Una vez acabados todos los actos previos, ya en la mañana, el conde reúne en el patio de armas del castillo, a todos los caballeros asistentes, incluyendo a los nuevos y jóvenes caballeros. En la cita tambien hay caballeros que hubieran agradecido una reunión a horas más tardias, o incluso que se hiciera tumbado a modo de los festines romanos, pues su impetú por el buen beber les había dado alguno, cierto malestar, que trataban de quitar bebiendo cerveza en grandes jarras a modo de medicina.
El propósito de la reunión, es dar las novedades a los caballeros del condado y avanzar los temas a tratar para el presente año. Muchas de estas preocupaciones, no obstante, ya estaban habladas en la reunión de la corte de navidad.
Al parecer ha habido alguna novedad, y no para bien en estos tiempos. El conde Sir Setzer, escoltado a ambos lados por el mariscal del condado sir Tarancus y por el castellano de este castillo, sir Whilvert, pronuncia estas palabras ante la audiencia de caballeros.
-“Los campamentos sajones de Essex, Kent y Sussex fortaleciendo se han, con suministros et bienes et soldados procedentes del continente. Es solo cuestión de tiempo que hagan incursiones sobre Britania. Habemus cerca de Essex, et habemus de preocuparnus solo de ello. Tempus est, de entrenar et bien a soldadesca et comenzar a patrullar con fuerza las fronteras.”
Las palabras del conde, son respondidas con entusiasmo por los caballeros del condado. El conde seguirá sus discursos apelando al orgullo, a la defensa de la tierra delo antepasados etc., es un ejercicio eficaz de arengar a las tropas.
Por fin se da por acabada la arenga y las palabras del conde, y es el mariscal del condado quien toma las riendas de la reunión.
Con su estilo sobrio y cortante, lejos de artificios, suelta lo siguiente a los allí escuchantes:
Habemus necesidad de vuestras triopas y de vos mismos, caballeros de Hertford. Prestos et agora. Habemius perdido tempus fablando aquí.
Un par de cortesanos desplegarán un mapa de la región, y el Mariscal distribuirá en él a los caballeros y sus patrullas.
A vosotros 3, los del señorío de Malderoi, os ha correspondido patrullar una zona determinada de la frontera. Atendiendo a las prisas del mariscal, no matizadas ni negadas por el señor conde, debéis daros prisa ya.
Se espera que recojáis a vuestro sequito, y que enderecéis para vuestro señorío hoy mismo. Una vez allí, deberíais organizar una tropa de jinetes y encaminaros a la frontera, previo paso por el castillo de Hertford, no siendo que hubiera novedades y cambios en vuestra misión.
¿Todo claro?
¿Alguna cosa antes de partir?
Mientras iré abriéndoos una nueva partida, si aun seguis interesados en mis partidas. solo es diré que en mi próxima partida os convendria ir afilando vuestras armas, ejejje.
Walter observa y escucha intentando aprender y entender qué se espera de él. Le alegra por fin sentirse útil, y emprender una tarea que refrende su recién adquirida posición de caballero. Tan pronto recibe sus órdenes y dada la urgencia que al parecer existe se encamina a preparar sus posesiones. Aún faltan jornadas para alcanzar la frontera y comenzar a patrullar, pero su corazón palpita con la promesa de hazañas venideras que le permitan alcanzar la gloria y fama que desde niño ambiciona. Sir Tarancus sigue resultándole tan agradable como una patada en sus partes, pero su juramento implica seguir al pie de la letra las instrucciones del senescal del conde. Además, independientemente de la poca simpatía que despertaba en él, el viejo caballero al parecer era más que capaz en su cargo. Y con estas ideas en su cabeza, el joven Walter se encomendó a realizar raudo sus cometidos para no relentizar la partida de los suyos.
