Motivo: percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+4)=11
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 15
Dharr y Nim pierden el rastro de la chica apenas salen de la posada pero la criatura se aprovecha de la conexión con su maestro, quien si le sigue el rastro, para seguir adelante. Los demás la ven a lo lejos entre grupos de gente que se abre paso a empujones, todos tratan de alejarse lo más rápido que pueden de los anillos inferiores, moverse entre la masa de gente en pánico es increíblemente difícil pero se ubican unos a otros fácilmente, impidiendo que pierdan a la niña en mitad del caos.
La elfa logra ubicar a Dharr cuando llegan a la calle principal y sube con los demás miembros del grupo hacia el anillo más superior. Athas se las arregla para no perder de vista ni una sola vez a Felicia a pesar del caos que se está desatando rápidamente a su alrededor. A lo lejos se escuchan explosiones y algunos edificios estallan en llamas. Cada temblor viene acompañado de un rugido que hiela la sangre, a lo lejos se oyen gritos, llantos. Toda la ciudad se estremece y algunas edificaciones se derrumban bajo el terremoto.
Algo está golpeando la puerta con todas sus fuerzas.
Cuando llegan al último anillo ven que es una plaza llena de bancos y estatuas que representan a la pareja de dioses, patrones de la ciudad. En el centro una tienda hecha de pieles se alza en franco contraste con el resto de la arquitectura de Voruskali. Frente a esta un grupo variopinto y bastante grande de personas se encuentran alrededor de dos mujeres ancianas. Una envuelta en telas doradas y anaranjadas trata de mantener la compostura pese a los constantes temblores, lagrimas corren por sus mejillas, la niña corre directo hacia ella y la abraza.
La otra anciana esta embutida en una armadura de pieles y parece estar desarrollando un plan con algunos de los presentes. Cada uno parece estar preparándose para la batalla.
Pueden ver a una chica semi-elfa que está comprobando un par de dagas y sopesándolas, parece bastante segura de sí misma y hasta cierto punto desprende arrogancia. A su lado un gnomo acompañado de un perro con un cuervo encima discute con la mujer de dorado acerca del curso de acción.
Al lado de la anciana embutida en pieles un hombre joven con apenas los inviernos suficientes para ser llamado así discute junto con un chico cuyo rostro está cubierto por una máscara acerca de una posible emboscada a la criatura atacante, de cuando en cuando otro hombre con un arco y una capa verde interviene para hacer observaciones. Les oye atentamente una chica que por sus ropas y actitud parece arrancada directamente de la capital descansa sobre un mosquete. Separado de los demás y con una cara de desconfianza un hombretón con apenas ropa suficiente para soportar este frio sopesa una enorme hacha.
Continuado en la escena general.