Partida Rol por web

Ustedes montados en el zeppelin pueden determinar con facilidad que la batalla está muy cerca de acabarse a favor de ustedes, dentro de poco las criaturas caerán ante los múltiples ataques de los cazadores imperiales.

Ledvar sonríe con suficiencia y le oyen murmurar ─Buen trabajo─.

Mientras la maquina se acerca hacia la batalla, los magos acaban con las crías fácilmente y dejan al grande bastante mal herido.

Aquellos de ustedes que tienen las habilidades para hacerlo disparan con gracia sobre el último monstruo acabando con su forma terrenal de una vez por todas. Su grito de agonía se esparce por todos los anillos.

Un enemigo más, queda entre los edificios de la zona residencial pero los cazadores se movilizan rápidamente contra la última de las bestias.

Desde su posición ventajosa pueden ver a un grupo de magos recitando palabras frente a la puerta principal de la Ciudad Helada al cabo de unos instantes una barrera traslucida se levanta frente a los muros.

 ─Esta barrera mantendrá a salvo a los ciudadanos mientras nosotros nos encargamos de reparar esas puertas, debo felicitarles hicieron un excelente trabajo protegiéndoles. ─ Le oyen comentar al capitán tras la batalla mientras le entrega un informe a Eleanor. La anciana no puede creer que el Imperio esté tan dispuesto a violar la antigua tregua que protege a esta ciudad. Los cazadores no revelan nada más pero ayudan a reconstruir lo que pueden.

Pasados unos días de estos eventos, el festival ha sido cancelado y ciertos rumores de sabotajes y asesinatos se han extendido por toda la ciudad. Aquellos dignatarios que sobrevivieron a los ataques ya se han retirado a toda prisa a sus respectivas naciones.

Aquellos de ustedes que aún se mantienen en la ciudad son llamados de nuevo a la tienda de Mathaya. Como la última vez ninguno está muy seguro de por qué se les requiere aquí. La mayoría de ustedes solo desea irse lo antes posible o continuar su camino.

Al arribar a la plaza pueden observar que el zeppelin ahora descansa aquí junto con un centenar de tiendas de campaña de los cazadores quienes parecen haber montado base de operaciones en este lugar.

Les reciben la Gran Vidente y el Capitán Ledvar quienes parecen estar discutiendo mejoras defensivas a la ciudad. O alguna clase de búsqueda a lo largo y ancho de toda la ciudad. Tal vez ambas…

─Bienvenidos defensores de Voruskali, gracias a vuestros nobles esfuerzos muchos de nuestros habitantes os deben la vida. He hablado con el alcalde y con el maestro tesorero de la ciudad y tras descontar las reparaciones, podemos darles una modesta recompensa de cien monedas de oro a cada uno, las suficientes para que podáis tomar un buen camino antes de lo que se avecina… ─ dice Mathaya con voz ronca ─ Deberíais alejaros lo antes posible de este lugar antes de que la Coalición cree su bloqueo. Gracias a la tecnología que nos proporcionan los cazadores hemos podido reparar en gran parte las puertas. Podéis tomar un barco en el muelle que os llevara hasta Minrath y de ahí podréis dirigiros a virtualmente a cualquier rincón del continente… pero largaos antes que la larga sombra de esta guerra caiga sobre ustedes.

Ledvar les observa mientras asiente gravemente ante las palabras de la mujer ─A los norteños no les ha hecho gracia nuestra intervención en los asuntos de este lugar a pesar de que estos constantes ataques de monstruos se están produciendo en todos lados. ─ Suspira frustrado ─Como de costumbre no han querido atender a razones y ahora quieren “juzgar” a los habitantes de la ciudad por traición, mientras hablamos se dirigen hacia acá. Tienen hasta el anochecer para irse antes que el sitio comience…

En el horizonte se avecina una tormenta y en ella cabalgan hombres sobre bestias masivas, los espectros de los muertos aúllan en el viento y cada uno lleva los colores de la Coalición…

FIN DEL PROLOGO