Partida Rol por web

Tras unos intensos minutos en donde el coche estaba siendo empujado por una niña anormalmente grande en cuanto a lo ancho, este dúo de detectives (o detective y ayudante de detective) finalmente llegaría a la morgue municipal, el primer paso para resolver todo este asunto del asesinato y... evidentemente, Mamoru Ai Yastis dio un leve discurso introspectivo en voz alta.

*Sorcha y yo nos dirigimos a la morgue municipal para ver el cadáver. Esto es lo más duro de este trabajo. Allí no hay quien aparque y tienes que pedir la llave para usar el baño.*

Aquel dúo entró por la puerta de la Oficina del Forense y continuó caminando por los pasillos hasta la Sala de Autopsias 1 en donde se encontraron con una mujer rellenando unos informes en una sala completamente vacía de cadáveres y de aparente felicidad... Algo normal teniendo en cuenta que era una morgue.

-Tsu-Tsu, -llamó por la forense- esta es mi nueva compañera, Sorcha McKay. Sorcha, esta es Tsunade Kineda, la forense. Las dos moláis, así que supongo que haréis buenas migas. -Tras presentarlas entre ambas, este se giró a la forense- Por cierto, es el primer caso de Sorcha, y no tiene ni idea sobre este tipo de investigaciones, así que vamos a dejar que se estrene...

La forense parecía tener una edad similar a aquellos y aunque parte de su rostro estaba cubierto por un cubrebocas realmente esto no ayudaba a que tuviera un aspecto menos tétrico, la piel blanquecina de la muchacha la hacía ver como si no fuera más que un cadáver andante... el cadáver de un vampiro...

-¿Es tu primer caso de asesinato?. -Preguntó de forma retórica aquella mujer mientras la saludaba con un gesto con la cabeza- Bueno... ¿Estás lista?. -Tras esto se acercó, agarrando firmemente la manilla del congelador para cadáveres.

Y lo abrió de golpe... dejando ver...

Una gran cantidad de globos de colores que taparon la vista de ambos detectives. Al parecer habían caído en una especie de trampa, una trampa con mucho helio y colorida. Pese a todo, a medida que los globos subían al techo, recuperando la visión de lo que les rodeaba pudieron ver a la forense bailar hacia ellos.

¡FE-LI-CI-DA-DES! ¡ES TU PRIMER CADAVER!

¡A MAMORU SE LE HA UNIDO UN NUEVO COMPAÑERO!

¡Y SEGURO QUE RESOLVERÉIS EL CASO EN UN VUELO!

¡YEAH! ¡YEAH! ¡VAMOS! ¡YEAH! ¡YEAH!

El hecho de que saliera una oleada de globos de colores y que tuvieran una pequeña cancioncita con baile de celebración incluido después de la presentación que hizo de Sorcha McKay, hizo que Mamoru Ai Yastis se sintiera un poquito aliviado, pues pensaba que quizás Tsunade Kineda no le terminara por caer bien su nueva compañera, en especial por lo que pasó con la anterior...

-Le gusta mantener un ambiente positivo en el trabajo. -Comentó alegre Mamoru Ai Yastis mientras aplaudía.

Evidentemente aquella situación quizás no fuera la usual en una morgue, en un despacho forense, pero la situación lo ameritaba, a fin de cuentas, era el primer caso de asesinato oficial de Sorcha McKay y eso implicaba que también era el primer caso con un cadáver que tenía que investigar. ¡Eso era motivo de celebrarlo!.

-Bueno, -comentó nuevamente una vez que el ambiente se hubo relajado- Vamos al lío...

-Reiju Mursaki. -Nombró la forense a la víctima mientras sacaba el cadáver tirando del carrito interno a aquel congelador, desvelando el cuerpo de una mujer mayor que parecía querer permanecer joven para... probablemente dejar un bonito cadáver, algo que hizo- Famosa diseñadora de muñecos. Causa de la muerte: Un fuerte traumatismo en la sien derecha. Basándonos en cómo cayó al suelo, estaba frente al asesino, así que este era zurdo. Y a juzgar por la marca en forma de chistera de la herida, el arma del crimen es.. 

