Partida Rol por web

Después de ser expulsados por las malas del Departamento de Informática, aquellos dos detectives de homicidios, o más bien el detective de homicidios y el ayudante no remunerado del detective de homicidios el cual además de eso se encontraba en prácticas, tenían que ir hacia su segundo sospechoso.

*El siguiente sospechoso no era otro que Tesuda Sobako, el mejor deportista. Al parecer, fue visto hablando con la víctima no mucho antes de ser hallado muerto... la víctima, el no.*

Mamoru Ai Yastis le entregó a Noa Kokutan el anuario escolar y le señaló la imagen de uno de esos niños: El segundo sospechoso.

-Este tío era todo un personaje en el instituto.

"Nada de gordas salvo en verano y fines de semana". 

-Mejor Jugador de Baseball 1-4. Quarterback. Presidente Interno del Club de Lucha.

-Tiene sentido. -Comentó de la nada. Y porque comprendía que el intelecto superior de Mamoru Ai Yastis no era algo que todo el mundo pudiera captar a la primera, mucho menos alguien que no cobraba por su trabajo, este señaló la cita dicha por este joven en el anuario "Nada de gordas salvo en verano y fines de semana".- Tiene sentido porque los fines de semana son como veranos cortos.

Tomando de vuelta aquel anuario. El Segundo Sospecho los estaba esperando pero estos aún no estaban listos, había algo que tenían que hacer antes. A fin de cuentas, el era el experto y tenía conocimiento en los sospechosos, por lo que sería importante escucharle.

-Tendrás que hacerte pasar por un antiguo alumno, si no, no hablará contigo. ¿De acuerdo?. -Preguntó a su ayudante- ¿Serás capaz?. Si no eres capaz no pasa nada, no podremos continuar con el caso y probablemente nos golpee con un bate de beisbol. Que era lo que hacía en el instituto.

Por suerte para Mamoru Ai Yastis tenía la identidad perfecta para Noa Kokutan, asintiendo a su propio pensamiento, este lo presentó de forma pública a su compañero.

-Tu nombre de infiltrado será: Yosako Mimoko. -Sin darle tiempo a negarse, este continuó caminando.- Invéntate los andares, ponte algo chulo. El estará mirando, así que hazlo. -Dijo mientras se giró para ver los andares.- Y mueve los brazos, como si tuvieras bandas elásticas pegadas en tus manos y tus pies, que tiran de ti hacia abajo a cada paso. -Y añadió otra cosa más- Y la cabeza, inclínala hacia atrás.

"¡Hola!. Yo soy Mamoru. ¿Tú como te llamas?"

   Mientras aun me recuperaba de aquel pitido causado por aquella experiencia cercana a la tortura auditiva ... acaba de escalar en una de las experiencias mas desagradables que e tenido que oirm, mi superior me volvió a acercar aquel curioso Anuario, solo para mostrarme una nueva foto con...

   Ese chico... ¿ tiene barba ? - preguntaba sumamente fascinado - si que les llega la madures antes que a otros - mientras recordaba como de aniñado se veía la versión joven de Ado ... también es curioso lo de los club, pero nunca me e entado bien como en japon administran en cuantos clubes maximo puede estar el mismo niño...

   Tras ello vino la parte de usar un pseudónimo, solo que al escuchar este... no pude evitar mirarle con cierto grado de estarle juzgando en silencio.

   Hmmmm... - para mirar mi movil, ver la hora... pensar potencialmente que aun estaba a tiempo de llegar a casa y poner algun serie en Netflix, para entonces suspirar y guardarlo en mi bolsillo - V-vale...

   Yo~u, You~You - empezaba a decir, mientras poco a poco iba repitiendo las peticiones que había puesto, con la cabeza hacia atras... con los pies casi como si los estuvieran forzando hacia abajo y con los brazos totalmente abiertos, los cuales iba moviendo cada cierto tiempo de arriba hacia a bajo - S-saludo~salutation mi compañero Yastis,aquí vuestro compadre Yosako.... Yosako.... - con evidente vergüenza me quedaba unos segundos sin saber como proseguir, solo para  agitar mi cabeza forzando mis propias verguenzas - Yosako Mimoko, eso~eso se presenta ante tí - solo para agitar levemente los pies - la fiesta y la birra son lo que mi cuerpo necesita, s-si ustedes tienen eso, yo me quedo bien contento - todas estas palabras, en cierto tono cantadito , solo para respirar muy fuerte y comentar fuera del personaje - _{D...dime q-que esto s...será corto... p-por favor...} 

La actuación de Noa Kokután, o mejor dicho, de Yosako Mimoko fue lo bastante convincente para que a Mamoru Ai Yastis se le escaparan las lágrimas, claramente era una actuación que emocionaba a cualquiera, en especial si eres Steven Spilberg, pero esa era otra historia.

-Es Perfecto. -Logró a comentar mientras indicaba al joven pasar hacia los Baños de Hombres- Pasa, pasa... y recuerda, muelles en las piernas... _{muelles en las piernas...}

Adentrándose en el baño de hombres, estos dos pudieron ver en todo su esplendor lo que era un baño público de un Instituto de Secundaria público olvidado con el paso de los años y las décadas en donde los fondos no llegaban y los que llegaban eran insuficientes para mantener la estructura del mismo a punto.

