Al principio ni la vieja ni la niña te dirigen la palabra. La niña, por fin, coge un cuenco con sopa de la marmita y te lo ofrece, con una tímida sonrisa.
-¡Oh! Gracias niña. ¿Cómo te llamas? -le pregunto mientras me acerco el cuenco a la boca y olfateo su contenido.
¿Puedo hacer una tirada para averiguar si no me están envenenando o dándome algo extraño? No quiero hacer metarol, pero tampoco quiero pecar de inocente jeje.
La chica no parece entenderte y se limita a sonreír mientras olfateas el cuenco y le das un minúsculo sorbo tratando de averiguar si está envenenado.
Por un lado me vas a hacer una de degustar combinada con conocimiento vegetal. ¿Cómo se hacen las tiradas combinadas? Pues se coge la que tengas más baja de las dos y ese es tu porcentaje.
Por otro lado me vas a hacer una tirada de descubrir.
Tirada oculta
Motivo: Degustar
Tirada: 1d100
Dificultad: 18-
Resultado: 85 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 33-
Resultado: 85 (Fracaso)
No notas nada que te haga pensar que te estén envenenando.
¿Te bebes el contenido?
-¡Pero qué rico! Y qué bien sienta algo calentito con este frío.
Me acabo el cuenco de sopa y lo extiendo de nuevo a la niña.
-¿Podría tomar otro?
¡Me la juego!
Bebes la sopa agradecido. No podrías decir a qué sabe, pero es caliente y te reconforta. La niña coge el cuenco y se dirige a la marmita para rellenarlo.
Tira racionalidad con un malus de 25
Tirada oculta
Motivo: racionalidad
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 97(-25)=72 (Fracaso)
Ves a la niña rellenar de sopa el cuenco, pero casi no te fijas, estás cansado, y te vas quedando dormido, muy dormido...
Tu sueño es largo y dificil de recordar. Te ves a ti mismo siendo el esclavo de las dos mujeres, realizando infinidad de trabajos duros, sucios o humillantes sin pronunciar palabra. Las dos mujeres hablan poco, y cuando lo hacen es con una voz desagradable, que te recuerda el graznar de los cuervos.
Un día, sin embargo, oyes voces airadas fuera, y ves rostros coléricos, y puños empuñando armas, aperos de labranza y antorchas. Oyes un gruñido, y ves como un gran animal, parecido a un lobo o un perro enorme, se lanza contra ti. Ya no ves más.
Te despiertan el dolor y la sed. Estás en el suelo, frente a la cabaña. Esta ha ardido por los cuatro costados, y sólo es un montón de restos ennegrecidos. Te duele todo el cuerpo y tienes la garganta seca y acartonada, como si hiciera siglos que no hubieras bebido. Tus ropas son un amasijo de harapos ensangrentados.
Te das cuenta que no eres el único que está en el suelo. Estás rodeado por una media docena de cadáveres, vestidos como campesinos, terriblemente destrozados por una fiera salvaje. Te palpas el cuerpo buscando heridas. Tienes varias, pero son de armas, no de colmillos.
¿Huyes del lugar o intentas beber un poco de agua del arroyo y terminar de despejarte?
-¿Pero qué ha pasado? -me pregunto mientras sigo aún aturdido.
Doy una vuelta por el escenario tratando de averiguar algo y esforzándome por recordar qué he hecho durante este tiempo.
Si no averiguo nada nuevo, me voy del lugar lo más rápido posible.
Revisas lo poco que queda de la cabaña y encuentras frascos de cristal hechos pedazos, minerales, cuernos de distintos animales renegridos, cráneos de carnero y cráneos humanos labrados en forma de copas y otros instrumentos propios de brujas o alquimistas.
Después de la inspección abandonas el lugar y caminas con paso vacilante por el bosque, como si estuvieras borracho. Darías cualquier cosa por un trago de agua fresca. Casi sin darte cuenta llegas a un camino real. Oyes como se acerca un viajero solitario.
Intento esconderme antes de que me vea para ver qué aspecto tiene y si pudiese ser peligroso.
Tirada oculta
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d100
Dificultad: 54-
Resultado: 56 (Fracaso)
Tiro sigilo por si acaso.
Camina despistado. Pasa a tu lado sin darse cuenta de tu presencia.
La boca se te llena de saliva y te das cuenta de que él es tu alimento. Lo necesitas para sobrevivir. El deseo de devorar al viajero crece en tu interior y ya apenas eres capaz de contenerlo
¿Le atacas o huyes de él?
¿Pero qué me pasa? ¿Cuánto tiempo llevo sin comer para ver a alguien como comida?
Huyo corriendo antes de que no pueda contener más ese extraño instinto.
Huyes por entre los bosques, asustado de aquello en lo que te has convertido. Has deseado la carne y la sangre de ese hombre. Te preguntas cuando perderás los pocos restos de humanidad que te quedan, y te convertirás definitivamente en un animal.
Haz una tirada de memoria
Tirada oculta
Motivo: Memoria
Tirada: 1d100
Dificultad: 18-
Resultado: 96 (Fracaso)
Dicen que un adepto del Gaueko (el espíritu del Mal de los Vascones https://es.wikipedia.org/wiki/Gaueko) puede maldecir a un hombre o mujer y convertirlos en un ser con el cuerpo humano pero la mente de un animal, cubierto de pelo, que no puede comer otro alimento que no sea la carne cruda ni beber otro líquido que no sea la sangre caliente. Lo llaman LOBISOME.
Sabes que el mendigo mencionó algo que te podía ayudar... pero tu mente ha comenzado a transformarse y apenas te quedan fragmentos de tu memoria humana. No consigues recordar eso tan importante que dijo.
Ahora eres un Lobisome, y como tal vivirás en el bosque, acechando a los viajeros. Y en las noches propicias, te reunirás con tu ama, la Meiga de Corio, para ir juntos al Aquelarre de Cangas de Morrazo...
FIN