Por mi todo listo
Cimrud observó el mapa con atención y se dio cuenta lo lejos que estaba de su tierra ...así era el destino. Patrullar lejos de casa sería un problema, necesitarían bienes y pertrechos en abundancia, además de cazar en la zona. Cimrud hizo un par de preguntas sobre su zona:
-Sir Tarancus, ¿hay en la zona torres de vigilancia o almenaras? ¿Posadas con mensajeros? ¿Almacenes o lugares de importancia que vigilar especialmente? -Cimrud no conocía la zona y tenía preguntas sobre la misma.
Se fijó se había ríos o riachuelos pintados en el mapa, en esa zona, y de ser así preguntó si había puentes..
Qué listo y previsor es mi primo, se nota que somos de una rama muy distante de la familia- Walter escucha la pregunta de su primo justo antes de marcharse a cumplir con sus planes y decide quedarse y no perder detalle de la conversación- a ver qué le reponde el siempre hosco sir Tarancus. Capaz es de mofarse así como capaz es de alabarle la pregunta. Impredecible es este senescal. Espero que tengas suerte con su humor hoy, mi buen primo.
Las primeras órdenes del conde nos fueron dadas, y nos situaban lejos de nuestros hogares. Sir Gwilhem deseaba regresar, junto con su amada esposa, a su reciente señorío y disfrutar de los primeros momentos del sagrado sacramento. Recorrer sus tierras, conocer a sus plebeyos. Cierto es, que su primera impresión fue en una escaramuza. Y el joven caballero ansiaba darse a conocer como un señor justo y noble, y gobernar con sabiduría. Alejándose de la mano dura que el había conocido.
Más los deberes de un caballero no sólo abarcan la gestión de sus tierras, el mayor honor recae precisamente en la misión encomendada. La defensa del reino frente al invasor.
Y como antaño le explicó su padre, no sólo en la corte surgen intrigas, tretas y argucias. En el campo de batalla, si uno sobrevive, es el mejor lugar para entablar amistades o incluso alianzas. Y por el mismo motivo, el caso contrario.
Por ello se alegraba, en demasía, que en la comitiva estuvieran incluidos su primo y el primo de éste. En ellos, podía confiar ciegamente. Harto destacable cuando el baile de escudos y espadas ha sido convocado.
Cimrud, hizo unas muy acertadas preguntas. Y en su interior, Sir Gwilhem agradeció. Pues aún se encontraba embotado por los efectos del vino e intentaba disimular los rutéos de una digestión muy pesada.
_ Aguanta Gwilhem. Encontrámonos en presencia de las tres personas más eminentes de la región. Y ya bastante ridículo habemus facido. Calla, mantén la compostura y salgamos airosos de este entuerto._ Pensó el noble castellano.
*Rutear: eructar.
Sir Tarancus, ¿hay en la zona torres de vigilancia o almenaras? ¿Posadas con mensajeros? ¿Almacenes o lugares de importancia que vigilar especialmente?
Non hay dello por allá. Salvo terreno de cultivamiento, et aldeas, non hay más en esa zona. Pero si quieren los sajones entrar a facer incursiones o saqueos, deberan pasar por alli.
Al salir para marchar a vuestro hogar a rearmaros, se os hace entrega del equipo básico de caballero. Lo teniais todo ya, pero eso es lo último que os faltaba.
mejoras de la escena:" la ceremonia de los nuevos caballeros"
sir Walter.
+11+10+10, total 31
marcas en devoto , energico y oratoria.
sir Cimrud:
+20+10+10+10+2 total 52
marcas en devoto , energico oratoria, frugal y torneo.
Sir Gwilherm:
sibarita
+385 por tu boda
Motivo: odio sajones
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 4, 4 (Suma: 14)
ahí va mi tirada de odio al miserable sajón...
He releído el tema de las pasiones, y voy a ponerme Lealtad (conde Setzer) 12... una cosa moderada, creo.
Y según la tirada: Odio (sajones) 14... los odio muy mucho.... :)
Os falta ese valor, sir Gwilherm y sir Cimrud.
Cual? Odio a los sajones? no era sólo para Walter? Si es la lealtad, lo he puesto en el apartado de la ficha. Si hay que especificar al conde Setzer, lo matizo en la ficha o sólo hay que ponértelo aquí??