La puerta se abrió y atravesándola apareció no otro que... un tipo completamente desconocido... eso sí, con la misma ropa que Mamoru Ai Yastis y la misma complexión física que Mamoru Ai Yastis... pero con una diferencia fundamental con Mamoru Ai Yastis y esto era un gran bigote postizo.
-¿¡Que pasaaaa, jugones!?. -Exclamó con un extraño acento sureño- ¡El Influencer Inco G. Nito!. ¡El tipo ese que popularizó aquel baile en donde los adolescentes terminaban con quemaduras de tercer grado!. -Tras decir esto y sentarse al lado del Sospechoso Número 3, este puso su mano delante de la boca y susurró algo al Crupier- Sorcha, soy yo... Mamoru... estoy disfrazado...-Tras decir esto, habló en voz en grito- ¡Que vayan circulando las fichitas!.
El hombre echó un vistazo a Inco G. Nito durante unos buenos y laaaaaaargos segundos antes de finalmente darse por vencido y aceptar aquella explicación como plausible, a fin de cuentas, negar la entrada a un compañero Influencer podría ser peligroso para sus medios, y nadie quería perder seguidores.
-De acuerdo. -Dijo tratando de pasar de tema- Dale 50.000$ igual que a los demás. -Tras esto, se giró a Inco G. Nito- ¿Te van bien 50.000$, no?.
Quizás a partir de ahora la situación podría empezar a ponerse, cada vez más y más complicada, aunque tenían la certeza de que, pasara lo que pasara, siempre y cuando no destaparan la tapadera que se habían tapado con ellas, nada habría que temer o que preocuparse... probablemente...
-¡Por supuesto!. -Exclamó con cierta duda en la voz- Eso me lo pulo cada noche... ¿Repartes las cartas?.
Agradecio que As Napier le salvase el culo de aquella manera, la verdad es que no tenia mucha escusa al por que tenia el bigote del reves...
Y entonces, llego el señor Inco G.Nito
Realmente a Cru Pier le costo mucho reconocer a su maestro Mamoru, después de todo, hasta se había cambiado el nombre en su perfil, se notaba que era todo un profesional, si no se lo hubiera chivado, no hubiera podido ni imaginarse que era el...
Y por fin, tras la llegada de Inco G. Nito, parecia que la gente se animo a hacer lo que habian venido a hacer, jugar al poker, asi que con la habilidad de un Crupier universitario, comenzo a barajar las cartas, luego le ofrecio cortar al jugador de la izquierda y tras eso se dispuso repartir las cartas a los que alli estaban sentados.
-Espero que todos tengan mucha suerte...
Comento con la mejor de sus sonrisas mientras iniciaba le juego.
El juego finalmente dio inicio, todos aquellos tenían sus cartas y las habían mirado, apostando algunas cuantas fichas de varias decenas de miles de dólares, y esto Sanji Murasaki también había hecho, apostando 20.000$ por aquella mano que le había dado Cru Pier y a juzgar por su rostro, parecía entusiasmado.
-Pier, dame otra carta. -Comentó con una sonrisa en su rostro.
No lo iba a negar, nunca habia visto tanto dinero sobre la mesa, por el bien del señor Inco G. nito esperaba que aceptasen Nijiyenes como moneda, por que si perdia la mano, iba a estar fastante falto de pasta.
-Por supuesto señor Murasaki.
Comento mientras le pasaba hábilmente otra carta al sospechoso.
Luego miro a su maestro, disfrazado esperando a ver la reacción de este...
El rostro alegre y entusiasmado de Sanji Murasaki se tornó rapidamente a una mueca de malestar después de que este le diera la vuelta a aquella carta para ver como, por desgracia, había mandado a la mierda todas sus oportunidades de ganar aquella mano del juego.
-¡Me cago en el puto Pier!. -Exclamó tirando las cartas contra la mesa de forma violenta- ¡Eso me ha costado 20.000, tío!.
Levantándose de su asiento este deambuló con mal humor por la habitación hasta que llegó a una de las paredes y pegó un fuerte derechazo, haciendo un pequeño agujero en esta. Al parecer que fueran paredes de papel no ayudaba a mantener la estructura tras un puñetazo.
-¡Menudo cabreo tengo!. -Gritó de nuevo.- ¡Si hay algo que odio es perder a las cartas!.
