Partida Rol por web

Muchas gra-gra-gracias- Dice Locadio aterido de frio mientras alarga las manos para coger el cuenco que viene del caldero. Sin duda la vieja y la pequeña nina le parecen cuanto menos sospechosas...... Se acerca el cuenco a la nariz y lo olfatea disimula mientras sopla como para enfriarlo. Nota un olor agradable y en verdad que tiene hambre. No le parece que pueda haber nada peligroso en tomar algo de caldo. Se acerca el tazon a los labios y nota como el calido liquido le reconforta por dentro.

-Muchas gracias señora. Mi nombre es Locadio, para servirles. Siempre suele hacer este tiempo por aqui- comenta Locadio con intencion de comenzar una conversacion vanal 

Al terminarte la sopa, la niña te sonríe. Casi no te fijas, estás cansado y te vas quedando dormido, muy dormido...

Tu sueño es largo y dificil de recordar. Te ves a tí mismo siendo el esclavo de las dos mujeres, realizando infinidad de trabajos duros, sucios o humillantes sin pronunciar palabra. Las dos mujeres hablan poco, y cuando lo hacen es con una voz desagradable, que te recuerda el graznar de los cuervos.

Un día, sin embargo, oyes voces airadas fuera, y ves rostros coléricos, y puños empuñando armas, aperos de labranza y antorchas. Oyes un gruñido, y ves como un gran animal, parecido a un lobo o un perro enorme, se lanza contra tí. Ya no ves más.

Te despieran el dolor y la sed. Estás en el suelo, frente a la cabaña. Esta ha ardido por los cuatro costados, y sólo es un montón de restos ennegrecidos. Te duele todo el cuerpo y tienes la garganta seca y acartonada, como si hiciera siglos que no hubieras bebido. Tus ropas son un amasijo de harapos ensangrentados.

Te das cuenta que no eres el único que está en el suelo. Estás rodeado por una media docena de cadáveres, vestidos como campesinos, terriblemente destrozados por una fiera salvaje. Te palpas el cuerpo buscando heridas. Tienes varias, pero son de armas, no de colmillos.

¿Huyes del lugar o intentas beber un poco de agua del arroyo y terminar de despejarte?

Horrorizado, Locadio se aleja dando traspies de la escena del crimen.- Que puede haber cometido semejante barbarie- piensa. La sed no le deja regir con claridad se dirige hacia la primera fuente de agua que encuentre, un pozo, un rio lo que sea. Cualquier cosa que le sacie esta tremenda sed

Llegas al arrollo. Intentas beber, pero no puedes. El agua no pasa por tu garganta. Te das cuenta de que tienes las manos manchadas de sangre, y que te ha salido pelo, negro y espeso, por todo tu cuerpo.

Te incorporas desorientado. Caminas con paso vacilante por el bosque, como si estuvieras borracho. Darias cualquier cosa por un trago de agua fresca. Casi sin darte cuenta llegas a un camino real. Oyes como se acerca un viajero solitario.

Locadio, mira su cuerpo extrañado....En que demonios me he convertido?- piensa -Que me pasa?- se pregunta. Aturdido solo puede pensar en la terrible sed que no le deja concentrarse en otra cosa. Escucha venir al viajero y de forma instintiva, se esconde, se agazapa, se prepara para no sabe muy bien que.....

Dicen que un adepto del Gaueko (el espíritu del Mal de los Vascones) puede maldecir a un hombre o mujer y convertirlos en un ser con el cuerpo humano pero la mente de un animal, cubierto de pelo, que no puede comer otro alimento que no sea la carne cruda ni beber otro líquido que no sea la sangre caliente. Lo llaman LOBISOME.

Gracias a tu exitazo de conocimiento mágico sabes que no debes comer carne ni beber sangre ya que en el momento en que lo hagas, la transformación será completa. Es decir, no sólo tu cuerpo será el de un Lobisome sino que también lo será tu mente y estarás perdido para siempre.

Por otro lado no puedes alimentarte de otra manera. Por lo que acabarás muriendo de hambre y sed... la encrucijada te deja desolado. Pero tu tirada de conocimiento mágico te trae directamente el recuerdo de lo que dijo el leproso... 

