Partida Rol por web

APOFIS

LUXOR

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04/09/2014, 00:20
Allan

Entrecierro los ojos mientras observo callado los primeros golpes de la almadena de Marcus sobre aquel malnacido. Pasada la adrenalina y rabia del momento empiezo a sentirme mal por lo que acabo de hacer, entregando al muchacho sádico a manos de otro sádico quizás aún peor. Cuando saca la navaja y veo lo que va a hacer me giro con nauseas apunto de vomitar. Aquello ya no era solo justicia, era algo más oscuro y retorcido.

¿Qué me ha pasado para llegar a hacer algo así? Yo no soy así -pienso, arrepentido de mis actos y miro a Eddie con preocupación en el rostro. Espero que no piense mal de mí.

Observo al otro muchacho que no correrá mejor suerte que su compañero si nadie hace nada,  y en un acto de piedad me acerco para cortarle el cuello con mi cuchillo y darle una muerte más rápida y humana. Miro la sangre que cae por el filo del cuchillo con una mueca y vuelvo a guardarlo tras limpiarlo en la ropa del difunto.

No tenemos tiempo para más, vámonos de aquí cagando leches.. 

Abro la marcha de nuevo hacia nuestro objetivo con algo de prisa por ser el primero y no tener que cruzar miradas con ninguno de mis compañeros que revelen mi inseguridad sobre lo que acaba de pasar.

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04/09/2014, 10:41
Marcus

Marcus se levanta y se queda mirando al hombre mientras se desangra. No le presta atención a Allan cuando se aparta para contener sus arcadas y apenas levanta la mirada cuando le corta el cuello al otro. Pasa unos segundos así, esperando que el hombre del palo pierda el sentido, y mientras lo hace, la sangre gotea desde los restos mutilados que tiene cogidos en la mano izquierda, como si fuera un cuenco rebosante.

Al cabo de unos segundos muy largos los lanza al suelo, con desdén. Se agacha de nuevo y se limpia las manos en la ropa del hombre. Luego, hace lo mismo con la navaja, de forma meticulosa, antes de plegarla. La pequeña hoja parece impecable y lista para cortar todo tipo de cosas.

Cuelga la almádena de su agarre en el cinto y empuña la ballesta. Sus ojos parecen apagados y escondidos tras un velo de indiferencia. Pero al mismo tiempo algo grande, fuerte y oscuro parece salir al exterior a través de ellos. Algo que desentona con el murmullo del arroyo y las hojas movidas por el viento.

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05/09/2014, 20:46
Director

Tras vivir uno de los sucesos habituales en este nuevo mundo aceleráis la marcha para dejar atrás el lugar y el momento.
El viaje sucede sin mas contratiempos y finalmente encontráis una carretera en la se ha pintado la dirección a seguir para llegar a Nero.

Avanzáis al margen del asfalto intentando no ser visto con facilidad y finalmente llegáis a Nero.
Se trata de un lugar frío, mas de lo habitual, con bastantes edificio en pie y la vegetación contenida. Por su aspecto parece que fue una ciudad dormitorio, aunque desconocéis cual es la actividad que generó la necesidad de tantas viviendas.
El lugar carece de murallas o defensas, es realmente grande y sería una locura atacarlo directamente. La multitud de ventanas y puertas lo convierten en una fortaleza para tiradores, algo que parece bastar para mantener alejados a los saqueadores.

La escasa luz del Sol se apaga rápidamente y comienzan a iluminarse antorchas y lamparas de aceite y etanol. No tardáis en comprobar la distribución de Nero. Un enorme bloque de viviendas alberga en su interior una gran plaza donde se han construido pequeños puestos de venta y otros servicios. Fuera del grupo de edificios hay varias calles habitadas y una manzana mas lejos el nivel de ocupación se reduce drásticamente hasta dejar abandonados los bloques mas lejanos al centro.

La gente no os mira, ni siquiera a Eddie, parece que todo el mundo va a lo suyo. No parece que haya ningún representante de la ley, ya suponéis como se resuelven aquí los conflictos.
En el patio interior, al que identificáis como el mercado, se vende todo tipo de objetos y alimentos. Veis que también usan las fichas, como también veis que en cada puesto hay un dependiente y una persona encargada de la seguridad del mismo.

Observáis algunos carteles en los portales anunciando hostales, burdeles y bares albergados en pisos. En algunos casos no parece que haya pisos libres de alguno de los tres negocios.

Notas de juego

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05/09/2014, 22:18
Marcus
Sólo para el director

Notas de juego

Deduzco por el inventario que no tengo fichas, ¿no?

