS? ¡NO DEJARON NI UNA NOTA! T_T ASI QUE CON LOS CHICOS NOS VAMOS A [*] ¡VEN PRONTO!

MUCHOS BESOS Y ABRAZOS.

ABRIL.

<3<3<3<3<3<3

=D

Más que una nota, era una carta. Pero Abril no sabía de "brevedades" cuando se trataba de escribir, y, menos aún, cuando el destinatario era Nathan. Así fue que remató su esquela con unos corazoncitos y una carita sonriente, para no preocupar a su "futuro novio".

Hecho esto, volteó la mirada hacia Sarah, y muy sigilosamente, se aproximó a la puerta principal del colegio tratando de no ser vista por desde fuera del edificio, pero muy atenta a lo que acaecía en la calle y los alrededores del colegio. Quizá hubiera novedades...

Aliviado al comprobar que el niño se había recuperado por completo me limité a observar a mi alrededor para intentar entender más aquella situación. El hecho de que ahora seamos 4 significaba que todo se tornaría más complicado ya que había más cabezas que vigilar, pero también otorgaba seguridad al evitar adentrarnos en un mundo hostil en solitario.

De repente se escuchó algo por el pasillo, mis vellos se erizaron porque todo había que decirlo, sentía miedo de que alguien o algo pudiese dañarnos.

Rashid en un acto heroico se lanzó a averiguar de dónde provenía, yo me limité a mantenernos tanto a mi como al resto a la distancia suficiente hasta comprobar qué sucedía.

Miré a Fae aún con el pulso temblando y le hice la señal de que se mantuviese en silencio.

Acto seguido no quité el ojo de encima de mi compañero, si hubiese algún indicio de peligro iría junto a él mientras le dábamos a los más jóvenes una opción de salvarse.

Al final la situación parece comenzar a mejorar y el chico también. Asiento agradecida a los improvisados enfermeros que han conseguido sanar al chico, ya era una cosa menos de la que preocuparse.

Lo curioso es ese sonido... y cómo el extraño más hablador se adelanta con precaución y el otro hombre se muestra más temeroso. ¿Qué demonios iba a pasar? En cualquier caso he jugado demasiados videojuegos de apocalipsis como para saber que lo mejor suele ser no separarse demasiado. Pongo mi mano sobre la temblorosa del mayor y trato de sonreír con calma, eso sí, sin dejar de estar alerta por lo que pudiese pasar.

Esto es un hospital.

Trato de recordar para inspirar confianza en ambos extremos de la banda de edad de los presentes.

Salió del centro penitenciario con la frustración de no haber encontrado el arma. Sentía su cuerpo tenso por si se encontraba más “muertos” como el que se había encontrado en aquella sala pero tan solo halló soledad.

El pasmo se alojó en su cara y en todo su cuerpo en el momento que sus pasos atravesaban una calle completamente vacía de gente. Los coches se encontraban situados en medio de la carretera, como si sus conductores hubieran tenido que escapar de pronto. Comenzó a sentir un pellizco doloroso en el corazón cuando la idea de que el mundo se hubiera ido a la mierda fuese verdad. Un suceso que solo había visto en los libros o en la televisión.

— ¡¿Papá?! ¿¡Mamá!? ¡Responded, joder! — gritó con frustración una vez hubiese recorrido la casa casi al completo. Apenas le importó que la casa estuviera removida como los locales que había visionado antes de llegar a la que fue su hogar.

Miré a William algo desconcertado aunque afirmé con la cabeza. El chico era un poco extraño, aunque llevaba razón. Yo tenía que ver lo que estaba pasando con mis propios ojos para saber bien qué hacer, aún estaba bastante perdido. Empecé a enfadarme al ver que solo había postres en la cocina hasta que finalmente encontré algo de comida. - ¿En serio? - No me hacía gracia alguna tener que coger algo así. Ya me imaginaba a mi madre diciendo que tomar lentejas era bueno, y que tenían mucho hierro. Pero me esperaba otra cosa.

- En fin.. - Cogí todo lo que pude y lo metí en una olla, luego metí la olla dentro de mi maleta. No era muy grande, pero aún así pesaba un poco.

