Partida Rol por web

Apocalipsis

Un nuevo hogar

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05/10/2010, 22:52
Erika Stevens

Erika había pasado buena parte del día poniendo en orden el material médico del hospital universitario de Boulder. Algunas plantas no iban a usarse (¡Eso esperaba!) así que fue "reordenando" medicamentos y material médico en la planta de cirugía y alguna otra.
Le llevó mucho rato pero se le hizo ameno porque, como nadie miraba (Su hermano estaria recopilando arsenal o con los chicos en la presa, y su abuelo buscando algo que hacer) se recorría los pasillos rodando en un carrito de hospital mientras lo iba llenando de cosas para subirlo o bajarlo de planta.

Había pasado bastante tiempo y estaba más tranquila, su ánimo era de naturaleza "autorregenerativa", siempre que tuviera a sus seres queridos cerca, y volvía a estar muy ilusionada con comenzar de nuevo y convertir a aquellas personas en su nuevo grupo de "seres queridos".
Había sido muy parlanchina con todos, incluso con los que menos quisieran hablar, tratando de no ser demasiado insistente.

Al oír el claxon asomó por una ventana del hospital, a ver qué pasaba, pues por supuesto creía que seria cualquier cosa menos un asunto de tráfico, eso seguro...¿O no?
Desde la ventana vio los coches y también abrió los ojos de par en par. Rápidamente bajó a la calle y cogió la bici que tenía en la puerta para ir de un lado a otro sin gastar gasolina.

¡Es magnífico! ¡Es genial! ¡Esta locura está resultando!! ¡Viene más gente! ¡Montones!
Erika saludó a Alex desde la carretera, pues iba a interceptar, con su más radiante sonrisa, al convoy. Al llegar al primer coche, saludó y se acercó a la ventanilla del conductor, sin saber muy bien cómo dirigirse a él, aunque lo hizo de lo más ilusionada.
¡Bienvenidos a Boulder! Soy Erika Stevens Le ofreció la mano a través de la ventanilla Me alegro de verles, nos hemos instalado en el campus, en unas casas unifamiliares Señaló una calle Por esa calle, la segunda a la derecha y ya verán la hilera de casas. Si tienen algún herido o enfermo, el hospital universitario está señalizado y lo estoy poniendo a punto lo mejor que puedo, era sanitaria en L.A....
¿Han tenido encontronazos con los hombres de Flag? ¿Cuantos son en el convoy? ¿Cómo van de suministros? ¿Tienen algún técnico especializado en algo? No sé, centrales eléctricas, fontaneros o algo que vaya a ser de especial utilidad?

Había ametrallado a preguntas al hombre, y cuando las tuviera dejaría pasar y repetiría el saludo a todos los demás coches que fueran llegando... emocionándose y alzándosele el espíritu al ver a más... ¿Elegidos? llegar a Boulder. Estaba a punto de llorar de alegría.
Después de todo iban a ser muchos más de siete, y era para alegrarse... para alegrarse mucho.

Notas de juego

*Según Targul hemos "tomado" unas casas unifamiliares cercanas al campus de la Universidad

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06/10/2010, 15:29
Ian Mason

Tras comprobar que nada funcionaba en la cocina, Ian decide hacer el plato más sencillo que se le ocurre: unos buenos sandwiches acompañados de algo de zumo o leche para desayunar. No es que fuese el mejor desayuno del mundo, pero era algo a lo que llevarse a la boca. Afortunadamente, la cocina si tenía todo lo necesario para ello: algo de pan bimbo (no caducado) así como embutido. 

Death entró también en la cocina y entre los dos hicimos una buen grupo de sandwiches para comer: debemos estar orgullosos de nosotros mismos- bromeó mientras salía con los platos seguido de Death que llevaba la bebida: zumo, leche y un par de botellines de cervezas (aunque, ¿quien bebería cerveza caliente a estas horas de la mañana?). No era él para juzgar. Depositados los platos, se sentó:

Bon apetit- dijo- espero que sepa disculpar tan poco manjar, pero es lo mejor que se puede comer ahora, dada las circunstancias. 

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06/10/2010, 20:42
"Death" Johnson

- Ahora puedes contarnos toda la historia, no hemos quedado con nadie, JAJAJAJA. Rió sonoramente mientras tomaba asiento dispuesto a desayunar aquella obras de arte que habían preparado.

Death cogió uno de los botellines de cerveza, y con un golpe seco de la chapa en la mesa, lo abrió. Tomo un buen trago y lo volvió a depositar sobre la mesa. - Que mala está la cerveza caliente. JAJAJAJA Con la sonrisa que dibujaban sus labios, estaba claro que le importaba poco.

- Así que ibas a Nebraska... Death intentó reconducir la conversación. - ... Por que en las Vegas había un montón de cabrones... Miro a Jane, a la espera que les contara mejor toda aquella historia.

