Partida Rol por web

Después de tomar el transporte público, a fin de cuentas era demasiado tarde como para llamar a Tooth y aún no tenía un vehículo policial propio desde aquella vez en la que se lo robaron, lo encerraron en el maletero y finalmente el lo aparcó encima de una maceta decorativa de piedra del exterior de la comisaría... empezaría la voz en off, pero en voz alta dicha por Mamoru Ai Yastis.

*Cuando llegamos al Instituto de Sakurami City Sur, la reunión ya estaba en su apogeo. Fue agradable ver las caras de toda esa gente que había olvidado que existía. Pero no había tiempo para chácharas, el cadáver de un hombre nos estaba esperando*

Adentrándose en la Sala de Estudio, aquel dúo de detectives de homicidios se encontró con la víctima de asesinato. Esta se encontraba atada de pies y manos al pupitre escolar y en su cuello tenía bien clavado un CD, el cual posiblemente fuera el arma del crimen... y más teniendo en cuenta que de ahí salía sangre...

-Aaaah... -Comentó en un suspiro el detective- Fíjate: La Sala de Estudio. Pasé mucho tiempo aquí... Nah... Estoy de broma, esta aula era para pringados que querían tener un trabajo estable y una vida feliz... jeje...

Al lado de aquel cadáver una mujer se encontraba sacando muestras del cuerpo antes siquiera de moverlo, en particular estaba centrada en aquel CD que tenía bien clavado en el cuello y, claramente, esto era una pista fundamental como arma del crimen y por eso lo repito una y otra y otra y otra vez.

-¡Ey, Mamoru-man!. -Dijo la forense al verle- Bonita chaqueta, ¿Es de Poliester?.

Al parecer (a parte de Sorcha McKay) había otra persona que no odiaba, despreciaba o se burlaba de Mamoru Ai Yastis y esta era la forense, por desgracia aquella observación que esta había hecho no sentó demasiado bien porque, en efecto, había fallado a reconocer el material de la chaqueta.

-En realidad es de Polietileno Tereftalato. Es lo que usan para hacer botellas de aceite. -Respondió algo avergonzado a la Forense antes de presentarlos- Tsunade Kineda, forense, este es Noa. Noa, aprendiz de detective de homicidios, esta es Tsunade Kineda. Bueno... ¿Qué tenemos aquí?.

Viendo que la había fastidiado un poco, Tsunade Kineda trató de explicar el caso y así poder correr un tupido velo (no de Polietileno Tereftalato) a aquella escena un tanto tensa. En esta ocasión no tenía mucho que decir, al menos nada nuevo o que no pudiera verse a simple vista.

-Pinchi Chikubi, cerebrito, millonario y magnate tecnológico. El creador de la red social favorita de los pajilleros O.P.P.A.I. (OP - Personified Artificial Intelligence), que recoge información de la red social favorita de sus madres. -Explicó a los presentes- La causa de la muerte es que le lanzaron un viejo CD-ROOM a modo de estrella ninja a la arteria carótida. Se la lanzaron a gran velocidad para que pudiera penetrar tanto en su cuello.

Tras esta explicación, Mamoru Ai Yastis como buen detective de homicidios decidió enseñar de la mejor forma que sabía a su pequeño discípulo y pupilo, y esto era, no hacer absolutamente nada y dejar bajo los hombros de este muchacho la correcta (o incorrecta) resolución del crimen... e investigación previa.

-Bueno, dinos que opinas. Noa. -Comentó Mamoru Ai Yastis, dejándole paso a que Noa tuviera libertad total para actuar con el cuerpo como este quisiera- No seas tímido, vas disfrazado de esqueleto, seguro que le asustas más tu a él que como mucho va de muerto a secas.

     Caminaría junto a mi superior sacando de vez en cuando fotos, selfies o jugueteando con el movil mientras le escuchaba, aunque cada que me preguntaba algo dejaba mi herramienta tecnológica para responder o afirmar su petición, aunque si... el tanto escucharle suspirar y hablar con aquel tono de desapego me obligo a intervenir un poco para ver si podía darle algo de animo.

     Hmmmm... pero mi superior Yasti, Aun no entiendo el por que no quería asistir, digo... tiene un trabajo estable y respetable, mas... una reputación tan grande que el tan solo escuchar vuestro nombre la gente se voltea para hablar sobre usted,  algo que ciertas personas se pasan su vida entera intentando conseguir -  diría luego de que me presentara la susodicha sala de estudio - por eso nunca esta demás ver un poco el vaso medio lleno, mi superior, son esos pequeños detalles que pueden alegrar un tanto la vida, aunque sea un poco... 

     Tras ello por fin prestaría mas atención a la escena, mirando el cadáver... lo que parecía ser el arma del crimen, las ataduras que llevaba la victima, oh y claro... la señorita Forense.

   E...es impresionante como la tecnología nos permite crear vestimenta de orígenes de lo mas particulares, y cada vez... mas complicado de diferenciar para el ojo humano, volviéndose quizás... la moda del mañana, ¿ no es cierto ? - comentaría mientras miraba de vez en cuando a Forense por si quería agregar algo a ver si podía arreglar un poco los animos del Superior - Y como dijo mi superior, soy Kokutan Noa... encantado.

    La palabra pasaría entonces a Kineda y a la actualización del caso explicando un poco mejor lo que había acontecido y aunque estaba por dar mi opinión, las ultimas palabras de Mamoru me hacen enarquear mi ceja.