...Una limosna, ¡Hazlo por amor a San Simón, que venció al lobo! 

y es que, el brujo que te crió te contó que hay una isla llamada de San Simón, en medio de la ría de Morrazo. Te contó que allí hay un monasterio de hombres santos y te dijo que estos hombres a eran capaces de eliminar maldiciones... al fin y al cabo no tienes nada que perder.

En cuanto al viajero, haz una tirada de esconderte si no quieres que te vea. Tienes un bonus de 25 puesto que camina distraído.

Locadio se echa a un lado del camino aun dudando que hacer. Se le agolpan los recuerdos a la cabeza y tiene la certeza de que la unica forma de escapar de esta maldicion que le tortura sera llegar a la isla que su mago mentor le comento. Debia ir sin demora a la isla de San Simon. Pensando en estas cosas casi olvida que llegaba el viajero y medio oculto tras unos arbustos le ve llegar ocutandose torpemente. Le mira buscando en el alguna esperanza de ayuda. Debe ir rapido a la isla o morira en pocos dias

Al pasar a tu lado, y antes de que puedas hacer nada, el hombre alza la vista, te mira y grita una sola palabra ¡LOBISOME!. Está aterrorizado y en ti se despierta un deseo irresistible de abalanzarte sobre él y cerrar tus mandíbulas en sobre su cuello.

Para evitar el impulso de atacarle, sales corriendo y huyes por entre los bosques, asustado de aquello en lo que te has convertido. Has deseado la carne y la sangre de ese hombre.

Sin perder tiempo, te diriges hacia la isla de San Simón, a donde llegas en un estado lamentable. Ya casi no puede hablar, y estás medio muerto de hambre y de sed. Te has resistido, hasta ahora, a comer carne humana.

En San Simón sólo hay ruinas. Parece que hubo algo hace tiempo, pero los hombres santos ya se han marchado. Cuando ya te sientes desfallecer, ves a alguien que se acerca, entre las ruinas. Se trata de un hombre ya viejo, de aspecto magestuoso, vestido con amplios ropajes negros. Te mira y no parece en absoluto asustado.

Ayuda!!! Ayuda! por amor de Dios. Donde estan los hombres santos? Necesito los hombres santos o morire!!!-implora Locadio medio arrastrandose apoyado en las piedras de las ruinas - Ayuda, lo suplico

Te mira de forma compasiva y te ayuda a incorporarte. Le cuentas lo sucedido y él escucha tu relato en silencio. Luego te hace señas para que lo sigas, y te lleva a una especie de sala subterránea, debajo de las ruinas. La sala está toda ella pintada con motivos religiosos. Parece una capilla consagrada para la misa, pero siendo sacerdote, hay detalles que te resultan extraños y símbolos que no son cristianos. 

El anciano te dice que te desnudes y te coloques en el centro de la sala.  Él inicia algo muy parecido a una mesa. En el momento de la comunión, te ofrece un cáliz de oro lleno de vino.

Locadio esta desesperado, le queda un hálito de vida y si este hombre no le ayuda a sanar de su maldicion esta seguro que morira o que acabara siendo una bestia inmunda vagando por el bosque. Que puedo perder?-piensa mientras toma el caliz lleno de vino y se lo lleva a la boca para darle un gran trago. La sensacion de volver a meter liquido en su boca le reconforta, espera que pueda tragarlo y no tenga que vomitarlo como le paso con el agua

Sufres un espasmo brutal en el estómago y pierdes inmediatamente el sentido.

Eres un lobo negro. Te ataca un lobo blanco. El es valiente, tú eres fuerte. Le muerdes el costado. El, sin embargo encuentra tu cuello arrancándote la yugular. Notas como la vida se te escapa...

Te despiertas en la capilla. Estás desnudo, y cubierto de sangre. El viejo está destrozado a tu lado. Huyes de allí.

Ahora eres un Lobisome, y como tal vivirás en el bosque, acechando a los viajeros. Y en las noches propicias, te reunirás con tu ama, la Meiga de Coiro, para ir juntos al Aquelarre de Cangas de Morrazo ...

FIN

Estupenda!! Me ha gustado!!!