La niña y la vieja hacen un gesto de contrariedad, pero no dicen nada.
A la mañana siguiente hace un día limpio y muy claro. Te despides de tan extraña pareja y te vas. Muy pronto encuentras un camino. Te das cuenta, sorprendido, de que estás en el paraje que se encuentra entre la aldea de Coiro y el pueblo de Cangas de Morrazo. Te espera una buena caminata para llegar a Bueu. A la que finalmente llegas sin más contratiempos.
FIN