Aunque en apariencia el cambiador y las duchas masculinas se encontraba lo más limpio que uno pudiera imaginar del trabajo a destajo de una empresa privada escogida a dedo fuera de concurso público de limpiadoras mal pagadas y sobreexplotadas, los muebles, taquillas, puertas, duchas y casilleros no se habían cambiado en todo este tiempo desde que se levantó el edificio, algunos incluso tenían los grafitis y las pintadas hechos por alumnos que ya ni cursaban la institución.

Una de las duchas estaba funcionando, y el vapor proveniente de esta cubría las zonas circundantes a la misma. Y una figura bastante gruesa se dejaba entrever por la puerta de cristal translúcida. Ese seguramente era el objetivo, o al menos así mismo lo reconoció Mamoru Ai Yastis que se acercó a este.

-¡Ey!. -Exclamó Mamoru a la ducha- ¿Qué pasa Tesuda?. Soy yo, tu colega, Mamoru. Mamoru Ai Yastis.

Pese a que Mamoru Ai Yastis quería ir de guay y de chulo, la posibilidad de que este pudiera demostrar semejantes cualidades de su personalidad era bastante nula, a fin de cuentas una gacela nunca será un león, un tiburón nunca será un lenguado y Mamoru Ai Yastis nunca será ni guay ni siquiera chulo.

Mientras el hombre del interior de la la ducha apagaba el agua y alargaba un fornido brazo a la toalla que se encontraba colgada justo fuera de la puerta, este salió de la ducha con aquella toalla bien enrollada para tapar... su pelo, pues secar la cabeza es importante.

-¿Quien? -Preguntó sin tener idea de quien era Mamoru Ai Yastis.

Mientras continuaba secándose su cuerpo delante de aquellos, al menos tuvo la decencia de ponerse un nuevo par de calzoncillos y se sentó en uno de los bancos a la espera de obtener más información de aquellos dos.

Mamoru Ai Yastis se puso rojo como un tomate al ver a este hombre salir tan despreocupadamente de las duchas, secarse y cambiarse delante de ellos como si no tuviera ningún tipo de pudor o fuera un pervertido exhibicionista. Pese a ello, por encima de la vergüenza ajena que le asolaba, estaba la vergüenza propia de que no lo hubiera reconocido.

-El detective Mamoru Ai Yastis. -Volvió a repetir con un poco de miedo en su voz- Dábamos juntos Tecnología.

El hombre se quedó mirando a Mamoru Ai Yastis durante unos buenos 10 segundos antes de que su expresión cambiara cuando finalmente este sí que fue capaz de reconocerlo entre todos aquellos años que habían pasado desde la última vez que se habían visto desde secundaria.

-¡Jojojo!. -Rió mientras lo señaló- ¡Sí!. ¡Ahora lo recuerdo!. ¡Tu eras el que se desmayaba y se tiraba pedos mientras estaba inconsciente!.

Que de repente alguien le recordar aquella situación tan embarazosa hizo que Mamoru Ai Yastis se avergonzara ligeramente de estar presente en esta conversación y de que alguien, de la nada, sacara aquella información de su juventud porque sí, como si esto fuera una forma de traer su deep lore o su backstory.

-No... No... Yo no... -Trató de negar el policía.

Completamente ajeno a los sentimientos de vergüenza absoluta que Mamoru Ai Yastis estaba teniendo en estos momentos, aquel ex-jugador de élite, así como a su vez el Segundo Sospechoso continuó hablando del tema y con una actitud bastante risueña al respecto.

-Sí, te pusimos un apodo y todo. -Dijo el hombre- Ese nombre era "Mamoru el Pedorro". También algunos te llamaron al principio "Mamoru el Durmiente", pero claramente ganó "El Pedorro". ¡Eres Mamoru, Mamoru el Pedorro!.

Al parecer este sospechoso quería seguir recordándole aquella situación tan embarazosa, haciendo que el detective de homicidios siguiera avergonzado de estar presente en esta conversación y de que alguien, siguiera con aquella conversación de su juventud porque sí, sin leer el ambiente general.

-No, no... -Volvió a negar desesperadamente- No me acuerdo que tuviera ese mote... ¿Podemos cambiar de tema?. Estoy seguro de que podemos hablar de otra cosa...

Cuando Mamoru Ai Yastis trató de cambiar de tema, la situación distendida y risueña que aquel hombre tenía se cortó de golpe y el ambiente se volvió denso y pesado. La sonrisa de este hombre medio desnudo desapareció y una mirada seria pasó a mirar a aquellos dos, mientras este se levantaba de su asiento, sacando un par de cabezas a ambos.

-¿Quieres cambiar de tema, dices?. -Preguntó con un tono seco y amenazante- ¿Acaso venís por el asesinato de...

Una de las cosas que este detective de homicidios no era, era alguien valiente, (tampoco era chulo ni guay, pero esto ya lo aclaramos antes), por lo que cuando aquella situación risueña para el sospechoso cambió a una mucho más densa y peligrosa, este saltó cual resorte.

-¿Que?. -Dijo con una falsa sorpresa- ¡Que va!. No, no... Nosotros estábamos charlando de buen rollo y... -Girándose hacia Noa Kokutan este le susurró algo, bastante nervioso- Preséntate anda, y que te vea caminar...