Partida Rol por web

- Breschilatus, tragad ese sorbo et apartarsus un momento de la comida, et recontar a todos los aqui presentes vuestra histroia en el bosque con hadas y trasgos.

Bien fablais, Owen, et non est cosa pequenya aquesto que decis.

Pues pasome cierto dia....

Aqui es donde os cuenta un relato fantasioso y excesivo, pero bien contado y ameno, sobre un supuesto encuentro con hadas y trasgos en el bosque.

El relato chirria a fantasioso. 

No obstante se os ofrece la oportunidad de igualar el relato y pillar aplausos y gloria por el mismo, si os apetece.

Walter poco entendía de seres de leyenda. En su corta infancia había escuchado multitud de historias de batallas o de ancestros cuyas hazañas bélicas les habían valido un  hueco en los cantares junto a la chimenea del gran salón de la torre. Alguna buena historia de caballos también sabía, mas de hadas, duendes o magos poco o nada había escuchado el bueno de Walter. El buen vino había bajado presto a calentar su estómago. Además se tenía por poseedor de una buena voz para encandilar a la audiencia cuando se lo proponía, a menudo en una taberna. Por efecto de ambos motivos, apenas terminado el relato de Breschilatus, se alzó de su lugar en el banco. Llevaba armada la mano derecha de un buen pedazo de asado, uno de los pocos que se había permitido en la noche ya después de varios generosos tragos visto su escaso éxito imitando a Cimrud. En la otra mano se encontraba sosteniendo la copa llena. Ya en pie y dispuesto dio un generoso mordisco a la vianda y se propuso a declamar engolando su voz.

Aquesta historia que voy a narrar de seguro de terror  os hará sentar. - da un trago a su copa - Allá en el norte vivía un.... coff... coff...coff. - Walter comienza a toser y a ponerse cada vez más rojo sin dejar de toser. En un segundo su rostro está congestionado y todos lo miran con sorpresa, pensando quizá que se trata de una gracia.

Y  esta pudo ser la última cena del escudero si no llega a intervenir un decidido Owen raudo como un rayo. Las dos graves palmadas en su espalda casi lo hacen caer sobre la mesa. Pero tuvieron el salvador efecto de hacer saltar por los aires el hueso atascado en la garganta de Walter aterrizando dentro de su propia copa como una señal divina. El silencio, efecto de la sorpresa producida ante la brusca gesticulación en busca de aire, fue interrumpido por las sonoras carcajadas de los presentes de tan lamentable espectáculo. Walter, recobrado el aliento se derrumbó en el banco y suspirando, sin mucho empacho concluyó:

Ahora si que tengo una buena historia para contar a mis nietos. La vez que casi muero en mi primera ceremonia de investidura de caballero... y un golpe por la espalda me salvó la vida...

Walter rió con ganas, esperanzado de que los demás compartieran su optimismo y no fuese toda la gracia que él encontraba en su ridícula actuación un efecto más del exceso de vino.

El sobrio escudero escuchó la historia con interés, ya que el no sabía nada de trasgos ni hadas ni seres así..y le encantaban esas historias. Además Breschilatus era un buen orador y traía una historia bien armada y entretenida a la mesa y que seguramente ya había contado antes decenas de veces, mejorandola y adobándola en cada una de ellas. Cimrud mostró credulidad en parte, sabía que las gestas se adornaban, pero para él, algo de real tenía... quería creer.

Prestó toda la atención que le fue posible dentro del salón lleno de gente bebiendo, riendo y comiendo a manos llenas...para cuando Breschilatus acabó Cimrud no tenía historia alguna así y no quería mentir ni necesitaba aparentar más, pero quería vivir algo así:

-¿Y si vamos al bosque ese? quizás los encontremos de nuevo, ¿está muy lejos de aquí? -No sólo quería ir, quería ir ya...nadie echaría de menos a unos escuderos que se habrían retirado de la fiesta pronto para levantarse temprano y frescos para entrenar.

Posteriormente cuando Walter, con alguna copa de más, se dispuso a contar otra historia memorable Cimrud se quedó expectante hasta que se atragantó... y sí que iba a ser una historia de terror. Rio con ganas acompañando a Walter en su broma pero se quedó algo defraudado al no escuchar la historia..no obstante la propuesta del bosque ahí seguía.

No parecio Walter rival para en la oratoria para el versado Breschilatus. Hubierale ido mejor a Walter no haberse trastabillado con las palabras. Titubear tanto tampoco le fue de ayuda.

Cimrud por el contrario, pensaba prudentemente, que su talento con la oratoria estaba muy lejos de ser digno de aquellos escuchantes, y optó por dar la callada por respuesta. Aun asi, se atrevió a desafiar con una ocurrencia temeraria a Breschilatus. 

- Non parece nada prudente eso que fablais Cimrud, pues es la noche y más en esta época del año, lugar peligroso, sin dudas.

Esperad a ser caballero, armado et diestro, et ya fabrá ocasión et lugar donde hallasele menester de caballero que quiera probar la su valientia ante animales et fieras non de este mundo, o al menos no del nuestro mundo.

Aguardad pues, sus lo ruego, et preparaos, pues bien sabeis que ego  estoy presto et dispuesto a acompañaros en tales desafios, pero solo si jurais esforzaros, por igualar al menos mi gallardia, talento destreza y presteza para con esos feericos de los que fablamos.

Walter empezaba a sentir el sopor del efecto del buen vino. La noche había sido más divertida de lo que imaginó en un principio. Los hombres a su lado, con los que había compartido viandas, bebidas, historias y carcajadas, se habían ganado un hueco en su corazón. Le parecieron todos buenos escuderos, muy dignos aspirantes a caballeros. No quería ser el primero en proponer retirada a los aposentos, pero un buen lecho era lo que más le apetecía en ese instante. Así que, ya más sereno que cuando intentó declamar su historia, busca en la mirada del resto de comensales indicios de que también estén dispuestos a dar por terminado el banquete.

En los ojos de Cimrud era posible ver como se apagaba la ilusión de los mismos...como la idea de ir a ese bosque ahora se desvanecía. Más que poner en evidencia la historia de Breschilatus, Cimrud simplemente quería ir y ver. ¿La historia estaba adornada? Seguramente, tampoco era tan tonto, pero sí creía que en el fondo podía haber algo de verdad.

No obstante se rindió:

-Tenéis razón, no temo a la noche pero si que es mala época, ahora hay que centrar esfuerzos en entrenar y como bien dices, ya tendremos tiempo de estas cosas feéricas. -dijo Cimrud dando por sentado que la conversación había terminado, tampoco quería presionar a Breschilatus ni ofenderlo

segun mis cuentas:

Gwilhem: +50 gloria +oratoria.

Cimrud: cortesia +10 

Walter: cortesia, cultura popular + 18 gloria