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07/10/2010, 01:31
Stanley Westen

Stanley se acerca a una distancia en la cual puede ver a aquel convoy acercándose al pueblo, mientras se limpia las manos con un viejo trapo. No es que supiera mucho de electricidad, mas bien todo lo contrario, pero tanto tocar aparatos, intentando arreglar algo, le había ensuciado las manos y la ropa.

No se muestra tan excitado como los demás, aunque tampoco puede disimular su cara de asombro al ver a toda aquella gente llegando en fila a aquel lugar, el cual habían preparado en los últimos días para aquellos visitantes, principalmente moviendo cadáveres de un lado a otro, tarea que después de tanto tiempo comenzaba a resultar menos desagradable y mas rutinaria, sensación que al pensar detenidamente no agrada mucho a Stanley.

- Bueno, al menos han visto el cartel – piensa mientras se lleva las manos a la cintura, aun con el trapo, ahora manchado también, en su mano. Mira por el rabillo a Howard, quien le había ayudado a revisar la central hidroeléctrica. Ese día había descubierto que no solo compartía con aquel sujeto el escepticismo acerca el halo religioso que rodea a toda la situación, si no también su falta de pericia con maquinaria pesada.

- Tan solo espero que esto sea buena idea – le dice mientras vuelve la vista al frente, aunque su comentario parece ser lanzado al viento, pues es mas un pensamiento en voz alta que otra cosa. Y es que, después de lo que había visto desde que despertara en aquel hospital, tiempo atrás, no sabe como va a resultar aquel experimento. Ponerse de acuerdo entre una decena de personas es una cosa, pero tratar de llevar una sociedad de la nada y de manera pacifica entre aquella cantidad de gente que asomaba por la carretera... pues ya es otra cosa, y sus celos respecto al trasfondo espiritual de todo aquello no hacen mas que dar mas braza a esa idea.

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08/10/2010, 08:16
Howard Keenan

La llegada a Boulder fue tanto una maldición como una bendición para Howard. Era un asentamiento, antes del virus, poblado, lo que significaba que allí podría encontrar lo que Abygail se negaba a concederle. Por otro lado, también significaba trabajo. Normalmente, el escritor se habría sentido útil al aportar a la causa y no ser un mero parásito, pero aquella tarea no era gratificante en lo absoluto. Sólo perturbadora.

Luego de un día de arrastrar cadáveres de todas las edades, sexos, tamaños y procedencias, el estado de Howard no era precisamente estable. Si bien la muerte le rodeaba desde hacía semanas, siempre se manejaba para evitarla lo más posible. En ese momento, estaba haciendo su trabajo sucio. Exhausto y asqueado, buscó -y halló- refugio en su vicio. Por suerte para él no le vigilaban como los hombres de Flag, por lo que se manejó para hacerse con una reserva de licores y cerveza, aunque no deseaba compartir. Apenas lo supiera, la anciana lo arruinaría todo.

Luego de los días más largos de su vida, los gritos eufóricos de Alex le llamaron la atención, y su aviso no fue menos. Se alejó de uno de los pocos cadáveres que quedaban esparcidos por el poblado con rapidez, pero no se apuró en llegar a donde sus compañeros se congregaban para otear la carretera. A pesar de su desgano, su semblante no dejaba ver otra cosa que incredulidad. -¿Pero qué carajos...?- fue todo lo que atinó a decir.

Observó, inmóvil por la sorpresa, el despliegue de las dos muchachas. Pero, además de que aquello no le causaba demasiada gracia, pues comenzaba a ver su error al desear repoblar el mundo de nuevo -al darse cuenta de que el mundo poblado como estaba antes no era de su total agrado-, se mantenía escéptico. Demasiado había sucedido como para ignorar el peligro.

-Excelente, pero... digo, no creo que todos aquí vengan con buenas intenciones. ¿Y qué si hay un espía de ese mal nacido de Flag?- Como me encuentre a ese mequetrefe portando un hermoso rifle... -Yo digo que vayamos por las armas, sólo para estar preparados. No vale la pena arriesgarse ahora, joder- Volteó hacia Alex y Stanley, buscando algo de apoyo hacia su paranoica iniciativa.

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10/10/2010, 19:03
Stanley Westen

Stanley cruza los brazos al escuchar las palabras de Howard, mientras sigue mirando el convoy que entra al pueblo. Al parecer aquel hombre comparte su desconfianza respecto a toda aquella situación, aunque deja entrever claramente que se trata por motivos diferentes. A Stanley no le preocupa tanto el tal Flag y sus “hombres”, pues entre todo aquello que aun le genera dudas lo que menos le cierra es la idea de “buenos” contra “malos”, pero claro, no puede opinar demasiado al respecto, pues poco contacto a tenido con los hombres de Flag, y la reacción de Howard indica que tan solo a visto la punta del iceberg, aunque se niega de todas formas a prejuzgar a nadie.

