Partida Rol por web

-Tiene sentido, si la rana es de Colombia alguien tuvo que ir hasta allá, porque ningún país expedita pasaportes a reptiles. -Comentó asintiendo con la cabeza con confianza en su deducción, a pesar de que la rana era un anfibio- Sí, mejor no lo volveremos a interrogar, no quiero que alguien que no sabe silbar me escupa encima... Y estoy de acuerdo con esa teoría, una vez tenía tanta hambre que no distinguí la grapadora de la hamburguesa hasta el cuarto mordisco, terminé pasando una semana entera cagando grapas... y sangre...

Tras unos segundos de silencio por parte de todos, pensando en las deposiciones de Mamoru Ai Yastis, este volvió a hablar.

-¿Que tal va el desbloqueo del teléfono de la víctima?.

La muchacha mostró nuevamente el teléfono que había cogido para tratar de desbloquearlo, una tarea que hizo sin demasiado éxito, a fin de cuentas, luego de que Mamoru Ai Yastis lo toqueteara, pocas cosas se salvaban o seguían en una misma pieza, o incluso funcionaban.

-Pues por contraseña ya no va, está completamente bloqueado. -Indicó, dando las malas noticias- Así que la única forma que tenemos para desbloquearlo es por reconocimiento facial.

Tantas líneas de investigación abiertas y tan rápido que Mamoru Ai Yastis las cerró como el "detective al cargo", sin lugar a dudas este hombre era un genio... o un completo incompetente que iba a tomar el camino largo, sin sentido y probablemente sin salida tampoco; pero era algo que Kousuke Tsutomu no podía negarse, pues el era el mentor.

-Levántalo y ponle el móvil debajo para que... -indicó a Kousuke Tsutomu, teniendo una idea buena pero en todos los apartados demás moralmente defectuosa y quizás algo ilegal, pero a saber... Mamoru Ai Yastis no lo sabía y no iba a averiguarlo, el no era un abogado para saber de leyes, ya bastante tenía con NO SABER las cosas de sú propio trabajo- Sí, tenemos que usar su cara. Intentalo a ver si así... Sí, agarralo bien y desbloquealo...

A Kousuke le parecía buena idea lo de desbloquear el móvil. Siempre y cuando no fuera tocando un cadáver con las manos desnudas, claro. El joven se giró hacía la forense, suplicándole ayuda con su gesto lleno de pánico. Seguro que ella era capaz de convertirse en la voz de la razón para Mamoru y detener aquello.

-¿Qué me miras?. -Preguntó a Kousuke Tsutomu y esos ojos suplicantes suyos- El gran Mamoru Ai Yastis consiguió una forma de desbloquear el teléfono, vamos, sin remilgos, levántale la cabeza para que podamos irnos a casa... bueno, yo sí, a vosotros aún os quedará todo el rollo de resolver el caso.

-Además, no hay nada que temer, es un cadáver ¡No muerde!. Y si lo hace, es porque hay un apocalipsis zombie, lo cual también es algo guay... no para ti, que ya estarás infectado y tendrás que pasar por la dolorosa decisión si amputarte la mano o si guardartelo para ti del resto del grupo hasta que finalmente te transformes... pero independientemente de lo que escojas, la infección ya se habría propagado por tu cuerpo y te transformarás igualmente...

No había ayuda, solo fanfics de apocalipsis zombies.

...O igual no había voz de la razón. Kousuke intentó no pensar en que estaba tocando un cadáver, lo cual ya le era espeluznante de por sí, pero es que además, estaba dejando sus huellas dactilares por los hombros y cabeza del muerto mientras seguía las instrucciones de Mamoru.

-Quédate la mano, todo lo que haga falta para que mi hermana pequeña no se quede sola en el mundo...-añadió afligido, de repente inmerso en el universo que Tsunade había creado.

Mientras Kousuke Tsutomu estaba manipulando la escena del crimen sin guantes ni nada; Mamoru Ai Yastis trataba de enfocar el teléfono, o la cámara del teléfono hacia el rostro cubierto de gazpacho de la víctima. Algo que tardaría un par de segundos de más para que Kousuke Tsutomu estuviera cómodo con todo ello.

-Eso es... ¡Ya está!. -Exclamó dándole una palmadita en el hombro a su subordinado, haciendo que este perdiera el agarre de la cabeza del muerto y que cayera directamente contra el plato, manchándolo todo a su alrededor de gazpacho- Pues tenemos por aquí... -Dijo ignrando el estropicio causado mientras miraba el teléfono- Un mensaje amenazante de una Chef disgustada... ¡Bueno!. Pues parece que ya tenemos a nuestra primera sospechosa.

Tras decir aquello, lanzó el teléfono a Tsunade Kineda, la cual no pudo atraparlo y terminó roto contra la pared. Al parecer había sobreestimado la habilidad de la forense de atrapar pruebas valiosas que habían sido lanzadas hacia ella sin previo aviso o indicación de ello.

-¿Nos vamos o quieres hacerte un selfie con tu primer cadáver?. -Inquirió Mamoru- El tio es muy guapo, hazte uno si quieres. Seguro que luego podrías imprimirlo y hacer camisetas con ello o colgarlo en el baño. 

A pesar de que el teléfono había estallado contra la pared detrás de Tsunade Kineda, ni Mamoru Ai Yastis hizo mención a ello ni tampoco lo hizo la propia Tsunade Kineda que simplemente se agachó a recoger las piezas que había del teléfono por el suelo y guardarlas en una bolsa.

-¿Un selfie?. -Inquirió Tsunade Kineda, un poco celosa por la sugerencia- Mejor nos hacemos una foto en grupo, los cuatro. Podemos usar mi teléfono. -Comentó sacando el suyo personal y colocándose a un lado del cadáver, alargando su brazo por encima de la mesa del gazpacho- Vamos, levántale la cabeza de nuevo. ¡Mamoru, ponte a mi lado!.

Manchado de gazpacho, Kousuke sopesó cómo negarse a la idea de sacarse un selfie. 

-No hace falta, e-estoy bien.

Pero daba igual lo que quisiera, porque Tsunade y Mamoru estaban empeñados en sacarse una foto los tres-- no, cuatro juntos. Porque habría sido descortés dejar afuera al muerto. Sin querer desobedecer a sus superiores, a Kousuke no le quedó otra que volver a levantar la cabeza del muerto y fingir una sonrisa, mientras el pánico se leía claramente en sus ojos demasiado abiertos.

En esta ocasión Kousuke Tsutomu podía haberse negado pero con la presión ejercida por Mamoru Ai Yastis y por aquella compañera de tropelías que era la forense Tsunade Kineda; al final lo arrastraron al fango, o al menos el fango de la moralidad de "no jugar con la comida"... "ni con cadáveres".

-Perfecto. -Comentó satisfecho con la foto de Tsunade Kineda- Cuando vayamos a resolver el crimen podemos llevar las camisetas a juego nosotros tres. -Sugirió con bastante orgullo de ir por ahí mostrando aquella bajeza moral- Pero ahora tenemos trabajo que hacer... ¡Al Mamoru-Movil!.

El "Mamoru-Movil" era el autobús de línea que pasara por el restaurante de la siguiente sospechosa...