¡ESTA!

Cuando la forense sacó el arma homicida a Mamoru Ai Yastis casi le da un ataque, abriendo tanto la boca como los ojos, este hombre señaló a aquel juguete que claramente reconocía, y que, por tanto estaba bastante entusiasmado por verlo por ahí, de hecho, entre las cosas que jamás se esperaría ver en el puesto número 37 era eso.

-¡Chester Chistera!. -Nombró al juguete- ¡Qué fuerte!. ¿Os acordáis de Chester Chistera?. ¡Era el muñeco de moda cuando yo era niño!. ¡Era super-famoso!. ¡Más que All-Might incluso!. Un momento... ¿Ella fue la que creó a Chester Chistera?.

Mientras la forense se preparaba para guardar el juguete junto con el cadáver, a fin de cuentas, tener las cosas separadas no era una opción porque se podían perder o traspapelar de un lado a otro, y porque hay una política de "No bolsas plásticas" para ayudar al medioambiente y que las tortugas no esnifen pajitas o algo así... pocas opciones había.

-Así es, -confirmó la forense- Lo hizo a imagen y semejanza del hijo que no pudo tener. Un poco paradójico teniendo en cuenta que tenía tres, pero bueno... Vendió más de cien millones de copias en todo el mundo. La fortuna familiar es inmensa.

Al parecer Mamoru Ai Yastis parecía estar lo suficientemente distraído con el muñeco como para no parar de hablar del tema, algo que claramente quizás significara que el muñeco era de verdad importante, o quizás simplemente que era un tema que le tenía apasionado.

-De niño siempre quise tener un "Chester Chistera", -comentó Mamoru Ai Yastis- pero no podía permitírmelo, así que me compré una imitación: Bob Bombín... No era igual pero... bueno... no estaba mal... bueno... sí.... era como comprar un muñeco de Endeavor teniendo uno de All-Might al lado...

El hecho de que Mamoru Ai Yastis estuviera tan entusiasmados con un juguete era algo que, claramente, parecía estar distrayendo a Mamoru Ai Yastis de las otras cosas realmente importantes que había en el caso, por lo que aquella forense decidió seguir dando información con la esperanza de que le hicieran caso.

-El asesino pintó con espray un mensaje para burlarse de la víctima en la pared donde la asesinaron. -Continuó explicando la forense.

La forense le pasó una imágen de aquella pintada a Mamoru Ai Yastis y a Sorcha McKay, para que estos pudieran ver como, en efecto, aquella pista era algo tangible.

¿KUANTO LO KIERES AORA MAMA?

Por fortuna para todos los presentes, aquella fotografía sí que fue lo suficientemente interesante como para que Mamoru Ai Yastis dejara de estar hablando sobre Chester Chistera y se centrara nuevamente en el caso que había entre manos y que todavía estaba abierto y sin investigar.

-¿Kuanto lo Kieres aora Mama?. -Releyó Mamoru Ai Yastis- Está mal escrito. Qué mala ortografía... Ha de ser un hijo seguro... El hijo que... uno de sus hijos... sí...

Por fortuna para todos, y en especial para Tsunade Kineda que había suspirado de alivio, la atención de Mamoru Ai Yastis se volvió a centrar en lo que realmente era importante en estos momentos, es decir, en el caso que seguía abierto y tenían que resolver.

-Y mirad esto. -Dijo mientras se acercaba al ordenador par amostrar algo más- La grabación de la cámara de seguridad muestra una imagen clara de la cara de este hombre saliendo de la casa...

Al parecer ese caso iba a ser coser y cantar, como robarle un caramelo a un niño y más frases hechas que implican que se dirá que era un caso bastante sencillo de resolver.

-¿Cómo?. - Dijo confundido mientras señalaba la pantalla- ¡Si ya tenemos al culpable!. ¿¡Qué estamos haciendo aquí!?. ¡Tenemos que detenerlo!. -Tras esto se giró hacia Sorcha- ¿Ves? Te dijera que sería pan comido... ¡Vámonos de aquí!. Hay un Bar con unos bocatas que...