Partida Rol por web

En sus cuartos disponen de ordenadores personales con acceso a Guisanet - responde el General.

Bien, ¡Marine! -digo, alzando la mano, como llamando a un camarero- Seguro que sabes dónde está la cantina. ¡Llevame a ella!

Desde donde estoy junto al general, carraspeo ruidosamente, y luego estoy a punto de atragantarme con la flema que por fortuna logro lanzar sobre la mesa, antes de morir. Ups...sobre las pastas...vaya....

Perdone general...pero podría ir a la armería antes de nada?. Mis dedos se contraen solos ante la erótica posibilidad de pasar la noche con tantas preciosidades...

Bien, gracias!! Ha sido todo un placer conocerle.. - digo mientras me encamino hacia la puerta y hablo a los marines esos.. Disculpen señores, quién me acompaña hasta mi habitación?

- Guisante Verdejo listo para acabar con ese extralateste ¡señor!

Verdejo bota de la silla hasta ponerse frente al General, se cuadra, golpea con su mano su frente saludando y se despide con su casco girando como una noria.

- Hepa!! Doctó!!!Yo le acompañaé a por un par de cervesas!!! Paese que mi pulso eh mejó cuanto má pedo esté!!! y si ehh de resaca pos mejó!!!!, dice Clegui enseñando su unico paleto sano...
- Aunque.... Si hay que acompañarla, siñorita, un servidó se presta!!!!, le dice Clegui a la hermosa Mink con cara de apuesto caballero... vamos, con una cara de salido tremenda, levantando un ceja y guiñando el ojo contrario a la vez....

Le miro y no pongo la cara de repugnancia que pondría, aunque tenga ganas de hacerlo.. mantengo la compostura y sonrío como si me hubiera halagado..

Gracias, pero estos hombres se ven muy capaces de llevarme hasta la habitación, aún así gracias por el ofrecimiento..

- Poo ná, guisorina! Otra vé será!!, digo todo convencido...
- Que pasa con esas servesas, doctó??? Y ya que egtamo... Podría mirarme un no se qué, que sé yo, que yo que sé, que tengo aquí migmito en la entrecurva... egque me molesta una jartá!!!!, termina diciendo Clegui agachando la cabeza hacia su partes pudientes...

Acompañados por marines, más tarde o más temprano todos termináis marchándoos a la cama hasta que llega el nuevo día. El día de las misiones.