Partida Rol por web

Alzid se levanta y le muestra al herido.

¡Necesita un medico urgentemente! He hecho todo lo que he podido.

Acompaña al Enfermero haya donde vaya para explicar al que vea a su compañero todo lo posible... tal vez le ayude a vivir.

¡Aguanta compañero! ¡aguanta!

El enfermero llegó, y él le dejó espacio para que pudiera auscultar al paciente. Luego, le puso en antecedentes.

-Este es el sargento Hahen, del 505, primera sección. Estuvo con nosotros en la línea del frente, al mando de sus soldados. Durante la ofensiva, le hirieron de bala los alemanes, y ha estado malherido desde entonces. Nuestro sanitario -dijo, mirando a Alzid- logró contener la hemorragia, pero su estado es delicado.

Mientras hablaba, miraba como el hombre hacía aquello. Él era un mero enfermero, y debía haber un oficial médico allí.

-Si me indica donde puedo encontrar a alguno de sus compañeros sanitarios, iré a por él. Entretanto, Alzid le ayudará en lo que precise.

El sanitario le observa.

- Este hombre está muy mal.- Certifica.- Sólo tenemos a un doctor y ahora está atendiendo a otro caso grave.

Hace un gesto negativo, como si no se pudiese hacer nada; aunque luego se fija en Alzid.

- ¿Tú podrías operarle?

- Vamos Alzid, el sargento te necesita.

¿¿Yooo?? Pues si... podria... pero necesitare tu ayuda... y la bendicion de Ala para poder hacerlo...

Alzid se aproxima al soldado herido. El mismo le habia atendido por vez primera y ahora se encontraba en sus manos de nuevo...

¿Lo lograria?

Lleváis a Hahnen a un lugar apartado y tapado con una cortina, vamos, lo que parece ser una especie de quirófano pero sin nada que demuestre que en realidad lo es. Hay una mesa e instrumental algo más específico.

El enfermero y Alzid se quedan con el herido, mientras que Spears y Sparks esperan fuera a que su compañero sepa salvar la vida al sargento.

¿¿Donde tenia el balazo el Sargento?? es que no lo recuerdo. Dimelo y redacto... :(

¡¡¿Donde esta el jabon de yodo?!! ¡Rapido! grito al ayudante mientras busco los utiles que necesitare.

Aguja quirurgica, seda del 4/0 intravisceral, aspirador de liquidos, varias bolsas de sangre 0 negativo, tres ampollas de morfina, gasas muchas gasas... y un milagro...

Con destreza me coloco el guante esteril como nos han entrenado no sin antes limpiar todo el area alrededor de la herida.

El bazo habia sido rozado por la bala, ¡nada mas y nada menos! Uno de los organos mas importantes del cuerpo humano... ¡este hombre debia ir a un hospital y no ser atendido por un pobre desgraciado como yo!

¡Gasas! digo mientras quito toda la sangre que puedo tratando de ver el rasguño.

Demasiado profundo, ¡tenemos que rajar! ¡prepare la trasfusion se sangre! ¡metale la primera bolsa!

Cojo el bisturi con fuerza y rajo varios centimetros la piel del sargento. La mitad del batallon se desmallaria al ver esta cruda accion pero él habia visto demasiadas veces esto durante su practica.

Retiro con cuidado el intestino y el estomago,con MUCHO cuidado. Podia ser peor...los acidos gastricos habrian devorado por dentro al hombre de haberse dañado...

Cuando por fin veo el bazo me echo a temblar. ¿¡Que podria hacer con esto!?

La sangre brota en demasia al movilizar el Bazo, seguramente alguna arteria este tocada. Deberia cauterizarla primero antes de seguir pero la tension superaria a cualquiera.

¡Rapido! ¡Usted! ¡Traigame algo muy caliente! ¡tengo que cerrar un vaso!

Apenas ha dado dos pasos el ayudante cuando le vuelvo a llamar. ¡Pero dejame el aspirador aqui! ¡si gracias!

Coloco el aspirador y consigo verle el bazo de nuevo. 1 litro de sangre es absorvida por el aparato. 1 litro de sangre menos para vivir.

Es fatal... la herida es fatal.

No espero a mi compañero y comienzo la sutura. La aguja baila en mis manos mientras cierro poco a poco la herida, pero no lo suficientemente rapido. Van 2 litros de sangre perdida...

Mi compañero trae un mechero, notandose asi su ineptitud.

¡¡Eso no vale!! ¡Ca...caliente algo rapido! ¡Algo metalico!

El Monitor pita... ¡esta entrando en parada!

Rapidamente corto los hilos,dejando los que he podido colocar para que no se pierda nada mas de este importante organo.

¡¡VENGA AQUI AHORA MISMO!! ¡TRAIGA EL DESFIBRILADOR!