- No creo que sea buena idea ir por ahí cargando armas – le responde finalmente – lo ultimo que necesitamos es comenzar a perseguirnos entre nosotros, o al menos no creo que haga falta meter al tal Flag en este asunto por ahora, las cosas ya parecen complicadas como están – añade, dejando entrever su desconfianza respecto a la convivencia de tantas personas en esa situación.

Hace un breve silencio antes de volver a hablar, mirando a Howard – de todas formas, creo que en esta situación no podemos hacer nada mas que ir a ciegas, ¿no?

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11/10/2010, 22:40
Howard Keenan

La preocupación y la desilusión ocupaban su expresión por igual mientras oía a Stanley y su negativa. No lo culpaba, porque, según Howard, no tenía ni idea de como podía resultar un encuentro con Flag. Por otro lado, había sensatez en las palabras del tipo, ya que aquel pretendía ser un proyecto pacífico. ¿Pero cuanto durarían sin defenderse? Aquello no era Gandhi VS Inglaterra.

-Hey, nosotros no metemos a Flag en ningún lado. ¡Es él quien se mete!- exclamó, contrariado y desesperado por demostrar su punto. -Su lengua es venenosa y sus manos mortíferas. ¿Ves esto?-

Howard se quitó la camiseta que llevaba puesta, dejando el torso desnudo. Aparte de algunos pelos y una barriga ligeramente pronunciada, su pecho estaba surcado por una gran cicatriz clara y arrugada, obviamente una quemadura. -Aunque no lo creas, fue él quien hizo esto. Sin mover un dedo. Y antes de que lo preguntes, no estaba ebrio cuando sucedió-

El escritor suspiró, observando la procesión de automóviles buscando felicidad en Boulder ciegamente, mientras se vestía. -Sepan disculparme si no están de acuerdo, pero llegados a este punto, yo no quiero morir- Miró a todos uno por uno, para luego voltear y comenzar a bajar la pequeña colina. Sus pasos decididos le llevaron a la ciudad, y más tarde a donde fuera que guardaban las armas del Sheriff de Hemingford Home.

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12/10/2010, 10:30
Alex Silverstone

Por un lado me crispaba un poco la desconfianza de Howard, pero por otro lado, sabía que tenía toda la razón del mundo, que si había mucha gente junta llamaríamos más aún la atención, como si tuviéramos un enorme cartel de neón sobre la cabeza que dijera " estamos aquí " y que seguramente nos haría aún más vulnerables a cualquier ataque.

No era una pacifista empedernida por mucho que mi caracter no fuera demasiado agresivo, a fin de cuentas, me había críado en el campo, donde la gente no solía ser la más culta del mundo y normalmente, las cosas se arreglaban a golpes hasta que el Sheriff hacía acto de presencia, si es que llegaba y entonces amenazaba con llevárselos a todos a dormir en una celda.. Lo que normalmente terminaba con que le dijeran algo así como que se podía meter la celda por donde le cupiera.. pero era como otro mundo..

- Creo que no nos haría mal tener con qué protegernos en caso de necesidad..

Tampoco era la intención que nos liáramos a tiros entre nosotros, ni que hiciéramos una especie de caza de brujas, pero por si acaso, más valía prevenir que lamentar. Demasiados inocentes en un mismo lugar, demasiada gente vulnerable.

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17/10/2010, 11:20
David Green

Los disparos efectuados alacanzaron a uno de esos hombres. El otro, al ver caer a su acompañante, cesó en su persecución y buscó cobertura entre la vegetación. Los disparos siguieron sonando, de forma pausada, pero contínua, buscando intencionadamente disuadir a nuestros potenciales perseguidores.

Amanda, mientras, sin cesar en su carrera para intentar huir, pudo llegar al pequeño muelle. Pude escuchar su lamento al haber podido presenciar como esos salvajes habían ejecutado a los niños allá en la colonia, pero no me volví; a pesar de estremeciemitno que me recorrió al oir esas palabras. ¿Cómo alguien puede ser tan desalmado? ¿En qué nos habíamos transformado?

Andy me cubrió, a pesar de que no parecía que aquellos asesinos tuvieran intención de venir a por nosotros si tenían que enfrentarse abiertamente en un tiroteo. Agaché la cabeza y con una rápida carrera crucé el muelle y me subí a la embarcación, golpeando en el hombro a Andy en el momento que cruzaba a su lado para asegurarme que supiera que ya estaba dentro. Agazapadas, Jenny y Amanda, se habían fundido en un abrazo.

Yo podía imaginarme lo ocurrido en la colonia. Amanda lo había presenciado, y no podría olvidarlo jamás.

Me agaché y parapeté, apuntando con el rifle hacia el punto del bosque en el que se había ocultado el otro mercenario; aguardando a que pudiera surgir otra silueta.

"-Andy, lárguemos de aquí.... -le dije - Aléjanos de este lugar..."

No me planteé un destino, ni siquiera un rumbo. En ese momento únicamente quería alejarme del lugar que había encerrado nuestras ilusiones y esperanzas. Y por la malvada naturaleza del hombre, ahora era cuna de nuestras pesadillas.