   Cofff.. -carraspeaba ligeramente abochornado - E...e-es mas bien parte ritual de madures que tenemos en el Catrinanismo -  agregaba, cosa que se quedaría allí si es que no había una buena tirada de religión - P-pero si quiere mi opinión seria bueno identificar el contenido del CD, asi como también si el asesino de nuestra victima realizo un único y preciso lanzamiento... o requirió de mas de un lanzamiento para lograr su cometido -  y tras encender la linterna del movil comenzaría a ver si de echo el cuerpo tuviera mas marcas de cortes o por si en la sala hubiera mas CD desperdigados por el suelo.

Los comentarios de Kokutan Noa o Noa Kokutan o como diablos sea que se llame tomaron especial atención ante la pequeña cagada de la forense la cual se acentuaba aún más teniendo en cuenta que ese tipo de material no parecía ser demasiado cómo para llevar y parecía hecho con material reciclado de dichas botellas de aceite.

-Los nudos son profesionales, -remarcó Tsunade Kineda al aporte de Noa, tratando de cambiar de tema desesperadamente- no mucha gente sabría hacerlos así.

Evidentemente los comentarios de Noa "Kokutan" aunque intentaban ser amables, estos tocaban directamente en un tema bastante sensible que tocaba bien profundo a Mamoru Ai Yastis, y como detective de homicidios encargado de tutelar a Noa Kokutan si este estaba depre, poco iba a hacer... aún menos, digo.

-¿Vosotros diríais que tenemos la misma edad?. -Inquirió de la nada Mamoru Ai Yastis- Para mi él parece mucho más viejo.

En efecto, Mamoru Ai Yastis en estos momentos se encontraba completamente inseguro con su percepción de sí mismo en un entorno de gente apenas conocida que había visto hacía como mínimo tres lustros o más... por lo que este trataba de ganar en algo, tal y como había dicho Noa Kokutan antes.

-Sois de la misma edad. -Respondió casi sin pensar- Espera... quiero decir... esto... tu estás de pie, el está sentado, las arrugas son distintas... ¿Y si pruebas a poner la misma cara?.

Viendo que aquello era algo que no parecía ir del todo bien, a fin de cuentas su orgullo estaba bastante herido por el cúmulo de situaciones que tenía encima. Mamoru Ai Yastis no dudó ni un momento a la hora de agacharse e imitar la pose del muerto, es decir, ojos cerrados y morritos... aunque poner morritos no era cosa del muerto.

-Fácil... Espera... -Alargando su mano, apretó el rostro del muerto deformando su rostro para que también pusiera morritos- Ahora. Es que esta pose muestra mi lado bueno.

Cuando Mamoru Ai Yastis de forma desconsiderada posaba al lado del cadáver en una especie de burla macabra contra el pobre fallecido... no hizo que Tsunade Kineda reaccionara negativamente. Tan solo se molestó cuando este puso morritos, no porque se los pusiera a sí mismo, sino porque se los pusiera al muerto.

-¡Ey!. ¡No toques al muerto!. ¡Ese es mi trabajo!. -Exclamó indignada- Pues para que sepas que el parece más joven. ¡Y cuando pusiste morritos por un segundo no supe distinguir cuál era el muerto!.

El comentario de Tsunade Kineda le dio directo en donde más le dolía, en su orgullo. Lo cual no era mucho que tuviera, pero aún así era algo y lo habían golpeado. En una jerga extraña, hay una frase que indica exactamente esto y habla del dolor que uno siente cuando esto ocurre, la frase en cuestión es: "Un putazo dolería menos".

-¡Mñeh!. -Comentó Mamoru Ai Yastis enfadado por el veredicto- Contéstame a esto Tsu-Tsu, ya que vas tan de lista. ¿Le has mirado ya la boca?. A ver si hay algo dentro...

Al parecer Tsunade Kineda seguía bastante fría, como el hielo, al respecto de todo aquello de que le tocaran sus muertos, a fin de cuentas, toquetear muertos era su asunto y quien lo hiciera estaría cometiendo un caso grave de intrusismo laboral, por lo que no perdonó a Mamoru Ai Yastis por eso.

-¿La boca?. -Preguntó un poco perpleja- Pero si la causa de la muerte es el disco... Bueno, supongo que mirarlo no hará daño a nadie... total, el ya está muerto. -La muchacha se acercó a la boca de la víctima, y usando sus manos enguantadas la abrió y... - ¡Joder!. Pues sí que hay algo... 

Sacando del interior de la boca un pequeño papel doblado, esta lo desdobló para ver que era una nota con un mensaje un tanto poco agradable... Y quizás un poco ominoso teniendo en cuenta que lo tenía un muerto... en la boca...

NOS VEMOS

EN EL INFIERNO

La revelación más revelación de las revelaciones llegaría con el hecho de que Mamoru Ai Yastis tenía razón en cuanto a la presencia de aquella nota en particular dentro de la cavidad bucal de la víctima de asesinato. Lo que implicaba que el mundo iba a llegar a su fin por alterar el orden natural de las cosas...

-Impresionante, ¿Verdad?. -Indicó el policía- ¡Fue el mejor truco de magia que aprendí!. La nota la encontré en su bolsillo cuando me agaché, pero sacarlo de ahí y enseñarlo me pareció un poco aburrido... ¡Y tenía este truco aprendido desde el caso ese de la ayudante de aquella maga cortada en dos!. - O no...

Evidentemente el hecho de tocar los morritos del cadáver era algo que le había molestado bastante, pero más le había molestado el hecho de que Mamoru Ai Yastis cogiera una pista y se la metiera directamente en la boca a su muerto en particular para fardar de un truco de magia.

-¡FUERA DE MI ESCENA DEL CRIMEN!. -Gritó colérica aquella forense- ¡NO TOQUEIS A MI MUERTO!.