Alzid y el enfermero comienzan el masaje cardiaco... colocan el desfibrilidador... uno a uno se suceden los impulsos electricos alternandose con el masaje.

Pero es tarde para el Sargento.

Tras media hora, todo termina. Se le retira la via venosa y demas aparataje, cerrando ademas el corte realizado inicialmente por Alzid.

No es bueno que se vean las visceras de un ser querido en un funeral.

Cuando por fin lo meten en la bolsa de cadaveres, Alzid estalla en llanto. Nadie desea ver morir a un compañero... nadie.

¡¡¿Donde esta el jabon de yodo?!! ¡Rapido! grito al ayudante mientras busco los utiles que necesitare.

Aguja quirurgica, seda del 4/0 intravisceral, aspirador de liquidos, varias bolsas de sangre 0 negativo, tres ampollas de morfina, gasas muchas gasas... y un milagro...

Con destreza me coloco el guante esteril como nos han entrenado no sin antes limpiar todo el area alrededor de la herida.

El bazo habia sido rozado por la bala, ¡nada mas y nada menos! Uno de los organos mas importantes del cuerpo humano... ¡este hombre debia ir a un hospital y no ser atendido por un pobre desgraciado como yo!

¡Gasas! digo mientras quito toda la sangre que puedo tratando de ver el rasguño.

Demasiado profundo, ¡tenemos que rajar! ¡prepare la trasfusion se sangre! ¡metale la primera bolsa!

Cojo el bisturi con fuerza y rajo varios centimetros la piel del sargento. La mitad del batallon se desmallaria al ver esta cruda accion pero él habia visto demasiadas veces esto durante su practica.

Retiro con cuidado el intestino y el estomago,con MUCHO cuidado. Podia ser peor...los acidos gastricos habrian devorado por dentro al hombre de haberse dañado...

Cuando por fin veo el bazo me echo a temblar. ¿¡Que podria hacer con esto!?

La sangre brota en demasia al movilizar el Bazo, seguramente alguna arteria este tocada. Deberia cauterizarla primero antes de seguir pero la tension superaria a cualquiera.

¡Rapido! ¡Usted! ¡Traigame algo muy caliente! ¡tengo que cerrar un vaso!

Apenas ha dado dos pasos el ayudante cuando le vuelvo a llamar. ¡Pero dejame el aspirador aqui! ¡si gracias!

Coloco el aspirador y consigo verle el bazo de nuevo. 1 litro de sangre es absorvida por el aparato. 1 litro de sangre menos para vivir.

Es fatal... la herida es fatal.

No espero a mi compañero y comienzo la sutura. La aguja baila en mis manos mientras cierro poco a poco la herida, pero no lo suficientemente rapido. Van 2 litros de sangre perdida...

Mi compañero trae un mechero, notandose asi su ineptitud.

¡¡Eso no vale!! ¡Ca...caliente algo rapido! ¡Algo metalico!

El Monitor pita... ¡esta entrando en parada!

Rapidamente corto los hilos,dejando los que he podido colocar para que no se pierda nada mas de este importante organo.

¡¡VENGA AQUI AHORA MISMO!! ¡TRAIGA ADRENALINA!

Alzid y el enfermero comienzan el masaje cardiaco... le pinchan en el corazon la Adrenalina... uno a uno se suceden los golpes de puños y espiraciones propias del masaje.

Pero es tarde para el Sargento.

Tras media hora, todo termina. Se le retira la via venosa y demas aparataje, cerrando ademas el corte realizado inicialmente por Alzid.

No es bueno que se vean las visceras de un ser querido en un funeral.

Cuando por fin lo meten en la bolsa de cadaveres, Alzid estalla en llanto. Nadie desea ver morir a un compañero... nadie.

Los tres soldados mantienen un silencio ahogado cuando se les comunica la muerte del sargento Hahnen. El enfermero Gamelcy se marcha a ocuparse de otros soldados, para él Billy sólo es uno más de la lista de heridos y muertos que recibe; pero para vosotros era alguien importante. Puede que no fuese el más simpático ni el más gracioso, era un tipo serio y esquivo; pero joder, era un buen soldado.

Ya desde la instrucción despuntaba por su eficiencia. En Sicilia demostró su valentía, se ganó los galones de sargento; aqui estuvo en primera linea siempre, repeliendo los ataques nazis...Pero la muerte nos hace a todos iguales, y Hahnen se une a la lista de caidos en combate.

Pero nada se detiene. El desembarco de Normandía ha salido saliendo bien; las tropas paracaidistas han hecho su trabajo de forma heróica, entre ellas la 82, que ha liberado St. Mére Église, ha aguantado el contrataque alemán y ha facilitado la llegada del grueso del ejército en la playa Utah. Seguro que los generales estarán contentos con el éxito de la misión.