Abril estaba cantando tranquilamente así que solo me fijé en ella cuando vino a pedirme que le dejase marchar. Tan pronto estaba asustada como se había olvidado de todo. - ¿Irte? - Miré a Sarah, parecía muy confiada, pero era bastante pequeña y no me fiaba de que les pasase algo. - No te alejes mucho, y tú, que no le pase nada. - Le dije a la hermana de William. - Si veis algo raro volvéis de inmediato. -

No me gustaba nada la idea, pero necesitaba seguir preparando cosas para marcharnos. Quizás estaba exagerando un poco y me estaba dejando llevar por lo que dijeron los chicos.

Sarah no pudo evitar reirse en silencio por tus ocurrencias. Cuando se tranquilizó un poco trató de responderte lo mejor que pudo - No, yo no tengo novio, ni quiero pensar en ello todavía. A diferencia que a ti, aún no ha aparecido mi principe azul - te guiño un ojo - Y, de todas formas... me parece que las cosas de "novios", "parejas" y eso, es cosa de adultos, así que supongo que deberás tener 18 años o así para pensar en eso. Pero eso creo que es mejor preguntarle a un adulto. - Cogió entonces tu nota cuando la terminaste y empezó a pegarla en la puerta principal con fiso.

Con suerte, alguien la vería y sabría a donde ir gracias a ti, puede que hasta Nathan y todo. - Con esto, nosotras ya hemos terminado. El resto de la escuela está vacia, y a menos que queramos cargar con libros, no hay nada útil. ¿Volvemos con Marcos y Will? - preguntó ofreciendote su mano para volver con ellos.

Poco a poco comenzaste a curarle la herida al pobre hombre pero este no parecía reaccionar bien al alcohol. Al poco de comenzar a echarselo, lo normal era que la herida empezara a supurar y desinfectar, sin embargo, aunque si supuraba un poco, el hombre empezó a quejarse bastante con algunos gritos, hasta que poco a poco y por el dolor, acabó desmayado. Fue entonces cuando te diste cuenta, esa herida contenía una infección que no era normal. Normalmente ninguna provocaría tanto dolo y un desmayo a la persona, pero esta era distinta.

Por suerte, su pulso se mantenía estable, por lo cual estaba bien, por ahora.

Tras la aplicación del vendaje todo estaba listo, el hombre ya tenía la herida lo mejor curada posible, ahora faltaba despertarlo y tratar de llevarlo a un hospital ya que sola no podrías con el. Lo bueno, es que escuchaste unos pasos lentos y pesados que te indicaban que no estabas sola allí. Alguien había escuchado a Jason y ahora podrías pedirle ayuda, pero... ¿Sería seguro hacerlo?

Efectivamente era un hospital ¿Qué más aparte de pacientes y/o medicos puede haber en un hospital? Aunque este estaba un tanto solitario... salvo por vosotros y esas pisadas. Según se acercaba más y más Rashid, acabó viendo, primero una bata, era un paciente... Pero después el horror que vió no era propio de ninguna enfermedad que conociera. La cabeza hinchada y deformada de manera extraña tal que solo se podía ver la boca. Iba lento pero... alcanzó a verte y aceleró un poco el paso.

Pudisteis ver como Rashid se quedaba un tanto asustado mientras retrocedía por inercia. Era cuestión de segundos que Rashid se alarmara a ir a por vosotros una vez el cuerpo de ese ser extraño saliera de la habitación en la que estaba. Fuere lo que fuere, iba a por vosotros y no con buenas intenciones. ¿Qué sería lo mejor hacer ahora?

Se me heló la sangre cuando vi aquella persona, si es que aún se la podía seguir llamando así.

Noté también en el rostro de Rashid que aquello no era normal, pero lo pero fue cuando descubrimos que se quería abalanzar contra nosotros. Al principio pensé que era buscando ayuda, pero aquella forma de moverse... no me dio buena impresión. Teniendo un niño herido a mi cargo no iba a permitir riesgos innecesarios.

- Salgamos de aquí ya, esto puede volverse peligroso y tenemos que conseguir aún respuestas - inmediatamente busqué a Rashid.

- Amigo vamos, este lugar es peligroso ¡debemos salir de aquí! - ¿qué demonios había pasado en el hospital? ¿porqué aquel paciente estaba así?¿era un virus?¿una mutación?¿una pesadilla?