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05/09/2014, 22:50
Marcus

Los hombres crearon a Dios, para darle sentido al vacío. Y nombres a las estrellas. Y aquello justificaba los días a pleno sol con la espalda encorvada. Luego crearon las ciudades, y con ellas las leyes. Para matar al resto solo cuando era conveniente. Luego aparecieron las fábricas. Entonces todo quedó reducido a una cadena de montaje de pamplinas trabajando todo el día. Para comprar teléfonos más nuevos, y televisiones más planas y vacaciones en lugares remotos llenos de pamplinas. Y luego vino Apofis, y todo aquel espejismo se fue a la mierda.

Todo aquel edificio de seguridad se desplomó y los sueños estúpidos de grandeza quedaron reducidos a polvo. Un banquete de carne calcinada y de huesos polvorientos dio paso al silencio y las ramas resecas. Entonces, en el apocalipsis, hubo quienes huyeron despavoridos, quienes se protegieron en el whisky y quienes se hicieron grandes detrás de los hierros.

Yo soy un asesino. Sé hacerlo rápido o muy despacio. Puedo usar mis manos o casi cualquier cosa. He sido caminante solitario. Bandido. Ladrón. Asesino. Violador. Carroñero. Vigilante. Esclavista. Soy un hijo de puta peligroso, tanto que me llamaban "el hombre-bueno". Manda cojones. Será que tengo dientes y los uso. Será que no me tiembla la mano a la hora de arrancarle los cojones a ningún come-mierdas que se pase. Cojo mi parte si tengo hambre y me follo un coñito si me apetece. Porque ese es el orden de las cosas.

Pero abusar es de cobardes. De ratas débiles y hambrientas. Yo soy un hombre.

En todo ese tiempo en que he hecho cosas que harían vomitar a un cerdo aprendí una cosa: que soy un cabrón con suerte, que he sobrevivido mucho tiempo en toda esta mierda. Y si ha sido así es porque aún tengo algo que hacer.

No me interesan las fichas. Ni las furcias. Ni el ron. A veces hay que usarlos, pero no se puede dejar que ellos te usen a ti. Cada día me cuesta más mantenerme en forma. Ahora tengo que usar lo que me queda de cerebro. Tengo que parar cada cierto tiempo, cerrar los ojos y escuchar lo que tengo dentro.

No hay Dios ni Buda ni Alá en esta roca. Solo hombres y bichos deseando morderte los huevos, allá donde queda alguno. Pero aún así... hay algo, eso puedo notarlo, algo que me espera en algún lugar. Quizás algo que merezca la pena. Algo que pueda recordar mientras muera despellejado o con un disparo en el ombligo.

-Tengo hambre y pocas fichas. Vigilo las caras de la gente que pulula alrededor. Las luces de etanol hacen brillar las muelas que cuelgan de mi cuello. Los tatuajes de mis brazos parecen sombras en movimiento. La noche desnuda la piel de los hombres como si fueran rameras baratas. -En alguna cantina habrá trabajo o peleas con los puños. 

 

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06/09/2014, 16:18
Director

Notas de juego

No tienes fichas. De hecho eso de las fichas solo lo conoces de oídas, en cualquier otro lugar se usa el trueque.
Te contaron que por esta zona se usan fichas de un parque de atracciones cercano, sirve como moneda para los asentamientos locales y algunos comerciantes las llevan encima. De ahí que sepas de su existencia.

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07/09/2014, 19:39
Allan

El viaje continua y por fin llegamos a nuestro destino, mucho antes de lo que esperaba. Por suerte aún era de noche y podríamos pasar más desapercibidos. Contemplo por primera vez la "ciudad" de Nero, una buena fortaleza, pero ningún sitio era bueno para estar a salvo de los Omega. Con un pañuelo de tela tapo la marca de fabricación de mi rifle atándolo en el mango. Mañana intentaré intercambiarlo por algo similar.

Nos adentramos en su interior y nadie parece hacernos ni caso, lo cual es bueno. Miro a Eddie - ¿Cuántas fichas nos quedan? Imagino que suficientes para pasar la noche aquí.-pregunto, la verdad es que no me acordaba después de tanta tensión en Luxor y era Eddie el encargado de nuestras finanzas.

Sí, busquemos una posada..-digo a Marcus mirando de reojo a mi compañero, la verdad es que no estaba muy seguro de si seguir al lado de él era buena idea ahora que ya estábamos a salvo, pero ya decidiríamos mañana que hacer. Esta noche era mejor permanecer juntos.

También quería saber quién demonios era Dominic y seguro que en la taberna me enteraría.

Notas de juego

Pues buscamos una taberna donde dormir, captar información y buscar algún trabajillo como dice Marcus.