Aquella actuación violenta llamó la atención de todos los presentes, y aunque Amber Heart no mostró expresión alguna mientras movía su copa de vino, y As Napier simplemente esbozó una sonrisa por la ira repentina que había lanzado contra la pared, Inco G. Nito estaba aterrado que el siguiente golpe fuera para él, por lo que decidió no meterse directamente.
-Pier, -llamó el policía de incógnito- dile que vuelva a la mesa.
No hizo falta que Pier, el Crupier llamara a Sanji Murasaki de vuelta, pues este escuchó las quejas de aquel influencer y con tal de mantener el número de seguidores en pie y con tal de no quemar ningún puente entre colaboraciones, este no solo se tranquilizó de golpe, sino que se sentó.
-Os pido perdón, tíos. -se disculpó- Es que no me gusta perder a las cartas.
La situación se había vuelto bastante estresante en un momento, y por mucho que Sanji Murasaki tratara de tranquilizar el ambiente, Mamoru Ai Yastis parecía que tenía unas ganas enormes de irse del lugar, por lo que hizo lo que mejor se le podía ocurrir, apostar todo, y perder.
-He perdido. -Comentó sin miramientos- Te llevas estas Cru y me quedo sin fichas. Así que estoy fuera del juego... bueno, ya me tengo que ir...
Al parecer Inco G. Nito era una persona que no se tomaba tan mal perder 50.000$, por lo que este ya estaría fuera de la partida en un momentito... pero antes de que este pudiera largarse de ahí, algo ocurrió, las tres neuronas que habían sobrevivido a años de excesos se conectaron en la mente de Sanji Murasaki.
-Alto, Alto, Alto... -Comentó el hombre agarrando a Mamoru Ai Yastis en el sitio- Se para la partida. Tú no sabes jugar al BlackJack Y no recuerdo qué Influencer eres... y además... ¿Cómo sabías el nombre de Cru Pier?. No te lo hemos dicho...
Aquellas dos observaciones primeras eran dificilmente respondidas, quizás con "me gusta jugar agresivamente" y un "uso un alias en internet" podrían ser buenas respuestas que la persona media podía creerse vagamente pero habría que tener suerte; por otro lado la tercera acusación se podría responder facilmente al decirle que le llamó "Cru" como diminutivo de "Crupier", pero... ¿Qué es lo que haría Mamoru Ai Yastis?.
-¡SOMOS POLICÍAS DE HOMICIDIOS!. -Gritó Mamoru Ai Yastis arrancándose el bigote suyo y el de Sorcha McKay- ¡Y ahora vais a dejar que nos vayamos tranquilamente!. -Indicó mientras sacaba un Chester Chistera de su bolsillo- ¿Ha quedado claro?...
La sola presencia de aquel muñeco hizo que el hombre se cayera de la silla, al parecer le atemorizaba la mera presencia de aquel juguete, o quizás que este fuera usado en su contra. La mirada de odio de este Tercer Sospechoso se intensificó mirando a Sorcha McKay y a Mamoru Ai Yastis.
-¡Atrás!. -Gritó el joven- ¡Aleja a eso de mi!. ¡No quiero verlo más!. ¡Largáos de aquí!. ¡Me olvidaré de los 50.000$!. ¡Pero iros de aquí de una vez!. ¡Y lleváos a esa cosa!.
El mejor Detective de Policía -al que sí le pagaban- de esta sala tenía la situación bajo control, usando aquel juguete como si fuera una cruz repelente de vampiros, este alejó al tercer sospechoso lo suficiente como para que tanto él como Sorcha McKay pudieran acercarse hasta la puerta y huir por el pasillo.
-¡Por un pelo!. -Dijo mientras huía junto a su compañera- Esos jugadores de cartas hacen cosas muy locas, pude reconocer a uno de ellos... ¡Se cagó en la cama de su ex-novio!. Sí, lo que uno tiene que ver cuando es policía... ¡Larguémonos de aquí!.
Mientras aquellos dos se largaban del hotel, pudieron escuchar un único grito, de rabia, de ira, de impotencia... todo esto proveniente de aquella habitación en la que hacía escasos segundos acababan de abandonar, y el dueño de aquel grito desgarrador no había sido otro que el Tercer Sospechoso.
¡¡¡PIIIIIIIIIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRRRRR!!!
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(Si quieres, si no cerramos ya esta escena)